sábado, 16 de septiembre de 2017

Retos UFO-ilógicos V: Humanoides entre nosotros

Después de poco más de 3 años, al fin termino la quinta parte de los retos UFO-Ilógicos (aquí la primera, segunda, tercera y cuarta parte) donde pasamos revista a los casos más famosos de ovnis, de esos que los ufo-locos citan hasta el cansancio como verdaderos enigmas para la ciencia. La creencia estándar de la ufología nos dice que los ovnis son naves de origen de extraterrestre (digo "estándar" porque hay quienes dicen que los ovnis son vehículos interdimensionales o incluso máquinas del tiempo de seres humanos del futuro que vienen hacer investigación a nuestra época. Estas ideas son menos aceptadas entre los fans de los ovnis e igualmente descabelladas). Al ser vehículos, obviamente, alguien tiene que estarlos conduciendo. El cine y la literatura de ciencia-ficción tiene décadas retratando a los alienígenas de mil y un formas, casi todas usando de base una apariencia humanoide. Y la ufología, pseudociencia deudora de la ciencia-ficción, se ha ocupado de perpetuar esta imagen de extraterrestres con forma humana.


Hoy existen "taxonomías" completas
de los distintos tipos de extraterrestres
"avistados" en todo el mundo.
Los estudiosos serios de la posibilidad de vida en el espacio saben que es altamente improbable que cualquier forma de vida inteligente que exista al otro lado de la galaxia podría tener cualquier forma inimaginable, excepto la humana. La razón es simple: la especie humana es una de millones de especies que ha evolucionado de forma particular en este planeta, una de millones de posibilidades morfológicas, adaptándose a su medio de manera particular como hacen todas las especies. Como usted mismo puede confirmar, la mayoría de los seres vivos que existen en el planeta no se parecen a nosotros. Una ardilla tal vez comparte el 70% de nuestros genes; un árbol quizás el 30%. Piense en ballenas, rosas y cucarachas. Y aunque todas estas criaturas evolucionaron en el mismo planeta, no tienen parecido alguno con nosotros (ni entre ellos). Teniendo esto mente, ¿qué probabilidad tiene un extraterrestre de tener apariencia humana? La respuesta simple es: tan poca como la del hecho de que si quiera exista, o sea, es muy, muy, muy improbable. Aún así, los reportes de abducidos y contactados, desde sus inicios, nos muestran a los extraterrestres como humanoides grises o verdes, de cuerpo pequeño, gran cabeza, ojos negros saltones y con narices y bocas apenas distinguibles.

Antes de la moda de las abducciones (tema que veremos con más atención en el siguiente capítulo), los casos de extraterrestres se parecían más a los de la ciencia-ficción, con humanoides gigantes o androides. En 1896, el coronel H. G. Shaw, junto a la señorita Camile Spooner, reportaron que casi habían sido secuestrados por gigantes con ojos saltones negros.  Shaw reportó que las criaturas venían una nave metálica con forma de dirigible (los llamados dirigibles fantasma); según dijo al Daily Mail, las criaturas trataron de llevárselos a bordo de su nave, pero se rindieron al parecer porque Shaw era demasiado fuerte para ellos. El coronel especuló que se trataba de marcianos con la misión de llevarse algún humano para quién sabe qué propósito. Reportes similares se dieron en las dos primeras décadas del siglo XX.

Considerado por muchos ufólogos como el primer caso de (intendo de) abducción de la historia, el relato de Shaw presenta todos los elementos de su tiempo: la nave extrañamente similar a las naves humanas de aquel entonces; los alienígenas eran humanoides muy probablemente provenientes de Marte, una creencia bastante común en aquella época, ya que se consideraba que Marte podía albergar una civilización más avanzada que la nuestra; y como lo deja ver la novela de ciencia-ficción de H.G. Wells, La guerra de los mundos, había cierta creencia preocupante de que los marcianos invadieran la Tierra. Al igual que el caso del coronel Shaw, casi todos los casos de encuentros con alienígenas poseen estas características adoptadas por la cultura popular gracias a la creatividad humana de la literatura y el cine, hecho que refuerza la hipótesis psicosocial de que el fenómeno ovni está en nuestras mentes, gracias a la cultura, y no en el cielo con naves que buscan raptarnos.

El extraterrestre-globo de Pachacamác.
Hoy día los encuentros con extraterrestres son menos comunes, pero cuando ocurren, llaman la atención de todos, tal como lo demostró el año pasado el avistamiento de un supuesto humanoide en una gasolinera en Pachacamác, Perú. Los trabajadores de la gasolinera se desconcertaron al ver una figura de lo que parece una clase de enano flotante a la orilla de la carretera. Luego de perseguirlo un par de metros, la aparente criatura empieza a flotar. El video de seguridad de la gasolinera y uno de celular de uno de los testigos se viralizaron de inmediato en redes sociales, y pronto algunos medios impresos le prestaron atención al que entonces sería llamado como el "caso Pachacamác." Ufo-locos, como la mexicana Analuisa Cid, todavía hoy siguen asegurando que se trata de un caso abierto sin explicación, siendo que incluso el equipo de investigación de MUFON Perú concluyó que no se trataba más que de un globo con forma de la icónica cara de Buggs Bunny. Aceptar una explicación tan simple suele amargar a los ufo-locos, haciendo que se aferren de manera más obstinada a sus casos dorados y declarándolos como intocables y explicables solo a partir de lo que ellos creen. El único argumento que Cid muestra para mantener vivo el caso Pachacamác se basa solo en la evidencia anecdótica que, como se ha visto mil y un veces en la historia de lo paranormal, no sirve para buscar la verdad detrás de un supuesto acontecimiento extraño.

Desde los secuestradores gigantes del coronel Shaw hasta el humanoide enano de Pachacamác, no hay un solo caso de humanoides que confirme la existencia de inteligencia extraterrestre visitándonos. En cambio, cada caso parece ser la confirmación de la ausencia de inteligencia terrestre entre los grupos de ufo-locos interesados en vender misterios antes que en solucionarlos. Veamos algunos de los más célebres.

La bestia de Flatwoods. Probablemente uno de los casos más célebres de encuentros con alienígenas sea el del monstruo de Flatwoods, ocurrido el 12 de septiembre de 1952. El monstruo de Braxton County, la bestia lagarto, el fantasma de Flatwoods o solo monstruo de Flatwoods, es uno de los casos más extraños en la historia de la ufología, y en general en toda la historia de lo paranormal. Tan especial, que tal vez podamos hablar de él más a fondo en Halloween (¿les parece?). Por ahora, con el fin de que este no se vuelva un artículo gigante, veamos de manera general de qué trató este caso del que [Pseudo]History Channel dice que es un misterio.

El monstruo de Flatwoods pudo ser
un caso de mala identificación causado
por el miedo y la oscuridad, tal como Joe Nickell
sugiere en este dibujo de su creación.
Aproximadamente a las 7:15 pm del 12 de septiembre de 1952, en el pueblo de Flatwoods, en el condado de Braxton, Virginia Occidental, un grupo de niños que jugaba en el patio de su escuela avistaron un objeto extraño, como un meteorito, que cayó en una colina cercana. Acompañados de un adulto (la señora Kathleen May junto a sus dos hijos) y un perro, el grupo de seis niños (con edades desde los 10 a los 17 años) decidieron ir a explorar a la colina para averiguar qué era aquel extraño objeto. Mientras el grupo subía la colina siguiendo una luz pulsante, uno de los niños se percató de unos ojos brillantes que los miraban. Con una linterna que la señora May les había prestado, uno de los niños alumbró en la dirección de aquellos ojos. Lo que vieron esa noche, cambiaría la historia del lugar: los testigos reportaron que los ojos brillantes pertenecían a una criatura "parecida a un hombre" bastante alto y con un rostro redondeado como la forma de un diamante con una capucha. En cuanto alumbraron al supuesto monstruo, la criatura emitió un sonido como un silbido agudo y comenzó a avanzar hacia el grupo de testigos con "movimiento de deslizamiento como si flotara en el aire", mientras exhibía unas "garras terribles." El grupo, aterrorizado, huyó del lugar. La criatura fue vista por unos segundos mientras era aluzada con la linterna que, en cuanto la criatura emitió el silbido, sería arrojada por el niño que la traía.  La colina donde el misterioso objeto se había estrellado estaba rodeada de una extraña neblina con un olor extraño, y después del encuentro con el monstruo, algunos de los testigos dijeron sentirse mareados o enfermos. Al día siguiente, en el lugar del avistamiento se encontraron las huellas de una clase de máquina y una especie de aceite negro. Hasta aquí la historia original.

Luego de 15 años, el explorador y legendario paranormalista Ivan T. Sanderson, incluyó el caso de Flatwoods en su libro Uninvited Visitors, de 1967. Sanderson, famoso por su ingenuidad (en una ocasión fue vilmente engañado con un pie grande de goma supuestamente congelado), concluía que el caso era un auténtico avistamiento ovni y la criatura era el tripulante de la nave espacial. El caso entonces comenzó a ser más rentable entre los vendedores de misterio. En 2004, Frank C. Feschino Jr. escribió su famosa obra The Braxton County Monster: The Cover-Up of the Flatwoods Monster Revealed (con epílogo de Stanton Friedman) donde se incluyen entrevistas a los testigos 50 años después del primer avistamiento. En este libro también se habla de supuesta intervención del gobierno en los años 50's, algo que los testigos jamás reportaron en su momento. A lo largo de más de 50 años, los pueblos cercanos al primer avistamiento (incluyendo al propio Flatwoods) siguieron reportando encuentros con una criatura reptiloide que flotaba y emanaba gases. ¿Qué sucedió en 1952 y cómo puede explicarse un caso que parece sacado de una película de terror anticuada?

El investigador de fenómenos paranormales y miembro del Comité para la Investigación Escéptica (CSI, por sus siglas en inglés), Joe Nickell, escribió sus conclusiones de la investigación de campo que realizó en el 2000 para la revista Skeptical Inquierer. Para Nickell el caso comenzó por una mala identificación por parte de los testigos iniciales, y terminó con un episodio de histeria colectiva que explicaría los siguientes avistamientos de la zona. El supuesto ovni estrellado en realidad fue un meteorito avistado esa noche en tres estados. La niebla reportada pudo haber sido neblina común formada en el área boscosa, lo que encaja con el pronóstico meteorológico de la zona aquella semana de 1952. El olor de la neblina, reportada como parecido al azufre, pudo deberse a alguna cueva o agujero en el suelo que emanaba gases naturales, bastante comunes en la zona. Virginia Occidental es el hogar de una serie de manantiales de azufre natural, por lo que no sería tan extraño encontrarse con el escape de este gas en un lugar boscoso. La luz pulsante pudo tratarse de una de las tres balizas de señalización para aviones que hay en la zona; en la oscuridad de un bosque, con niebla y atemorizado, no es nada descabellado que las señalizaciones se confundan con luces pulsantes cercanas a un lugar extraño. Las huellas en la zona fueron identificadas por un habitante del lugar como huellas de su camioneta, la cual tenía una fuga de aceite.

Pero, ¿cómo se puede explicar el monstruo mismo? La sospecha de fraude, en este caso, es poca. Los testigos (un adulto y un grupo de niños) no obtuvieron nada más que el susto de sus vidas aquella noche. El caso había pasado relativamente desapercibido hasta la publicación de Sanderson, quien, al descartar la posibilidad de fraude inmediatamente saltó a la conclusión de que se trataba de un caso real. Es cierto que estos testigos vieron algo que los asustó, pero, ¿era un monstruo? Algo que los paranormalistas, como Sanderson y otros, siempre olvidan es la posibilidad de un error de percepción. Joe Nickell sugiere que la criatura pudo haber sido un lechuza blanca. El ave pudo haber estado en una rama alta (el monstruo fue visto junto a un árbol) con gran follaje, lo que daría la ilusión de ser una criatura más grande. El miedo y la oscuridad se ocuparían del resto. Los ojos brillantes, la cara redondeada con capucha y el silbido agudo serían características que un testigos aterrado observa de un búho en la oscuridad. ¿Y los padecimientos de los testigos? Bueno, algunos de los síntomas de la histeria y el esfuerzo extremo son las náuseas y el vomito.

Lo interesante de este caso no es tanto la historia del monstruo en sí, sino cómo éste caso ha perdurado, formando parte hoy día del atractivo turístico del lugar (algo parecido al hombre polilla y al incidente Roswell). Para Nickell, Flatwoods es otro caso de lo que él llama síndrome de Roswell. Se trata de un caso extraño que atrae a la prensa local, es olvidado por años para luego resucitar gracias a vendedores de misterio de renombre, donde las conspiraciones y el gobierno aparecen como personajes décadas después de haber sido relatada la historia original. En pocas palabras, un caso de digno de estudio para la psicología social y la sociología.

Véase más: "The Flatwoods UFO Monster", por Joe Nickell publicado en la revista Skeptical Inquierer, Noviembre/Diciembre del 2000; "The Roswellian Syndrome: How Some UFO Myths Develop", por Joe Nickell y James McGaha, publicado en la revista Skeptical Inquierer, Mayo/Junio del 2012; "The Braxton County Monster", por Ryan Haupt, en el podcast Skeptoid.

El astronauta de Solway. Si algo caracteriza la venta del fenómeno ovni es la supuesta evidencia fotográfica. Desde sus comienzos, los ufólogos han valorado bastante las fotografías de ovnis, aunque éstas sean falsificables de numerosas maneras bastante sencillas. Algo que todo amante de los ovnis desea es ser testigo de un auténtico encuentro con un extraterrestre. El ufo-loco y estrella de la televisión mexicana, Jaime Maussán, relata que en una "investigación de campo" su equipo fue testigo de unas extrañas entidades de luz, que al ser detectadas de inmediato llamaron a Maussán, quien dormía plácidamente en su tienda de campamento. En vez de que, como el investigador serio que dice ser, documentara el caso con fotografías, videos o incluso intentar acercarse a las supuestas entidades, el curioso señor decidió seguir durmiendo y le pidió a su equipo que no se perdieran nada del acontecimiento para que al día de mañana le contaran los detalles. Tan cómico como pueda sonar esta anécdota, hay otros casos más interesantes de fotografías donde aparecen extrañas criaturas. De los más célebres, el astronauta de Solway tiene mención honorífica.

Interpretada por los vendedores de humo como la fotografía de un alien, un fantasma o un viajero del tiempo, se trata de una extraña figura retratada detrás de una niña en un campo. La fotografía fue tomada por el bombero retirado Jim Templeton mientras jugaba con su hija y su esposa en los pantanos de Solway, en Cumbria, al norte de Inglaterra, en mayo de 1964. Templeton mostró la foto asegurando que aquel día no había nadie más que su familia disfrutando la tarde, y que nunca se percató de la extraña figura detrás de su hija hasta que reveló las fotografías. A simple vista, la imagen parece mostrar un hombre en un traje, presumiblemente espacial, mirando de frente a la cámara. La foto se volvió bastante famosa. La hija de Jim Templeton tuvo que salir de la escuela por un tiempo debido a la intimidación que sufría a causa de la famosa imagen. Unos años más tarde, Templeton aseguró que había sido visitado por unos hombres de negro que decían pertenecer al gobierno.

La fotografía permaneció por décadas como uno de los casos inexplicables favoritos de los ufólogos. Templeton era famoso por jugar bromas, de modo que la posibilidad de fraude era latente. Sin embargo, nunca admitió haber falsificado la foto, ni sus familiares admitieron haber participado en fraude alguno. Nadie sabe si Jim sabía lo que en realidad era la imagen del astronauta, y probablemente nunca lo sabremos ya que Jim Templeton falleció. ¿Pudo tratarse de una broma que se le salió de las manos? La historia de lo paranormal está plagada de fraudes que comenzaron como bromas inocentes. El caso de las hermanas Fox, que daría inicio a la fiebre del espiritismo, o el de las hadas de Cottingley en el que un par de niñas engañaron a Arthur Conan Doyle junto a medio mundo con hadas recortadas de un libro para dibujar, son quizás los mejores ejemplos de fraudes que desataron una enorme fiebre paranormal. Para Massimo Polidoro, investigador paranormal y miembro fundador del CICAP (la principal organización italiana de escépticos), esta posibilidad es demasiado factible. Sea un engaño o no, ¿qué es lo que se observa en la foto?

La respuesta se puede encontrar si miramos esta otra foto del mismo día, donde se observa la esposa de Templeton, Annie, junto a su hija:



Como se puede notar, el vestido de la esposa se mira azul claro, casi blanco, y el cabello de la mujer es de un café oscuro. Ahora, observe de nuevo el supuesto astronauta. Su "traje" es misteriosamente similar al vestido de la mujer, y el visor del "casco" parece ser cabello café oscuro. Los foros de internet, donde los analistas de fotografía digital abundan, encontraron estas extrañas similitudes, llegando a la conclusión de que este es un caso de pareidolia. No es un hombre (o alien) con traje mirando a la cámara. Es la esposa de Jim Templeton de espaldas y algo alejada de la toma.

Esta otra imagen donde se pueden observar el color de la piel de los hombros de Annie y su cabello café claramente, despeja todas las dudas y descarta el supuesto misterio:


Véase más: "Solway Firth Spaceman", entrada en la RationalWiki; "The mystery of the Solway Spaceman", por Simon Amstrong, en el portal de la BBC; "Alien Mug Shots: The Ten Best (or Worst) Photos of Aliens", por Massimo Polidoro publicado en la revista Skeptical Inquierer, Septiembre/Octubre del 2012; "El astronauta del fiordo de Solway", artículo del blog La mentira está ahí fuera.

Un humanoide escoltado. Continuando con fotografías extrañas, el 1 de abril de 1950 el diario alemán Neue Illustrierte, publicó esta sorprendente imagen de un homanoide escoltado por lo que parecen ser dos agentes de gobierno. El diario maseguraba que era una fotografía de 1948 tomada luego del (fraudulento) incidente ovni de Aztec, caso popular en EEUU décadas antes que Roswell se volviera famoso. El libro de 1953 Flying Saucers from Outer Space, de Donald Keyhoe, y The UFO Encyclopedia, publicado en 1980 por Margaret Sachs autentificaron la foto.

En Biografía del fenómeno OVNI, el ufo-loco español Salvador Freixido afirma que la foto es una "instantánea obtenida en Nuevo México, en 1947. Un extraño ser, de aspecto endeble y baja estatura, se halla sujeto por dos agentes del F.B.I., tras haber sufrido un accidente el ovni que tripulaba. El documento es muy discutido, pero las opiniones se decantan cada vez con más fuerza a su favor." Freixido parece referirse al incidente Roswell y no al de Aztec. El sitio Mundo Paranormal, por su parte, afirma que se trata de una polémica fotografía "la cual muestra a un extraño ser muerto, supuestamente integrante de la tripulación de un OVNI que se estrelló cerca de Ciudad de México en los años 50's. Al parecer, la criatura fue transportada a Alemania para su examen... y nunca más se volvió a saber de ella." ¿De dónde es este extraterrestres, pues? ¿De Aztec, de Roswell o de Ciudad de México?

Al igual que la fotografía del médico donde se muestra la imagen clásica de Nessie, o la grabación de la autopsia extraterrestre, el humanoide escoltado fue una fuente de grandes discusiones entre seguidores del fenómeno ovni por décadas. Al más puro estilo de los debates medievales en los que se buscaba establecer cuántos ángeles bailarines caben en la cabeza de un alfiler o si tenían ombligo Adán y Eva, la ufología ha sido la cuna de los debates estériles basados en nada, y este es solo otro caso más de lo mismo.

Podríamos ponernos a analizar la historia del fraude del Aztec, del incidente Roswell o los incidentes ovni registrados en México para averiguar de dónde procede esta foto. Pero la realidad es más simple. Presten atención al día en que salió a la luz la fotografía: 1 de abril, día de los tontos. Caso cerrado.

Véase más: "Extraterrestrial Silverman", artículo en el Museum of Hoaxes.



Humanoides voladores. Un fenómeno del que cada vez es más común escuchar en foros, grupos y programas de ovnis es el de los humanoides voladores. En criptozoología, los humanoides voladores abundan. Casi siempre son una clase de seres mitad humano mitad animal. El hombre búho, la mujer alada de Vietnam, el Batman de Houston, el demonio de Jersey, y el hombre polilla, se cuentan entre los más famosos. El criptozoólogo Ken Gerhard en su libro Encounters with flying humanoids, de 2013, clasifica los humanoides voladores en seis categorías: 1) Monstruosos animales voladores con forma humana; 2) hombres o mujeres con alas; 3) entidades con forma humanoide que parecen flotar o subir al cielo con alguna clase de tecnología avanzada, tal vez anti-gravedad; 4) seres que parecen ser entidades de tipo paranormal, como brujas, demonios o fantasmas. Con el fin de no hacer un artículo más grande de lo necesario, prestemos atención a tres casos distintos: primero, el hombre polilla, posiblemente el más famoso humanoide; segundo, el caso de la "bruja de Monterrey", un supuesto humanoide avistado en 2004; y por último, los videos  y fotografías de humanoides flotando captados en América Latina y EEUU en las décadas recientes.

El hombre polilla
pudo haber sido un búho, tal
como Joe Nickell muestra
en su investigación.
Al igual que el monstruo de Flatwoods, el hombre polilla es un caso tan especial que merece atención personalizada, de modo que espero en un futuro no tan lejano poder hablar más a fondo de esta criatura. Avistado en Point Pleasant, Virginia Occidental, entre 1966 y 1967 por primera vez, el hombre polilla fue descrito como una criatura alada similar a un hombre, sin cuello, con cabeza redonda, con grandes y brillantes ojos. Los testigos aseguraron que es capaz de volar sin emitir ruido alguno, pero es capaz de emitir una clase de silbido agudo. Hasta ahí la descripción original. Años después, en 1975, Juan Keel, el paranormalista que inventó a los hombres de negro, publicó su libro más famoso: The Mothman Prophecies, donde Keel conecta los avistamientos del hombre polilla con sus propias teorías sobre ovnis, fenómenos paranormales, asegurando que el hombre polilla vendría ser una clase de criatura sobrenatural que presagia la desgracia. La "prueba" de ello sería que en 1967, justo en los tiempos de los principales avistamientos, el puente Silver Bridge colapsó el 17 de diciembre, matando a 46 personas (dos de ellas nunca fueron encontradas). Keel, con su libro, perpetúo así un nuevo misterio paranormal: la historia del hombre polilla había nacido, y su popularidad creció aún más en 2002 gracias a la película con el mismo nombre del libro. Pero dejando de lado los inventos de Keel, ¿qué pudo haber sido lo que los testigos originales vieron? Joe Nickell, tan aguafiestas como siempre, cree que los avistamientos originales se debieron a búhos encontrados de noche y con testigos ya de por sí atemorizados, lo cual pudo haber afectado su percepción.

¿Fue una "bruja" o
un ave nocturna de
gran tamaño?
De Virginia Occidental, nos vamos ahora a Guadalupe, Nuevo León, México, donde fue reportado un humanoide descrito como una "bruja". La región, conocida por las supersticiones de su gente, llevaba bastante tiempo hablando de supuestas brujas que son capaces de volar y aterrar a las personas. La madrugada del 16 de enero de 2004 un policía de la región tuvo un encuentro con una criatura que se encontraba en un árbol. La entidad bajo de un salto y se puso enfrente de la patrulla, causando un gran susto al oficial. El policía describió al humanoide como una clase de mujer vestida todo de negro, con grandes ojos negros sin párpados. Al acercarse a la patrulla, la criatura pareció alzar los brazos mostrándose más atemorizante de lo que ya era. El policía se desmayó, supuestamente a causa de que la criatura lo había golpeado. Cuando lo despertaron, la criatura ya se había ido sin dejar rastro alguno. Este caso sería conocido como la "bruja de Monterrey" (aunque sucedió en Nuevo León, no en Monterrey). Con los años, algunos ufo-locos mexicanos como Analuisa Cid, David RojasJaime Maussán y Diana Perla Chapa (la mamá de la famosa cantante infantil, Tatiana) prestaron atención al caso, al mismo tiempo que éste se hacía más grande y exagerado. Hoy es fácil encontrar los sitios que ven una evidente conexión entre la "bruja" y el monstruo de Flatwoods, gracias a las especulaciones desenfrenadas de Maussán. Y al igual que en Flatwoods, parece ser que un testigo fácilmente impresionable a altas horas de la noche pudo haber visto un gran ave, quizás un búho o lechuza, que al verse amenazada atacó a la patrulla, asustando aún más a este policía. Los medios amarillistas se ocuparían perpetuar la leyenda y los vendedores de misterio de conectarla con otros casos inverosímiles.

Compare usted estos 4 humanoides voladores de izquierda a derecha. Ahora, trate de encontrar las diferencias con el último de la derecha, que es un globo de Dora la Exploradora.
Por último, quedan los cientos de grabaciones de supuestos humanoides flotando en los cielos. Estos humanoides tipo 3 de acuerdo a la "clasificación" de Gerhard, son bastante comunes sobre todo en la Ciudad de México, de donde los vigilantes del cielo, el grupo de desquehacerados que se ocupan de surtir videos al programa de Maussán, han obtenido muchos videos. Aunque en las presentaciones de Maussán se asegura que los seres se observan moviéndose, debido a la mala calidad de las imágenes es imposible asegurar tal cosa. Maussán incluye a estos avistamientos en el grupo de los Ebanis, siglas para Entidad biológica anómala no identificada. Los ebanis son ovnis que parecen presentar rasgos biológicos. Es decir, seres flotando en el aire que presentarían una forma tubular, acordonada y flexible, con un movimiento aparentemente similar al de los gusanos.  En algunas ocasiones se ha podido grabar que liberan objetos esféricos que parecen desprenderse del cuerpo principal, lo que hace pensar que tal vez los ebanis sean una clase de nave madre. Sin embargo, la diferencia entre un ebani y un montón de globos para fiestas atados es inexistente, por lo que un error de percepción o un fraude piadoso para salir en televisión resultan ser explicaciones más probables que las ofrecidas por Maussán. Existen cientos de tipos distintos de globos con apariencia humana que a lo lejos pueden ser identificados como entidades extrañas. La belleza de la hipótesis de los globos es que es la única hipótesis comprobada hasta el día de hoy. Grupos de investigación como Alcione, e investigadores individuales como el propio Joe Nickell, han hecho el experimento de soltar globos y grabarlos a lo lejos, y las diferencias con los videos de "auténticos" humanoides voladores son nulas.

Otros casos recientes de humanoides voladores son viles estafas. A la izquierda, el "humanoide volador" de Zambia que resultó ser una cometa, y a la derecha, un fragmento del video del humanoide de la India que en realidad no era más que un video plublicitario.
El mono araña de Metepec. Aunque existen otro montón de casos de alienígenas entre nosotros, creo que ya he mostrado suficientes ejemplos de cómo el miedo, los errores de percepción, el amarillismo y los fraudes terminan siendo explicaciones satisfactorias a casos que pueden ser debatidos entre ufólogos por décadas sin llegar a ninguna conclusión. El fraude es justamente la explicación para este último caso mexicano, uno que nos enseñó la nula rigurosidad de las investigaciones hechas por canales de televisión antes considerados serios, como The History Channel.

Según cuenta el propio Maussán, en 2007, el misterioso ser fue capturado vivo por un grupo de personas habitantes de la Ciudad de México. Curiosamente, no hay grabaciones de la criatura moviéndose o saltando en su jaula. Luego de que "murió", los testigos decidieron darle el cadáver a Maussán para que lo analizara y lo diera a conocer en los medios.

Maussán lo hizo público en su programa, Los Grandes Misterios del Tercer Milenio, asegurando desde el principio que se trataba de un auténtico alien. Después se lo dio a un grupo de científicos para poder identificarlo, quienes luego de hacer un examen de ADN concluyeron que la criatura no era ningún animal conocido y su ácido nucleíco era diferente a cualquier cosa que hubiera evolucionado en la Tierra. El canal The History Channel dedicó un capítulo de su serie Monsterquest al mono-alienígena de Maussán, junto con una “investigación” sobre humanoides voladres. El equipo científico del programa –no muy competente- llegó a la conclusión de que la criatura era de origen desconocido, con ADN desconocido; con piel y aspecto humanoides. La conclusión fue que era un caso único y sin resolver por parte de la ciencia.

Es poco probable que History estuviera confabulado con los autores del engaño. Sin embargo, su prestigio quedó en entredicho cuando en el programa se admitía que la criatura era de “origen desconocido para la ciencia”. Este caso es un ejemplo que nos muestra que no importa a qué autoridad se apele, siempre hacen falta evidencias extraordinarias para sostener las afirmaciones extraordinarias. El grupo de mexicano de investigación del fenómeno ovni y uno de los principales grupos de detractores de Maussán, Alcione A.C., determinó, tras una verdadera investigación, que la criatura era un fraude:

“Hemos descubierto al autor del fraude fabricado por un taxidermista que trabaja en el rancho del extinto Mario Moreno López, quien también era Transportista líder de un grupo de taxistas "pirata" o "tolerados" y dueño de la empresa Radio Taxis Servicio de Excelencia S.A. de C.S. que fue asesinado por deudas económicas. 
El autor del fraude afirma que realizó un trabajo de taxidermia con un mono Tití y lo curtió junto a varios restos de otros animales para que al ser analizado no se pudiera determinar ni conocer a qué especie animal pertenece; y todo parece haber sido planeado con conocimiento de causa, pues Ángel Palacios Núñez (Urso Moreno Ruíz) lo comentó en fororeptiles.org… 
El taxidermista con doble identidad acepta haber creado un ‘ser’ con la mezcla de otros fluidos animales para alterar su compuesto orgánico y dijo que ‘maquilló’ las orejas del mono que según él se trata de un mono ' tití ' cuando en realidad el mono ardilla y el tití son lo mismo.

Lo anterior nos permite deducir que posiblemente se trata de un fraude que fue planeado y diseñado desde un principio para culminar con los famosos análisis de ADN sobre los cuales habrían de resultar datos de laboratorio confusos o no identificables

Una clara señal de que Jaime Maussán se basó en el ADN con exámenes de laboratorio los cuales fueron el soporte del fraude y origen del ser de Metepec."
En su investigación, no hay lugar a dudas que el caso no es más que un engaño planeado desde un principio; además existen fuertes sospechas que el mismo Maussán estuviera enterado del fraude desde el comienzo (de ser así, no me sorprendería). Hasta donde tengo entendido, Maussán continúa defendiendo la autenticidad del caso, igual que otra docena de casos fraudulentos promovidos por este periodista.

Véase más: "El fraude de Metepec al descubierto", por José Antonio Caravaca.
 

¿Por qué la gente cree en extraterrestres humanoides?

Lo extraterrestres pueden ser gigantes, enanos, grises, verdes, con alas, con cola, con trajes espaciales, robots, reptiloides, arios o peludos. Pero su principal característica es que son increíblemente parecidos a nosotros. Casi siempre son humanoides. Los catálogos  de alienígenas muestran casi en su totalidad humanoides. Volviendo a la primer pregunta de este artículo, ¿qué probabilidad tiene un extraterrestre de tener apariencia humana? Pocas, casi nulas. Y sin embargo los principales casos son de humanoides. ¿Por qué?

La explicación estándar es la sociocultural. En nuestro antropocentrismo, siempre hemos imaginado a los seres superiores a nosotros, a nuestra imagen y semejanza. Espíritus, ángeles, demonios y dioses tienen siempre apariencia humana. En la tradición judeocristiana, Dios crea al ser humano a su imagen y semejanza, de modo que nosotros reflejamos, de manera inferior e imperfecta, la imagen misma de Dios. Con los mitos en constante cambio, adaptándose a las nuevas sociedades donde la ciencia y la tecnología son los pilares de la cultura, y sirviéndose de la imaginación de la literatura, el cine y la televisión, no es difícil imaginar a otro tipo de seres superiores a nosotros, no sobrenaturales, sino provenientes de las lejanías del cosmos, a nuestra imagen y semejanza. Imaginamos así a los seres inteligentes del espacio porque nosotros somos nuestro único modelo de seres inteligentes de avanzada. Hay quienes han estudiado el fenómeno desde la psicología social, encontrando la curiosa casualidad de que, entre más se parecen a nosotros, los extraterrestres se muestran como más benévolos y preocupados por nuestro futuro, mientras que aquellos con apariencia de insecto, reptil o monstruo suelen ser malvados o no muestran buenas intenciones. ¿Casualidad o puro antropocentrismo?

Pero tal vez hay algo más por explicar aún. Un estudio del psicólogo Frederick V. Malmstrom sugiere que la apariencia de los extraterrestres como humanoides de gran cabeza y ojos negros puede ser una imagen que se encuentra dentro de nuestra memoria, muy adentro, como un residuo del desarrollo. Tal vez se trate de nuestros primeros recuerdos, cuando por primera vez miramos el rostro de nuestra madre. De acuerdo a su investigación, los bebés no perciben bien cuando recién abren sus ojos. Malmstrom investigó un grupo de personas que dijeron haber sido abducidas por extraterrestres, y todas describían el mismo tipo de alienígenas. Su hallazgo más revelador, afirma este psicólogo, fue que la mayoría de los casos fueron reportados por sujetos que admitieron estar en un estado hipnagógico (momento entre el sueño y la vigilia muy conocido por presentarse alucinaciones) o bien estaban participando en una regresión hipnótica.

Secuencia de las imágenes creadas por F. V. Malmstrom de cómo es que un bebé reconoce el rostro de su madre cuando la observa por vez primera. Los rostros son extrañamente similares a los de un extraterrestre humanoide.
Malmstrom explica que muchos animales cuentan con "plantillas de reconocimiento visual" de manera innata, y la especie humana no es la excepción. El reconocimiento facial humano es una habilidad altamente especializada, y parece estar precableado antes del nacimiento en áreas específicas de procesamiento visual del cerebro. Sin embargo, la capacidad del recién nacido humano para distinguir entre caras familiares y desconocidas no se desarrolla en los bebés hasta aproximadamente dos meses de edad. Hasta ese momento, un bebé responderá favorablemente a casi cualquier cara, familiar o desconocida, normal o extraña, madre o máscara de Halloween. Por supuesto, todos estos rostros de tipo humano parecen compartir dos rasgos bastante generalizados e inespecíficos, a saber, un par de ojos y una nariz. La característica singular que parece atraer la atención del bebé es la presencia de dos grandes manchas u "ojos" colocados horizontalmente. Los bebés parecen ignorar uno o tres puntos, según muestran algunos estudios de pupilometría, tal como explica este investigador.

La hipótesis de Malmstrom sugiere que algunos de los casos de extraterrestres son en realidad recuerdos residuales del desarrollo de la primera infancia. Malmstrom reconstruye la cara de un gris a través de la transformación de la cara de una madre basada en nuestra mejor comprensión de la sensación y la percepción de la niñez temprana. El estudio de Malmstrom ofrece una nueva explicación para centenares de casos de encuentros con alienígenas, una respuesta instintiva intensa que muchas personas experimentan cuando se presenta una imagen de un gris y la facilidad con que la hipnosis de regresión y la terapia de memoria para "recuperar" recuerdos de experiencias de abducción alienígena podrían estar creando este tipo de imágenes.

Pero una sola explicación nunca puede abarcar tantos casos. Así, la explicación sociocultural, las exageraciones, intencionales o no, más la creación de leyendas y fraudes engrandecidos por los medios de comunicación, proveen una convergencia de explicaciones que nuevamente nos obligan a concluir que los alienígenas, por ahora, están nuestra mente, en nuestra cultura, y no en el cielo aterrizando.

SI TE INTERESA ESTE TEMA

* "Close Encounters of the Facial Kind: Are UFO Alien Faces an Inborn Facial Recognition Template?", artículo de Frederick V. Malmstrom, publicado en la revista Skeptic.

* "Alien Mug Shots: The Ten Best (or Worst) Photos of Aliens", artículo de Massimo Polidoro, publicado en la revista Skeptical Inquierer.

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