sábado, 8 de abril de 2023

Un escéptico entrevistando al ChatGPT: los "peligros" de la IA y la búsqueda de la verdad



Bueno, esto fue raro. Acabo de "charlar" con el famoso ChatGPT y debo decir que fue realmente agradable. En serio, fue como conocer a alguien que tus amistades te han dicho que debías conocer porque "sabe" de ciertos temas que a ti te interesan. Más o menos así fue. Es esa sensación de estar charlando lo que se siente extraño, ya que la página de esta IA te explica con detalle el método con el que logran este resultado, y aunque estés consciente de ello, puedes seguir la conversación, complementando sus respuestas, cuestionando lo que parecen son sus "opiniones", mostrándote de acuerdo o reformulando una duda para que no se vaya por otro lado... tal como es una conversación inteligente con alguien.

No es la primera vez que pruebo esta curiosa herramienta. Eso sí, fue menos decepcionante que la primera vez, cuando la cuestioné directamente sobre la existencia de Dios. Tampoco es como uno confunda completamente a una persona con esta tecnología, pues es evidente que en algunos casos no es del todo capaz mantener la coherencia de una misma respuesta. Para esta primer entrega consideré que lo mejor sería cuestionar a una IA sobre los peligros (reales e imaginarios) y esperanzas sobre la propia IA, y acabamos en un breve intercambio sobre la búsqueda de la verdad. Próximamente les estaré compartiendo lo que el ChatGPT tiene para contar sobre el problema de demarcación ciencia-pseudociencia, el movimiento escépticos, fenómenos paranormales, ovnis y monstruos, pseudoterapias, teorías de la conspiración, crítica social y quizás algo de política y religión. 

Por el momento, espero disfruten de este intercambio extraño entre una IA y un escéptico.

domingo, 5 de marzo de 2023

AMLO, aluxes y la explotación de lo paranormal

Porque la vida no solo es lo racional, la vida también es lo místico... Yo quisiera que hubiera aluxes. Si no existen, pues habría que inventarlos. Andrés Manuel López Obrador.  

Esa es la "mística" del presidente: el manejo de la narrativa... y ahí la lleva ganada haciéndonos casi alucinar que no sabe qué dice o hace.  Luis Roberto Castrillón

El pensamiento mágico puede ser más o menos irrelevante, aunque nunca totalmente inocuo. Pero cuando es la norma de pensamiento en un líder, en un hombre de estado, en un personaje electo a un puesto público por motivos que nada tienen que ver con la superstición y la charlatanería, se convierte en una amenaza difícil de subestimar que merece atención urgente. Mauricio-José Schwarz.


A estas alturas, me gustaría creer que es bastante obvio que lo paranormal, lo místico, la supersiticón y lo pseudocientífico, venden y mucho. Me gustaría pensar que allá fuera hay una masa de gente que sabe que las creencias populares son lo más fácil de explotar por parte de personas que, ya sea que vean por intereses personales y mezquinos o que piensan sinceramente que las mentiras piadosas igual y son otra forma de llegar a la salvación, es al fin y al cabo una manera tanto de conectarse con millones en una creencia en común, como de manipular a otra masa completa de gente, seguramente, más numerosa. También quiero creer que hay una cantidad no contable por mí de personas, que saben que estos siempre, siempre serán temas marginales, despreciados por todos, a la vez que vendidos para todos y con todos los gustos.

Pero no es así, o por lo menos, ciertas tendencias hacen ver que no parece ser el caso. Una de las más recientes, fue el tuit del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sobre un presunto aluxe cerca de donde se lleva a cabo el megaproyecto del "Tren maya":

domingo, 19 de febrero de 2023

El cubrebocas y sus malquerientes (después de la pandemia)

Uno de los portales que más suelo revisar en la semana, es el genial Science-Based Medicine para mantenerme al día con las modas pseudomédicas, las noticias sobre pseudoterapias y los avances en medicina basada en la ciencia (otro que frecuento para lo mismo, es el blog del Dr. Edzard Ernst). Justo hoy me topé con un curioso artículo de Steven Novella (editor fundador del sitio web) abordando el tema del uso de cubrebocas. Digo que me pareció curioso en un inicio porque el tema parecería algo "superado" a estas alturas en que la "nueva normalidad" se ha impuesto, por lo menos de este lado del charco. En "Mask Revisited", publicado el 15 de febrero, el Dr. Novella introduce de la siguiente manera:

"Este es un problema que no desaparecerá: ¿funcionan los cubrebocas y los mandatos de cubrebocas para reducir la propagación de COVID? En realidad, es bueno que se siga investigando la cuestión. En realidad, esta es una pregunta difícil de precisar definitivamente, por lo que más investigación siempre es mejor. Lo lamentable es el grado en que se ha politizado la cuestión. Es menos probable que la respuesta de uno a esta pregunta esté determinada por la ciencia que por su afiliación política."

¡Oh, no! ¡Steven Novella se ha vuelto gatelliano pejezombie! Ok, es un mal chiste que los no-mexicanos tal vez no entenderán, pero sirve para recordar a algunos trolls antipeje que, si no contradecías absolutamente todo lo que el gobierno mexicano recomendaba, es porque seguro eras un fan de éste, alienado ideológicamente por el presidente y su compinche, el subsecretario de salud Hugo López-Gatell.

Ya en serio, parece que el debate sobre el cubrebocas está reviviendo, por lo menos entre los medios en inglés (hasta donde he visto), debido a una nueva revisión Cochrane bastante problemática (metodológicamente hablando) sobre el uso de cubrebocas, que puede ser malinterpretada por periodistas y otros, ya sea por ignorancia o por malicia (o por ambas al mismo tiempo).

domingo, 12 de febrero de 2023

#DíaDeDarwin: ¿Ha fracasado el diseño inteligente? Parece que sí (aunque aún hay algo que preocupa)



Ya estamos de nuevo en el Día de Darwin, recordando el natalicio del naturalista y padre de la biología evolutiva Charles Darwin, así como para reflexionar su mayor aporte al entendimiento: la teoría de la selección natural. La resistencia ideológica a esta teoría de la evolución tiene una historia tan larga como la propia teoría evolutiva, y la resistencia ideológica que se hace pasar por resistencia científica, el diseño inteligente, aunque es una estrategia relativamente reciente, ha mantenido la misma preocupación que su variante abiertamente ideológica (religiosa) para la educación y la cultura científica. Aunque hay algunas señales del estancamiento y abierto fracaso político del diseño inteligente (y del creacionismo en general), aún hay algo que me inquieta. Dejemos la inquietud para el final. 

A principios del mes pasado, el biólogo evolutivo Jerry Coyne publicó un interesante artículo titulado "Intelligent Design nearly down the drain", donde asegura que el diseño inteligente ha fracaso, si tomamos como referencia al manifiesto del Discovery Institute (la mayor asociación promotora de esta variante del creacionismo), el "Wedge Document" o estrategia Wedge, publicado en 1998, donde se explicaban la visión de esta asociación creacionista a 5 y 20 años en el futuro (negritas del artículo de Coyne):

domingo, 22 de enero de 2023

Contra los anti-escépticos

No es como que haya pensado en que éste sería mi primer artículo del año (ya sé, tengo varios prometidos aún en borrador), pero tengo un tiempo pensando en este tema y me gustaría descargarme un poco. A diferencia de otros artículos, me concentraré en ofrecer algunas reflexiones mías a partir de mi experiencia entre los grupos y comunidades escépticas virtuales (que ya va para los 15 años), por lo que estoy consciente que varias de mis conclusiones podrían ser realmente poco representativas o menos preocupantes de lo que a mí me ha parecido.

No es ningún secreto que, en los últimos tiempos, he usado este espacio y otros más para hacer "fuego amigo" (que me ha enemistado con algunos, por desgracia), críticas a ideas, tendencias y rostros del movimiento escéptico. Tengo una etiqueta poco amable en este blog sobre "Burradas escépticas" donde colecciono este tipo de críticas cada que he pensado en que algún escéptico famoso mete la pata. Y no soy el único (para mi consuelo). Célebres autores escépticos, desde Carl Sagan, Mario Bunge y Paul Kurtz, hasta Steven Novella y Massimo Pigliucci, han hecho críticas muy duras, en ocasiones, lo que incluso les ha llegado a costar la enemistad con algunos. También he llegado a comentar sobre cómo el movimiento escéptico llegó a fusionarse con el ateísmo militante, movimiento con el que muchos escépticos "de la vieja escuela" nunca han coincidido. Algunos se han molestado con la actitud arrogante y agresiva heredada del nuevo ateísmo y la apatía de las redes sociales, además de una tendencia hacia el cientificismo ingenuo que, por ignorancia o por deshonestidad, produce productos igualmente nocivos para la promoción de la ciencia y la razón, como la pseudohistoria de la religión o la antifilosofía.  Por último, está la intrusión de algunos escépticos en campos que parecen ignorar por completo, pero que no tienen ninguna duda de su desprecio de cualquier modo, como es el caso de algunas de las nuevas "guerras" culturales que se libran en diferentes espacios de internet.

domingo, 23 de octubre de 2022

¿El regreso de la fusión fría?


Publicado originalmente en el grupo 

La física y divulgadora heterodoxa Sabine Hossenfelder ha publicado este curioso video y artículo de blog, donde nos asegura que la fusión fría está de regreso, aunque aún es problemática (por decirlo de forma demasiado amable, creo yo).

Para quienes no sepan, "fusión fría" es un término un tanto ambiguo que puede referirse tanto a métodos físicos de fusión nuclear que pueden realizarse en laboratorio con presiones y temperaturas no tan extremas (aunque el resultado suela ser energéticamente pobre), así como al famoso presunto fraude científico orquestado por Stanley Pons y Martin Fleischmann en 1989. Debemos entender también que la fusión nuclear es un proceso que se da naturalmente a temperaturas y presiones extremadamente altas, por lo que lo "frío" de la fusión fría puede referirse a fusión nuclear que va desde los cientos de grados hasta temperaturas cercanas a las del ambiente. Desde luego, el término acabó desprestigiado después de las publicaciones de Pons y Fleischmann, y no por injustas razones.

domingo, 9 de octubre de 2022

E. O. Wilson, la biología y el racismo científico (III)

"Necesitamos tener conversaciones brutalmente honestas sobre las formas en que nuestras disciplinas han fomentado el racismo científico y contribuido a la supremacía blanca. Debemos reconocer y exaltar el trabajo antirracista realizado por académicos negros, morenos e indígenas. Existe una necesidad urgente de que incorporemos ampliamente el antirracismo en nuestra ciencia y divulgación científica". Stacy Farina.

Recapitulando lo que vimos en la segunda parte de este caso, habíamos comentado que el nuevo debate sobre las posturas del difunto biólogo Edward O. Wilson acerca de la raza (y las implicaciones de esto en sus aportes científicos), había pasado de ser un caso débil sostenido en un artículo muy malo de Scientific American (aunque muy tergiversado y sobreexplotado por sus detractores. Véase la primer parte de esta serie para profundizar), a volverse un caso que sacudió a algunos de los defensores iniciales de Wilson cuando la revista Science for the People, con un largo historial crítico contra la sociobiología, publicó el descubrimiento de los historiadores de la ciencia Stacy Farina y Mattew Gibbons sobre la correspondencia que sostuvo Wilson con defensores del nocivo "realismo racial". También comentamos que, en ese momento, otros se unieron al debate, incluyendo al editor de la revista Skeptic, Michael Shermer, quien a su vez introdujo al entomólogo y colega de Wilson, Bert Hölldobler para defender a su amigo muerto.


Solo unos días después de la publicación de Farina y Gibbons, los también historiadores de la ciencia Mark Borrello y David Sepkoski publicaron su propio artículo en The New York Review (TNYR), con el título incendiario de "Ideology as Biology". Aunque la defensa de Hölldobler también lo cita, sería Shermer quien terminaría empecinado en llegar al extremo de buscar desprestigiar a los autores de este nuevo "ataque" contra Wilson, comenzando con una serie de intercambios irónicos e insultantes por Twitter con Sepkoski, y terminando con un artículo en el que se pregunta: ¿Fue un racista el GRAN CIENTÍFICO E. O. Wilson? ¡NO! (Nada más le faltó poner: "y que Dios lo tenga en su santa gloria").

lunes, 1 de agosto de 2022

Separando la ciencia de la pseudociencia sin separar la ciencia de la pseudociencia

 Reseña de La actitud científica, de Lee McIntyre

El problema de demarcación ha sido considerado, desde tiempos de Karl Popper, como el principal problema de la epistemología. Qué es la ciencia, por qué es especial y por qué importa responder a esto, son las preguntas que ocuparon a los filósofos de la ciencia (y a muchos científicos) durante décadas. Tradicionalmente, se pensaba que lo especial en la ciencia estaba, de algún modo, relacionado con la forma en la que ésta nos acerca a verdades sobre el mundo real. Pero a principios de los años 80's se popularizó una táctica filosófica poco elegante: rehuir de aquellos problemas que no quedaban completamente solucionados. ¿El problema de la verdad y de cómo las teorías científicas se corresponden con verdades factuales? Mejor dejemos de hablar de la verdad, y olvidemos su relación con la ciencia, pues no es relevante (esta es una tesis que ya se encuentra en Popper, de hecho).  ¿El problema de establecer un criterio o criterios rigurosos para definir la ciencia y delimitar sus fronteras con la no-ciencia? Realmente es imposible ofrecer criterios necesarios y suficientes, siempre se encontrarán objeciones y huecos a cualquier enfoque, en donde los criterios manejados terminen excluyendo aquello que intuitivamente reconocemos como ciencia y aquello que no queremos reconocer como ciencia. 

Así, en 1983, Larry Laudan publicaría su infame "The Demise of the Demarcation Problem", donde aseguraba que términos como el de "pseudociencia" o "anticiencia" eran en realidad huecos, y preguntarse por el estatus científico de los enunciados es irrelevante, pues lo que nos debería interesar es la justificación "en las credenciales empíricas y conceptuales de las afirmaciones sobre el mundo". Siempre he creído que este es un enfoque un tanto cobarde, que prefiere dar la vuelta a los grandes problemas en lugar de buscar resolverlos. En esta misma escuela de pensamiento es que llega La actitud científica (2020), del profesor de filosofía Lee McIntyre

sábado, 16 de julio de 2022

Lamarck contra los creacionistas

Lamarck enterándose
que aún existen creacionistas
en el siglo XXI.
El argumento creacionista de "la evolución no es científica porque nadie ha observado que un pez se vuelva un anfibio" (que ha motivado respuestas tan divertidas, como el "crocoduck"), fue tratado antes de Darwin, para ser más precisos, cincuenta años antes de la publicación de El origen de las especies (1859). De hecho, fue respondido cuando Darwin recién había nacido.

El contra-argumento vendría en las notas de clases de cierto naturalista francés de inicios del siglo XIX, quien demostraba ser un excelente divulgador, al tener un gran estilo para plasmar sus ideas en papel (si me preguntan a mí, haciendo que su lectura sea más fluida y agradable incluso que la del propio Darwin). 

En 1809, Jean-Baptiste de Lamarck respondía así a este argumento, casi al final de su Filosofía Zoológica:

domingo, 22 de mayo de 2022

Los ovnis del Pentágono: Apreciaciones de un (verdadero) investigador de ovnis sobre la Audiencia UAP

Por Leopoldo Zambrano Enríquez 


Hace unos meses, en mi artículo sobre el informe UAP del Pentágono (y su predecible ola de sensacionalismo ufoloco), concluía que: "El informe ovni del Pentágono es exactamente lo que se esperaba: no hay ninguna revelación, ningún cambio de paradigma, ninguna confirmación de nada extraordinario, ni nada para cambiar consciencias. Lo de siempre, confusión con cosas naturales y artificiales en el cielo, y casos que no pueden aclararse por falta de información y pruebas." El 17 de mayo de este año, los ufolocos y etélatras volvieron a la carga extasiados porque el gobierno de EEUU reconocía tener más videos de sus fuerzas armadas en donde se aprecian objetos voladores no identificados. Que se haya resaltado que son eso, "no identificados", no ha ayudado de mucho para que los amantes del fenómeno ovni vean confirmadas sus profecías conspiroapocalípticas de visitantes de otros mundos. Basta con mirar los delirantes tweets de Jaime Maussán con su repetido mensaje de "se les ha venido diciendo", como si lo que ahora se informa tuviera algo qué ver con los fraudes y los cómicos absurdos que ha estado presentado durante décadas como "evidencia" de presencia alienígena.

Como era de esperar, nadie cuya opinión sea medianamente respetable (no, Michio Kaku no tiene una opinión respetable) se ha impresionado con lo que ha salido a la luz de la investigación ovni de EEUU. Pero las opiniones respetables casi no se hacen oír en el mar de sensacionalismo y comentaristas de tercera, que ignoran por completo la historia de la investigación crítica del fenómeno ovni, historia que incluye varios informes gubernamentales, no solo de EEUU, sino de varios países alrededor del mundo, todos concluyendo lo mismo: no hay evidencia de visitas extraterrestres, los gobiernos investigan ovnis por razones de seguridad nacional no por las conspiranoias etélatras, y aunque existen informes de objetos que permanecen como "no identificados", esencialmente significa que no hay suficientes elementos para identificarlos.

Es por eso que leer una de esas voces con opiniones respetables se agradece tanto, y el investigador del fenómeno ovni, Leopoldo Zambrano, sin duda, ayuda a refrescar con claridad el panorama, de forma amena y con recomendaciones tan básicas, que no debería sorprender a cualquier seguidor honesto del fenómeno ovni como fenómeno cultural y humano. - Por Daniel Galarza Santiago.

sábado, 14 de mayo de 2022

E. O. Wilson, la biología y el racismo científico (parte II)

Edward O. Wilson.
Como comentamos anteriormente, cuando apareció un artículo en Scientific American (SciAm) asegurando que la obra de Edward O. Wilson era difícil de valorar debido a su conexión con el racismo científico, lumbreras de la Ilustración como Dawkins, Shermer, Coyne y otros, salieron a "desgarrarse las vestiduras" de la indignación, mostrándose enojadísimos que alguien pudiera insinuar que un humanista y ambientalista como Wilson fuera racista, e incluso algunos llegaron a compartir invitaciones para no volver a escribir ningún artículo en las páginas de SciAm, buscando así "cancelar" a la revista "woke" (oh, dulce ironía) instando a que toda la comunidad científica hiciera lo mismo.

Sin embargo, también coincidimos con el punto principal de estos críticos indignados: la autora de aquel artículo, Monica McLemore,  había hecho un artículo con muchas afirmaciones extraordinarias sobre una superestrella científica sin ofrecer evidencia extraordinaria, más allá de apelar a que la idea de racismo ha estado presente en la biología evolutiva en general. Yo argumenté que, con todo lo malo de McLemore, su artículo hablaba explícitamente de Wilson como una especie de defensor del racismo inherente a parte de su campo, no que él fuera un supremacista, como Dawkins y otros se quejaban.

Pero un nuevo artículo, esta vez publicado en la revista Science for the People, venía a demostrar que esta última valoración podría ser un error. Wilson sí estuvo involucrado con supremacistas blancos declarados, y no solo a una distancia conservadora, sino apoyando y fomentando la carrera de uno de sus mayores proponentes en la segunda mitad del siglo XX: el psicólogo Philippe Rushton.

sábado, 30 de abril de 2022

Derechos trans y movimiento escéptico: ¿una trampa retórica contra las atletas trans?

He estado mirando cómo algunos escépticos se han unido al debate sobre los derechos trans, así como a supuestos problemas sociales y de salud mental que habría detrás del aumento en la población de las personas trans, especialmente al hablar de transiciones a una edad muy temprana. Mi primer impresión debería ser de entusiasmo, porque, como he comentado en otros escritos, el movimiento escéptico ha continuado extendiendo su canon más allá de las afirmaciones paranormales y pseudocientíficas "clásicas", cuestionando la evidencia científica de los reclamos extraordinarios en economía, política y las instituciones académicas. Este movimiento escéptico extendido con el que muchos han (hemos) soñado también podría ser de gran relevancia para otros movimientos, como en la defensa de la justicia social (tan cercana a su vez al humanismo secular), precisamente como lo es el activismo trans. Pero la realidad, es que varios autores escépticos han estado cuestionando los movimientos de defensa de los derechos humanos (lo que por sí mismo no es malo, sino completamente necesario para evitar el dogmatismo y su aislamiento como cajas de resonancia), prestando especial atención al activismo trans, incluso uniéndose en ocasiones a grupos antiderechos, como los grupos TERF.

Así, por ejemplo, Michael Shermer escribió un artículo para el dossier del actual número de Skeptic, respecto a los derechos de los atletas trans a competir contra el género con el que se sienten identificados (un primer punto que me parece extraño, es que se concentran en mujeres trans o MTF). Aquí, Shermer hace una revisión de la normativa vigente, así como del historial de la nadadora Lia Thomas, comparando su trayectoria cuando aún competía en la categoría masculina y sus actuales triunfos en la femenina. Con su estilo propio de claridad mezclado con sus experiencias personales en los deportes, Shermer hace un argumento interesante que continúa en un segundo artículo para su blog, con puntos más cuestionables. Lo que me parece especialmente sospechoso, más que los artículos de Shermer, es la postura global que parece estar tomando la Skeptic's Society que dirige, donde varios miembros parecen estar cuestionando distintos puntos del activismo trans y, si se les acepta a todos, lo que terminamos teniendo es una posible actitud restrictiva contra las personas trans, atletas en este caso específico.

domingo, 27 de marzo de 2022

Filosofía, cientificismo y chismes

El fin de semana pasado me invitaron al canal de Armandosky Trosky, en donde tuvimos una charla amena y divertida. Por desgracia, parece que mi señal de internet fue pésima esa noche, así que toda mi intervención (mas de dos horas) se escucha entrecortada. Además, no están para saberlo ni yo para contarlo, pero aquella noche tuve algunas interrupciones: primero, a media transmisión, me dio un tremendo calambre en la pierna que no se me quitó por buen rato, así que durante esos momentos la verdad es que no estaba prestando mucha atención a lo que decía mi anfitrión; luego, hacia el final del programa, recibí una llamada de un amigo mío (yo usé mi celular para la transmisión) que colgué de inmediato, pero al hacerlo, dejé de escuchar lo que decía Armando. Si me miro con cara de "sí, estoy de acuerdo" hacia los últimos minutos, fue por eso, más que por otra cosa, así que me disculpo con Armando, pero lo cierto es que casi no le escuché nada, más allá del compromiso de volver a grabar otro video, pero estando los dos en persona.

El objetivo del programa era charlar sobre conceptos de filosofía de la ciencia, pero acabó siendo una mezcla de filosofía, escepticismo y chismecito (sí, hablamos también del querido periodista científico-edutuber antifilosofía que no me traga). Espero lo disfruten.

lunes, 7 de marzo de 2022

¿Qué pueden ofrecer los escépticos sobre el conflicto Rusia-Ucrania?

Tradicionalmente, el movimiento escéptico suele relacionarse con aquellos temas extraños que quedan fuera de la opinión pública "oficial" (por decirle de alguna manera) o que generan debates en la frontera de lo controvertido. La existencia de los fantasmas, las casas embrujadas, los poderes psíquicos, los milagros, los ovnis, los duendes o el chupacabras; la efectividad de la homeopatía, la acupuntura, la oración o el exorcismo; los "misterios sin resolver" resueltos varias veces, como la Atlántida, el triángulo de las Bermudas, los círculos de cultivo, el sudario de Turín, las profecías apocalípticas o los antiguos astronautas; pseudociencias como la parapsicología, el creacionismo, la fusión fría, el psicoanálisis o la grafología; o las conspiranoias mundiales, como las de los reptilianos, los Iluminati o el Nuevo Orden Mundial. (Habría que añadir que, en el mundo hispanoparlante al menos, el escepticismo se ha mezclado con el ateísmo militante, casi desde sus inicios, siendo populares los nombres del nuevo ateísmo como una bandera más del escepticismo). Es solo de un tiempo para acá (un par de décadas, más o menos), que el escepticismo científico parece abordar, de manera prioritaria, problemáticas más cercanas a los problemas sociales, económicos y políticos que cualquier universidad, programa de televisión o libro de ciencias sociales aborda: la salud pública, la desigualdad económica, las instituciones, la industria, el progreso tecnológico... y la guerra.

Aunque ha habido llamados de atención a los escépticos por continuar en problemas que merecen poca investigación y no significan un reto intelectual, como las creencias paranormales y pseudocientíficas, o que causan daños menores en comparación con las decisiones cuestionables en política y economía, lo cierto es que el movimiento escéptico tiene el potencial de aportar mucha claridad sobre problemas importantes, como el que representa el actual conflicto por la invasión de Rusia a Ucrania

sábado, 12 de febrero de 2022

#DíaDeDarwin: E. O. Wilson, la biología y el racismo científico (parte I)

Un día como hoy, pero de hace 213 años, nacía Charles Darwin, quien fuera uno de los más grandes científicos (sino es que el más grande) de todos los tiempos. Usualmente, el Día de Darwin sirve como un homenaje al padre de la biología evolutiva, así como una excusa para la promoción de la biología evolutiva, con un número considerable de eventos divulgativos para explicar cosas como qué es la selección natural, la evolución humana o cómo la teoría evolutiva entra en el complejos conflictos epistemológicos, como los de creación vs evolución, ciencia vs religión, razón vs fe o materialismo vs espiritualismo. Pero creo que también es un buen momento para recordar algunas lecciones espinosas de la historia de la biología, y para comentar controversias recientes relacionadas. Una de esas espinosas lecciones es el racismo científico

Es por eso que hoy aprovecharemos para comentar en extenso sobre la última controversia del recientemente fallecido entomólogo Edward O. Wilson, uno de los autores más controvertidos en la biología de la segunda mitad del siglo XX, tanto por sus diversas reflexiones (por ejemplo, su idea que los buenos científicos deben ser semianalfabetas matemáticos), como por ser el fundador de la sociobiología, una disciplina que encendió las alarmas contra el determinismo biológico allá por los 70's y 80's. Siendo el entomólogo más prestigioso del mundo, uno de los más hábiles divulgadores científicos y un gran activista ambiental, Wilson se ganó el respeto y admiración de millones de amantes de la ciencia, entre ellos, muchos escépticos científicos. Sin embargo, luego de su fallecimiento en diciembre pasado, a la edad de 92 años, la polémica revivió por un artículo en Scientific American (SciAm) que invitaba a evaluar su "complicado legado" por sus ideas presuntamente racistas.

El artículo fue mal recibido, calificado de estúpido, indignó a científicos destacados, e incluso fue la gota que colmó el vaso para muchos, quienes incluso llamaron a la comunidad científica para no volver escribir en SciAm. Ciertamente, el artículo fue muy malo (hoy el artículo solo lo pueden ver quienes están suscritos a la revista), pero una nueva investigación parece aportar pruebas de una de las partes más oscuras del legado de Wilson: su apoyo a conocidos "realistas raciales" y el papel que tuvo este entomólogo en el ascenso de ese tipo de autores.

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