jueves, 4 de abril de 2024

El "cristianismo cultural" de Richard Dawkins, o la noticia que no es noticia

Actualización 07/04/2024



Notición para los cristianos y todos aquellos que han criticado el nuevo ateísmo: el santo padre del ateísmo, el biólogo Richard Dawkins se ha "reconvertido" al cristianismo cultural. Sí, así como lo oye, Dawkins, el "rottweiler de Darwin" y autor de la "Biblia atea" El espejismo de Dios (2006) se "reconvirtió" al cristianismo, aunque sea con apellido. Un ateo que cambia de religión, ¿no es sorprendente? Bien, suficiente sarcasmo, hora de ponerse serios (más o menos).

La sorprendente noticia se origina en una entrevista del 31 de marzo a Dawkins en el canal británico LBC que en YouTube se encuentra con el título nada sugerente "I'm a Cultural Christian". La entrevista hizo que el tema se volviera noticia de último momento, con portales cristianos orgullosos de compartirla (aquí otro, otro, otrootro, otro, otro, otro más, uno de pilón) y comentaristas ansiosos por demostrar cómo el nuevo ateísmo sencillamente ha sucumbido ante "La" verdad del cristianismo, aún cuando todas las notas aclaran, en un renglón corto perdido entre los párrafos que la mayoría de sus lectores no leerán en realidad, que Dawkins no ha dejado de ser ateo.

Lo cierto es que todos estos portales cristianos se vienen enterando Richard Dawkins es un cristiano cultural... con poco menos de 17 AÑOS de atraso.

lunes, 12 de febrero de 2024

#DíaDeDarwin El creacionista honesto: el caso de Darwin

El título tal vez parecerá una broma para quienes hayan tenido el disgusto de "debatir" con creacionistas. Ya sea que lo hayan hecho desde la computadora o frente a su puerta con un par de misioneras de faldas largas, las estrategias y argumentos creacionistas siguen siendo, en esencia, los mismos que antes que apareciera la teoría de la selección natural en el terreno científico. Sí, desde antes ya eran básicamente los mismos argumentos. Charles Darwin los había adoptado de la teología natural durante su juventud, Jean-Baptiste de Lamarck los había combatido en su Filosofía zoológica (1809) y David Hume los había cuestionado en sus Diálogos sobre la religión natural (1779), y así podríamos seguir retrocediendo en la historia, encontrándonos con eruditos tratados de filosofía y teología (entre más atrás en el tiempo, más indistinguible se vuelve un campo del otro) que ya hablan de los organismos como máquinas. Y si son máquinas, no pueden haberse creado a sí mismas, según nuestra propia experiencia en creación de máquinas. Por lo tanto, alguien las tuvo que haber creado, y dada la cantidad y "perfección" en el funcionamiento y lugar que ocupan en el mundo, sería innegable que ese "alguien" es de una inteligencia sobrehumana. Ese "alguien" lo llamamos Dios, por lo tanto, Dios existe.

¿Cómo podríamos pensar que alguien intelectualmente honesto (consigo mismo y con los demás) podría seguir creyendo en la validez de este tipo de razonamientos después de, entre tantos otros, Hume, Lamarck y sobre todo Darwin? Tal vez, se podría argumentar, los creacionistas actuales no son conscientes de la historia del creacionismo. Hay que tener en cuenta que por "creacionismo" nos podemos estar refiriendo a toda una ontología (o visión del mundo), una pseudociencia (o la forma más conocida de negacionismo de la ciencia) o a un conjunto de argumentos, y aunque están relacionados entre sí, no siempre es fácil de diferenciar una de otra. 

Pero eso no parece tan convincente. Por ejemplo, el teólogo (que no filósofo, no me cansaré de repetirlo) William Lane Craig asegura que el problema con el diseño inteligente es que algunos, como los proponentes del creacionismo del diseño inteligente mismo, piensan en éste como una hipótesis o teoría alternativa a la ciencia, cuando en realidad se trataría de una "inferencia filosófica". No hay que olvidar que Craig en el pasado también ha defendido el diseño inteligente, admitiendo primero que no sabe "si una inferencia de diseño en el campo de la biología está justificada", pero al menos sabe que "los argumentos típicos contra el Diseño Inteligente son, en el mejor de los casos, no concluyentes o, en el peor, falaces". Craig no es un creacionista que ignore la historia del creacionismo (ni la de la biología evolutiva), pero aún así, mantiene un razonamiento prácticamente indistinguible de los manejados por los creacionistas antes y después de Darwin (eso sí, más sofisticado que la mayoría de ellos).

martes, 16 de enero de 2024

La cultura de los monstruos

 Reseña de Así creamos monstruos, de Ignacio Cabria.


"Mientras se le siga buscando, el monstruo existirá."

Un problema persistente del mundo hispanoparlante es que buena parte de las grandes obras de investigación (incluso varias de divulgación) se encuentran en otra lengua (la mayoría en inglés), dejándonos en segundo plano en muchos campos. Entre los estudios sobre la pseudociencia (ese conjunto de campos multidisciplinarios que buscan ayudarnos a entender qué son y por qué las sociedades acaban fuertemente influenciadas por creencias falsas que se venden como parte de una cultura científica auténtica) el problema es aún más notable. Podríamos pasar lista por autores y libros que comparten investigaciones originales de los años 80's (pero que siguen siendo vigentes) hasta el año pasado, sin haber tenido alguna traducción decente. Quizás, en parte por el presunto prestigio de publicar en inglés, es que muchos investigadores de habla hispana prefieren escribir obras en ese antes que en su lengua madre, dejando un enorme hueco de investigación original en español.

Tal vez los temas sobre pseudoterapias, dietas milagro y religión han sido una humilde excepción a esta tendencia (y gracias, en años recientes, a Ediciones Coliseo Sentosa, también es algo que ha cambiado en el estudio crítico de la ufología), mientras que las obras originales dedicadas a la crítica y estudio de la criptozoología son extrañas. Por fortuna, podemos presumir que en nuestra lengua se ha publicado Así creamos monstruos (2023), del antropólogo español Ignacio Cabria, antes que en cualquier otro idioma. La obra de Cabria en calidad documental, argumentativa y expositiva no le envidia nada a ninguno de los tratados de antropólogos, folcloristas y escépticos anglosajones. 

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