Primero fue una conversación en un podcast de ateísmo en el que invitaron al edutuber y periodista científico Maurcio-José Schwarz. Como comenté por facebook, antes del evento uno de sus presentadores me preguntó sobre qué esperar con este autor en relación a la filosofía. Lo que le comenté fue básicamente lo mismo que he afirmado desde hace mucho: personalidades como Schwarz pueden hacer que un programa sea sumamente interesante y entretenido, siempre y cuando hable de aquello que conoce bien (y Schwarz ciertamente posee contenido bastante bueno sobre ateísmo, divulgación, periodismo, política y literatura, entre otros). Le comenté que las opiniones de este periodista son francamente lamentables en lo que respecta a la filosofía, pues como él mismo lo ha dicho muchas veces, desconoce el campo (no ha leído un filósofo en años, tal como confiesa en varios lugares). Y aunque estoy seguro que esta persona tenía la mejor de las intenciones al crear su contenido para podcast, lo cierto es que la entrevista terminó girando en relación a la filosofía, titulándola "¿Es la filosofía necesaria para la ciencia?". Ya saben, ese tipo de preguntas que tal vez daría para hablar mucho con un especialista en el tema. Pero invitaron a alguien que lo desconoce y ha metido la pata estrepitosamente en cada lugar donde lo llega a tocar.
Haiga sido como haiga sido, lo cierto es que Schwarz no suele presentar nada novedoso en los "cuestionamientos" a la legitimidad de la filosofía, y en este blog ya hemos discutido mucho sus puntos de vista (aquí, aquí, aquí y aquí) como para volver a dedicarle otro artículo más. De hecho, ni siquiera estaba planeando escribir nada, hasta que ayer llegué a casa, y me encontré con que ya habían llegado los libros que compré hace un par de días: Auge y caída de los dinosaurios, por Steve Brusatte (2019) y Cartas de un astrofísico, por Neil deGrasse Tyson (2020). Imaginen mi decepción con este último y, al hojearlo, encontrarme con que Tyson persiste en un actitud antifilosófica tan rancia y equivocada como la de nuestro querido edutuber periodista mexicano-español.