domingo, 4 de septiembre de 2016

Por qué me sigo considerando escéptico (a pesar de las malas defensas del escepticismo)


Soy escéptico, y aunque no tengo membresía ni soy parte de ninguna "Iglesia de los verdaderos escépticos iluminados por la razón de los últimos días" ni nada parecido, afirmo que formo parte de algo conocido como movimiento escéptico, en el cual trato de aportar un granito minúsculo de arena al trabajo de denunciar las pseudociencias y la charlatanería que impregna nuestra sociedad, más que por cualquier otra cosa, por el deseo de aportar benéfico a la sociedad en la que vivo.

Desde sus inicios, el movimiento escéptico ha sido duramente criticado, tanto desde dentro como desde fuera de sus filas. Algunas de estas críticas solo han sido odiosos hombres de paja, en los que los escépticos llegan a ser vistos como inquisidores tan solo por ser escépticos y no tragarse de buenas a primeras la bobada paranormal que se les presenta a cada esquina de la calle. Otras han sido más centradas, con el objetivo de hacer crecer al movimiento, de reforzarlos y de corregir sus errores.

Para consultar más rápido