lunes, 20 de abril de 2020

Dónde informarte sobre el COVID-19 sin morir en el intento

"El miedo es una respuesta protectora, pero también puede generar irracionalidad y, por lo tanto, volverse contraproducente. El miedo también es una herramienta evolutiva contundente que no funciona bien en situaciones complejas que requieren matices y cálculos. Estamos viendo que esto se desarrolla en muchas formas en todo el mundo frente a la pandemia de COVID-19."  Steven Novella.




Actualmente, el mundo sufre el azote de dos pandemias: una es causada por el contagio de un virus, la otra, es el contagio masivo de las mentes de millones con desinformación, amarillismo, conspiranoia y tergiversaciones. En ambos casos, el agente infeccioso (fisiológico y cultural) es potencialmente letal. Es difícil asegurar que una es más nociva que la otra, pues en realidad van de la mano, haciendo que la probabilidad de aumentar el número de contagios de manera exponencial (e irresponsable) sean cada vez más altas. Basta con mirar las manifestaciones en EEUU contra la cuarentena (fomentadas por Donald Trump), que deberían tener el récord del año en ser la acción colectiva más evidentemente estúpida; o la reciente emisión del noticiero estelar de TV Azteca, en México, llamando a desobedecer e ignorar las conferencias que ofrece la Secretaría de Salud todas las tardes, basándose en fake news sobre el subsecretario de salud y en generalidades cuestionables de un gobernador (y con fuertes sospechas de un conflicto de interés por parte de Grupo Salinas); o las afirmaciones del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, alegando que los trabajos deben mantenerse por encima de la seguridad de los ciudadanos.

Los ejemplos de bulos, desinformación, escándalos, medias verdades, amarillismo y oportunismo pueden multiplicarse fácilmente por cientos. Para tener alguna noción del problema tan solo en México, según investigadores de la UNAM, el país es el segundo lugar con más fake news compartidas por redes sociales. Las personas obviamente están deseosas de información, se encuentran preocupadas por la pandemia y esperan que pronto acabe. Pero muchas veces, ya sea por coincidir con prejuicios y sospechas personales o por puro miedo, las personas no distinguen entre notas con información seria y aquellos fraudes que se viralizan causando aún mayor miedo y sospechas que terminan transformándose en las acciones perjudiciales arriba citadas.

Sabemos bien que, entre personas que ya creen en teorías de la conspiración, el presentar datos que etiquetan como "oficiales" será un ejercicio inútil. Pero no podemos dejar de insistir en verificar las fuentes, juzgar críticamente y siempre de acuerdo al mejor conocimiento científico disponible, y por esta razón, les comparto algunas páginas basadas en la ciencia que llevan doble esfuerzo: por un lado, informan sobre lo que científicamente sabemos sobre el COVID-19, y por otro, hacen la titánica labor de desacreditar bulos y fake news.




Autoridades sanitarias


Como una obviedad, las mejores fuentes que se pueden consultar son los portales de las agencias, instituciones, hospitales y demás autoridades en salud pública, quienes están dando un constante seguimiento a la pandemia y a los últimos datos en materia de epidemiología, virología, higiene y recomendaciones.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta con la sección en su portal llamada "Rolling updates on coronavirus disease (COVID-19)" junto a su versión en español "Brote de enfermedad por coronavirus (COVID-19)"


La Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) también cuenta con toda una sección sobre información general, información técnica, preguntas y respuestas, así como noticias en investigación y avance de la pandemia, titulado "Enfermedad por el Coronavirus (COVID-19)".



La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés), ofrece "COVID-19 Respuesta", una sección en su plataforma con una perspectiva humanista, desde donde puede darse seguimiento a las propuestas científicas y educativas a nivel global para paliar la pandemia, junto a la iniciativa #NuestraCienciaResponde.

El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EEUU, también aporta información enriquecedora en su sección especial "Coronavirus Disease 2019", la cual también se encuentra en español en "Coronavirus (COVID-19)".


El gobierno de México cuenta con una página exclusiva sobre la pandemia, en donde también es posible encontrarte cursos online introductorios sobre prevención, plan de acción y cuidado de adultos mayores, todo en coronavirus.gob.mx.

Facebook, en apoyo a la difusión de información basada en la ciencia y en contra de los fake news, creó un apartado especial titulado "Centro de Información sobre el coronavirus (COVID-19)", desde el cual puedes mirar las actualizaciones de la OMS, la OPS y de las autoridades sanitarias de tu país (en México, se observan noticias del IMSS y la Secretaría de Salud), además que mantiene actualizadas las cifras de contagios, defunciones y recuperados alrededor del mundo, junto a noticias internacionales sobre la pandemia.

Divulgación científica


La divulgación científica cumple un papel vital en tiempos de una epidemia, al ser la principal fuente confiable y sintetizada tanto de la comunidad científica como de las autoridades sanitarias que basan sus recomendaciones y datos en las investigaciones que día a día se continúan publicando. Las personas ajenas a la investigación científica suelen no poder identificar entre una fuente confiable de divulgación científica y una que puede mezclar algunas verdades, o simplemente espacios fraudulentos.


La revista Nature, probablemente la más prestigiosa en el medio científico, tiene una colección de artículos divulgativos y periodísticos llamada "Coronavirus and COVID-19", que informa de manera sencilla los resultados de los múltiples estudios que se encuentran publicando en relación al nuevo coronavirus.

Junto a la anterior, la revista Science (que comparte junto a Nature el lugar de la más prestigiosa revista de ciencia) cuenta con su sección "Coronavirus: Research, Commentary, News", en donde se ofrece todo el conocimiento acumulado y publicado hasta ahora relacionado con el COVID-19.

El portal LiveScience posee "Coronavirus outbreak. Live updates", en donde actualiza las últimas noticias sobre la pandemia de COVID-19, a la vez que ofrece contenido contra fake news y conspiranoias.


Tampoco pueden faltar los canales de YouTube que sí han logrado mantener a un enorme número de personas (principalmente jóvenes) informados de manera adecuada. El físico de partículas español, Javier Santaolalla, creó su "Diario de Cuarentena" dentro de su canal Date un Vlog, en donde compartió maravillosas reflexiones sobre el COVID-19, la situación de España y Latinoamérica, y la desmitificación de mitos sobre el coronavirus, como su supuesta creación en un laboratorio o su relación con las antenas 5G.


Amyad Raduan es un médico y divulgador de la ciencia español que ha dado un seguimiento demasiado cercano a la pandemia y el desastre sanitario en España, y de eso y más nos cuenta en su canal GlóbuloAzulo, recomendado para información general sobre medicina.


Cazadores de estafas y fake news


Como un proyecto extra, la OMS lanza su sección "New Corona Virus: Myth Busters", a modo de contra ataque a la desinformación y los fake news. Que organismos internacionales, como la OMS, ofrezcan espacios para refutar mitos y fraudes es un avance como un motivo de preocupación. Un avance que aquellos a los que nos dedicamos a la pseudociencia observamos como nuestro fruto del esfuerzo colectivo (granios de arena en todas partes unidos contra la desinformación), y una preocupación, pues la avalancha de timos en internet es aplastante. Y aún así, debe hacerse frente y combatirla con todo lo que se pueda.

No existe mejor portal de fact-checking que el "viejo confiable" Snopes. Y para demostrarlo, ofrece "The Coronavirus Collecion: Fact-Checking COVID-19", con un tremendo archivo de mitos, rumores, fraudes e inexactitudes que se difunden sobre el coronavirus en todo el mundo.



El Center for Inquiry (CFI), la asociación escéptica y humanista más grande del mundo, ofrece su colección de artículos "Coronavirus Resource Center", donde explica que, "El Center for Inquiry, basándose en nuestra experiencia única de nuestro Committe for Skeptical Inquiry, está listo para hacer lo que mejor hacemos: confrontar y exponer la pseudociencia y la desinformación."




El portal Quackwatch se ha ganado con creces el ser uno de los sitios más confiables sobre fraudes contra la salud, pseudoterapias y desinformación relacionada con la salud. Y con "COVID-19 Schemes, Scams, and Misinfomation", por el Dr. William M. London, lo reafirma, al mostrar una preocupante lista donde se observan decenas de páginas que comparten información falsa sobre la pandemia de coronavirus.


Otro de los grandes portales de salud y divulgación de mejor calidad, es Science-Based Medicine, en donde un equipo de médicos y divulgadores comprometidos en la lucha contra las pseudoterapias comparten las últimas noticias y reflexiones relacionadas al COVID-19.


El blog del Dr. Edzard Ernst, el mayor crítico de la pseudomedicina en la actualidad, cuenta con varias entradas sobre el oportunismo de los curanderos en su intento de vender soluciones mágicas en plena pandemia.

El portal Maldito Bulo ofrece su "Colección Especial Coronavirus", en donde se contabilizan más de 400 bulos, mentiras, estafas y alertas falsas sobre el COVID-19.

Son pocos los portales de prensa nacional que realmente me inspiren confianza. De hecho, cada que veo alguna nota en sitios oficiales de periódicos como Milenio, El Universal, La Jornada o (peor) Reforma, suelo recurrir al sitio web de Animal Político y su colección "CoronavirusFact", donde son verificadas varias de las notas que otros periódicos publican sin el menor rigor ni análisis.

En un esfuerzo colectivo, periodistas y científicos colaboradores de varias plataformas de fact-checking, en conjunto con la Red Mexicana de Periodistas de la Ciencia, lanzaron el proyecto #COVIDconCIENCIA, en donde ofrecen información verificada sobre el coronavirus y sus decenas de noticias falsas.

Por último, pero no menos importante, el portal VerifiCiencia ha ofrecido algunos de los mejores artículos en español que he leído sobre malos entendidos y fraudes pseudocientíficos relacionados con el COVID-19. Y no, esta recomendación no la hago solo porque yo sea colaborador también (aunque ya hace rato que no apoyo con algo nuevo); si no me cree, vaya y compruebe usted mismo la calidad de la información.


Hasta aquí, cada que tengo una duda sobre la pandemia que nos está tocando sufrir, suelo recurrir a alguna de estas fuentes, todas con calidad, supervisadas y/o escritas por expertos en la materia, ofrecen información públicamente corroborable, libre y gratuita, siempre necesaria para desmentir en Whatsapp a tu tía la panista, o por Facebook a tu tío boomer, ansiosos por propagar la desinformación.

Fuera de broma, como vimos en los ejemplos descritos al inicio, la desinformación puede venir de cualquier parte, incluso desde la Casa Blanca, desde medios de comunicación masiva y desde los prejuicios de nuestros familiares y amigos. La desinformación, el fraude y el negacionismo terminarán cobrándose varias vidas en esta contingencia mundial, y lo mejor que podemos hacer es protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos, evitando que caigan en la última estafa en redes sociales o en el nuevo chantaje político de algún empresario mezquino.

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