lunes, 13 de junio de 2016

La Edad Media en el siglo XXI: Homofobia y religión


Como probablemente ya saben, Orlando, EEUU, acaba de ser escenario de una nueva masacre motivada por el odio, alimentado a su vez por el fanatismo religioso. El club Pulse, uno de los antro-gay más grandes de la ciudad, fue el escenario de una masacre causada por la mano de Omar Mateen, un joven de 29 años, quien profesaba la religión islámica. De acuerdo a lo que su padre afirma, Mateen era un "buen muchacho" que no era un radical, ya que creía que la homosexualidad la castigaba Dios en el más allá. La verdad, con creencias así, la línea que divide a los fundamentalistas que festejan las masacres en redes sociales y los que se vuelven asesinos en masa es muy delgada. El saldo hasta ahora conocido es de 50 personas asesinadas y 53 heridas (la mayoría en estado grave).



Como informó David Osorio desde su blog:
103 personas y sus seres queridos vieron alteradas sus vidas injustamente para siempre, por un salvaje que seguía una ideología del siglo VII que insta al asesinato de personas por su orientación sexual.

Y aún así, todavía hay gente que niega que este comportamiento se pueda derivar directamente del Corán (Sura 7:80-84) — los que niegan la obvia relación entre la religión de las necesidades especiales y las atrocidades cometidas en su nombre son parte del problema. (Mateen juró lealtad a Daesh, que instó a hacer una guerra contra la homosexualidad en EEUU durante este Ramadán.).
Algo no solo triste, sino patético, motivo de auténtico enojo e indignación es la cantidad de comentarios idiotas que se han generado en redes sociales, asegurando, como lo hizo el directivo de la Secretaría de Desarrollo Social de Jalisco, Jesús Manzo Corona: "lástima que fueron 50 y no 100." Manzo Corona fue retirado de su cargo, tal como anunció el gobernador del Estado, Aristóteles Sandoval. El que lo corrieran de su puesto, tal vez sea un castigo necesario, pero para personas como ésta, la cárcel debería de guardarles un lugar. Personas intolerantes como Manzo Corona hay muchas. Un pensamiento prejuicioso e idiota, propio del oscurantismo medieval, abunda en pleno siglo XXI en el que se cuenta con la libertad y la facilidad para comentar lo que sea por medios como Twitter y Facebook.

Otro ejemplo de ideas estúpidamente peligrosas son las del pastor Steven L. Anderson con un mensaje de preocupación bíblica, asegurando que algo bueno es que hoy ya existen 50 homosexuales "pederastas y pervertidos" menos de los que preocuparse, y lo malo, es que personas preocupadas por esta situación (como el presidente de EEUU, Barack Obama) saldrán a denunciar el fanatismo, la homofobia y buscarán regular las armas en el ya mencionado país. (Parece ser que YouTube tampoco tolera las idioteces de personas como Anderson, ya que el video ha sido eliminado).

Algunos mensajes de odio desde
Twitter.
Como Anderson y Manzo Corona, las redes sociales se siguen inundando de mensajes de odio hacia la comunidad gay. Al vivir en una sociedad más o menos libre, estas personas, hay que decirlo, tienen derecho a comentar lo que quieran sobre un crímen como la masacre en masa en Orlando. Estas personas solo reflejan el daño que puede traer una sociedad que otorga derechos y libertades a sus ciudadanos, que estos ciudadanos poseen tecnología (desde celulares por los que pueden mandar un twitt, hasta pistolas con las que, se supone, aseguran "la defensa y seguridad propia"), pero que poseen un nivel cultural miserable, y peor, la poca educación y moralidad que llegan adoptar es la propia de fanáticos religiosos del siglo VII (como bien dice David).

Es cierto, no podemos culpar a la religión completamente por estos crímenes. Muchas personas con un prejuicio arraigado solo buscan una excusa en los libros sagrados, sea la Biblia, el Corán o el Libro de Mormón. Sin embargo, tampoco podemos negar la influencia de las ideas religiosas, transmitidas por sus intolerantes líderes religiosos, en el prejuicio homofóbico y sus sanguinarias consecuencias. La religión sigue siendo base de prejuicios y estos son la base de las decisiones más importantes de muchas personas. La decisión de una persona este fin de semana, basada en prejuicios alimentados por su religión,  le costó la vida a otras 50.

Algo que aquellos que publican en redes sociales un apoyo al genocidio con mensajes como #MásMasacresMenosGays deberían saber es que su mensaje solo alienta el odio a seres humanos iguales a ellos. La homofobia, igual que otras manifestaciones de odio, solo se basa en una teoría (caduca y estúpida) de la naturaleza humana, en la que una parte de la humanidad en realidad no son seres humanos, son inferiores y los demás tienen el derecho (casi el deber) de acabar con aquellos inferiores que, como dicen algunos bien sostenidos en su fe, solo pervierten a otros. Estas ideas no se sotienen más allá de un prejuicio miserable, propio de personas verdaderamente inferiores moralmente.

SI TE INTERESA ESTE TEMA

*"Cómo fue el ataque en un club en Orlando, EE.UU., en el que murieron 49 personas", artículo de la BBC con varios enlaces para profundizar en esta triste tragedia.

*"La paradoja de la tolerancia", fragmento del libro La sociedad abierta y sus enemigos, de Karl Popper, en el que se presta atención al dilema al que se enfrentan las sociedades libres al tolerar intolerantes.

*"Open Letter to Liberal Muslim", escrito de Maarten Boudry en el que agradece a aquellos religiosos que entienden que su religión no debe entrometerse en la educación y la política, pero que se muestran reacios a aceptar que es su religión la que presenta los fundamentos del fanatismo genocida.

1 comentario:

  1. Excelente artículo.

    Te comparto mi opinión personal:

    LAMENTABLEMENTE…
    Es gracias a la homofobia promovida por grupos intolerantes y cultivada por muchas religiones, que masacres injustificadas como la de Orlando, E.E.U.U., seguramente continuarán ocurriendo.
    Dónde queda el amor, la compasión, la paz, la tolerancia y la sana convivencia que tanto predican en sus templos cuando se trata de juzgar, denigrar e incluso asesinar a personas que no profesan sus mismas creencias o conceptos de lo que es pecado y lo que no?
    Las preferencias sexuales son decisiones personales y no se fundamentan ni dependen de las creencias religiosas de los demás; pero eso no parecen comprenderlo los más radicales y muchos “moderados”. Tal vez sea esa la razón por la que no he leído en las redes sociales las típicas frases solidarias como “Oremos por las víctimas de Orlando”. Quizá sea porque dicen o creen que Dios condena los “pecados y aberraciones” de la comunidad LGBT. Puede ser que en las mentes estrechas de los intolerantes piensen que esos seres humanos asesinados en el club Pulse se lo tenían bien merecido.
    Así las cosas en pleno siglo XXI!

    P.D.: Aclaro que soy heterosexual, pues no faltará el prejuicioso que crea que mi opinión obedece a mi orientación sexual.

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