"Soy ateo y humanista secular, pero para mí está claro que el ateísmo es un albatros para el movimiento escéptico. Nos divide, nos distrae y nos margina. Francamente, [los escépticos] no podemos permitirnos eso. Necesitamos toda la ayuda que podamos conseguir." Daniel Loxton."Afirmar que el escepticismo está comprometido sólo con el "naturalismo metodológico" y no con el naturalismo científico (que resume la evidencia de la cosmovisión naturalista y critica el salto teísta / espiritualista más allá) es, creo, profundamente equivocado. Adoptar esta postura neutral en el medio cultural actual es una evasión; porque las afirmaciones religiosas cuestionables están proliferando a diario y no son evaluadas adecuadamente por científicos escépticos. En mi opinión, necesitamos investigadores más escépticos que posean la experiencia necesaria y sean capaces de aplicar sus habilidades de investigación a las afirmaciones religiosas. Esta indagación escéptica se necesita urgentemente hoy. Podría jugar un papel vital en el debate entre religión y ciencia." Paul Kurtz.
Pero lo que tal vez muchos escépticos de esta última generación no son conscientes que, antes del 2000-2006, el movimiento escéptico casi no abordaba la cuestión de Dios. De hecho, las asociaciones escépticas, como CSICOP en EEUU o SOMIE en México, se veían de forma separada y con movimientos en paralelo a las ateas, como lo muestran American Atheist en EEUU y la AERM (que difundía los valores del humanismo secular) en México, trabajando de forma independiente. Aunque los escépticos, ciertamente en su mayoría, han sido ateos o agnósticos desde sus inicios, mucho tiempo se consideró que Dios y la religión eran temas que iban más allá de los objetivos de este movimiento.