jueves, 5 de octubre de 2017

Jesús Mosterín (1941-2017)

"La vida es formidable si tiene elementos formidables. Si no, es una farsa sin sentido."
Ayer por la mañana me enteraba de una lamentable noticia: el filósofo de la ciencia y activista Jesús Mosterín falleció a los 76 años de edad, debido al cáncer de pulmón que padecía. Por dos o tres segundos me quedé pasmado. No podía creer que uno de los máximos representantes de la filosofía científica moderna, de quien tengo varios libros, siendo un autor tan prolífico y admirado, ahora estaba muerto. La filosofía de la ciencia ya había sufrido un gran golpe a inicios del año cuando falleció el epistemólogo mexicano León Olive. Ahora Mosterín, llamado el "Bertrand Russell de España" por mi asesor de tesis (y por muchos más).

Estudioso, divulgador y con excelentes aportes a casi toda la filosofía, Mosterín era un ejemplo de lo que él  mismo llamaba la "Gran filosofía", es decir, en sus propias palabras: "la filosofía que se parece a lo que hacían Aristóteles, Descartes, Leibniz, Kant o Russell". Aquella filosofía que se ocupa de los grandes problemas siempre haciendo uso del mejor conocimiento científico disponible. Por Gran filosofía Mosterín se refería a los sistemas filosóficos coherentes y precisos, en los que sus partes se conectaban y eran consistentes. La lógica de Aristóteles era consistente con su  retórica y lingüística, y estas eran consistentes con su ontología, la que a la vez mostraba consistencia con su cosmología, su ética, su filosofía natural y su filosofía social.