sábado, 11 de diciembre de 2010

¿Por qué no nos gustan las matemáticas?

“Los intelectuales resuelven problemas, los genios los evitan” Albert Einstein.
Desde que tengo memoria siempre me ha ido mal en matemáticas. No importaba si estaba en primaria, secundaria o incluso en la misma prepa. No importaba el grado, ni el tema que se veía, siempre, al final de cada periodo no pasaba de 8 (en raras ocasiones alcancé tanto como un 8).
Pero el punto es que desde pequeño, mis padres y otros familiares siempre me repetían que las matemáticas eran obligación de memorizarlas, pues estas me ayudarían a  la vida diaria en el futuro. Aunque siempre tuve eso presente, nunca me iba bien; pero algo de lo que me di cuenta es que no solo me pasaba a mí. De todas las personas que conozco –incluyendo familiares-, son contadas con los dedos de una mano –y todavía me sobran- a los que les gustan las matemáticas. Pareciera que para la mayoría de las personas, las matemáticas resultaban ser tediosas al igual que para mi.
Cuando era pequeño pensaba que a las personas no les gustaban tampoco por la misma razón que hacía que no me gustaran: son aburridas.
Pero conforme me interesé por la ciencia, me daba cuenta que sin importar que me gustaran o no, las matemáticas no solo eran indispensables –por lo menos las matemáticas básicas- para la vida, sino que también, tenían cierta elegancia artística, que, al ver lo que éstas creaban, era en verdad bello. Y lo que crean las matemáticas es una interpretación de la naturaleza, una abstracción de fenómenos naturales que podemos medir, describir y predecir.
Es posible que hayan escuchado alguna vez a su maestro de ciencias decir: “la física, es la base de toda la ciencia”. Pero ¿cómo pasamos de las matemáticas a la física? La razón es simple: física, proviene de un vocablo griego que significa naturaleza, y es esta la ciencia que se encarga de comprender los fenómenos de la naturaleza, ¿y eso que tiene que ver con  matemáticas?
Si la física es la base para todas las ciencias (desde biología, medicina, química, astronomía, astrofísica...) las matemáticas, son una base fundamental de la física, pues como ya dije, todo en la naturaleza lo podemos ver como un montón de ecuaciones complejas transformadas en materia. Desde la uña del pie, el ojo, hasta una cucaracha, un televisor, o el monitor de la computadora en la que están; hasta el planeta Tierra, nuestro Sol, el sistema solar, las galaxias y el universo mismo, pueden ser entendidos de forma clara gracias a un gran montón de ecuaciones.
A pesar de lo artístico que resultan ser entonces las matemáticas, lo cierto es que nunca fui bueno en ellas. Puedo ser capaz de apreciarlas desde un contexto epistemológico, pero no fui capaz de resolver ecuaciones de manera satisfactoria, y seguramente, la mayoría de ustedes, estén igual que yo (ok, no). La pregunta obvia es ¿por qué? ¿Por qué a pesar de que así funciona el universo, uno no es capaz de “querer” a  las matemáticas?
En mi opinión, existen dos respuestas para esto: la primera tiene que ver con nuestra forma de pensar y nuestra relación con esta ciencia en nuestras vidas. Y resulta ser que para la mayoría de nosotros, siempre nos parecieron aburridas y complicadas, al grado de querer ahorcar al compañero de escuela de a lado para desquitarse el enojo de no poder resolver unos problemas. Y en realidad, aunque las matemáticas sí son muy complejas, y aunque desde un punto de vista naturalista, no sean aburridas, casi todos nuestros maestros, tutores y libros, nos han hecho odiar a las matemáticas por no hallarles sentido para nosotros. Es decir, que no parece probable que un contador vaya a utilizar alguna  vez en su vida las ecuaciones para poder sacar la hipotenusa de un triángulo. O un  chef, que vaya a utilizar una raíz cuadrada utilizando el álgebra y las potencias en los números. Entonces las matemáticas nos parecen totalmente inútiles ajenas a nosotros, y la realidad para muchos de nosotros es que gran parte de lo que veremos –o vimos- en matemáticas a lo largo de toda la escuela, jamás lo utilizaremos y lo olvidaremos tan rápido, que no recordaras haber tenido siquiera esa clase.
De modo que la respuesta, a la pregunta ¿por qué no somos buenos en matemáticas? de manera resumida, es la misma razón por la que a algunos no les gusta la física, la biología, la psicología o la filosofía, o sea, que nos parecen inútiles, aburridas y ajenas al mundo cotidiano. La ciencia para la mayoría nos resulta así, por el hecho de que así se nos presenta o porque así nos la enseñaron.  La forma de educación está tan reglamentada que se vuelve demasiado molesta para un estudiante; muchos maestros ni siquiera entienden lo que están diciendo y otros se dan flojera  a sí mismos cuando se escuchan hablar. El cerebro humano es perfectamente capaz de resolver ecuaciones –complejas o fáciles-, el chiste es interesarse y encontrarle sentido.
Quizás para algunos de ustedes les parezca que ya es demasiado tarde como para hacer que entiendan o aprecien las matemáticas. Lo cierto es que al tomar sentido y al ser utilizadas de manera cotidiana, ya no son para nada aburridas. Y no, aún no es demasiado tarde como para agarrarle gusto a las matemáticas.
Pero mas allá de lo que queramos o no saber sobre matemáticas, algo debemos tener bien claro: no importa que tan aburridas parezcan, las matemáticas son la base de todo y se encuentran en todas partes. Incluso del por qué eliges a tu pareja con la que te relacionas hoy en día, puedes entenderlo mejor haciendo uso de las matemáticas. Dicen que aquellas personas que entienden y conocen de matemáticas, no ven el mundo con los mismos ojos.
Phi, el número perfecto... para encontrar novi@
Si no me creen que las matemáticas ofrece una razón por la que escogieron a cierta persona (claro está que también en esto entran en juego razones psicológicas, sociales, económicas y biológicas) o que son admiradores secretos de alguien, presten atención  al numero áureo, el primo de pi: Phi, el numero “divino”, como muchos lo han llamado, pues este se encuentra en conchas de un caracol, en las obras de Leonardo da Vinci, en la forma de una hoja de árbol… y en tu rostro y cuerpo. 1.618034… es la cantidad áurea, que para ustedes quizás no les parezca gran cosa.
Resulta ser que  Phi es la base de la proporción dorada. ¿Y eso con qué se come? Bueno, se refiere a que la razón o proporción determinada por Phi (1.618...) era conocida, por los griegos como la “sección dorada” y por los artistas del Renacimiento, como la “proporción divina”, nada más, nada menos.
Para representar este número en una recta, dicha recta es dividida para que la proporción de la longitud de la línea entera A respecto a la longitud del segmento de la línea mayor B sea igual que la proporción de la longitud del segmento de la línea mayor B a la longitud del segmento de la línea menor C.
Esto significa que A es 1.618 veces B, y B es 1.618… veces C. Recíprocamente, C es 0.618... de B y B es 0.618... de A. Phi, escrito con mayúscula, es 1.6180339887..., mientras que phi con minúscula es 0.6180339887, el recíproco de Phi o Phi menos 1.
Por más confuso que les pueda resultar, esta es la razón por la que les gusta alguien, y el por qué ese alguien no los a pelado. ¿No me creen? Hacen bien, no me crean, mejor profundicen.

La Mona lisa  de Leonardo da Vinci, nos da la razón de esto. Y es que por lo regular solemos creer que alguien es atractivo cuando su rostro es geométricamente alineado, es decir, que todo en su rostro encaja en proporción con cada una de sus partes. El largo de la boca de alguien, por lo regular, no debe sobrepasar el ancho de la nariz, deben ser del mismo tamaño o de tamaño aproximado. Al no ser así, decimos que la persona tiene boca de pescado o de pollo cuando su boca es más chica que en proporción a su nariz. El número áureo se encuentra en las orejas, los brazos y piernas, la espalda e incluso en los glúteos (aunque no lo crean, las matemáticas también tienen que ver con esa sexy parte del cuerpo).
Otro tema interesante dentro del mundo de los números son los códigos binarios, el código o lenguaje de la computadora que no consiste más que en 1 y 0. Estos dos números son la razón de que la computadora en la que estás ahora funcione y puedas leer este escrito. De modo que puedes darle las gracias a las matemáticas, pues sin ellas no estarías haciendo lo que sea que estas haciendo ahora.
Los usos en la vida cotidiana de las matemáticas –y por tanto, de la ciencia en general- son tantos, que se han hecho lo que se conoce como Biblias de las Matemáticas, enciclopedias enteras con ecuaciones que van de lo mas simple a lo mas complejo, mostrando cómo cada cosa en tu casa y en el universo mismo, es entendible en torno a ecuaciones numéricas.
Quizás ni apreciando la estética matemática logres interesarte por estas, más sin embargo, cuando tengas un hijo –o si lo tienes ya-, recuérdale siempre que las matemáticas son importantes para la vida; pero recuérdale el por qué: desde hacer una suma o una resta bien hecha en la tienda, hasta para la admiración de los cielos, o de lo que está bajo sus pies; recuérdale que  serán la razón por la que te hará rabiar por el novio(a), hasta incluso para hacer un buen fraude, utilizando algo de lógica matemática.
Así que, la próxima vez que alguien llegue contigo sintiéndose orgulloso de que no sabe matemáticas, puedas tener el placer –o el disgusto-, de hacerle ver lo tonto que se ve al alegrarse de tal cosa, pues alegrarse de ser analfabeta o ignorante, no son para nada motivos de orgullo y le duela a quien le duela.
SI TE INTERESA ESTE TEMA

*¿Adónde va la matemática? Problemas de la enseñanza y la investigación futura, de Jean Kuntzmann, editorial siglo XXI.
*El paraíso de las matemáticas, sitio web con diversos temas explicados de manera sencilla.  
* El artículo El Número Áureo en sitio El Historiador, muestra el uso de phi en la historia del arte. 

*El número de Dios. Brevísima historia de la proporción áurea, artículo de mi autoria con comentarios complementarios sobre el tema.


5 comentarios:

  1. Es muy interesante , a mi desde pequeña nunca me han gustado las matemáticas pero cuando empecé a resolverlas intenté cambiar de punto de vista para que me gustaran y me preguntaba como se ven las matemáticas desde el punto de vista de un matemático artista/y/o escritor. Se que nunca llegaré a tenerles gran manejo porque no he nacido para que se me den bien , pero si admiro a la poca gente que se les da bien y además de eso son buenos en arte o literautura.

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  2. Las matemáticas son fundamentales para la vida de cualquier persona, como lo es el lenguaje. Nos permite expresar las voces de la ciencia y el arte, nos da soluciones a los fenómenos científicos que por años a atormentado a los investigadores. Las matemáticas le dan vida y sentido a este mundo.

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  3. Interesante el artículo, pero confundió el número PHI con el número FI. Tienen valores diferentes

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  4. Interesante el artículo, pero confundió el número PHI con el número FI. Tienen valores diferentes

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