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sábado, 14 de marzo de 2020

Ocho horas encerrado con un grupo antivacunas


Publicación original en el grupo Historia y Filosofía de la Pseudociencia.

Hace exactamente un año, el artista y director de comunicaciones del Center for Inquiry (CFI), Paul Fidalgo, nos relataba lo que definitivamente es tener un mal día. Cuando pienses que tú has tenido un día de mierda pesado, solo piensa en este hombre que pasó ocho horas prácticamente encerrado escuchando alegatos antivacunas y esperando su turno para poder hablar por tres minutos. Ocho horas de espera, insisto.

El asunto es que hace un año, en Maine, EEUU, estaba en juego la aprobación de una nueva ley que pondría punto final a las exensiones de vacunación por motivos no médicos, un despreciable hueco legal por el que los antivacunas apelaban para no proteger a sus hijos (y al resto de la población) con la vacunación necesaria. Fidalgo iría a declarar como testimonio (tanto como experto del CFI como por ser autista, y no gracias a las vacunas) a favor de la nueva ley.
Ocho horas sin comida ni agua sentados en una habitación sobrecalentada y superpoblada ya era bastante desagradable. Pero eso no fue nada comparado con la montaña rusa de ira y desesperación que sentí cuando fui testigo del desfile de locura, ignorancia, cinismo, negación y derechos burdos representados por los antivacunas que hablaban en contra del proyecto de ley.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

Peripecias de un piloto en Tierraplana

Por Lalo Hidalgo

El terraplanismo es todo un fenómeno en internet. Como ya habíamos visto en otro lugar, esta moda anticientífica tiene poco más de un par de años de existencia, a pesar que cuenta con antecedentes populares en los siglos XIX y XX, propios de una historia tragico-cómica que muestra la máxima expresión de la irracionalidad y el analfabetismo científico, mezclado con la forma más extrema de efecto Dunning-Kruger que cualquiera pueda encontrar en el ciberespacio.

Mi facebookfriend, Lalo Hidalgo, ha realizado una tarea que para muchos de nosotros sería más que impensable: confrontar directamente a los terraplanistas en debates abiertos, soportando tontería tras tontería sobre la mega-conspiración satánico-judía-masónica mundial para ocultarnos la "verdad" sobre la forma aplanada de nuestro planeta único y detergente diferente. Lalo es administrador del grupo TERRAPLANISMO AVANZADO, un grupo con más de 3,000 miembros donde se pueden apreciar las más increíbles afirmaciones y maromas retóricas de terraplanistas convencidos de lo que aseguran, aún cuando se puede tratar de casos fáciles de refutar.

Lalo, piloto retirado y, como él dice, "escéptico hasta las chanclas", ha tenido sus encontronazos virtuales con todo tipo de magufos, pero el terraplanista es un caso especial, digno de estudio antropológico, tal como lo ha corroborado con su experiencia. Por Daniel Galarza Santiago.

Esta curiosa foto circula en redes con la leyenda:
"El mejor disfraz de Halloween".
Totalmente de acuerdo.
Mis primeros contactos con los habitantes de Tierraplana se dieron hace un par de años, de manera por demás fortuita. Primero fueron algunas notas aisladas, después un enlace a una página en Facebook y al final un encuentro cercano – en Twitter – con el idiota de Oliver Ibáñez que no supe cómo interpretar (me bloqueó, para no variar). Como haya sido, aquello fue el inicio de un viaje por el surrealismo, la ignorancia, el resentimiento y, en ocasiones, la más franca de las estupideces.

El mundillo de los terraplanistas (a los que cariñosamente nos referimos como TP) está principalmente constreñido a las redes sociales como Facebook y Twitter, y a su plataforma favorita de divulgación de “información” terraplana: YouTube (aunque a veces los habitantes de Tierraplana se atreven a salir al mundo real y realizar reuniones y “convenciones”). El fenómeno es a tal grado peculiar que a las pocas – y poco concurridas – reuniones terraplanistas que se han llevado a cabo se les ha dado una gran difusión en los medios. No cabe duda: lo estrafalario llama la atención y vende noticias, aunque sea irrelevante.

jueves, 25 de mayo de 2017

Mala leche sobre los transgénicos o la mentira en CuriosaMente

Suelen gustarme mucho los programas de divulgación bien hechos que duran unos cuantos minutos. Por ejemplo, hace un par de días (con la cuenta de Netflix de mi hermana) pude disfrutar de varios capítulos del estupendo show Bill Nye. Saves the World, donde este gran comunicador de la ciencia y héroe de la infancia de muchos, hace un llamado divertido, corto y preciso sobre la importancia de la ciencia para construir un mundo mejor.

También estoy suscrito a varios canales de YouTube de conferencias, charlas y videos cortos que muestran buen contenido (desde el canal de charlas TED, el de Mauricio Schwarz, el Magazine de Ciencia, hasta la sexy Daniela Bos). La importancia de este material es que son amenos, interesantes, didácticos y hasta divertidos, y van dirigidos a un público no especializado pero interesado en saber aunque sea de forma básica sobre ciencia. El público general capta siempre las ideas simples y resumidas, y solo después, al querer profundizar en el tema, se interesan por las particularidades de una u otra explicación. Usualmente los proyectos como los ya mencionados siempre muestran material de buena calidad y en general suelen ser confiables, principalmente porque o es material comunicado por expertos en la materia o tal programa está supervisado por expertos en los temas a tratar. Pero, ¿qué pasa cuando un programa confiable de divulgación básica de la ciencia, expone mentiras y exageraciones haciéndolas pasar por hechos?

domingo, 26 de febrero de 2017

"El honorable ratón" con todo por Twitter

Hace unos días decidí reintegrarme a Twitter con un nuevo perfil (ya que olvidé la contraseña del anterior). Desde Twitter, lo admito, es mucho más fácil enterarse de varias noticias interesantes a la vez. Pero si hubo una razón importante para volver a la mencionada red social fue para observar de cerca las bobadas de Jaime Maussán o "El honorable ratón", como le encanta llamarlo Héctor Chavarría (mouse, "ratón" en inglés, que se pronuncia "Maus"; y San, que en japonés es "honorable": Maussán = Honorable ratón). Y es que Maussán es sin duda un divertido caso de estudio. El charlatán típico que reniega de la ciencia y de sus detractores, haciéndose la víctima de prejuicios y envidias de otros, pensando que, ya que en el pasado muchos se burlaron de genios como Galileo, entonces eso debe significar que cualquier payaso que dé risa debe tener la razón.

Maussán es el mejor caso en español que nos muestra lo caduco y rancio que es el supermercado para-anormal: no es más que el reciclaje de casos y opiniones refutadas hasta el cansancio, combinadas con mala divulgación y mucha autopromoción, pero ni un solo logro, ni un solo descubrimiento ni nada que realmente valga la pena para dar un seguimiento más profundo. Ese es el mundo de los ovnis, reciclando hasta el cansancio lo mismo. ¿No me cree? visite entonces el sitio web de Tercer Milenio o su "noticiero" T3M (del cual se pueden encontrar los más cómicos casos, como este de unos soldados rusos convertidos en piedra por los aliens, refutado fácilmente por Leopoldo Zambrano).

Para demostrar nuestro punto, veamos algunos de los tweets más cómicos del "Honorable ratón", junto con una pequeña respuesta de mi parte, esperando (sentado, para no cansarme) a que este curioso personaje me responda algo coherente (si es que lo llega hacer, en vez de ignorarme, como a cualquiera que le desmiente un error o un bulo).

domingo, 27 de septiembre de 2015

7 razones para NO ser católico, parte II

"He creado muchos horrores en mi imaginación, pero ninguno supera la maldad de la Iglesia Católica." H. P. Lovecraft.

"El Vaticano es una organización que excomulga mujeres por intentar ordenarse sacerdotes, pero no excomulga sacerdotes varones por violar niños. Excomulga a médicos que realizan abortos para salvar la vida de la madre, incluso si la madres es una niña de 9 años violada por su padrastro y embarazada de gemelos, pero no excomulgó ni a un solo miembro del Tercer Reich por cometer genocidio. ¿Realmente estamos obligados a considerar semejante inversión de prioridades como un marco moral alternativo?" Sam Harris.



Después de dejar este top inconcluso por un pequeño tiempo (solo siete meses, ¿qué son siete meses en estos días?), tanto por ociosidad como por falta de tiempo, por fin les traigo mis últimas cuatro razones para no ser católico. Para el interesado puede ver acá la primera parte de este top.

Si usted es ateo y considera que la Iglesia católica es un tumor gigante en el siglo XXI, probablemente este escrito solo será, cuando mucho, refrescante para sus convicciones personales. Pero me siento más interesado en hacer llegar mis letras a católicos que, 1) son racionales y de mente abierta, capaces de distinguir un buen argumento, 2) tienen curiosidad por saber por qué algunas personas consideran a la iglesia a la que pertenece como nociva y peligrosa, y 3) razonará críticamente sus creencias buscando contrastarlas con el mundo real. Si usted es católico y cree que cumple con esos tres requisitos, lo invito a la lectura. Si usted es un ateo además de anticatólico (de los racionales, claro), le invitó a que comparta este humilde top 7 con amigos suyos que sean católicos y que piense cumplen con los tres requisitos.

Sin más que decir de mi parte, espero disfruten la segunda parte de este top.


miércoles, 25 de febrero de 2015

7 razones para NO ser católico, parte I

"Es curioso que la Iglesia Católica aliada de Hitler, de Franco, inventora de las Cruzadas y de la Inquisición, protectora de los peores dictadores, grite que sin religión, el mundo estaría peor" Eduardo del Río (Rius).

La iglesia católica apostólica romana (o sencillamente, "la iglesia" para los compas), es la institución religiosa más grande del mundo, con alrededor de 1,200 millones de fieles en todo el globo. Los discursos, opiniones y críticas que el papa en turno llega a hacer sobre alguna situación o problema social resulta ser noticia internacional de primera plana, y así lo ha sido en occidente desde hace varios siglos.

martes, 24 de junio de 2014

¡Charlacanistas, charlacanistas everywhere!

El siguiente es un fragmento de un ensayo que presenté en la clase de Filosofía de la Psicología, en la que vimos muchas cosas, excepto filosofía de la psicología. El profesor (la verdad, no creo que merezca llamarlo maestro), en vez de mostrar un dominio sobre los problemas filosóficos de la psicología, se ocupó de lavar el cerebro a más de uno con las incoherencias del psicoanálisis lacaniano, al cual se ha dedicado por completo (sí, tuve un charlacanista por profesor). Considerando que el mostrar las ideas de Lacan como las revelaciones más sorprendentes (también las combinaba con ideas de Hegel, Marx, Nietzsche, Heidegger y Zizek), pensé que sería justo presentar un escrito donde se mostraran las razones de por qué el psicoanálisis se considera una pseudociencia y el cómo el charlacanismo parece más un culto esotérico que una disciplina humanística o psicológica. Sin más, les dejo las tonterías del charlacanismo expuestas en mi ensayo (corregido y aumentado, con imágenes cortesía de la página crítico-humorística Sigmund Fraude y Charlacán); espero lo disfruten.


"Pensamos que pensamos con nuestros cerebros, pero personalmente yo pienso con mis pies." Jacques Lacan.

Jacques Lacan es posiblemente uno de los autores posmodernos más famosos desde la década de los años 80. Lacan era una figura poco conocida en Francia antes de los años 70s, y prácticamente irrelevante en la panorámica mundial. Sin embargo, a finales de los 70s y principios de los 80s, los Escritos de Lacan comenzaron a llamar la atención entre las facultades de humanidades francesas; para cuando murió en 1981, Lacan se había convertido en sinónimo de psicoanálisis para muchos estudiosos tanto de Europa como de América. A diferencia de los discípulos originales y de seguidores más directos de Freud tales como Jung, Reich, Erikson, Adler y Rank, quienes acabaron creando sus propias escuelas de pensamiento independientes, una de las principales tesis de Lacan era el “retorno a las obras de Freud.”

sábado, 7 de septiembre de 2013

7 Razones para no creer en la homeopatía

Luego de un largo tiempo de no escribir nada por aquí (ah pero les dejé una interesante colaboración de Fabián Granobles y publiqué mi confesión de magufo anónimo en Magufobusters), decidí crear un nuevo top 7 con las principales razones para decir sin temor a equivocarme que la homeopatía NO es ciencia.

¿Por qué no es ciencia? Porque en ciencia no se admiten afirmaciones extraordinarias carentes de evidencias extraordinarias del mismo peso. Así de simple, así de sencillo. La homeopatía como intento fallido de disciplina de la salud afirma un montón de cosas que rayan en la locura. Sin embargo, ese no sería un problema si tan solo esa locura estuviera sustentada en algo. A muchos nos puede parecer una locura la teoría de la evolución, la relatividad, la idea de que un virus puede causar enfermedades que van desde la gripe al sida, que el universo haya surgido básicamente de la nada, que los electrones son capaces de aparecer y desaparecer solo para volver aparecer en otra parte o que una misma partícula puede estar en varias partes al mismo tiempo y en el mismo espacio. Sin duda cualquiera dirá a primera vista que los científicos que trabajan en todo esto se han fumado de la verde (o tal vez de la morada). Parece de locos, podríamos incluso (en otra época e ignorando el contexto) decir que todo eso es ridículo, sí, pero por más ridículo que suene todas esas afirmaciones están sustentadas en la evidencia.

En ciencia importa poco si algo va en contra del sentido común o incluso contra "lo establecido", siempre que se base en evidencias públicas, verificables, contrastables, falsables y que puedan ser descritas y explicadas de forma legible, estas se aceptarán como auténticos conocimientos científicos (contrario a lo que cualquier posmodernista podría pensar). La homeopatía parece ser toda una locura y no hay nada que nos demuestre que sea algo más que eso.

martes, 12 de febrero de 2013

Día de Darwin: el primer antidarwinista


Primero que nada...
¡FELIZ DÍA DE DARWIN!

Ahora sí..

El debate entre ideas opuestas ha sido parte de la civilización desde sus inicios. Sin embargo, pocas ideas han trascendido tanto en la historia como lo ha hecho la evolución. Y es que no solo revolucionó las ciencias naturales, sino que provocó una sacudida mental a la ética, la filosofía, la política, la religión y a la cultura en general.

Un día como hoy, pero de 1809 nació la mente que causaría esta increíble revolución, tal vez, la más importante del siglo XIX: Charles Robert Darwin. El gran naturalista (reconocido como uno de los grandes genios de la ciencia, comparable con mentes como Galileo, Newton y Einstein), durante su juventud disfrutó de las enseñanzas escritas que había dejado el teólogo William Paley sobre cómo la naturaleza demostraba la existencia de Dios.

Paley bautizó su apología como teología natural. Para Darwin, esta doctrina dejaba muy en claro por qué el mundo natural es bello y complejo, a la vez cómo esta belleza era la obra indiscutible de un creador. El más famoso argumento de Paley es el argumento del relojero; según este, la vida es análoga a una maquina como un reloj. Si uno encontrara un reloj de bolsillo en una pradera, lo último que alguien pensaría sería que éste llegó a existir por casualidad, de forma espontanea y sin ningún relojero que lo creara. Forzosamente tendríamos que concluir que ese reloj es una maquina demasiado compleja como para haber surgido de la nada, y tuvo que haber tenido un creador para existir. Del mismo modo, la vida es demasiado compleja como para haber surgido de la nada y sin ningún creador. Por tanto, la vida tuvo un creador, y ese creador no pudo haber sido otro más que el Dios bíblico. Por tanto, Dios existe.

La teología natural puede verse como el fundamento filosófico
del actual creacionismo del diseño inteligente.
La bella retórica de Paley cautivó al joven Darwin, y muy probablemente influyó en su decisión de volverse naturalista. Sin embargo, Darwin como hombre de ciencia, y a lo largo del tiempo en que formuló su genial idea dentro de su mente, se dio cuenta que la teología natural, aunque bella, estaba equivocada. Comparar la vida con una maquina era solamente una falsa analogía. El proceso por el cual ha pasado la vida durante millones de años es un proceso que prescinde por completo de algún guía o algún diseñador.

Algunas décadas después del viaje en el Beagle, Darwin publicaría su obra magna: Sobre el Origen de las Especies por medio de Selección Natural, o la Lucha por la Existencia. El libro contenía una increíble cantidad de datos sobre naturalismo; una increíble información sobre agricultura, ganadería, entomología, botánica y algo de las entonces nuevas ciencias de la geología y la paleontología. Mostrado con elegancia y coherencia, los datos que mostraba El Origen de las Especies buscaban ser el fundamento de la tesis principal: los organismos vivos actuales, descienden de organismo más antiguos, en su mayoría extintos en la actualidad. Todos los organismos vivos tienen ancestros, y toda la vida tiene un ancestro en común y a lo largo de millones de años la vida se ramificó como un enorme árbol. El mecanismo por el cual todo esto ocurrió (y aun ocurre) lo llamo selección natural.

La selección natural, nos dice, es el mecanismo por el cual se preservan los rasgos favorables de las especies, mientras que los desfavorables o inútiles se eliminan con el paso del tiempo. Así especies adaptadas a ciertos ambientes y ciertas formas de vida pueden sobrevivir con rasgos que favorezcan su existencia o extinguirse si no se adaptan al medio y al cambio.

Darwin sabia que asegurar lo anterior era un asunto tabú, incluso dentro de los círculos académicos. Aunque ya existían posturas evolucionistas (como las ideas de Lamarck o de Erasmus Darwin), y un alto grado de escepticismo sobre el relato bíblico del Génesis, la idea de que existe un mecanismo en la naturaleza que no es guiado por ningún dios y que es el responsable de la existencia de la diversidad biológica, era demasiado escandaloso.

Darwin se aseguró de guardar silencio por años, hasta tener una buena cantidad de información y pruebas que mostrara a la selección natural como una auténtica hipótesis científica. De este modo luego de un largo tiempo de espera y siendo un resumen algo apresurado, se publicó El Origen de las Especies el 24 de noviembre de 1859.

Tal y como Darwin predijo, las críticas no se hicieron esperar. Sin embargo, algo que posiblemente no esperaba el naturalista, es que su teoría trascendiera el dialogo científico y llegara al diálogo político, ético y cultural. La teología natural había quedado atrás, ahora en los círculos científicos se debatía intensamente la teoría de la selección natural.

Un paleontólogo en específico sería el mayor atacante de la selección natural, a tal grado, que sería (hasta donde conozco) el primero en difundir una postura que hasta el día de hoy existe. Aquel paleontólogo no era otro que Richard Owen, y las ideas tan radicales que predicó llevan el nombre de antidarwinismo.
El legendario divulgador científico y escritor de ciencia ficción, Isaac Asimov, nos relata en la introducción de su ensayo Los Lagartos Terribles, que “entre los científicos hay bellacos, como en cualquier otro grupo”.

Richard Owen con un fósil de Moa.
Asimov nos cuenta que su candidato favorito para un puesto eminente en la “bellaquería científica” es Sir Richard Owen. “Fue el último de los ‘filósofos naturales’ de primer orden –nos dice Asimov sobre Owen-, que aceptaban las ideas místicas del naturalista alemán Lorenzo Oken. Creían ellos en el desarrollo evolutivo por vagas fuerzas internas, que guiaban a las criaturas hacia ciertas metas especiales.

Cuando en 1859 Charles Darwin publicó El Origen de las Especies, en que  presentaba pruebas de la evolución por selección natural, Owen quedó horrorizado. La selección natural, tal como la describía Darwin, era una fuerza ciega, que transformaba las especies actuando sobre variaciones casuales de los individuos.

Luego de esto, se desató una polémica, tal y como se desata en ciencia a la hora de poner a prueba una nueva teoría. La teoría, para ser considerada válida debe contar con evidencias que la respalden, sobreviviendo de este modo a las críticas que otros científicos puedan hacer. Y así fue como se trató a la selección natural, buscando sus evidencias extraordinarias ante tal afirmación extraordinaria.

Sin embargo, Owen buscaba destruir por completo las ideas de Darwin. “Owen escogió criticar el libro de Darwin en todos los diferentes artículos que logró publicar –continua narrando Asimov-. Eligió presentar anónimas esas recensiones, citando extensamente sus propios trabajos,  con exaltados elogios, para aparentar que los impugnadores eran muchos. Eligió dar un extracto nada fiel del contenido del libro, ridiculizándolo en vez de aducir objetivamente argumentos adversos. Y, aun peor, incitó a otros a atacar a Darwin, en forma venenosa y anticientífica, ante públicos profanos, proporcionándoles para ello información falsa.”

Darwin, ya sea por sus investigaciones o por su mal estado de salud, no solía enfrascarse en debates públicos. Si acaso, comentaba y respondía a reclamos por correspondencia. Richard Owen y Darwin intercambiaron algunas cartas discutiendo el tema de la evolución, y décadas antes de que se publicara El Origen de las Especies, Owen era uno de los paleontólogos que ayudó a Darwin a identificar los fósiles recolectados tras el viaje del Beagle.

Un dato curioso es que revelaciones posteriores por parte de Owen, demostraría que las criaturas extintas recolectadas por Darwin en su viaje (como armadillos y perezosos gigantes), estaban relacionadas  con las especies actuales de la misma zona, pero no descendían de estas, ni eran parientes de criaturas de similar tamaño en África, tal como Darwin creía.

Lo cierto es que, aunque aceptáramos la acusación que Asimov hace a Owen de ser un “…cobarde, maligno y despreciable”, también tenemos que aceptar (así como el propio Asimov acepta), que Richard Owen fue un gran científico, figura imposible de omitir en la historia de la paleontología.

Otro punto destacable es que, aunque podemos verlo como el primer científico antidarwinista, nunca fue un creacionista. Owen creía que los organismos biológicos surgen como resultado de algún tipo de proceso evolutivo. Para esto, creía que existían seis tipos de mecanismos: el desarrollo de la partenogénesis prolongado, parto prematuro, malformaciones congénitas, atrofia lamarckiana, hipertrofia lamarckiana y transmutación. De estos, la transmutación era el menos probable, según Owen.

Algunos historiadores de la ciencia argumentan que Owen abrazaba el evolucionismo, pero se alejó del asunto cuando en 1844 se publicó de forma anónima Vestigios de la Historia Natural de la Creación (décadas más tarde se sabría que fue obra del periodista y editor Robert Chambers), y con esto se desataría  un militante debate, una polémica sobre evolución y el origen de las especies vivas antes de que se publicara El Origen de las Especies.

Owen había demostrado una secuencia evolutiva del caballo a través de los fósiles  de estos equinos y sus antepasados. En 1852 descubrió las glándulas paratiroideas, al disecar un rinoceronte (no pasó mucho para que también se descubriera en el ser humano).

Pero el mayor éxito de Owen que lo haría saltar a la fama, se la debe a la creación de una palabra. Fue uno de los primeros en estudiar unos extraños fósiles bastante antiguos de lo que parecían ser gigantes monstruos. Fósiles de unos animales inexistentes por varios millones de años, que median hasta cinco veces más que el elefante vivo más grande conocido.

Los enormes esqueletos, reconstruidos por los restos fósiles, eran de una naturaleza netamente reptiliana. Por esta razón, Richard Owen los llamó “lagartos terribles”, “Dinosaurios” por su traducción en griego. Asimov nos dice de forma sarcástica que “realmente esos gigantescos reptiles antiguos tienen más cercano parentesco con los caimanes que con los lagartos; pero yo reconozco de ‘Dinocrocodilia’ hubiese sido un nombre inadmisible.  El nombre arraigó, y hoy yo estoy seguro de que muchos niños saben describir varios dinosaurios, aunque no sepan describir un hipopótamo, ni hayan visto un okapi.”

Los años pasaron; Owen continuó impartiendo tanto conferencias de paleontología como de antidarwinismo. El biólogo, y pupilo de Darwin, T.H. Huxley le haría frente ante los reclamos y debates sobre evolución humana y parentesco con otros primates. Owen, a pesar de ser un evolucionista, pensaba que el ser humano era un “algo aparte” en la naturaleza, es decir, no descendía ni tenía parentesco con los animales.

En sus intentos de desprestigio, Owen trató de manchar el nombre de Huxley por haber sido un defensor de la idea de que “el origen del hombre  es un mono transmutado”. Durante su carrera, Huxley hacia hincapié en que la anatomía comparada del ser humano con primates recién descubiertos como el gorila, demostraba el parentesco entre especies. Evidencia visual de la comparación entre el cerebro humano y el de los gorilas, por ejemplo, demostraba que no existían “estructuras faltantes” (como el hipocampo menor y el cuerno posterior), tal y como Owen aseguraba para probar que los monos no tenían nada que ver con los humanos. Huxley acusaría a Owen de perjurio y charlatanería por mentir en la evidencia.

Tiempo más tarde Owen reconocería que tales estructuras faltantes en realidad sí se encontraban en el cerebro de primates, aunque con menor desarrollo; pero que el tamaño de los cerebros primates (más pequeños que el cerebro humano), era un argumento para diferenciar a los humanos y los primates.
 Las afirmaciones y argumentos de Owen eran cada vez menos escuchadas, mientras que las conferencias de Huxley se volvían un éxito rotundo, dejando de lado al antidarwinismo y al creacionismo; mirando a los seres humanos como una especie de entre miles.

Algo que es interesante observar en el antidarwinismo de Owen es que no solo buscaba criticar la selección natural como teoría científica, sino que le molestaba la idea de que el ser humano, aun con su gran cerebro y su cultura única, fuera un animal. Este es el mismo sentimiento que imperó en el antidarwinismo a través de los años. No es en sí la idea de que la vida evoluciona y se adapta lo que molesta, sino el pensar que un ser tan “perfecto” como el humano haya pasado (y siga pasando) por el mismo mecanismo evolutivo por el cual especies “salvajes” han pasado.

¿Fósil de transición o
solo un "pájaro viejo"?
En enero de 1863 Owen compraría el fósil recién descubierto de Archaeopterix para el Museo Británico. El hallazgo demostraba una de las predicciones de Darwin, un “proto-pajaro” que mostraba características reptilianas (es decir, un fósil de transición), eran ciertas. Owen jamás admitió que el fósil fuera algo más que un pájaro muy antiguo.

Tal vez veamos a Richard Owen como el malo de la historia, pero hay que reconocer que, en gran medida, fueron los debates y críticas que mostró ante la teoría de Darwin lo que impulsó la investigación profunda y la divulgación de esta idea a un público hasta entonces ajeno a la ciencia. Un público que miraba a la ciencia como algo a parte, casi esotérico. Ahora el debate científico se convertía en un debate de interés social.
Darwin, al final de su vida confesaría que “solía ​​tener vergüenza de odiarlo tanto [a Richard Owen], pero ahora cuidadosamente acaricio mi odio y desprecio en los últimos días de mi vida”.

En la actualidad, el antidarwinismo sigue vivo, aunque principalmente avivado por el fundamentalismo del creacionismo y la pseudociencia del diseño inteligente. El antidarwinismo actual, muestra exactamente las mismas características del antidarwinismo de Owen de hace más de 150 años. Una postura dogmática, deshonesta y militante que ignora la evidencia con tal de preservar la creencia o la ideología dominante.
De la historia, estudios y argumentos de Owen tal vez haya que aprender, del antidarwinismo no.

Una vez más...


¡FELIZ DÍA DE DARWIN!


y...


¡Feliz cumpleaños Mamá!

SI TE INTERESA ESTE TEMA

*Historia de El Origen de las Especies de Charles Darwin, de Janet Browne, Editorial Debate, México, 2008.


*El sitio web del Museo de Historia Natural de Londres ofrece una pequeña pero instructiva biografía de Richard Owen.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Las mentiras de los homeópatas II


Hace poco más de un mes que publiqué la primera parte de esta breve serie y desde entonces un buen magufo defensor de los derechos de la pseudociencia no ha dejado de escribir. Por supuesto, platicarles esto no significa que esté molesto con el amigo magufo (a quien por cierto piensa que la sola palabra “magufo” es un argumentoad-hominem. Lo bueno es que busca enseñarme lógica), ni que no tiene derecho a expresar y defender lo que piensa o cree.

Todo lo contrario, si algo ha dejado claro su ejemplo, disponible en los comentarios de la primera parte, es que la defensa de la pseudociencia no cederá terreno ante sus críticos. Como sea, nuestro amigo me ha llegado acusar de charlatán y de pseudocientífico, por supuesto, ignorando el hecho que un charlatán es alguien que le vende algo falso a un público (y aquí no vendo nada falso ¿o si?) y que un pseudocientífico es alguien que asegura hacer ciencia (cosa que jamás he dicho que hago) cuando solo hace magufadas, pero bueno. Quien se fija. Después de todo, él dice que yo soy el que no entiende de ciencia ni de lógica, se nota que él si sabe ¿o no? (sarcasmo).

lunes, 1 de octubre de 2012

Las Mentiras de los homeópatas


Tal vez no exista en este mundo una pseudoterapia mas atacada y (por desgracia) más usada en el mercado, que la homeopatía. La industria homeopática ha crecido de forma impresionante. Ya son famosos los casos en que universidades de prestigio, aun contra su responsabilidad académica de fomentar el conocimiento científico y el pensamiento crítico, ofrecen cátedras en homeopatía y terapias “naturales” (una cantidad tristemente célebre de universidades, que hoy día conforma gran parte de la lista de la vergüenza en crecimiento); así como también, casos de gobiernos que apoyan económicamente los laboratorios homeopáticos.

Menos célebres entre el público, pero siempre dando la batalla, son los casos de campañas para desenmascarar esta pseudociencia como un mero timo. Ahí tenemos a James Randi junto a la Skeptic’s Society, Quackwatch y al Consejo Nacional contra Fraudes en la Salud combatiéndola en los Estados Unidos; a la campaña mundial (que por cierto, este año parece no haberse celebrado) 10:23, suicidio homeopático, en la que se ha mostrado la inutilidad de los chochitos azucarados; la labor tanto de científicos, como en los casos de los sitios, la Medicina Basada en la Ciencia, el monográfico escrito de Miguel Ángel Sabadell, ¿Es efectiva la Homeopatía? O el libro La Homeopatía ¡Vaya Timo!; como también de ciudadanos preocupados por la problemática social llamada pseudociencia. Ejemplos de esto bien podría ser la serie transmitida desde España, Escépticos o los esfuerzos de divulgación de ARP-SAPC con su boletín“El Escéptico Digital”; o los esfuerzos de múltiples blogs como el Popurrí Escéptico, elRetorno de los Charlatanes, Sobrenatural.net, Papá Escéptico, la AsociaciónEscéptica de Chile, el Médico Escéptico, el Círculo Escéptico, Amazings, Alerta Pseudociencia, o incluso este humilde espacio.

lunes, 17 de septiembre de 2012

The [Pseudo]History Channel estrenará nuevo programa magufo sobre ovnis


“…la superchería es mejor negocio que la divulgación científica y los canales que dicen ser de documentales están urgidos de dinero. También hay programas sobre subastas y diseño de motocicletas, y eso no significa que las subastas sean una disciplina científica. El ‘prestigio’ intelectual de The History Channel no me parece que haya existido nunca, por cierto.” Mauricio-José Schwarz.

En vez de buscar crear una segunda temporada de Mundo Jurásico y de Evolución, o de volver otro libro de Paco Ignacio Taibo II una nueva serie, el afamado canal, antes de difusión cultural y ahora de difusión pseudocultural, The History Channel, está por estrenar una nueva serie en la que ahora le dará los micrófonos a los ufólogos latinoamericanos para que puedan decir las sandeces que se les antoje sin que nadie los critique el acto.
El nuevo programa llamado Contacto Extratrrestre se estrenará hoy a las 10:00 pm (México) mostrando que Latinoamérica no se queda atrás en la charlatanería y el sensacionalismo. Si no les bastó con Cazadores de Ovnis (en donde nomás no lograron cazar ni un pinche resfriado), Archivos Extraterrestres (en donde de vez en cuando presentaban un poquito de crítica), MonsterQuest (que empezó bien, pero acabó siendo una bazofia), El Efecto Nostradamus (mas desesperados por conseguir audiencia no podían estar), Alienígenas Ancestrales (en donde cualquier estupidez que saliera de la boca de von Daniken o de Tsoukalos era una posible especulación “a considerar seriamente”), Eso es Imposible (igual que MonsterQuest, comenzó bien, y al último se volvió un desfiladero de conspiranoias sin sentido), Súperhumanos (donde para ellos, videntes, telequinéticos y controladores del Chí son verdaderas proezas del hombre) o los especiales de la Semana de lo Desconocido (que lo hacen cada mes), ahora  con Contacto Extraterrestre, The Pseudo History Channel presume de su tan variada programación, haciendo de este canal una auténtica vergüenza en donde se vende cualquier tontería haciéndola pasar por Historia o Ciencia, o por lo menos de “especulaciones que deberíamos considerar”. 

Una verdadera decepción para millones de televidentes, sin lugar a dudas, aunque claro, mientras unos exigen buena programación basada en la crítica, el debate y la evidencia, otros aclaman los programas de falsos misterios y de charlatanería paranormal.

A este caldo escupido por una mula enferma, nomas le falta promocionar medicinas alternativas y creacionismo para ahora sí volverlo The Magufo Channel, un lugar donde encontrarás las magufadas a tu gusto: desde platillos voladores, conspiranoias, psíquicos y profetas, pseudoarqueología, ocultismo, criptozoología y curanderismo a tu gusto.

He sido testigo, en más de una ocasión, de cómo los magufos sin escrúpulos lanzan las afirmaciones mas ridículas a través de programas que se transmiten en todo EEUU y Latinoamérica. Estos son algunos ejemplos de los que puedo recordar:

*En Monsterquest, mientras buscaban humanoides voladores, los “investigadores” entrevistaron al famoso charlatán Jaime Maussan, como si fuera un auténtico periodista experto, quien les mostró el cadáver del fraude de Metepec como un auténtico  caso de una criatura desconocida; los “científicos” del programa concluyeron que la “criatura” era un auténtico enigma sin resolver por parte de la ciencia.

*En Cazadores de Ovnis fueron variadas las ocasiones en que sus protagonistas aseguraban cosas como que platicaron con auténticos híbridos entre humanos y extraterrestres, que los gobiernos los perseguían cuando hacían sus investigaciones, que el Starchild era un auténtico enigma que demostraba el contacto con ET siglos atrás, que existen bases submarinas, que se encontraban con auténticos residuos de ovnis como el artefacto Bob White… en fin, contar las maguferías que se aseguraban en el programa me llevaría incluso a escribir un libro.

*En Alienígenas Ancestrales la lista de tonterías es gigantesca; sin embargo, hay una que entre todas estas se destacó, para mí, como una de las más graciosas y ridículas de las que había escuchado en mí vida: las criaturas míticas como los hipogrifos, las hidras, los dragones, los dioses egipcios, las esfinges, los minotauros… ¡en verdad existieron! ¿Qué cómo es posible? ¡Aliens mis amigos! ¡Aliens! Tan cómico como pueda sonar, existe un capítulo entero de una hora en el que se dedican a “demostrar” que los alienígenas se encontraban tan desquehacerados que decidieron jugar al doctor genetista, revolviendo el código genético de un montón de animales con otros montón de animales y como resultado de sus experimentos fallidos quedaron un montón de híbridos monstruosos de los cuales, los antiguos hablarían. ¿Las pruebas de tal cosa? Los propios mitos. ¡Mother of God!

*En Súper Humanos, mostraron a un vidente de los sueños, quien asegura que vio en sus sueños cosas como el atentado a las torres gemelas; este sujeto ya había estado a prueba, fallando en un experimento simple en el que consistía en que soñara lo que diría un papel que a la mañana siguiente le iban a dar. El psíquico soñador ni se acercó a la respuesta. Sin embargo, Pseudo History con sus “pruebas” demostró que era un auténtico súper humano.

*En Eso es Imposible, el capítulo con el que (según recuerdo) finaliza la serie, “Guerra Climatológica”, muestran una serie de conspiranoicos que aseguran que nos aproximamos a las guerras en las que se usa el clima como un arma de destrucción masiva. Según el capítulo, cosas como el huracán Katrina, el Tsunami de 2004 y otros desastres naturales bien pudieron haber sido los primeros ataques. ¿La forma en la que los gobiernos lograrían controlar el clima? Con antenas que de alguna forma alternan la atmosfera, “tal vez” el proyecto HAARP sea un brillante ejemplo de tan chistosa afirmación carente de sustento.

Si hablara de todas las sandeces que se han presentado en estos programas pseudocientíficos simplemente no acabaríamos.

¿Muestra acaso The History Channel alguna aclaración sobre la cantidad de magufadas que se hablan en sus horarios? El canal asegura que “ni apoya ni refuta las ideas que se expresan en los programas, solo se presentan como posibilidades discutibles con sus respectivas evidencias”.

Créanme cuando les digo que no habría problema si en verdad se presentaran así los programas: discutiendo estas ideas y posturas de forma crítica y analítica; mirando las evidencias y poniendo a prueba todas las afirmaciones. El problema es que esto no pasa. Los programas muestran únicamente a los defensores de teorías de la conspiración, ovnis y demás pseudociencias sin encontrarse con un análisis de algún científico o un historiador serio. Así, se presentan a estos magufos como “expertos” en el tema; expertos  más parecidos a los que presentan el show de Extranormal o de Los Grandes Misterios del Tercer Milenio que a científicos  o historiadores. Así de serio, objetivo y prestigioso miro a History.

Aunque Discovery Channel y National Geographic también han tenido sus tropiezos incluyendo uno que otro programa pseudocientífico, lo cierto es que History se merece el premio Magufóscar como el principal medio de difusión de la irracionalidad en televisión por cable.

Estoy seguro que muchos magufos dirán en defensa de History, que debe haber libertad de expresión para todos los gustos; que History es libre de presentar estos programas. Yo les respondería que sí, sin importar la magufería de la que se trate, sus defensores tienen todo el derecho y la libertad de expresarse. Lo único que les replicaría es, existen medios en dónde expresar ese tipo de ideas: en canales como Sci Fi o en programas estilo Extranormal, pero no en canales que se supone, son de divulgación científica y cultural.

Difundir la Pseudohistoria en canales de Historia solo confunde a la gente, ya de por si confundida sobre los conceptos de Historia, Cultura y Ciencia. Es como si en un hospital se ofreciera un área de chamanes, porque cada quien es libre de quererse curar como le plazca.

Hace un par de años se creó un blog para exponer ante el público los charlatanes psíquicos del programa “Clarividentes” de Discovery; creo que es hora de crear un blog para exponer las tonterías que divulga The History.

Programas que vale la pena mirar en The History Channel.

Estos son los programas que todavía se salvan de la pseudociencia (hasta donde he visto), y que valen la pena mirarlos y seguirlos por su contenido en ciencia, cultura y entretenimiento inteligente. Varias de estas series ya no suelen pasarlas en el horario común, plagado actualmente de las otras series magufas.

  • ·         Mundo Jurásico. Libre de creacionismo, entrevistando a verdaderos paleontólogos que nos explican cómo vivían los grandes depredadores del pasado. Un programa del que no volvieron hacer más capítulos desde hace ya bastante tiempo.
  • ·         El Universo. Desde mi punto de vista, el mejor programa de divulgación científica del momento. Suena irónico que el canal que presenta teóricos de las paleovisitas, presente a la vez, una serie que muestra claramente que el contacto ET simplemente no ha ocurrido… y es poco probable que ocurra en el futuro cercano.
  • ·         Evolución. Serie que muestra de manera amena e interesante las principales maravillas de la selección natural. Refutando a la vez los argumentos de los creacionistas del diseño inteligente, mostrando el hecho de la evolución.
  • ·         Temporada de Zopilotes. Paco Ignacio Taibo II protagoniza una serie inspirada en uno de sus libros más nuevos sobre la historia de México en la época revolucionaria y post-revolucionaria.
  • ·         El Precio de la Historia. Una serie que muestra objetos diversos de lo más espectacular sobre distintos periodos de la historia, de distintas partes del mundo. Todo en una casa de empeños de las Vegas.
  • ·         Cazadores de Tesoros. Un par de agradables recolectores viajan por todas las carreteras gringas en busca de objetos históricos que valgan dinero para subastas y colecciones privadas.
  • ·         Los Restauradores. Salido casi como producto de sus apariciones en El Precio de la Historia, un equipo de restauradores de objetos diversos muestran sus más importantes trabajos para museos, subastas y colecciones privadas.
  • ·         Planeta Egipto. Una serie recientemente estrenada (irónicamente ya se acabó), que se aleja de la charlatanería sobre el antiguo Egipto, mostrando la historia de este increíble imperio. Desde sus inicios hasta las invasiones romanas.
  • ·         Roma. Auge y Caída. Una fabulosa serie sobre la historia del mayor imperio de la Europa antigua, narrando la historia de los grandes conquistadores y emperadores romanos, hasta la caída de dicho imperio.
  • ·         Construyendo un Imperio. Serie que muestra cómo se construyeron las grandes civilizaciones antiguas, junto a las causas de la decadencia de los respectivos imperios.
  • ·         Mundos Perdidos. Siendo esta mi serie favorita de historia, muestran algunos de los monumentos, imperios, armas e inventos más grandes de la historia de la humanidad. Desde el Titanic o  las construcciones de Drácula, hasta la ciudad utópica de Hitler y las Maravillas del Mundo Antiguo.
  • ·         Archivos Perdidos de la Segunda Guerra Mundial. Una de las grandes series sobre el gran conflicto bélico, con material estrenado en sus capítulos sobre las principales batallas sucedidas entre 1939 a 1945.
  • ·         Archivos Perdidos de Vietnam. Nuevamente, una serie que merece los honores por su excelente material histórico único. Los episodios narran cómo en una sola guerra se perdió el espíritu nacionalista basado en la fe del “gran ejército” estadounidense.

Programas que hay que mirar con escepticismo.
Estas son las series que he notado una leve carga de pseudociencia.

  • ·         Eso es Imposible. Se muestran algunos de los inventos y proyectos tecnológicos del futuro más sorprendentes, como la invisibilidad a través de ilusiones ópticas y materiales de alta tecnología como los metamateriales. El programa sede espacio al antiguo editor de la revista Scientific American, pero a la vez, muestra uno que otro conspiranoico de imaginación frondosa.
  • ·         Súper Humanos. El creador de superhéroes de comic’s como Spiderman, Hulk o los Cuatro Fantásticos, Stan Lee, se embarca en una búsqueda de auténticos hombres con algo parecido a “súper poderes”. Mujeres increíblemente elásticas, hombres súper fuertes, calculadoras humanas… ejemplos de auténticas proezas deportivas. Ocasionalmente han prestado atención a profetas, videntes y reguladores del Chí, confundiendo así charlatanería con dones increíbles.
  • ·         MonsterQuest. De todos, este es el más interesante, pero a la vez el que hay que mirar con mucho cuidado. Si bien, exploradores, biólogos, antropólogos e investigadores científicos de lo oculto, como Joe Nickell, han participado en los capítulos, también se presentan criptozoólogos mas sesgados que nunca, y en ocasiones especiales han llegado asegurar cosas como que la grabación Paterson-Gimlin de Pie Grande es auténtica o que el mono araña de Maussan era un enigma para la ciencia.

Programas magufos  que solo presentan magufadas.

  • ·         Archivos Extraterrestres. En más de 20 capítulos, solo recuerdo haber visto en uno o dos a verdaderos investigadores como Michael Shermer que buscan descifrar lo que en verdad se oculta tras los avistamientos de ovnis. El resto del programa, solo se dedica a especular conspiranoias y cualquier cosa extraña es responsabilidad de las alienígenas.
  • ·         Cazadores de Ovnis. Aunque se supone que el equipo de estos cazadores es un equipo balanceado entre un ufólatra, el editor de la UFO Magazine y un escéptico, lo cierto es que los magufos se apoderan de la atención y los principales comentarios, siempre mal interpretando los pocos experimentos científicos que se hacen. Al final de la serie, aunque el escéptico concluye que no hay una sola prueba de extraterrestres en la Tierra, los ufólatras aseguran (como lo hacen desde los años 60) que cada vez tenemos más información y más evidencias (¿cuáles? Quién sabe, pero ya tenemos mas) y que pronto tendremos el contacto final.
  • ·         El Efecto Nostradamus. El año pasado, esta era para mí la serie más tonta que había visto. Por mucho tiempo pensé que no podrían hacer nada más tonto que asegurar (a no, “demostrar”) la convergencia entre los acontecimientos actuales y las profecías antiguas. A esto mismo, los magufos le llaman Efecto Nostradamus; y a esto mismo, los verdaderos investigadores le llaman sesgo de confirmación y validación subjetiva.
  • ·         Alienígenas Ancestrales. Como dije, hace un año más o menos, pensaba que History ya se había superado a sí mismo con el Efecto Nostradamus. Pero entonces, History nos dio una bofetada  a todos los incrédulos, mostrándonos que en maguferías a History nadie le gana. De este modo, mientras colocaron el especial de la Semana de lo Desconocido, estrenaron este programa en el que los grandes magufos de la pseudohistoria hasta hace poco desconocidos para la mayoría, ahora son vistos como expertos del mundo antiguo. Si usted es un ufólatra que piensa que los extraterrestres son responsables de todo en la vida humana (en serio, de todo. Desde la creación de la civilización, la ciencia, la historia, la religión, el sexo, el capitalismo…) esta serie es para usted. Tendrá un drenado de cerebro garantizado de la compañía del magufo mayor Erick von Daniken y sus pupilos.
  • ·         La Semana de lo Desconocido. Este especial que pasan cada mes o cada dos meses aproximadamente, es una maratón de las series más tontas del canal. Su objetivo es mostrar en siete días la mayor cantidad de irracionalidad, un evento comparado solo con asistir a misa diariamente. Esa es más o  menos la cantidad de tonterías que podrían mirar en estos especiales. Esta semana justamente comienza la Semana de lo Desconocido, con su promocional “en busca de la verdad” mostrando un alienígena que se acerca a la pantalla. Más PseudoHistory no podría ser.

Mirando las listas de sugerencias anteriores, podríamos decir que a History le queda más cosas buenas que mostrar ¿o no? Uno podría decir que sí, si tan solo aun pasaran la mitad de los buenos programas que solía tener. Lo cierto es que su programación se encuentra plagada de entretenimiento barato de circo ocultista, que hace que este canal sea para mí una autentica vergüenza.

Si usted decide ser un seguidor de la programación de The History Channel, adelante, es libre de hacerlo, solo que será bajo su responsabilidad. Y no diga que no le advirtieron.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Top 10: Pseudociencias "Muertas"

Luego de un muy largo descanso, sin saber qué escribir (y también sin muchas ganas que digamos),por fin me regresé aquí con lo que creo y espero será una buena idea.

Continuando con el clásico tema principal de conversación en este espacio, la pseudociencia, decidí crear un nuevo top 10, solo que esta vez, adentrándonos al interesante mundo de la historia  pseudocientífica.


Hacer algo así como historia de la pseudociencia no es tan fácil como uno cree, ya que el concepto es relativamente nuevo. La ciencia moderna logra definirse de forma satisfactoria (mas o menos) hasta el siglo XVIII, y antes de eso, es común encontrar conceptos y disciplinas como la teología, la filosofía y la metafísica, que son nombradas ciencias.


Luego de la Ilustración y el auge de las ciencias experimentales, variados grupos de charlatanes bautizaban a sus pócimas, métodos y afirmaciones como "científicas" o demostradas científicamente. Es en este periodo cuando nace el término pseudociencia.


Uno de los registros mas antiguos que se tienen sobre alguien hablando de una pseudociencia (de acuerdo a Rational Wiki)  y refieriendose a ella como tal, se encuentra en "Northern Journal Medicine" en 1844:



...Ese tipo opuesto de la innovación que pronuncia lo que ha sido reconocido como una rama de la ciencia, que ha sido una 'pseudo-ciencia', compuesta únicamente de los llamados hechos, conectados entre sí por malentendidos bajo el disfraz de principios...
Antes de los siglos XVIII y XIX, es raro encontrar referencias a disciplinas que se les llame pseudociencias. De este modo, afirmaciones milenarias como la astrología, la acupuntura, el exorcismo, entre otros, no podían ser considerados pseudociencias ya que en ese entonces no existía tal concepto.

El concepto de pseudociencia nace solo cuando el concepto de ciencia es claro y definido: cuando la ciencia adquiere ese poder de ser verificable y de demostrar lo que afirma, es decir, cuando se entiende lo que es el método científico.


De modo que este artículo (y su posible segunda parte, que tal vez haga después), será algo anacrónico, juzgando de pseudociencias a ciertos estudios que jamás adquirieron esa denominación. Pero solo serán algunos, ya que los dos últimos siglos han visto nacer y morir disciplinas que desde el comienzo fueron tachadas de pseudociencias.


Sin mas aclaraciones por el momento, comencemos con nuestro conteo.


10. Dracología. La Edad Media, contrario a lo que muchos pensamos, fue una época con abundantes reflexiones filosóficas sobre nuestro lugar en el universo y el lugar de los seres con los que compartimos nuestra existencia. Sí, fue una era rica en reflexión, análisis y debate, lo malo es que todas estas cosas giraban al rededor de dos ideas dogmáticas incuestionables: la mitología llamada cristianismo y la escolástica aristotélica que de Aristóteles poco tenía que ver ya.



San Jorge y el Dragón, de Rafael Sanzio, 1504.

Las principales discusiones  sobre cuestiones fundamentales como el lugar del hombre, la naturaleza, la vida, la sociedad, el cosmos, etc, terminaban siempre en reflexiones encaminadas hacia concepciones teológicas y  argumentadas apologías que defendían la unión de la fe con la razón. Hablar de filosofía era hablar de teología; simplemente no había gran diferencia.

Así, los teológos medievales se encargaron de reflexionar sobre todos los aspectos, narraciones, anécdotas y hechos que se podían encontrar en la Biblia. Preguntas como "¿Adán y Eva tuvieron ombligo?" fueron el centro de serias y acaloradas discusiones. La teología medieval se encargó de definir y establecer los dogmas que hoy día tenemos: cosas como la imagen de la familia sagrada, la virginidad de María como una virtud incuestionable, la santa Trinidad, el estatus de santos y beatos, los métodos de exorcismos, la apariencia del diablo, el matrimonio como institución sagrada... fueron teorizadas, debatidas y postuladas como verdades incuestionables durante este tiempo.


Una de las imágenes que ha caracterizado al mundo medieval es su aparente obsesión con los demonios, la brujería y la herejía. Los demonios y otras bestias mitológicas mencionadas en la Biblia fueron objeto de estudios profundos, a tal punto de tener sus propias ramas dedicadas de lleno al tema.


Así, basados en la bestia mencionada en el Apocalipsis, así como en viejas leyendas como la de san Jorge y el dragón, fue creada la dracología, rama de la teología encargada del estudio científico de los dragones.


Antes de proseguir, es necesario explicar cómo y por qué alguien llegó a llamar cosas de este tipo "estudios científicos". Como dije párrafos arriba, si nos basamos en la historia, la dracología no podría considerarse pseudociencia aunque en aquel entonces la llamaran ciencia y no tuviera nada que ver con la ciencia que hoy conocemos. El concepto de ciencia en esos tiempos, era el concepto que el primer filósofo de la ciencia, Aristóteles, había usado: un conocimiento "universal", es decir, fijo, estable, necesario y cierto de las cosas, que llega hasta sus esencias, las expresa en definiciones y las explica por sus causas. La ciencia entonces es un conjunto racional de preposiciones bien definidas y correctamente argumentadas, cuyas conclusiones no presentan contradicciones con sus premisas. Bajo esta definición, podríamos decir que la teología, la filosofía e incluso cosas como la astrología son ciencias, y es precisamente lo que se entendía por ciencia en aquellos siglos.


Hoy en día, si nos encontráramos con alguien que dice que estudia a los dragones, pensaríamos una de dos posibilidades: o estudia el mito del dragón mediante la antropología comparada, y así es capaz de conocer la descripción de cómo distintas culturas al rededor del mundo crearon mitos parecidos... o tal vez es una persona que con armadura y espada busca dragones, y en tal caso, lo mas razonable es que debería leer el ensayo de Carl Sagan: Un Dragón en el Garaje.


9. Alquimia. Si el numero 10 del top no les convenció como disciplina pseudocientífica antes de la invención de la palabra pseudociencia, seguramente será en esta en la que estarán de acuerdo que de pseudociencia tiene toda la cara.


Probablemente se trate de la primera pseudociencia experimental de la que se tenga registro: la alquimia, el conjunto de técnicas milenarias y ocultistas que cuyos objetivos (transformar metales comunes en metales preciosos, crear un elixir para curar todas las enfermedades y  poder encontrar a la vez la clave para la inmortalidad; todo esto a partir de la mítica sustancia o compuesto conocido como piedra filosofal), se volvieron la obsesión de mentes tan geniales como la de Isaac Newton.


La alquimia se basaba en el principio griego de que toda la materia se conforma únicamente de cuatro elementos básicos (agua, aire, tierra y fuego) y tres esenciales (sal, azufre y mercurio).


Algunos historiadores aseguran que los orígenes de la alquimia medieval y renacentista europea, pueden ser rastreados hasta la antigua literatura china, así como también en un texto escrito supuestamente por el dios egipcio Thot, conocido en la Europa cristiana como Hermes Trimegistro (nombre del dios griego que servía de mensajero entre las almas mortales y el Hades): el Corpus Hermeticum, que comenzó a circular en Italia al rededor de 1455.


La combinación de la magia con la experimentación controlada que fue condenada como brujería por la iglesia, y que cobró varias vidas debido a la exposición de gases e intoxicación por metales pesados, sentaría las bases para poder construir la ciencia, y mas en específico, la química.


Una vez separada de la magia y el ocultismo, se deja la alquimia, y  la química se vuelve una disciplina científica enfocada en el estudio de la materia desde sus unidades mas elementales. En 1661 el célebre escrito de Robert Boyle, The Sceptical Chymist (El químico escéptico) marcaría dicha separación entre ciencia y magia.


Hoy en dia, los movimientos de la new age reviven viejos mitos y métodos obsoletos como los de la alquimia, combinándolos con pseudomedicinas y otras creencias esotéricas, que de validez y de científicas no tienen nada.


Véase mas: Alquimia, artículo del Diccionario Escéptico.


8. Mesmerismo y magnetismo animal. La Edad Media y el Renacimiento fueron dejados atrás, pero parece ser que la superstición y el mito enmascarados en verdad nunca pasan de moda. Entre los siglos XVIII y XIX surgieron un conjunto de nuevas disciplinas enfocadas supuestamente a dar respuestas a las preguntas que los científicos de ese entonces aún no podían responder. Por supuesto, olvidándose de la rigurosidad científica y especulando sin bases sólidas reales.


Un ejemplo genial de lo que hablo, es el mesmerismo, creado por el médico alemán Franz Anton Mesmer. En 1766 en su tesis De Planetarum influxu en el corpus humanum ( Sobre la influencia de los planetas en el cuerpo humano ) sostuvo que los astros afectan la salud humana: 



el sol, la luna y las estrellas fijas se afectan mutuamente en sus órbitas, que causan y dirigen en nuestra tierra un flujo y reflujo, no sólo en el mar, pero en la atmósfera, y afectan en de manera similar todos los cuerpos organizados por medio de un fluido sutil y móvil, que impregna el universo y sus asociados todas las cosas juntas en una relación mutua y la armonía. 
Aseguraba que muchas personas (entre ellas, él incluido) poseían un "animales magnétisme", hoy traducido como magnetismo animal (nada que ver con el concepto moderno, que hace referencia al atractivo sexual) una supuesta fuerza que (según imaginaba) solía usar con sus pacientes; hoy sabemos que eso que llamaba magnetismo animal, en realidad no era mas que buenas técnicas en una  sesión de hipnosis.

Aunque el magnetismo animal es solo fruto de la imaginación de Mesmer, creía firmemente en que éste   podría afectar el flujo de un fluido universal que penetra todas las cosas que le permitiría curar a los enfermos y  ciegos. Desde luego, nunca curó a nadie. En una ocasión, tratando de curar a un músico ciego. El quedar en ridículo fue suficiente para expulsarlo de Viena en 1777. 



Luego de algunas acusaciones de charlatán, Mesmer continúo con sus "terapias". Pronto comenzó a usar imanes, volviéndose un sanador de objetos magnéticos. Colocaba imanes en el cuerpo de un paciente mientras que éste se acostaban o sentaban en "agua magnética". Al parecer, el curador magnético obtuvo cierta fama; luego de un tiempo se daría cuenta que obtenía los mismos resultados de aparentes sanaciones sin usar imanes.
Según parece, Mesmer creía a pies juntillas que existía un flujo energético que atravesaba todo el universo (el magnetismo animal) y que él, sabía cómo manipularlo. Por supuesto, afirmaba que esto era real, ya que sus sesiones de curación "funcionaban". ¿En verdad existía este flujo energético del que Mesmer y sus pacientes eran testigos?

El mesmerismo alcanzó tanta fama, que un comité de científicos (entre los que destacaba Ben Franklin) investigó de cerca los "show's" de Mesmer para averiguar la verdad detrás del magnetismo animal. ¿Los resultados? Franklin y el resto de investigadores concluyeron que la combinación del auto-engaño y el curso natural de vida de las enfermedades, junto algo de euforia por el espectáculo (esta mezcla hoy conocida como efecto placebo) era una mejor explicación a lo que sucedía. No existían razones para pensar en nada parecido al magnetismo animal como una explicación plausible.

El poder de la sugestión, la carpa del teatro, la túnica de Mesmer, la fe impulsada por participantes entusiastas y la esperanza o desesperación por ser curado de terribles enfermedades en el siglo XVIII y no una fuerza invisible universal, fueron los componentes que dieron éxito a esta pseudoterapia hoy día extinta.




7. Frenología. Los siglos XVIII y XIX vieron nacer grandes ideas y revoluciones intelectuales tales como lasideas de Democracia de J. J. Rousseau, las críticas filosóficas de Voltaire, el método desistematización y las leyes del movimiento de Newton, el esquema cosmológico de Pierre Laplace (todo esto en siglo XVIII); y  la selección natural de Darwin, el utilitarismo de John Stuart Mill o el pensamiento marxista expuesto en el Manifiesto Comunista de Marx y Engels (durante el siglo XIX). Estos serían los siglos de repensar el lugar del hombre como especie, como sociedad y como individuo.
Sin embargo, así como se vislumbraron grandes descubrimientos científicos y revoluciones filosóficas durante el citado siglo, también tuvieron  nuevas teorías que más tarde serian consideradas teorías pseudocientíficas. Mejor ejemplo de esto no puedo recordar que no sea la frenología.

Todo comenzó cuando el médico vienes Franz  Joseph Gall afirmó que existen 26 “órganos” en la superficie del cerebro que afectan el contorno del cráneo. La frenología entonces, se ocupaba de “estudiar” la estructura del cráneo para así determinar la conducta, carácter y capacidad mental de una persona.
Las protuberancias y hendiduras craneales, afirmaba Gall, reflejan las áreas específicas del cerebro que determinan las funciones intelectuales y emocionales del individuo. Los órganos del cerebro que se utilizan más se hacen más grandes, mientras que aquellos que no eran utilizados se encogían, y de este modo el cráneo obtenía una deformación medible.

El pupilo de Gall,  Johan Kaspar Spurzheim, se ocupó de divulgar las afirmaciones de su maestro por todo Estados Unidos, haciendo de estas ideas tan famosas como lo sería el antidarwinismo varias décadas más adelante. En 1815 Thomas Foster llamó al conjunto de afirmaciones de Gall y Spurzheim “frenología”, utilizando como etimología una palabra griega (phrenos) que significa mente. Así la frenología nace buscando “revolucionar”  la investigación psicológica y los perfiles conductuales.
La frenología bien podría ser vista como un intento anterior a las neurociencias y las ciencias cognitivas de poder identificar las causas de la personalidad e inteligencia del individuo. Por un lado, comenzó con las nociones acertadas que identifican al cerebro  como sede de la conducta, la personalidad, las emociones, la inteligencia y la mente en general, y que diferentes partes del cerebro son responsables de diferentes funciones mentales; por el otro, los frenólogos ubicaron la localización de las facultades mentales de forma arbitraria y basados en ninguna evidencia.

Aunque la frenología fue desacreditada a mediados del siglo XIX como una farsa, lo cierto es que siguió contando con seguidores e importantes defensores. Entre las personalidades que creían y apoyaban la frenología es posible encontrar nombres como Thomas Edison y Alfred Russell Wallace, entre otros.

A mediados de 1800's y comienzos de 1900's aparecerían publicaciones de "prestigio" sobre frenología como American Phrenological Journal and Life Illustrated creada por los hermanos Fowler y Samuel Wells en 1838, y cerrando en 1911; en Edimburgo la Combe's Phrenological Journal vería la luz en 1823; otro ejemplo de esto fue el Combe's the Constitution of Man, la cual vendió mas de 300, 000 copias entre 1828 y 1868.

Los estudios en frenología darían origen a otras pseudociencias actualmente extintas como la craneometría (que tal vez miremos en una segunda parte de este artículo) y la antropometría (la cual veremos más adelante).

 Respecto a las predicciones hechas por la perfilación psicológica basada en las afirmaciones de Gall y los frenólogos en general, resultaron ser tan reales y útiles como las predicciones de la personalidad basada en astrología. Si bien, existieron personas que afirmaron que los perfiles frenológicos concordaban con su personalidad del mismo modo, existieron (y aun existen) personas que aseguran que su horóscopo concuerda con su personalidad. Para estos casos solo diré dos palabras: validación subjetiva.

Véase más: Frenología, en El Diccionario Escéptico.

6. Antropometría. Como ya mencioné, la frenología ayudaría a la creación de nuevas corrientes pseudocientíficas. Quizás la más llamativa de estas (tal vez porque ahora el nombre de esta pseudociencia hace alusión a una disciplina científica actual) sea laantropometría.

Definida en  Antropología Criminal (1895) de César Lombroso (padre de la criminología moderna) como la disciplina que se encarga de clasificar las características faciales y corporales de los criminales, la antropometría fue utilizada para acusar de criminales a personas con ciertos rasgos faciales bruscos. Personas que muy posiblemente eran culpables solo de ser feos o fornidos.

A diferencia de la frenología, las afirmaciones de la antropometría aun cuentan con prestigio y validez en Francia. La antropometría expuesta por Eugene Vidocq sigue siendo utilizada en pleno siglo XXI para identificar delincuentes basados en sus rasgos faciales.

El uso más infame y triste de este falso conocimiento se dio en la Alemania Nazi, donde la Oficina de la  Ilustración sobre la Política de Población y Bienestar Racial recomendó en la clasificación de arios y no arios la medición del cráneo y otras características corporales. Los certificados antropométricos y craneométricos fueron por ley obligatorios. No coincidir con las medidas faciales establecidas significaba la negación del permiso de casarse o de trabajo; en muchos casos, dicha negación del permiso significó ser llevado a un campo de exterminio.

La afirmación de que las características físicas determinan la conducta y forma de ser de la persona, carece de todo sentido. Ser grande y feo no significa ser un asesino serial, mientras que ser guapo y esbelto no significa ser una persona ejemplar. La antropometría fue totalmente refutada con los tristes y célebres casos de asesinos como Ted Bundy. En el primero, un hombre bien parecido, con un buen trabajo que asesinó sin piedad a mujeres jóvenes. Casos como estos habrían hecho que Lombroso se replanteara toda su Antropología Criminal.

En la actualidad, los diccionarios entienden por antropometría al estudio de la medición del cuerpo para su uso en la clasificación de antropología comparada.

Véase más: El artículo Antropometría de El Diccionario Escéptico; La entrada Antropometría en la Wikipedia para saber sobre la definición científica actual.

5. Grafología. Como hemos visto, los esfuerzos por explicar y describir la conducta humana han sido variados.  Disciplinas y corrientes que buscaban responder los enigmas de la mente fueron y vinieron; desde especulaciones filosóficas como el dualismo cartesiano hasta estudios de los rasgos físicos como lo hicieron la frenología y la antropometría. Desafortunadamente, ofrecer una explicación del fenómeno psicológico sin sustento como respuesta, solo terminó en convertirse en especulación sin sentido, charlatanería y pseudociencia.

Otro caso de estos fue la grafología. Según la definición clásica de la Enciclopedia Hispánica, la grafología constituye un área de estudios orientada a la determinación de rasgos característicos de un sujeto, sobre todo de índole psicológica, a partir del análisis de la forma de la escritura manuscrita de dicho sujeto.
Esta idea tiene su origen en los escritores franceses del siglo XIX, Jean-Hyppolite Michon y Jules Crépieux-Jamin.

De acuerdo a los grafólogos, el estudio de la escritura permite determinar el sexo, edad, personalidad, conducta, inteligencia e incluso ideología del individuo. Basados en la forma de las letras mayúsculas, los puntos en las “i” y “j”, la forma de las “o”, el ángulo de las palabras, el alargamiento y curvatura de la letra, es posible decir que una persona es mujer  (alargamiento exagerado de algunas letras mayúsculas) u hombre (letras nítidas, que muestran seguridad y sobriedad), si es un niño (letras con trazado engrosado y lento, con letras iguales cuya altura aumente progresivamente), un adolescente (un trazado más expansivo y confiado con rasgos firmes y ligeros) o un adulto (rasgos apoyados, ángulos, signo de duda, depresiones y fatiga en el caso de adultos jóvenes; escritura descendente, líneas convexas o cóncavas, curvas invertidas o transformadas en rectas, en la vejez).

Basados en principios similares, los grafólogos, supuestamente podrían medir nuestra inteligencia y decirnos nuestro carácter con tan solo mirar una hoja con algún escrito a mano. Por supuesto, no es de sorprenderse que las predicciones grafológicas no superen las predicciones ambiguas del horóscopo chino o de los almanaques de Walter Mercado.

Algunos, como los “estudiosos” del psicoanálisis asegurarían que las peculiaridades de la escritura del individuo resultan ser expresiones de su inconsciente.

Tal vez “inconscientemente”, tanto grafólogos como psicoanalistas “omitieron” el pequeño pero nada insignificante detalle de que sus afirmaciones descansaban nada más y nada menos que en especulaciones ambiguas y sin sustento. De la misma forma que la antropometría, la grafología pseudocientífica pasaría al olvido, pero esta misma palabra sería usada mas tarde para definir a la ciencia forense que se ocupa de la identificación y comparación de las letras de un sospechoso (así como hacen la comparativa de huellas de llanta en el lodo con llantas de un vehículo, del mismo modo la letra de algún escrito que se sabe, fue creado por el autor de un crimen, puede ser comparada con la escritura de algún sospechoso investigado).


4. Ontogénesis y Teoría de la Recapitulación. Dejando de lado las pseudociencias de la mente y poniendo atención a las pseudociencias biológicas, es imposible no mencionar antes que nada, una de las doctrinas científicas más influyentes de la historia: el darwinismo.

Pero el modelo teórico por excelencia, que explica el mecanismo principal de la evolución, la selección natural, ha tenido sus tropiezos y malinterpretaciones.

Por ejemplo, en El Origen de las Especies, Darwin acepta su completa ignorancia sobre cómo es que los caracteres de los individuos se heredan a las nuevas generaciones. Este punto flaco en la teoría sería la base para la mayoría de los ataques científicos antidarwinistas de verdadera consideración. El naturalista inglés, para salvar su teoría, especuló sobre una clase "germen", recurriendo así a una vieja idea llamada la teoría de pangénesis que sería el responsable de la herencia de los caracteres. Esta idea, considerada la gran metida de pata de Darwin representa solo uno de los variados episodios de falsas teorías para apoyar o explicar la evolución. Metida de pata corregida con la ayuda de la genética mendeliana, dando a la teoría su mayor sustento con lasíntesis moderna.

Pero no solo Darwin, tendría meteduras de pata. El naturalista alemán Ernst Haeckel sería uno de los principales defensores del darwinismo a finales del siglo XIX. Considerado el padre de la ecología como ciencia, llevó a cabo valiosos estudios sobre el equilibrio de los ecosistemas.

Sin embargo, Haekel sería creador también de especulaciones falsas sobre la evolución humana. Al igual que muchos de los primeros paleontólogos, Haekel soñaba con encontrar el fósil del animal que señalaba la separación del hombre del resto de los primates. Debido a que Haekel nunca encontró un eslabón perdido, se le ocurrió que podrá inventarlo. De este modo, Haekel incluyó a la entonces escaza línea evolutiva del ser humano, al Pitecantropos, una especie de hombre mono.

Unos años más tarde, se encontraría el fósil de un nuevo homínido con apariencias más simiescas que los fósiles de homo sapiens. Este sería bautizado al principio Pitecantropos, ya que muchos creyeron que se trataba del hipotético eslabón perdido. Desafortunadamente, tiempo después se vería que el fósil no pertenecía en lo más mínimo la especie que separó a los homínidos de otros primates. Este fósil sería bautizado más adelante homo erectus.

Haeckel suele ser citado por creacionistas para demostrar las incoherencias de las teorías evolutivas, y así demostrar (quien sabe cómo) la veracidad de la creación de dios. Los creacionistas lo que hacen (sin saberlo) es repetir la refutación de una teoríaobsoleta y no una refutación de la evolución biológica: la teoría de la recapitulación.

Haeckel en su extraña interpretación de la evolución, aseguraba que el desarrollo embrionario de los individuos de cada especie emulaba el desarrollo evolutivo de su especie en general. Por ejemplo, cada bebé que se está gestando en el vientre materno presenta todas las fases de desarrollo evolutivo de la especie humana hasta su estado actual.

La teoría de recapitulación se construía en dos conceptos importantes: por un lado, la ontogénesis, es decir, el crecimiento y cambio de forma de los organismos individuales; y la filogénesis o historia evolutiva de la especie. De este modo Haeckel, aseguraba que “la ontogénesis es una recapitulación de la filogénesis”.
Haeckel creó cientos de complejos dibujos de comparativas de embriones de distintas especies (como peces y humanos), buscando siempre señalar las semejanzas entre estas, y así “demostrando” la existencia de ancestros comunes.

A finales del siglo XIX, las hipótesis de Haeckel tuvieron un alto impacto en lo que entonces era el nacimiento lento de la biología evolutiva, sin embargo, la teoría de la recapitulación y la idea de ontogénesis  quedaron refutadas con los avances posteriores de la biología. Hoy se sabe que aunque las diferentes especies comparten ancestros comunes en la historia evolutiva, su desarrollo embrionario no es equivalente a los individuos adultos de éstos. Es decir, un feto humano no pasa por su fase de pez, luego de anfibio, después de reptil y por ultimo de primate.

Además de todo esto, se ha demostrado que los experimentos, hipótesis e ilustraciones que Haeckel ofrecía como pruebas de sus ideas, en realidad, fueron falseados y exagerados por el propio naturalista alemán.
Hoy en día, los conceptos de ontogénesis y teoría de la recapitulación solo los usan los creacionistas poco informados que aseguran que el caso de Haeckel, ha sido escondido en todos estos años junto a los casos del hombre de Piltdown, la eugenesia y el darwinismo social, por los malvados ateos darwinistas que ocultan la verdad al buen pueblo cristiano.

3. Antropología Nazi. Las malas y falsas interpretaciones de la ciencia han conducido a episodios oscuros, en los que una ideología dogmática y autoritaria usa la investigación a conveniencia importando poco la libre investigación y el conocimiento honesto, y buscando solamente legitimar afirmaciones sin sustento.
El ejemplo más oscuro de esto, fue la ciencia de la Alemania nazi. En esta ocasión, en la que revisamos las ideas pseudocientíficas, no hablaré sobre los auténticos avances de la ciencia nazi (refiriéndose a adelantos tecnológicos y algunas investigaciones medicas), sino solamente en aquella idea de que la ciencia podía demostrar que la raza aria era la raza humana superior por excelencia, y que por tanto, tenía todo el derecho de oprimir al resto de la humanidad.

Los nazis se valieron de todo tipo de ideas para justificar su ideología torcida de racismo y superioridad. Desde doctrinasesotéricas, como la astrología y el espiritismo; mitos y teorías de la conspiración como la existencia de lugares como la Atlántida, interpretaciones antisemitas de la Biblia o la paranoia de losProtocolos de los Sabios de Sión; hasta posturas pseudocientíficas como la eugenesia  y el racismo científico.

El objetivo de estudiar todas estas áreas místicas, no era otra más que demostrarle a todo el mundo que la raza aria era superior a todas las demás.

Los estudios de filosofía y antropología llevados a cabo en el mundo nazi “demostraban” que los países arios eran la cuna de toda la humanidad, que eran los herederos de los más grandes imperios y que la contaminación judía había estado presente por mucho tiempo, y que era inevitable exterminarlos.

Con base en pseudodisciplinas como la antropometría y la craneometría se buscaba discriminar con precisión “científica” y así separar a los auténticos hombres de raza pura.

Por supuesto, no es sorprendente (pero sí irónico) que, mientras usaban ciertas concepciones evolucionistas (falsas),  como el darwinismo social, los nazis se mostraron totalmente antidarwinistas, llevando a las fogatas públicas al Origen de las Especies, como amenazas contra la ideología nazi.

El que sus afirmaciones estuvieran o no acorde con las evidencias importaba muy poco, siempre cuando se confirmaran las ideas de Hitler y con esto se tuvieran “razones” para discriminar, toda idea era bienvenida.
Hoy en día, los científicos saben que el término raza es un concepto inexistente desde la biología, pues un negro es genéticamente idéntico a un blanco, y este a su vez es idéntico a un latino o a un chino, etc. El concepto raza solo tiene cierta validez etnológica para distinguir los avances de cierta cultura, pero no debe confundirse con ideas de superioridad o inferioridad.

Si bien es cierto que existen ciertas capacidades que parecen darse mejor en algunos grupos humanos que en otros (por ejemplo, los records de velocidad, casi siempre provienen de personas de “raza” negra, mientras que en la natación los “blancos” sobresalen), sigue sin ser prueba de una superioridad racial. Probablemente, dichas capacidades sean el resultado de la adaptación a ciertos ambientes a través de generaciones, o lo que algunos tal vez podrían llamar microevolución.

Algo que no solo decepcionaría a los nazis, sino que también a cualquier tipo de antropocentrista, es saber que ni siquiera los humanos como especie, somos superiores a otros animales. Tal vez seamos buenos en crear abstracciones matemáticas, en teorizar sobre el origen del Universo y en crear complejas canciones de piano, pero todo esto sería inútil en medio de la selva. Los seres humanos se encuentran adaptados a un ambiente determinado (el ambiente cultural), al igual que animales como los cocodrilos, tiburones, hormigas o chimpancés se encuentran adaptados a sus respectivos ambientes, siendo de este modo especies exitosas desde el punto de vista evolutivo.

2. Lysenkoismo. Otro caso en que la ideología política contaminó las investigaciones científicas, fue el del Lysenkoismoo la genética comunista.

Pareciera ser que durante la Guerra Fría, el estar diciendo lo opuesto de lo que decía el adversario era más importante incluso para ciertos científicos. Tal fue el caso de TrofimDenisovich Lysenko.

Tal como nos narra Robert Todd Carroll, autor del Skeptic´s Dictionary, Lysenko  era el principal defensor del Michurianismo durante los años de Lenin-Stalin. Michurin, a su vez, era un autor del Lamarckismo. Lamarck por su parte, fue un naturalista francés del siglo XVIII que abogó por una teoría de la evolución anterior a la selección natural: el Lamarckismo pues.

La teoría lamarckista sin embargo, fue rechazada por la ciencia, ya que no ofrece una explicación tan amplia, elegante y sustentada en evidencia como la teoría evolutiva resultado de la combinación de la selección natural y la genética mendeliana: la síntesis neo darwiniana. Para Michurin como para Lysenko, dicha teoría no era más que una idea absurda de lo que en la URSS se llamaba pseudociencia burguesa.

Lysenko llegó asegurar en un discurso apasionado que la genética mendeliana era una idea “reaccionaria y decadente”, declarando que cualquier defensor de tales ideas eran sin lugar a dudas “enemigos del pueblo soviético”. También anunció con esto que su discurso había sido aprobado por el Comité del Partido Comunista.

Gracias a las ideas de Lysenko (basadas en la ideología del comunismo stalinista y no en la evidencia pública y verificable), muchos verdaderos genetistas fueron despedidos, enviados a los campos de concentración rusos (los famosos Gulags) o simplemente fueron desaparecidos.

Algo curioso en las bases del Lysenkoismo, es que este tenía su fundamento en la vieja teoría del Lamarckismo, el cual, parecería una teoría que podría encajar con las doctrinas capitalistas que con las marxistas (mientras que el darwinismo, en la que considera que ninguna especie es superior a otra, bien pudo haber encajado con el Manifiesto Comunista). La razón por la que el régimen leninista-estalinista no elogiara al darwinismo, tiene poco que ver tanto con la evidencia empírica como con la ideología marxista. El régimen ya mencionado, no era marxista (en el sentido en que el pensamiento de Marx quedó totalmente deformado con Lenin y Stalin) sino que se encontraba sustentado en ideas dogmáticas creadas por sus dictadores, en las que cualquier cosa que proviniera de “burgueses” tenía que ser falso.

El Lysenkoismo murió en la comunidad científica rusa hasta 1965, más de diez años después de la muerte de Stalin.

El Lysenkoismo, junto a la antropología nazi son ejemplos, no solo de pseudociencias, sino de un concepto poco escuchado, pero bastante riesgoso para la investigación y la educación científica: la ciencia basura, o sumisión de la investigación a la ideología política dominante. Estos casos son sin duda graves tropiezos en la ciencia, y el no olvidarlos es clave para evitar que algo similar ocurra de nuevo. En la actualidad, las ideas creacionistas antidarwinistas y de superación racial están presentes en algunas de las figuras políticas más importantes de los Estados Unidos, mientras que tanto en éste ultimo como en los países europeos, comienzan a germinar ideasneonazis.

 Estos casos no deben ser ignorados, o podríamos encontrarnos con que la historia se repite.

Véase también: Lysenkoismo, artículo del Diccionario Escéptico
El Mundo y sus Demonios, de Carl Sagan.

1. Darwinismo Social. Luego de recorrer desde el mundo medieval hasta el siglo XX, podemos afirmar con un alto grado de certeza, que la pseudociencia, así como los falsos conceptos de ciencia y la ideología política, han representado un verdadero dolor de cabeza para la historia de la ciencia. Sin embargo, bien se dice que no hay progreso sin tropiezos.

Muchas de estas ideas eran aceptadas como auténticas teorías científicas en su momento, hasta que se encontró evidencias que demostraban su equivocación, ineficacia o incompetencia para poder explicar de forma crítica y objetiva la realidad. De este modo, las falsas nociones fueron desechadas dando cabida a modelos más ordenados y correctamente sustentados. Esto no significa que estemos en el culmen de la ciencia en la actualidad.

El solo pensar cuántas de las actuales teorías científicas quedaran arrumbadas en el mismo saco donde están ahora cosas como la alquimia, la frenología o la ontogénesis, dentro de 100 o 200 años,  llena de fascinación a cualquier aficionado de la ciencia (como yo).

De este modo, termino el top 10  de las pseudociencias muertas con una de las ideas más dañinas y que ha favorecido más a la malinterpretación de la auténtica ciencia: el darwinismo social.

De acuerdo al concepto que ofrece la Wikipedia, por darwinismo social se entiende a la teoría que afirma que las leyes sociales forman parte de las leyes naturales, y que pone en primer plano la lucha entre individuos o grupos humanos como fuente de progreso social y biológico.

De este modo, la ideología neoliberalista y consumista es justificada y reafirmada como la mejor concepción económica que pueda existir. Beneficia  solo a “los más aptos”, y de este modo, cosas como la pobreza quedan claramente explicadas como algo “natural” que necesariamente debe existir. No es sorprendente que estas ideas tengan tantos detractores; sin embargo, algunos creacionistas mal informados (o mal intencionados), suelen usar el concepto de darwinismo social para descalificar las nociones evolucionistas de la biología actual.

A pesar de esto, el darwinismo social no implica por sí mismo, una posición política. De hecho, algunos darwinistas sociales proponen teorías del progreso social basadas en la competencia, mientras para otros lo principal es la solidaridad.

Así, el darwinismo social como tal puede ser visto como un conjunto ecléctico de propuestas -basadas en percepciones políticas anteriores- que proclaman basarse (falsamente) en las leyes biológicas propuestas por Darwin. Se puede mostrar fácilmente que, desde la publicación de su obra, existió un gran interés en aplicar sus percepciones a teorías y concepciones sociales.

Aunque suele ubicarse el origen del darwinismo social en las obras de Herbert Spencer (anteriores a las ideas del propio Darwin por cierto), el término fue utilizado por primera vez  como tal, por Joseph Fisher en 1877, quien lo utiliza en el contexto de expresar dudas que la propuesta de otro autor demuestre que haya existido evolución en el campo del sistema de propiedad en la legislación anglosajona a partir de antecedentes célticos: "No puedo encontrar nada en las leyes Brehon que avale esta teoría de darwinismo social".

Ante esto, la Rational Wiki nos informa que el término "darwinismo social" en sí mismo fue ampliamente usado como un epíteto, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial, y fue popularizado en gran medida por el historiador Richard Hofstadter, por su Darwinismo Social en el Pensamiento Estadounidense. 

A partir de Hofstadter se delinearon dos formas de darwinismo social,  "el Darwinismo laissez-faire" y el "darwinismo colectivista". El primero podría ser representado por la talla de los autores Spencer y Galton (a quien se le reconoce como el autor origen de la eugenesia), mientras que el segundo por los biólogos nazis influenciado por figuras como Ernst Haeckel.

Las concepciones del darwinismo social van desde la justificación del sistema capitalista hasta la explicación de la solidaridad y los movimientos de izquierda.

Sin embargo, lo más dañino de estas posturas es la confusión que traen consigo y la aplicación de las teorías de Darwin. Lo cierto es que incluso el propio Spencer encontró necesario aclarar, en la introducción a la cuarta edición de sus “Principios Básicos”, que su propuesta no era derivada de la de Darwin, sino que, por el contrario, la antecedía. Es notable de hecho, la influencia del economista Malthus y del evolucionista Lamarck en las obras de Spencer, pero no hay mención para Darwin.

Esto parece importarles poco a los creacionistas, junto con el hecho que el propio Darwin establece en sus obras que la teoría de la selección natural no puede aplicarse a los fenómenos sociales, ya que la selección natural explica cómo surgen las especies, no cómo un sistema económico se antepone.

Las teorías del darwinismo social no tienen nada que ver con los modelos teóricos de la biología evolutiva, sino que parece que se busca a la biología para justificar ciertas ideas político-económicas (desde el neoliberalismo hasta a la ayuda mutua). En otras palabras, el darwinismo social no es ciencia sino ideología.

Véase más: Artículo Darwinismo Social en Wikipedia; Artículo Evolución y Filosofía en The Talk Origins.

La pseudociencia es un fenómeno fascinante desde los puntos de vista histórico, psicológico y social; es indudable que las falsas ideas han permeado a la cultura casi tanto como las ideas científicas verdaderas (tal vez, en algunos casos mucho más que las ideas científicas), pero no debe ignorarse que todas estas son “sombras” de ideas que parecen renacer como nuevas supercherías de los movimientos estilo  new age.
La pseudociencia es un fenómeno cultural importante, sí, pero hay que saber darle su lugar y no confundirlo con la verdadera investigación científica.

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