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miércoles, 14 de noviembre de 2018

¿Qué sentido tiene la filosofía como profesión? Algunas (irónicas) dudas para Mauricio Schwarz


Un recuerdo de mi pasado:
"No rechazo "la filosofía" en general, sí a la filosofía que pretende sustituir a la ciencia. Igual que la religión, la filosofía se ha visto reducida a espacios cada vez más pequeños y más cercanos a la poesía que al conocimiento, para lo cual prefiero a Lorca. 
Hay una filosofía racionalista, basada en hechos, analítica, y allí tendrías a Russell o a Hitchens o a Kennan Malik, y una filosofía de la ciencia que sustenta el método (y allí pones a Popper y a Bunge, sin pedestal, eso sí). Pero tú no preguntabas sobre ese tipo de filosofía, claramente."
Así era como me respondía mi primer duda sobre sus comentarios acerca de la filosofía, el periodista y divulgador científico Mauricio-José Schwarz, allá por el 2012. Eso cuando alguna vez le pedí una recomendación (junto a otros) para escoger el próximo libro que en ese tiempo iba a comenzar a leer. En esos entonces (que lejos suenan, a pesar que no fue hace mucho), el periodista parecía tener la cabeza más fría, aceptando que algunos temas de la filosofía le resultaban demasiado amplios como para establecer una opinión rigurosa acerca de ellos. Eso fue, por lo menos, lo que en su momento llegó a responderme sobre la filosofía de la religión.

Demostrar humildad sobre aquellos temas de los que ignoramos, suele ser visto como uno de los actos más básicos de alguien sabio. A su vez, siempre se agradece un buen comentario sustentado en conocimientos reales sobre la materia. Es así que, por más en desacuerdo que esté con las actuales opiniones de este periodista sobre la filosofía, seguiré estando agradecido por sus escritos en tan variados temas de los que me he enriquecido bastante. Por esto mismo me resulta lamentable tener frente de mí otro ejemplo más de una seria metida de pata por parte de este divulgador de la ciencia, nuevamente relacionado con la filosofía. 

A principios de esta semana, Schwarz (quien ya lo había anunciado días antes en su página de facebook) subió su nuevo video en El rey va desnudo, titulado: "¿Qué sentido tiene la filosofía como profesión? ¿Es hora de convertirla en historia del pensamiento?" El video es una colección de falacias, malentendidos, medias verdades y falsas generalizaciones sobre la filosofía. Lamentablemente, son el mismo tipo de opiniones que ya desde hace  unos cinco años (más o menos) ha venido manifestando, a las que se le ha ofrecido respuestas (que no tienen nada que ver con las ofensas que comparte en el video), pero a las que, por lo visto, ha hecho caso omiso. Así que es hora de analizar punto por punto los errores de este video.

jueves, 7 de junio de 2018

Mis decepciones (personales) con el movimiento escéptico

"Nadie es de una vez y para siempre escéptico. El escepticismo es un proceso continuo y autocorrector, no un fin que se debe alcanzar." Todd C. Riniolo y Lee Nisbet.

Me adelantaré un poco a mis críticos, y seré el primero en admitir que el título en realidad es muy injusto con lo que aquí voy a contar. Yo personalmente sigo creyendo que el movimiento escéptico es uno de los más importantes movimientos sociales de la actualidad, y su importancia radica en el potencial aun no logrado de llegar a las masas y cuán fácil es mezclar su mensaje (la promoción del pensamiento crítico y la perspectiva científica del mundo) con otros movimientos sociales en favor de la educación, el medio ambiente, la justicia, la salud y la cooperación.

Sigo creyendo que la trinchera desde donde me siento más cómodo aportando mi diminuto (pero espero útil para alguno) granito de arena al escribir y hablar sobre temas como la pseudociencia, la cultura científica y el Estado laico, sigue siendo la del escepticismo científico. El movimiento escéptico no es único ni homogéneo. En realidad es muy distinto, incluso de país en país. En algunos lugares los escépticos están bien organizados, en otros no tanto. En algunas partes, el movimiento escéptico es uno con el movimiento ateo, mientras que hay sectores "tradicionalistas" donde no mezclan ambos. Como no es una religión ni una ideología política, entre los grandes autores el escepticismo moderno se encuentran tanto anti-teístas declarados como teístas, deístas y panteístas; hay escépticos de izquierda y de derecha política. Es así que en el movimiento escéptico no encontrarán dogmas, pero sí personas dogmáticas.

El canon escéptico se encuentra en constante cambio y crecimiento gracias a las nuevas formas de irracionalidad que se generan a partir de los mismos viejos trucos de los vendedores de aceite de serpiente del siglo XIX. Lo que me ha resultado terriblemente decepcionante es que entre los escépticos (incluso entre las "personalidades" del movimiento), podemos encontrar irracionales, dogmáticos y hasta furiosas personas que no están dispuestas a debatir ni aceptar que no siempre tienen la razón. Bien lo comentaba Julian Baggini en su último libro Los límites de la razón (2017): los peores enemigos de la razón, en veces, son sus propios defensores o quienes dicen defenderla.

domingo, 28 de enero de 2018

Mauricio Schwarz y el complejo antifilosofía

M. J. Schwarz meditando.
"La distinción que se ha indicado entre ciencia y filosofía de la ciencia no es rígida. Se basa en una diferencia de intención más que en una diferencia de objeto... No es probable que el científico que ignora los procedentes en la evaluación de teorías realice un trabajo adecuado de evaluación de él mismo. Y no es probable que el filósofo de la ciencia ignorante de la práctica científica haga declaraciones agudas sobre el método científico." John Losee.

Si hay un análogo a los acomplejados antifilosofía anglosajones, ese es el periodista científico Mauricio-José Schwarz, un escritor de la primera generación de escépticos hispanoparlantes. Schwarz ha hecho una brillante carrera como divulgador científico; su blog principal de pensamiento crítico, El retorno de los charlatanes, es uno de los sitios web que todo interesado en el escepticismo de habla hispana debe visitar (y disfrutar), siendo una de las mejores y más antiguas referencias sobre el tema en internet (junto a los blogs Magonia, de Luis Alfonso Gámez y Marcianitos verdes, de Luis Ruiz Noguez). En 2017 salió a la venta La izquierda feng shui, libro donde Schwarz denuncia el cáncer de la irracionalidad y el misticismo dentro del activismo de la izquierda política de nuestros tiempos. La izquierda, alguna vez defensora y promotora de los valores de la Ilustración, la ciencia, el progreso y el racionalismo, es hoy día un hervidero de dogmatismo y anticiencia. El proyecto de Schwarz es bastante similar (hasta donde alcanzo a apreciar) a los de otros divulgadores que denuncian la irracionalidad dentro de la izquierda, tales como Mario Bunge, Alan Sokal o Juan José Sebreli: todos ellos (y otros más) han llegado a advertir del peligro de aceptar el discurso del relativismo cultural y el posmodernismo dentro de la izquierda que, en teoría, tendría que ser contraria a este tipo de contra-revoluciones intelectuales que solo han causado daño a los objetivos y la imagen pública de la izquierda, dejando que la derecha se disfrace con piel de oveja, asegurando que abandera la racionalidad y denunciando las tonterías posmodernas.

sábado, 20 de enero de 2018

El complejo antifilosofía. Análisis preliminar

"En su best seller más reciente, el científico más famoso del mundo proclama que la filosofía está muerta. Pero aquellos que ignoran la filosofía están condenados a repetirla. Y aquellos que menosprecian la filosofía suelen ser esclavos de algún filósofo difunto." Paul Thagard.

"La filosofía de la ciencia es una disciplina académica híbrida joven, vigorosa y en plena etapa de crecimiento y diferenciación. A través de su breve historia (apenas 2 siglos) ha pasado por varias etapas, unas dominadas por los filósofos y otras por los científicos. En mi opinión, ha llegado el tiempo para que en este campo del conocimiento surja una nueva clase de personajes, humanistas de corazón con la experiencia profesional de científicos, o bien hombres de ciencia experimentados con intereses serios en la filosofía. Y si ya hemos llegado a ese momento, los personajes no sólo surgirán muy pronto sino que probablemente ya se encuentran entre bambalinas, esperando oír su clave para aparecer en escena, iluminados y sonrientes, como corresponde a los principiantes llenos de confianza en su destino." Ruy Pérez Tamayo.

Así comienza el primer capítulo de El gran diseño (2010),
de Hawking y Mlodinow. ¿Fin de la filosofía
o solo un libro de mala filosofía?
Esta es una entrada a modo de "prefacio" a otra que estoy preparando en respuesta al periodista Mauricio-José Schwarz, quien en una larga entrevista donde habla del contenido de su más reciente obra, La izquierda feng shui (2017), despotrica nuevamente incoherencias sobre la filosofía. Estoy bastante interesado en comprender de la mejor manera lo que hoy conocemos como el complejo anti-filosofía, un padecimiento imaginario creado por el filósofo de la biología, Massimo Pigliucci, rebajándose al nivel de algunos divulgadores como el cósmologo Lawrence Krauss, quien en una entrevista aseguraba que los filósofos al parecer padecen de un complejo de envidia a la ciencia porque, después de todo, la ciencia ha producido conocimientos sobre el mundo en que vivimos (y sobre nosotros mismos), mientras que la filosofía, evidentemente para Krauss, Schwarz y otros, no. Si los divulgadores se pueden inventar complejos para "explicar" (?) la supuesta envidia de los filósofos a los científicos, ¿por qué un filósofo no podría jugar el mismo juego? Claro está, que a diferencia de estos divulgadores y sus hipótesis ad hoc sobre el trabajo de los filósofos, el objetivo final es el demostrar que tal competencia entre ciencia y filosofía es ficticia.

Sería injusto dejar esta imagen en la que (todos o la mayoría de) los divulgadores científicos padecen del complejo anti-filosofía. Lo cierto es que, por lo menos hasta donde he alcanzado a constatar, hay un "consenso" en divulgación científica sobre la importancia y el lugar que le corresponde a la filosofía, sobre todo a la filosofía de la ciencia, para comprender una actividad humana tan asombrosa como es la ciencia. Esto es algo que podemos constatar a través de artículos de divulgadores como Sean Carroll, Steven Novella, Ruy Pérez Tamayo,  Martín Bonfil Olivera, o (esta traducción hecha por) César Tomé López.

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