domingo, 12 de febrero de 2023

#DíaDeDarwin: ¿Ha fracasado el diseño inteligente? Parece que sí (aunque aún hay algo que preocupa)



Ya estamos de nuevo en el Día de Darwin, recordando el natalicio del naturalista y padre de la biología evolutiva Charles Darwin, así como para reflexionar su mayor aporte al entendimiento: la teoría de la selección natural. La resistencia ideológica a esta teoría de la evolución tiene una historia tan larga como la propia teoría evolutiva, y la resistencia ideológica que se hace pasar por resistencia científica, el diseño inteligente, aunque es una estrategia relativamente reciente, ha mantenido la misma preocupación que su variante abiertamente ideológica (religiosa) para la educación y la cultura científica. Aunque hay algunas señales del estancamiento y abierto fracaso político del diseño inteligente (y del creacionismo en general), aún hay algo que me inquieta. Dejemos la inquietud para el final. 

A principios del mes pasado, el biólogo evolutivo Jerry Coyne publicó un interesante artículo titulado "Intelligent Design nearly down the drain", donde asegura que el diseño inteligente ha fracaso, si tomamos como referencia al manifiesto del Discovery Institute (la mayor asociación promotora de esta variante del creacionismo), el "Wedge Document" o estrategia Wedge, publicado en 1998, donde se explicaban la visión de esta asociación creacionista a 5 y 20 años en el futuro (negritas del artículo de Coyne):
Objetivos a cinco años

• Ver la teoría del diseño inteligente como una alternativa aceptada en las ciencias, y que haya investigación científica realizada desde la perspectiva de la teoría del diseño.

• Ver el comienzo de la influencia de la teoría del diseño en esferas distintas de las ciencias naturales.

• Ver cómo nuevos debates importantes en educación, cuestiones vitales, responsabilidad legal y personal se sitúan al frente de la agenda nacional.

Objetivos a veinte años

• Ver la teoría del diseño inteligente como la perspectiva dominante en la ciencia.

• Ver la aplicación de la teoría del diseño en campos específicos, incluyendo la biología molecular, la bioquímica, la paleontología, la física y la cosmología en las ciencias naturales, la psicología, la ética, la política, la teología y la filosofía en las humanidades; ver su influencia en las bellas artes.

• Ver cómo la teoría del diseño impregna nuestra vida religiosa, cultural, moral y política.


Coyne se burla porque estamos a 25 años de este manifiesto, y no se han cumplido los objetivos, ni siquiera aquellos propuestos a 5 años. Obviamente, es reconfortante pensar que, en efecto, el diseño inteligente no ha logrado cumplir sus metas y no parece cercano a ellas. Coyne también se pregunta qué pensarán los defensores del DI al notar su fracaso:


A menudo me pregunto si los defensores del DI, como Wells, Behe, Dembski y Meyer, que todavía actúan como si hubieran triunfado, alguna vez se quedan despiertos por la noche y piensan en lo mucho que han fracasado. Porque esto es ciencia, y la verdad saldrá a la luz. Pero siguen ahí, como una vaca que camina en círculos para siempre, incluso después de haber sido desconectada del molino de agua.


Si consideramos que las metas del Discovery Institute, efectivamente, no se han cumplido, podríamos asegurar que este movimiento pseudocientífico ha fracasado y hasta podríamos pensar en si está en franco declive. Algo similar hemos visto en otras tendencias y movimientos pseudo y anticientíficos, como la ufología (antes del 2017), la conspiranoia Q'Anon (después de que Trump sencillamente no le quitó la presidencia a Biden) o el terraplanismo (cuyos materiales han decaído y la mayoría de sus principales promotores se han volteado a otras conspiranoias o fraudes pseudocientíficos). Coyne hace explícito, a lo largo de su artículo, que el objetivo de hacer del DI "la perspectiva dominante de la ciencia" nunca se dio, y que los supuestos documentos de "investigación" en este campo apenas si fueron publicados por alguna revista del mismo grupo, la mayoría de los cuales eran artículos de los propios editores, y les manda un mensaje poco amable (pero bien merecido):

En vista de esto, siento que puedo declarar que la estrategia Wedge ha fracasado, que la influencia del Diseño Inteligente en la comunidad científica, en lugar de convertirse en el "paradigma dominante", se ha reducido a una protuberancia casi invisible, y que el Discovery Institute ya no produce investigaciones sino que dedica su tiempo a atacar a evolucionistas como yo (Michael Egnor parece estar obsesionado conmigo). Como Egnor y sus compañeros están leyendo esto, les voy a dar una frambuesa grande y gorda y les voy a preguntar "¿Dónde está la carne?"


Hay que ser francos: era prácticamente imposible que un movimiento pseudocientífico que defiende una concepción del mundo descartada por la actual visión científica del mundo se volviera siquiera parte de la controversia científica, ya ni hablar de un "paradigma dominante". Pero hay algo que debemos notar: el diseño inteligente no fracasó en todos sus objetivos realmente. El último objetivo, puesto en negritas por el propio Coyne, "Ver cómo la teoría del diseño impregna nuestra vida religiosa, cultural, moral y política", no es un fracaso realmente. La visión darwiniana sigue siendo hoy en día minoritaria fuera de la comunidad científica, especialmente en la "vida religiosa, cultural, moral y política" de EEUU (al menos 1 de cada 5 estadounidenses rechaza la evolución). Y no es tanto que esto sea un logro del Discovery Institute, ya que esto era así incluso antes de que se pensara en escribir la estrategia Wedge, sino que es un fracaso para la educación y la promoción de la cultura científica. 

El Discovery Institute puede hacer de éste su "premio de consolación", pero lo cierto es que se trata de un problema que aún tenemos y que siempre hemos tenido (las encuestas pueden variar con el paso de los años, pero el rechazo a la evolución sigue siendo dominante en muchas partes, como lo es el caso de la principal potencia mundial). No solo es el creacionismo del diseño inteligente. De hecho, parece que también sería simplista explicar el sentimiento antievolucionista a partir de influencias religiosas únicamente.

Tampoco podemos olvidar que, aunque han fracasado, el diseño inteligente sigue presente en asociaciones de promoción exclusiva de éste, así como es una parte importante de otros movimientos pseudocientíficos de relevancia hoy en día que conforman una cosmovisión completa para sus defensores (como los antivacunas, los negacionistas climáticos y los teóricos de la conspiración).

Unos ejemplos que tomé de la siguiente publicación en la página de la BBC en facebook. Suficiente para cuestionarse seriamente la fe en la humanidad.


Yo diría que, si bien, hay mucho qué festejar y exponerles en su cara a los promotores del DI, como Coyne hace, también hay una situación que no se ha podido revertir a pesar de todos los esfuerzos en divulgación y educación científica. 

Festejemos, pero mesuradamente y con miras a un futuro en el que se puedan formular nuevas y mejores estrategias para que la evolución sea parte importante de un cada vez mayor desarrollo ciudadano basado en una visión científica del mundo.

¡¡¡FELIZ DÍA DE DARWIN!!!


y

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS MAMÁ!!!

SI TE INTERESA ESTE TEMA

* "Intelligent Design nearly down the drain", por Jerry Coyne en su blog Why Evolution Is True.

* "Level of support for evolution", Wikipedia en inglés.

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