jueves, 29 de agosto de 2013

Preguntas frecuentes y de interés del ateísmo, el escepticismo, el hedonismo, el libre pensamiento y el pensamiento crítico

Por Fabián Granobles Ocampo.


En el mundo del pensamiento crítico, el movimiento escéptico y el ateísmo militante se suele encontrar con varias mal interpretaciones  deificaciones y errores que como personas, movimiento y asociaciones no se deberían cometer, ya que no son más que problemáticas resultantes de una mala comprensión  de los conceptos básicos que se manejan para el activismo en pro de la cultura científica y la denuncia de la irracionalidad en todas sus expresiones.

Conscientes de esto, desde la Asociación de Ateos de Cali, en Colombia, el licenciado en filosofía (y uno de mis ciber amigos) Fabián Granobles Ocampo nos comparte estas respuestas a preguntas básicas sobre conceptos básicos que todo interesado en la divulgación científica, el pensamiento crítico, el laicismo y el ateísmo militante deben conocer. Sin duda alguna, tal como he notado, esta información no está libre de controversia, pero para eso estamos, para un diálogo racional y tolerante sobre diversas temáticas a fines. Sin más de mi parte, les dejo con el escrito del señor Granobles Ocampo (quien ya ha colaborado en más de una ocasión en este blog), esperando que lo disfruten (y que investiguen más por su cuenta) tal como yo lo disfruté.

-Daniel Galarza Santiago.

1) ¿Qué es el ateísmo? El ateísmo (del griego “a”, “sin” y “Teos”, “dios”) es la postura que niega o no acepta explícitamente la existencia de divinidades o deidades (dioses y diosas) ni de ninguna entidad sobrenatural o lugar sobrenatural (alma, cielo, infierno, purgatorio, demonios, ángeles, semidioses, elementales, gnomos, duendes, pitufos, elfos, unicornios alados rosas entre otros) sin importar el contexto sociocultural e histórico. El uso del concepto ateo en griego antiguo iba desde el sentido más o menos literal de no creer en los dioses o abandonado por los dioses, hasta sentidos más peyorativos y discriminatorios como malvado, infame, impío, desgraciado, que se entienden en el seno de una sociedad profundamente religiosa. En la Roma antigua, se utilizaba para designar a todo aquel que no creyera en los dioses del panteón romano, en particular a los cristianos.

A nivel histórico, el primer ateo explícito fue Chārvaka Muni (en sánscrito “Chaari”, “Atractivo”, “Dulce”, “Vaak”, “Palabra”, “que habla” y “Muni”, “Sabio”) o Cārvāka Muni (o simplemente Chārvaka o Cārvāka, s. VII a.n.e.), filósofo materialista indio, fundador de la primera escuela de filosofía (entendiendo filosofía como una “forma de vida”) explícitamente atea, materialista, atomista, empirista, escéptica, antirracionalista y hedonista (que tuvo seguidores por lo menos hasta 1578), conocida como la Escuela Lokāyata (en sánscrito “Loka”, “Mundo” “aiata”, “prevaleciente”; “perteneciente al mundo de los sentidos”) y “Lokayatamata” (en sánscrito “punto de vista del vulgo”), perteneciente a los “Dársanas” (en pali “Dāssanas”, “Punto de Vista”, “Vista”, “Sistema”, “Doctrina”) “Heterodoxos”, “Impíos”, “Negadores”, “Ateos” o “Nāstikas” (contrario a los 6 “Sistemas Ortodoxos” o “Āstikas”: Nyaya, Vaisesika, Sankya, Yoga,  Mimamsa y el Vedanta, los cuales parten de los Vedas). En India no se conserva prácticamente ningún texto ateo por destrucción.  En Grecia (y Occidente), el primer ateo explícito a nivel histórico fue Teodoro el Ateo (340 a.n.e. - 250 a.n.e.), filósofo hedonista y misógino de la Escuela Cirenaica, discípulo del filósofo griego Aniceris.

El ateísmo no es una religión (conjunto simbólico unificado de dogmas, costumbres, ideas, ideales y creencias simbólicas que se aceptan sin cuestionamiento en un contexto sociocultural e histórico determinado, aunque han habido  y aún hayan ateos dogmáticos e intolerantes), pues en el ateísmo hay diferentes vertientes como el ateísmo materialista, el ateísmo pesimista, el ateísmo vitalista, el ateísmo existencialista, el ateísmo idealista, el ateísmo positivista, el ateísmo escéptico, el ateísmo anarquista, el ateísmo marxista, el ateísmo objetivista, entre otros. El ateísmo tampoco implica una forma de vestir determinada, ni un gusto musical determinado ni un gusto literario, artístico o deportivo determinado ni la pertenencia a un partido político determinado. El ateísmo no debe confundirse con el librepensamiento, ni con el pensamiento crítico ni con el escepticismo, ni tampoco debe ser idealizado como la encarnación de la razón. El ateísmo no es lo mismo que la indiferencia religiosa (apatía hacia la religión o a hacer debates sobre la religión), pues esto no indica una negación explícita o no creencia de la creencia en la existencia de dioses y de lo sobrenatural, pues en muchas ocasiones es la versión light o laxa que tienen algunos creyentes religiosos en sus concepciones acerca de lo sobrenatural, ni es sinónimo de ciencia, así como la ciencia tampoco es sinónimo de ateísmo, ya que la ciencia como cuerpo de conocimiento racional, riguroso, y basado en evidencias, va más allá de una postura ideológica determinada (social, ético-política, económica o religiosa), ni tampoco es sinónimo de superioridad intelectual y moral como lo afirman algunos ateos, los cuales han idealizado y sacralizado ingenua y falsamente el ateísmo, y representa un mito social igualmente erróneo que el mito social que afirma la superioridad moral e intelectual por el sólo hecho de la pertenencia a una religión determinada. El ateísmo no es tampoco equivalente a la homosexualidad ni conlleva a la homosexualidad (ni la homosexualidad es equivalente al ateísmo o conlleva al ateísmo, como lo creen y piensan algunos creyentes religiosos debido a su homofobia, pues no hay ninguna relación directa ni indirecta comprobada entre la no creencia en dioses y lo sobrenatural y la orientación sexual, de la misma forma que no hay relación directa entre la religión y la orientación sexual), tampoco es satanismo (como lo afirman algunos creyentes teístas que muestran su intolerancia e ignorancia de lo que es realmente el ateísmo), pues eso sería una contradicción, ya que la creencia en Satanás, Luzbel, Lucifer, Micifuz o Belcebú es también una forma de creencia en lo sobrenatural y desde luego, también es una creencia religiosa. El ateísmo ni conlleva ni es sinónimo de inmoralidad, ya que la moral es una construcción humana y cultural hecha para poder convivir con los demás y no es potestad de ninguna religión o partido político.

2) ¿Qué es el materialismo? El materialismo es una corriente filosófica que surge en oposición a la superstición y las explicaciones religiosas, y que resuelve la cuestión fundamental de la filosofía dándole preeminencia al mundo material y concreto (y la vida en el aquí y ahora) y afirma que los fenómenos humanos (biológicos y socioculturales e históricos) son fenómenos materiales, con un fundamento material y concreto. Según el materialismo, el universo es material, existente objetivamente fuera e independientemente de la conciencia (mente) humana. Plantea pues la afirmación de la realidad concreta. Para el materialismo, la materia es primaria y la conciencia y el pensamiento son propiedades de la materia a partir de un estado altamente organizado. El pensamiento es un nivel superior del conocimiento humano, un proceso de reflejo de la realidad objetiva, material, concreta y empírica. Sostiene, además, que la materia no ha sido creada de la nada, que existe en la eternidad y que el mundo  y sus regularidades son cognoscibles. Si bien es cierto que el materialismo y el ateísmo han estado muy relacionados a lo largo de la historia, ha habido excepciones como la del filósofo materialista y deísta italiano Pietro Pomponazzi (1462-1524) o la del filósofo y sacerdote católico italiano Pierre Gassendi (1592-1655), los cuales eran creyentes y materialistas. Lo mismo ocurre con los marxistas o los anarquistas (no todos los marxistas y anarquistas son ateos ni todos los ateos son marxistas o anarquistas).

3) ¿Qué es el agnosticismo? El agnosticismo (del griego “a”, “sin” y “gnōsis”, “conocimiento”) es la postura considera inaccesible para el ser humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende o va más allá de lo experimentado, y por lo tanto ni niega ni afirma la existencia de divinidades o deidades ni de ninguna entidad sobrenatural, por lo que se queda a medio camino entre las posturas del teísmo y deísmo (que no son lo mismo) y el ateísmo. Es por esto que no debe confundirse con el ateísmo. El biólogo inglés ThomasHenry Huxley (1825-1895) acuñó el concepto agnóstico en una reunión de la Sociedad Metafísica de 1869. Sin embargo, filósofos antiguos ya habían promovido puntos de vista agnósticos, como el filósofo griego Protágoras de Abdera (485-411 a.n.e.), el filósofo griego Gorgias de Leontini (485-380 a.n.e.) y el filósofo indio Sanjaya Belatthaputta (s. V a.n.e.). Para algunos agnósticos, el valor de verdad de ciertas afirmaciones (particularmente las metafísicas respecto a la teología, el más allá, la existencia de dios, dioses, ángeles, demonios, o una realidad última) es incognoscible debido a la naturaleza subjetiva de la experiencia; para otros agnósticos son afirmaciones falsas al no tener fundamento experimental o racional. El agnosticismo no es sinónimo de antirreligiosidad, ya que no tiene una relación directa y causal con el respeto o no hacia unas u otras creencias religiosas.

Para algunas formas de agnosticismo, el valor de verdad de ciertas afirmaciones (particularmente las metafísicas respecto a la teología, el más allá, la existencia del alma, la existencia de dios, dioses, diosas, demonios, ángeles o una realidad última) es incognoscible debido a la naturaleza subjetiva de la experiencia, para otros son afirmaciones falsas al no tener fundamento experimental o racional, por lo que es una búsqueda de la verdad. En algunas versiones esta falta de certeza o conocimientos es una postura personal relacionada con el escepticismo religioso. En otras versiones del agnosticismo se afirma que el conocimiento sobre la existencia o no de seres superiores no solo no ha sido alcanzado sino que es inalcanzable. Finalmente hay versiones del agnosticismo (apateísmo) en las cuales se afirma que la existencia o no de seres superiores, no solo no es conocida sino que es irrelevante. El agnosticismo no implica necesariamente antirreligiosidad, lo cual no tiene vinculación con el respeto o no hacia unas u otras creencias. El agnóstico puede o no entender las creencias en lo sobrenatural como una opción personal de cada sujeto, que él no comparte, o como ideas falsas, o simplemente como ideas no comprobadas. Entre los más famosos agnósticos se encuentran Thomas Henry Huxley (1825-1895), Thomas Alva Edison (1847-1931), David Hume (1711-1776), Charles Robert Darwin (1809-1882), Paul Pierre Broca (1824-1880), Marie Curie (1867-1934), Bertrand Arthur William Russell (1872-1970), Martín Heidegger (1889–1976), Stephen Jay Gould (1941-2002) y Stephen Hawking (1942-).

4) ¿Qué es el escepticismo? El escepticismo (del griego “skeptikoi”, de “skeptesthai”, “mirar”, “examinar”, “indagar”, “investigar”), es la postura y actitud que plantea que no es posible llegar a ningún tipo de certeza absoluta o de conocimiento absoluto y fue el nombre dado a la corriente filosófica planteada por los seguidores del filósofo griego Pirrón de Elis (369-270 a.n.e.), y también puede dársele ese nombre a los seguidores del filósofo indio Sanjaya Belatthaputta (s. V a.n.e.).  El dogmatismo de la Edad Media no favoreció en nada al escepticismo, que no volvió a resurgir sino hasta el s. XVI, con las figuras del filósofo y escritor francés Michel Eyquem de la Montaigne (1533-1592) y del filósofo y médico español Francisco Sánchez (1551-1623) y en el Empirismo del filósofo, historiador, economista y político inglés David Hume (1711-1776). El escepticismo no es sinónimo de ateísmo ni de agnosticismo, ya que autores como Michel Eyquem de la Montaigne y Francisco Sánchez combinaron el escepticismo con el teísmo y el deísmo.

Hay diferentes formas de escepticismo (escepticismo epistemológico, escepticismo religioso, escepticismo moral, escepticismo político, escepticismo ecológico o escepticismo ambiental) y niveles del escepticismo (escepticismo medio, escepticismo radical o extremo), que no se reducen las unas a las otras y que no deben confundirse entre sí. El escepticismo científico o escepticismo racional es la posición de los que cuestionan las pseudociencias y, en general, la veracidad de las afirmaciones que carecen de prueba empírica suficiente. En la práctica, esta posición suele aplicarse al examen de afirmaciones y teorías que van en contra del razonamiento lógico y del método científico. Algunos de los objetivos de los escépticos incluyen a los psíquicos, parapsicólogos, mentalistas, espiritistas, apariciones sobrenaturales, curaciones milagrosas, estigmas, astrólogos, numerólogos, diversas creencias religiosas, homeópatas, cartas del tarot, abducciones alienígenas y percepción extrasensorial. A pesar de que muchos escépticos científicos también son ateos o agnósticos y tienen una visión del mundo naturalista, sin embargo también existen escépticos de la pseudociencia como por ejemplo el filósofo, matemático y escritor estadounidense Martin Gardner (1914-2010) que expresan su deísmo o teísmo. El escepticismo religioso (que no debe confundirse con el ateísmo) es la posición que cuestiona la autoridad religiosa y desconfían o dudan de la verdad o eficacia de alguna o varias prácticas religiosas.  

El escepticismo ecológico o escepticismo ambiental es la argumentación de que son falsas o exageradas las demandas particulares presentadas por los ecologistas y los científicos ambientales que apoyan a los primeros, o que es demasiado pronto para introducir recortes en estas actividades sobre la base de la evidencia existente, o que se necesita más discusión acerca de quién debe pagar por este tipo de iniciativas ambientales. Uno de los temas centrales en el movimiento de los escépticos del ambientalismo es la idea de que el ecologismo es una creciente amenaza para el progreso social y económico y para las libertades civiles. El concepto de escepticismo ecológico se ha popularizado con el libro El Ecologista Escépticodel escritor ecologista y homosexual danés Bjørn Lomborg (1965- ).

El escepticismo moral es la postura que plantea que no existen verdades absolutas en el aspecto moral o, si existieran, el ser humano es incapaz de conocerlas, por lo cual no podemos encontrar ningún criterio objetivo para preferir una opción u otra, ya que ninguna es mejor, y es imposible distinguir entre lo justo y lo injusto, entre lo bueno y lo malo. El escepticismo moral se opone particularmente al realismo moral: la idea de que existen verdades cognoscibles morales, independiente de la mente del sujeto. Entre los representantes más importantes del escepticismo moral se encuentran David Hume, Jhon Leslie Mackie, Max Stirner, Friedrich Wilhelm Nietzsche, Richard Joyce, Michael Ruse, Joshua Greene, Richard Garner, Walter Sinnott-Armstrong, James Flynn. Escepticismo moral se divide en 3 subclases: la teoría moral del error, el escepticismo moral epistemológico y el cognitivismo. Estas 3 teorías comparten las mismas conclusiones, que son: “Nunca estamos justificados en creer que las afirmaciones morales son verdaderas y, nunca sabemos que reclamo moral es verdadero”.

La teoría moral del error sostiene que no sabemos que cualquier reclamo moral es verdad porque  todas las afirmaciones morales son falsas, tenemos razones para creer que todas las afirmaciones morales son falsas, y por eso, porque no estamos justificados en creer cualquier reclamación que tenemos razones para negar, estamos por lo tanto, no está justificado en creer las afirmaciones morales. El escepticismo moral epistemológico es una subclase de la teoría, los miembros de los cuales incluyen el escepticismo moral pirroniano y el escepticismo moral dogmático. Todos los miembros del escepticismo epistemológico moral comparten 2 cosas en común: primero, reconocen que somos injustificada en creer cualquier derecho moral, y segundo, que son independientes de si es cierto. El cognitivismo sostiene que nunca podemos saber que cualquier reclamo moral es cierto porque las demandas morales son incapaces de ser verdaderas o falsas. En cambio, las demandas morales son imperativos, expresiones de emociones, o expresiones de actitudes.

En su forma radical, el escepticismo filosófico afirma que la verdad no existe o en todo caso, el ser humano es incapaz de encontrarla, es decir, niega la posibilidad de alcanzar un conocimiento de la realidad, como es en sí misma, fuera de la razón o de la percepción humana. Los escépticos griegos e indios no creían en una verdad objetiva, porque para ellos todo era subjetivo, dependía del sujeto y no del objeto. A esta postura de no emitir juicios, sino exclusivamente opiniones, se la llamó suspensión de juicio (epojé). Esta actitud los llevaría a la imperturbabilidad del alma porque, al no creer en nada, no entraban en conflictos con nadie y no se veían obligados a defender sus opiniones ya que, para ellos, no existían verdades objetivas. El escepticismo no debe ser confundido con el agnosticismo. Representantes: Protágoras de Abdera, Gorgias de Leontini, Pirrón de Elis, Timón el Silógrafo, Carnéades de Cirene, Ptolomeo de Cirene, Enesidemo de Cnosos, Arcesilao de Pítane, Sexto El Empírico, Antíoco de Laodicea, Zeuxis de Laodicea, Teodas de Laodicea, Zeucipo, Hecateo de Abdera, Filón de Atenas, Nausífanes de Teos, Menodoto de Nicomedia, Herodoto de Filadelfia, Sanjaya Belatthaputta, Jayarāśi Bhaṭṭa, Michel Eyquem de la Montaigne, Francisco Sánchez, David Hume.

5) ¿Qué es el hedonismo? El Hedonismo (del griego “hedoné”, “placer”; el equivalente en sánscrito y pali “kāma”, “plenitud sexual”, “placer de los sentidos”, “gratificación sensual”, “amor deseante”, “disfrute estético de la vida”, “deseo”, “placer”) es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como objetivo o razón de ser de la vida. Considera el placer como el fin de la vida, por lo que se deduce que los seres humanos deben dedicarse exclusivamente a vivir en la eterna búsqueda del placer. Las 3 escuelas clásicas del Hedonismo son: “La Escuela Lokāyata (en India), Yan Chu (395 a.n.e. – 335 a.n.e.), la Escuela Cirenaica y la Escuela del Jardín (formada tanto por hombres como por mujeres) o Escuela Epicureísta (en Grecia)”. Si bien la Escuela Cirenaica y la Escuela Epicúrea convergen en detestar la superstición y la religión y basar la conducta y el juicio mediante la experiencia y la razón, no se debe confundir el hedonismo con el ateísmo ni con el escepticismo. Se divide en 2 ramas:

 *Hedonismo Egoísta o Extremo: El Hedonismo Egoísta o Extremo plantea que los deseos y placeres personales (no solamente los intelectuales sino también los sensuales) se deben satisfacer de inmediato sin importar los intereses de los demás (el placer por el placer). Esta teorización fue expuesta por la Escuela Lokāyata (en India), Yan Chu (En China) y Aristipo de Cirene (en Grecia).

 *Hedonismo Racional, Refinado o Moderado: El Hedonismo Racional, Refinado o Moderado fue formulada por los “Epicúreos” o “Hedonistas Racionales”, seguidores del filósofo griego Epicuro de Samos, quien vivió en Grecia entre el (341 a.n.e.) y el (270 a.n.e.). La doctrina que predicó Epicuro de Samos ha sido tergiversada a través de la historia, hasta el punto de que algunos lo toman como un libertino mientras que otros lo consideraron una faceta.

6) ¿Qué es el librepensamiento? El librepensamiento es la postura racional y razonable que no se basa o fundamenta sus afirmaciones, puntos de vista, perspectivas y creencias en la imposición de ninguna autoridad (tradición, prejuicios culturales arraigados, instituciones religiosas, libros sagrados, aparato militar, Estado). Un error común es la perspectiva de que el librepensamiento y el pensamiento crítico están directamente relacionados o vinculados (mediante una relación causal) con la libertad económica y el derecho a la propiedad, que es la libertad del ser humano del libre comercio, de no tener restricciones para hacer negocios y el derecho a tener propiedad privada nada más, pues los prejuicios socialmente arraigados como el racismo, la xenofobia, el sexismo, la homofobia, la bifobia, la discriminación socioeconómica, la discriminación religiosa o el especismo no se destruyen de una sociedad-cultura simplemente porque esté garantizada la libertad económica. Otro error es creer que el librepensamiento es el relativismo extremo, simplista y vulgar que domina actualmente en muchas sociedades que trata a todas las ideas como equivalentes; sin embargo el librepensamiento utiliza a las ciencias naturales, las ciencias humanas, la filosofía y la lógica para discriminar las ideas y creencias falaces.

No todo ateo y agnóstico es librepensador ni todo librepensador es ateo o agnóstico. Lamentablemente ateos como Teodoro el Ateo (340 a.n.e.–250 a.n.e., filósofo ateo, hedonista y misógino griego), Arthur Schopenhauer (1788-1860, filósofo idealista, pesimista, misógino y ateo alemán), el Marqués de Sade (1740-1814, filósofo, escritor, dramaturgo y poeta ateo, materialista hedonista y misógino francés), Jakob Moleschott (1822-1893, filósofo y médico ateo, materialista, determinista, empirista y racista holandés,  uno de los más destacados representantes del Materialismo Científico-Filosófico del s. XIX), Friedrich Karl Christian Ludwig Büchner (1824-1899, filósofo, psicólogo y médico ateo, materialista y racista alemán, uno de los más destacados representantes del Materialismo Científico-Filosófico del s. XIX), Karl Christoph Vogt (1817-1895, biólogo, geólogo, antropólogo y filósofo materialista, racista y ateo alemán, uno de los más destacados representantes del Materialismo Científico-Filosófico del s. XIX), Louis Lodewijk Bolk (1866-1930, biólogo y médico ateo y racista holandés), Arnold Gehlen (1904-1976, biólogo, antropólogo, psicólogo y filósofo ateo alemán, simpatizante del Nazismo), James Dewey Watson (1928-, biólogo ateo y racista estadounidense), Howard Phillips Lovecraft (1890–1937, escritor ateo y racista estadounidense) y Georges Bataille  (1897–1962, filósofo, antropólogo y escritor ateo y misógino francés) o los agnósticos David Hume (1711-1776, filósofo, economista, historiador y político agnóstico, escéptico y racista inglés), Thomas Henry Huxley (1825-1895, biólogo agnóstico, evolucionista y racista inglés), Paul Pierre Broca (1824-1880, médico, biólogo, anatomista y antropólogo agnóstico, racista y misógino francés) y Martín Heidegger (1889–1976, filósofo agnóstico alemán, simpatizante del Nazismo), no fueron librepensadores, pues se atuvieron a los prejuicios aceptados y arraigados en sus contextos socioculturales e históricos, aceptándolos como una autoridad, como algo justo, racional, razonable y natural.

7) ¿Qué es el pensamiento crítico? El pensamiento crítico es una actitud y postura intelectual que se propone analizar o evaluar la estructura y consistencia de los razonamientos, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas e incuestionables. También se define, desde un punto de vista práctico, como un proceso mediante el cual se usa el conocimiento y la inteligencia para llegar, de forma efectiva, a la posición más razonable y justificada sobre un tema, y en la cual se procura identificar y superar las numerosas barreras u obstáculos que introducen los prejuicios o sesgos arraigados. Tal evaluación puede basarse en la observación, en la experiencia, en los hechos y acontecimientos históricos, en el razonamiento filosófico o en el método científico. No todo ateo es pensador crítico ni todo pensador crítico es ateo.

8) ¿Qué es el deísmo y el teísmo? El teísmo (del griego “Teos”, “dios”) es la postura que afirma la creencia en lo sobrenatural y en los dogmas de una religión establecida. El deísmo (del griego “Teos”, “dios”) es la postura que afirma la creencia en un dios, pero se niega a aceptar los dogmas de religiones establecidas y organizadas y los dioses personales revelados, e incluso la creencia en otras entidades sobrenaturales (ángeles, demonios, semidioses, brujas, duendes, gnomos, entre otros). Las raíces del deísmo están ligadas a los antiguos filósofos griegos y, en especial, a la reflexión filosófica aristotélica de la primera causa. Posteriormente el deísmo florece durante el Renacimiento con el soporte de científicos ingleses e italianos, como Galileo Galilei (1564-1642) e Isaac Newton (1642-1727); pero no es hasta la época de la Ilustración (s. XVIII), que el deísmo llega a su apogeo a partir de los escritos de filósofos ingleses y franceses, como Thomas Hobbes (1588-1679), Jean Jacques Rousseau (1712-1778) y Voltaire (1694-1778). También con los escritos de los padres fundadores de EUA, como John Quincy Adams (1767-1848), Ethan Allen (1738-1789), Benjamín Franklin (1706-1790), Thomas Jefferson (1743-1826), James Madison (1751-1836), George Washington (1732-1799) y Thomas Paine (1737-1809), el deísmo tuvo una gran acogida en EUA. Los principios deístas tuvieron un efecto en las estructuras políticas y religiosas de EUA, como son el laicismo (separación entre la religión y el Estado), la libertad religiosa y la libertad de conciencia. 

9) ¿Qué es el laicismo y por qué es importante el laicismo? El Laicismo (del griego “laikós”, “alguien del pueblo”, de la raíz griega “laós”, "pueblo") es la postura racional y filosófica que defiende la necesidad de la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente, es decir, de forma independiente, o en su caso ajena a las confesiones religiosas (sin importar la que sea), pues plantea la separación radical y real entre las religiones y el Estado, no sólo a nivel de la Constitución política, sino de las prácticas sociopolíticas reales y concretas, es decir, en donde las decisiones sociopolíticas y económicas no dependan de ninguna religión y que las discusiones teológico-religiosas queden totalmente excluidas de las discusiones políticas en el Estado. El laicismo es importante porque es una garantía real de la libertad humana, al no permitir la imposición de las normas y valores morales y políticos particulares de ninguna religión o de la irreligión, que tanto daño moral, intelectual, social, político y económico han hecho en la historia humana, con el caso concreto de las cruzadas, la persecución y quema de herejes y brujas por parte de los católicos y los protestantes, las guerras religiosas entre católicos y protestantes, la yihad, las razzias.

10) ¿Qué es el dogmatismo? El dogmatismo según el filósofo, pedagogo y escritor colombiano Estanislao Zuleta (1935-1990), es la negación de la existencia del otro y de la capacidad de pensamiento del otro, es la negación del esfuerzo por debatir argumentativamente y por demostrar. Es monólogo, totalmente opuesto a un verdadero diálogo abierto. La demostración siempre implica la igualdad y la racionalidad: A un igual, se le demuestra, a un inferior se le intimida, se le amenaza, se le tortura, se le ordena, se le impone: A un superior se le ruega, se le seduce, se le obedece. La demostración es la lección de tratar con igualdad a los otros, en el sentido que se acepta que el otro existe y que tiene capacidad de pensamiento. El ser humano racional no es un ser impositivo. No hay igualdad sino en la razón. La razón es igualitaria, ya que el ser humano racional presenta sus puntos de vista, sus criterios, respetando los puntos de vista y criterios de los otros. La necesidad del pensamiento único y de las respuestas absolutas e irrefutables es un problema de las religiones y de los absolutos, en cualquiera de sus formas, no de la filosofía ni de las ciencias humanas y las ciencias naturales. 

Según Estanislao Zuleta, no es fácil combatir y erradicar el dogmatismo y la intolerancia, porque es algo está demasiado arraigado y arcaico en los seres humanos, viene desde nuestros orígenes, desde los padres que introducen a los hijos en un mundo que ya estaba reglamentado, normativizado y fijado por el lenguaje y la cultura que se interioriza en los sujetos, porque el dogmatismo es la manera como el ser humano se configura simbólicamente, interpretativamente y significativamente el mundo, su relación con el mundo y con los otros, su identidad como sujeto y las representaciones colectivas y subjetivas. Además, porque por lo general, nadie se considera o concibe a sí mismo como un ser humano o un grupo dogmático  e intolerante, sino solamente un gran defensor intransigente de la verdad, de la verdadera fe, de la ley divina, de la palabra de dios o de los dioses, de la raza pura y elegida, de la casta, del pueblo elegido, de la historia, de la libertad, de la igualdad, de la seguridad, de la justicia, del progreso, de la honra, el honor, la moral y las buenas costumbres, de la pureza o de la tradición, al igual que nadie se considera como un opresor, déspota, autócrata, dictador, carnicero, genocida o tirano, sino como el gran líder, el gran padre y el gran guardián y redentor del bien, el orden, la moral y las buenas costumbres y de aquellos cuyos excesos o trasgresiones es preciso evitar y erradicar de manera radical y para siempre. Ningún ser humano ni ningún grupo social y político (mayoritario o minoritario) sin excepción (incluyendo al ateísmo) es inmune a caer en el dogmatismo. El dogmatismo no se reduce a la religión (la cual se basa en dogmas revelados o dogmas de fe y ha sido una de las grandes fuentes del dogmatismo, la intolerancia y el fanatismo, en especial el monoteísmo en sus 3 vertientes: judaísmo, cristianismo e islam) o la política, aunque estos sean casos específicos y muy frecuentes de dogmatismo. Pueden haber diferentes formas de dogmatismo, sea de forma individual o colectiva: La tradición en sus diversas manifestaciones siempre ha sido un referente dogmático y autoritario.

Lo mismo es una autoridad establecida, un absoluto (Jehová, Yahvé, Alá, Brahmá, Vishnú, Śivá, Krishna, Zeus, Odín, Thor, Xenú, Satanás o cualquier Divinidad o Divinidades, Jesús de Nazareth, el Espíritu Santo, la Iglesia, el Papa, el Cardenal, el Obispo, el Sacerdote, el Pastor Protestante, el Patriarca, el Rabino, el Gurú, el Chamán, el brujo, el adivino, el médium o canalizador, el astrólogo, el numerólogo, el Imán, el Ayatolá, el Califa, el Sultán, el Dalai Lama, el Pachen Lama, el Faraón, el Cacique, la Biblia, el Corán, el Talmud, la Torá, los Vedas, el Libro de los Muertos, el Destino, la Divina Providencia, el Dharma, el Karma, la Verdad Revelada, el Mesías, el Salvador, el Profeta, Mahoma, el Monarca, el Presidente, el Líder Carismático, el Führer, el Duce, el Caudillo, el Poglavnik, el Estado, el Partido Político, el Comité Central, la policía, el ejército, la agencia de inteligencia y contrainteligencia, el pueblo, el proletariado, el dinero, el amo, el patrón, la empresa, la moda, el objeto de amor, la familia, la casta, la institución educativa, el docente, el equipo de fútbol, la comunidad, la mayoría, la opinión popular, la raza, la patria, la revolución, el bien, la paz, la libertad, la igualdad, la justicia, el progreso, los Derechos Humanos, la historia e incluso la ciencia) o la presión o fuerza de la opinión mayoritaria  o general.

El dogmatismo que caracteriza a los absolutos y las ideologías totalizantes buscan su validación o legitimación en la autoridad, en lo sagrado, en la idealización, en el fanatismo y el fundamentalismo, en la jerarquización, en la palabra que no contenga y admita la posibilidad de su propio cuestionamiento, en la tonalidad mítico-profética y de seguridad absoluta, obliga a escoger entre una aprobación total o un rechazo total, en la tradición en la fuerza de la opinión mayoritaria, en la homogenización y la estandarización, en la exclusión, en la estigmatización, en la arbitrariedad, en la humillación, en la imposición, en la sugestión, en el adiestramiento, en el totalitarismo, en la censura, en el silencio, en la violencia, en el terror, en la explotación, en la destrucción, en la barbarie, en la tortura, en el derramamiento de sangre, en la intimidación, en la negación y eliminación del otro y de la oposición,  en el delirio de persecución, en el miedo a lo desconocido y a lo diferente, en el miedo al vacío y a las preguntas abiertas. En el dogmatismo que ha caracterizado a las ideologías totalitarias, el miedo a la duda, el miedo y designación de los enemigos internos y externos, en el todo o nada, en  la unidad o la muerte y nunca en la demostración, la refutación, la reflexión o la crítica, ni en la aceptación de preguntas abiertas o sin posible respuesta, se convierten en las principales características fundamentales, ya que ofrece una respuesta de manera absoluta para todos los interrogantes, además que desconoce el respeto y la tolerancia hacia la diferencia.

Lo diferente es tratado por los absolutos y por todas las formas de dogmatismos, absolutismos y totalitarismos como lo destructivo, lo perjudicial, lo contaminado, lo sucio, lo sospechoso, la amenaza, el peligro, el enemigo, el malo, el anormal, el inferior, el bárbaro, el apestoso intelectual, el decadente, el inmoral, el delincuente, el traidor, el hereje, el blasfemo, el impío, el infiel, el pecador, el satánico, el hijo de Lucifer, el luciferiano, el adorador de Satanás, el esclavo de Satanás, el enemigo de Dios, el enemigo de la verdadera fe, el no salvo, el falso creyente, el enfermo, el loco, el enfermo mental, el desechable, el degenerado, el zarrapastroso, el muerto de hambre, el marica o maricón, el impuro, el  disidente político, el enemigo de clase, el enemigo de raza, el enemigo de la revolución, el enemigo del pueblo, el mamerto, el apartida, el infiltrado, el espía, el oportunista, el revisionista, el chauvinista, el revolucionario, el comunista, el rojo, el reaccionario, el enemigo contra-revolucionario, el enemigo burgués, el enemigo de la moral y las buenas costumbres, el pequeño burgués, el pseudohombre, el infrahombre, el terrorista, el ateo tibio, el pseudoateo.

El dogmatismo de los absolutos los llevó a usar las incineraciones de libros, la expropiación de bienes intelectuales y materiales, los medios masivos de comunicación, las cárceles, los hospitales psiquiátricos, el sistema educativo, los derramamientos de sangre, las palizas, las masacres en masa y masacres en serie, los campos de concentración y exterminio y de reeducación laboral y el aparato militar como formas de vigilancia, control y dominación y como formas para limpiar y purificar de lo diferente, para vivir en el reino de las verdades absolutas, en el reino del gran destino, en el reino de mil años, en el reino del nuevo hombre, en el reino de Dios en la Tierra, como es el caso concreto del Tercer Reich en Alemania con Adolf Hitler, la Tercera Roma en Italia con Benito Mussolini y la Tercera Civilización Helénica en Grecia con Ioannis Metaxas. Siempre pueden surgir diversas formas de absolutos y siempre habrá muchos seres humanos que amen sus cadenas y que estén dispuestos a seguir estos absolutos, a asesinar y a morir por ellos.

La historia del s. XX, a pesar del despliegue y avance tecnológico, fue particularmente la época de los grandes dogmatismos, los grandes absolutos, las promesas utópicas y los reinos religiosos y políticos milenaristas (como el fascismo, el franquismo, el nacionalsocialismo o nazismo, las dictaduras en Latinoamérica, África y Asia y el comunismo, particularmente en su versión estalinista), y las dictaduras en Latinoamérica, Asia y África, que convirtieron al s. XX en la época de la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) y de la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), las grandes purgas y masacres en masa y en serie, los campos de concentración, exterminio y de reeducación laboral, de la bomba atómica (y las armas de destrucción masiva en general), la Guerra Fría y la carrera armamentística de las dos grandes superpotencias mundiales y militares vencedoras en la Segunda Guerra Mundial: EUA y Rusia (ant. URSS o Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).

11) ¿Qué es la tolerancia y por qué es importante la tolerancia? La tolerancia es la capacidad humana de entender y aceptar explícitamente las diferencias (y aquellos que tienen esas diferencias, su posibilidad de existencia), así no se compartan. Ningún ser humano o grupo social y político (sea mayoritario o minoritario discriminado) está exento de tener prejuicios y cometer actos de discriminación debido a esos prejuicios. La tolerancia y el respeto tampoco deben confundirse con el relativismo vulgar o extremo, que hace equivalente todos los discursos. Se confunde la tolerancia y el respeto con el irracionalismo militante ni con la idealización de la cultura en la que se está inmerso o con la idealización de otras culturas, ideas, costumbres, creencias, mitos, religiones, partidos políticos, drogas y formas de vida, que se usan como formas de fuga, escape y oposición frente a la angustia y el cansancio sociocultural e histórico de la cultura hegemónica.

Una cosa es la sociología y la antropología como ciencias humanas o ciencias de la cultura que estudian al ser humano de manera integral y a otras culturas diferentes a la nuestra, que muestran cómo funciona la cultura en la que estamos inmersos y enseñan la alta capacidad que tienen otras culturas de aprender, sin despreciarlas como primitivas y otra cosa muy distinta es el irracionalismo militante, la drogadicción, las idealizaciones, los delirios, los fantasmas, las quimeras, las utopías, el fanatismo religioso, la superstición, el misticismo, el esoterismo, el ocultismo, la astrología, la numerología, la homeopatía, la ufología, la cienciología (dianética), el espiritismo, la quiromancia, la geomancia, la adivinación, la angeología, la piramidología, la parapsicología, las lecturas de tabaco, de la mano y del tarot, el vudú, la tabla ouija,  las auras, las pulseras mágicas, el neopaganismo, el chamanismo y la New Age (Nueva Era), que son formas de oposición, cansancio, rechazo, reproche y defensa inútiles, estériles, ineficaces e improductivas frente a la cultura en la que se está inmerso. De hecho, las idealizaciones de la cultura en la que se está inmerso o de otras culturas en nombre de Dios, la paz, el amor, la justicia, la igualdad, la abundancia, la libertad, la democracia, el proletariado, el progreso, la ciencia, la naturaleza, entre otros, siempre ha conducido históricamente al terror, y su fórmula completa es: “libertad, igualdad, fraternidad… de la muerte”.

12) ¿Por qué es importante el ateísmo militante y por qué es importante asociarse como ateo? Debido a la fuerte influencia de las religiones que han tenido históricamente (y aún en la actualidad) en las sociedades a nivel mundial, y del avance del fundamentalismo religioso (no sólo el fundamentalismo islámico o el fundamentalismo cristiano) en el s. XXI en el mundo (en donde curiosamente también es el siglo del avance técnico-tecnológico, militar y científico), algunos ateos hemos percibido la necesidad de unirnos para luchar contra estos infortunados hechos culturales e históricos que han sido  históricamente causas del derramamiento de sangre, la barbarie, la destrucción de lenguas y pueblos enteros, la ignorancia, la superstición, el irracionalismo militante, la quema de libros, el racismo, la xenofobia, la misoginia, la homofobia, la bifobia, la transfobia, la lesbofobia.

13) ¿Por qué es importante la divulgación científica y de las humanidades? Ante el avance de los irracionalismos militantes, los fundamentalismo o fanatismos religiosos y políticos y las pseudociencias, y ante el recrudecimiento de prejuicios socioculturales que ya se creían (falsamente) superados como el racismo, la xenofobia, el sexismo, la homofobia, la bifobia, la transfobia, la discriminación socioeconómica, la discriminación religiosa en el mundo en el siglo XXI, se hace necesaria la divulgación científica, debido a que las ciencias naturales, las ciencias humanas (sociales), a pesar de tener implicaciones y efectos sociales, es decir, de ser una institución y una actividad que está en continua relación con la sociedad y la cultura, son actividades esencialmente críticas, debido a su  estructura racional y a su capacidad poner en tela de juicio los contextos culturales e históricos y los prejuicios de esos contextos culturales e históricos, contribuyen a la construcción de la racionalidad, del librepensamiento y el pensamiento crítico.



14) ¿Los ateos que piensan de las personas creyentes religiosas? El ateísmo es la negación explícita o no creencia en la existencia de dioses o entidades sobrenaturales, pero no conlleva implícitamente ninguna superioridad ni inferioridad intelectual ni moral, ni hace alusión explícita a ningún tipo de postura moral y política concreta frente a la sociedad y a los creyentes religiosos, es por esto que existen diversas formas de ateísmo y diversas actitudes morales, políticas y sociales de los ateos frente a los creyentes religiosos, a los agnósticos e incluso frente a otros ateos, incluyendo lamentablemente en algunos casos el dogmatismo, la discriminación y la intolerancia frente a los creyentes religiosos, a los agnósticos y otros ateos.






Fabián Granobles Ocampo es licenciado en filosofía de la Universidad del Valle, Colombia.
Autodeclarado ateo y hedonista, es miembro activo de la Asociación de Ateos de Cali, en Colombia. 





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martes, 6 de agosto de 2013

Retos UFO-ilógicos II: el ovni nazi*

Continuando con los casos célebres de ovnis que se venden como auténticos retos a la ciencia en internet y otros medios de comunicación, llegamos con una de las historias favoritas de los actuales misteriólogos y magufos (y también una de mis favoritas): los ovnis nazis. En el siglo XXI la fascinación por la Segunda Guerra Mundial se hizo evidente con los cientos de miles de sitios web dedicados a la historia del nazismo. Sin embargo, parte de este interés se desvío de la curiosidad por el conocimiento histórico para centrarse en ideas conspiracionistas, esotéricas e incluso paranormales. La relación entre el nazismo y la ufología no es más que una variante de esto último.

Leyendas de platos voladores

Dependiendo del magufo, perdón, el investigador con el que se hable, los ovnis nazi vienen a ser una serie proyectos secretos de aeronaves con tecnología avanzada, principalmente aviones en forma de plato o disco, o incluso algunas hipótesis afirman que una civilización extraterrestre (¿tal vez los pleyadanos? digo, después de todo son arios) contactó con los nazis otorgándoles el conocimiento de la tecnología inversa. Los promotores de estas ideas aseguran que los platillos voladores nazis vendrían a ser innovaciones tecnológicas tan sorprendentes que no solo serían artefactos adelantados a la época de los años 40, sino que además sería tecnología aun demasiado avanzada para nuestro tiempo. Estos artefactos pues, son nada más y nada menos que la legendaria Wunderwaffe.

Dentro de las leyendas de ovnis nazis se suele hablar de dos proyectos principales (aunque las teorías conspirativas son variadas): el Haunebu y  Die Glocke.
Es bastante extraño que las "fotografías"
de Haunebu se parezcan tanto
a un platillo de maqueta lanzado al aire.

El Haunebu, de acuerdo a esto, fue un prototipo desarrollado por la "Orden del Sol Negro", una supuesta asociación secreta dentro de la SS. Se supone que esta élite militar nazi estaba buscando crear maquinas con energías alternativas tales como la gasificación del carbón, turbinas de oxígeno líquido, combustibles derivados del alcohol de grano e incluso, según se dice, motores electromagnéticos antigravitacionales. Haunebu era el prototipo más prometedor.

Las investigaciones para crear dicha nave, supuestamente, comenzaron en 1939 (a comienzos de la guerra) cuando esta asociación logró crear un motor antigravedad electromagnético. Este motor recibió la denominación de Thule Triebwerk el cuál sería instalado en un "disco Thule". A todo esto, la sociedad Thule, una esotérica asociación secreta que aseguraba orígenes místicos a la raza aria, sería la encargada desde 1935 de buscar un campo de pruebas para desarrollar este tipo de tecnologías. El Haunebu (o RFZ-5 como se supone se le nombró en 1939), del cuál se presume se construyeron hasta dos prototipos de 25 metros de diámetro cada uno. Supuestamente el Haunebu realizó hasta 52 vuelos de prueba. Como di el mito no fuera ya de por sí increíble (en serio, no lo creo), se dice que en 1942 se creó el Haunebu II (y luego el III y el IV, y otros proyectos similares), el cuál podía rebasar la velocidad del sonido. Este plato volador, según se dice, realizó al rededor de 106 vuelos.

Por otro lado, Die Glocke (la campana) , la nave secreta (que probablemente nunca existió) más famosa de los nazis, era (dependiendo del ufólogo con el que se hable) la famosa arma maravilla de los nazis (Wunderwaffen), una nave para viajar en el tiempo, o una máquina anti-gravedad. Se supone que se trataba de un platillo volador con dos cilindros de contra-rotación que utilizaban "mercurio rojo" como combustible nombrado en clave como Xerum 525. Aunque nunca se ha encontrado evidencia física o documental que corrobore estas afirmaciones, se suele asegurar que una estructura que actualmente se encuentra en ruinas, cerca de la mina de Wenceslao (conocido como"El Henge").


Representación de Die Glocke.
Muy aerodinámica, ¿no lo creen?
Los teóricos de la conspiración aseguran que fue el general de la SS Hans Kammler, ingeniero y líder de proyectos secretos de la Alemania nazi (fue quien supervisó el programa de los misiles V-2 y los programas de aviones privados) quien estuvo a cargo de la creación de naves antigravedad como Die Glocke en la mina de Wenceslao. Prueba de ello es la extraña construcción en forma circular (como si su arquitectura, dicen, hubiera sido planeada para guardar un objeto en forma de platillo). Se dice también que Kammler entregó el proyecto del platillo volador a sus nuevos "jefes" una vez transportado a los EEUU como parte del proyecto Paperclip (aunque la historia oficial nos sugiere que lo más probable es que se haya suicidado en 1945) y que en una prueba en Diciembre de 1965 con un prototipo estadounidense de Die Glocke se accidentó en Kecksburg, Pennsylvania. 

Este acontecimiento marcaría el comienzo de uno de los casos de incidente ovni más extraños en la historia estadounidense: el incidente de Kecksburg. Todo esto suena por demás fantástico, pues conspiración, suspenso, ciencia ficción e historia se combinan. Pero, ¿cuánta historia y cuánta ficción están inmersas en los relatos de ovnis nazis? ¿Cuánto es un hecho histórico y cuánto es solo una ilusión de novela ficticia?

Historia y pseudohistoria del ovni nazi

Las historias de Haunebu y Die Glocke son por demás increíbles, pero tal vez son demasiado increíbles. Lo suficientemente increíbles como para levantar sospechas de fraude. Afirmar que hubo dos naves Haunebu que realizaron varias horas de vuelo, que utilizaron tecnología que hasta hoy no existe, que Die Glocke causó el incidente de Kecksburg o que Kammler fue la cabeza de este tipo de proyectos, son hasta donde puedo comprender, demasiadas afirmaciones extraordinarias. ¿Y las evidencias extraordinarias que las sostengan?


Una falsificación más, digo, una
fotografía más de Haunebu.
Como ya se ha dicho con anterioridad, no existe evidencia física, documental o gráfica que prueba la existencia de estas naves o que siquiera los nazis hayan pensado en proyectos parecidos. Desde luego, los que se niegan aceptar la posibilidad de que todo no sea más que un mito, aseguran que ante la falta de evidencias, solo hay una explicación:¡Compló! Algunos autores como Joseph Farrell han llegado asegurar que Die Glocke era tan secreto, que cuando los nazis se dieron cuenta de la inminente derrota asesinaron a los científicos involucrados y destruyeron todo lo referente al platillo volador antigravedad. Desde luego, esto no explica por qué los nazis no destruyeron verdaderos proyectos y planes ultra-secretos como el programa Amerika Bomber (el plan para atacar Estados Unidos en el cuál incluso estaba el proyecto del arma nuclear nazi),  los tanques gigantes Landkreuzer P.1000 Ratte o el P.1500 Monster, o las aeronaves (de diseño más tradicional que de platillo) como el jet Horten Ho-229, el Mach 2.2 Lippisch P13a o el avión suborbital Silbervogel (el cual serviría para el programa Amerika Bomber). También se tiene el registro de espionaje nazi, incluido los espías que llegaron a México con el fin de investigar nuestro país para ver si este era un buen punto para de aquí atacar gringolandia.

Misteriosamente, los aliados capturaron cientos de proyectos, prototipos y planes ultrasecretos perfectamente documentados. Solo de Die Glocke, Haunebu y "proyectos" similares no se encontró ni el polvo. ¿Una prueba de la conspiración o una buena razón para pensar que esto es solo una leyenda? Para responder esta pregunta, debemos contestar primero ¿cómo fue que se llegó a saber de los ovnis nazis? Aunque los primeros reportes y teorías sobre naves secretas nazis datan de los avistamientos de los foo fighters (vistos ya en la primera parte de esta serie), para decepción de muchos, la fuente de las historias de platillos voladores nazis no está en el archivo histórico de ninguna potencia, ni en los vestigios de algún prototipo de los años 40, ni en ningún documento desclasificado con las firmas de Kammler o de algún nazi involucrado, sino de un libro publicado en el año 2000.

The Truth About of the Wunderwaffen, del historiador militar polaco Igor Witkowski, apareció en el 2000 con una historia increíble que relatar: en 1997 Witkowski tuvo acceso a un interrogatorio clasificado (desde luego, no se le permitió copiar archivos ni tener una sola prueba de que en verdad fue testigo de datos secretos) al oficial de la SS Jakob Sporrenberg, en la cuál el oficial interrogado confiesa ser testigo de una serie de proyectos de alta tecnología. Sporrenberg, menciona un proyecto de una nave antigravedad llamada Die Glocke (La Campana). Esta historia se popularizó en 2002 en The Hunt for Zero Point de Nick Cook. A partir de aquí es que la fiebre ovni-nazi se desata, y que mejor lugar para desencadenar un mito de esta magnitud sino es en internet. Los sitios web que hablan de conspiraciones y encubrimientos extraterrestres se deleitaron con estos relatos sin antes verificar su autenticidad.

Si Witkowski vio realmente una entrevista a Sporrenberg o simplemente lo inventó es algo que probablemente nunca lo lleguemos a saber con absoluta certeza. Lo que sí sabemos con certeza es que Sporrenberg fue un oficial nazi condenado a muerte en los años 50 que nunca tuvo nada que ver con ciencia o proyectos tecnológicos de la SS. Él fue un oficial de campo de lucha contra los partisanos, pero nunca tuvo que ver con proyectos de aeronáutica o tecnología alguna.


El Henge, ¿un edificio que albergaba a Die Glocke o solo una fábrica de tanques?
Si la historia de los ovnis nazis son un invento del siglo XXI, ¿qué pasa con "El Henge"? La misteriosa estructura de la mina de Wenceslao fue utilizada para la fabricación de tanques, y no existe registro (o razón) alguno que haga pensar que era un taller de platillos voladores. ¿Y qué hay de Kammler, el proyecto Paperclip y el incidente de Kecksburg? Tal y como se señaló desde un principio, no hay nada que indique que Kammler perteneciera al proyecto Paperclip o que entregara los planos de Die Glocke a los Estados Unidos, porque para cuando comenzó el proyecto paperclip Kammler estaba presumiblemente muerto.

En cuanto al incidente de Kecksburg, aunque se trata de un caso misterioso y se barajaron varias hipótesis que iban desde un meteorito hasta una nave extraterrestre, lo más probable es que se haya tratado de restos de desechos quemados de la sonda soviética Kosmos 96. Aunque han existido ciertas irregularidades en el manejo de la investigación por parte de la NASA y la Fuerza Aérea de EEUU, los hechos básicos se siguen sosteniendo. Y el hecho es que incluso parecen haber sido analizados pedazos de la sonda. Era lógico que en aquel entonces se encubriera y desinformara debido a la paranoia existente con relación a un posible ataque ruso a los Estados Unidos durante el periodo de Guerra Fría. Encubrir el caso fue un asunto de seguridad nacional, no de contactos extraterrestres y tampoco de proyectos nazis recreados en EEUU. 


Una imagen icónica
de la sonda Kosmos 96.
Cualquier parecido con
el ovni reportado en
Kecksburg es pura coincidencia.
¿Y si todo esto es una conspiración? La teoría de la conspiración, desde las afirmaciones locas de Farrell hasta los teóricos que aseguran el encubrimiento nazi-extraterrestre en Kecksburg carece de todo sustento. Farrell no muestra un solo documento ni un testigo confiable que sostenga que sus afirmaciones son algo más que un delirio personal, y actualmente se cuenta con bastante información para afirmar con un alto grado de certeza que Kammler nunca estuvo en contacto la inteligencia estadounidense (porque lo más seguro es que ya había muerto poco después de la derrota de Alemania) y que el incidente de Kecksburg fue un caso en el que la paranoia comunista de la Guerra Fría, una sonda caída y la fiebre de los platillos voladores se mezclaron. La idea de destruir un proyecto ultra-secreto y dejar evidencia de cientos de otros proyectos es absurdo. Lo que se sabe que los nazis realmente se ocuparon de destruir cuando se acercaba la derrota inminente, fue toda aquella evidencia que los inculpara en crímenes contra la humanidad tales como el Holocausto. Las fábricas y laboratorios donde se llevaban acabo proyectos de ingeniería militar se capturaron básicamente intactos. La complicidad de la sociedad Thule y las máquinas de Vril en el caso de Haunebu carecen igualmente de evidencias, y se tiene bien demostrado que la relación de estos con las historias de ovnis son también originarias del siglo XXI y no de finales de la Segunda Guerra Mundial.

Las especulaciones sobre el incidente de Kecksburg y Die Glocke recobraron popularidad en tiempos recientes gracias a la promoción especulativa de programas transmitidos en canales "serios" como The History Channel y Discovery. Tristemente, las series dedicadas a estos temas no han podido mostrar evidencias nuevas que sugieran algo verdadero sobre los platillos voladores nazis. Solo la misma especulación de siempre.


La idea de una Wunderwaffen o arma maravilla nazi carece en sí de cualquier sentido. Si los nazis en verdad estaban desarrollando adelantos tecnológicos de este tipo, o incluso si llegaron a tener contacto extraterrestre, ¿por qué perdieron la guerra? ¿Qué interés pudo haber tenido Hitler, Kammler o cualquier otro en "ocultar" esto si ya habían perdido, y no se preocuparon en encubrir el resto de proyectos y programas secretos?

Lo que muestra la fascinación de los ovnis nazis, más que una prueba verdadera de un reto ovni que deja perplejos a científicos e historiadores, es justamente el interés que aún hoy en día nos da un sistema y una doctrina tan extraña y extrema como lo fue el nazismo. Los elementos del ocultismo nazi y la conspiración solo hacen que tengamos una visión más romántica de la historia, pero no necesariamente tenemos datos históricos.

El investigador y creador del podcast Skeptoid, Brian Dunning opina sobre los ovnis nazi:
[Los ovnis nazis] Son totalmente la invención de los autores fuera de Alemania, aprovechando el hambre del público por lo extraño asociado con los nazis. Hoy en día, cualquier búsqueda en Internet para algunas de estas condiciones dará lugar a un tsunami de fotografías trucadas en blanco y negro, las teorías conspirativas de encubrimientos, entrevistas con cranks que dicen tener algún conocimiento de información privilegiada, y las listas interminables de números de modelos y de las denominaciones de los platillos voladores nazis que nunca existieron. Dentro de la historia de la aviación y la historia militar, no existe referencia a platillos voladores propulsados ​​por batería de tecnologías Vril o antigravedad.
Es la propia naturaleza de nuestra percepción de los nazis lo que impulsa estos cuentos chinos de la Wunderwaffen, no la historia real. 

Nadie podrá decir que esto es photoshop, porque en aquel entonces no existía el photoshop.

Aunque puede resultar válida nuestra fascinación con la historia, siempre hay que tener presente la diferencia entre la realidad de los hechos y las especulaciones carentes de evidencias. Tener presente esto, es la clave para distinguir la fantasía de la realidad, los hechos de la ficción, la historia de la pseudohistoria.

*Agradezco las asesoría del investigador de ovnis Leopoldo Zambrano Enríquez. Sin su rápida tutoría para ordenar los datos sobre el tema tal vez no hubiera terminado el artículo o habría tenido de escrito algo totalmente diferente.

SI TE INTERESA ESTE TEMA

*El capítulo "Las Armas Secretas de los Nazis", de la serie-documental Los Nazis, anteriormente transmitida en The History Channel, ofrece buena información sobre los auténticos proyectos secretos de Hitler.

*"Esoterismo Nazi para principiantes", artículo del historiador Boris Grinchpun publicado en el blog del investigador argentino, Alejandro Agostinelli

*El capítulo "Wunderwaffen: Nazi Wonder Weapons", del  Skeptoid Podcast, de Brian Dunning ofrece una breve pero documentada genealogía de los mitos sobre el arma maravilla nazi.

*La investigación "The Nazi UFO Mythos", por Kevin McClure, es uno de los documentos más completos sobre el tema.

*En la RationalWiki las entradas:

*En la Wikipedia en inglés: