La semana pasada me la pasé repitiendo la Audiencia maussiana presentada en la Cámara de diputados, y organizada por el diputado morenista Sergio Gutiérrez Luna y el famoso ufólatra Jaime Maussán. Sí, yo también creo que me estoy volviendo masoquista por pasarme tantas horas especialmente escuchando una y otra vez las tontadas de Maussán y sus compinches sobre las "momias tridáctilas" que no son momias, sino muñecos armados con restos animales y humanos, y re-armados de un modo en que los taxidermistas sienten pena ajena por quienes creen que son auténticas. Pero esta tortura rindió sus frutos, pues terminé de escribir un resumen de los casos principales para nuestro contexto expuestos en el lamentable evento. Y por resumen, me refiero a un documento de 32 páginas de extensión y 116 referencias. Y eso que ignoré a la mayoría de los participantes extranjeros.
El resumen aparecerá en Verificiencia en los próximos días (seguramente dividido en partes), además que próximamente estaré participando con una ponencia sobre por qué sigue siendo importante criticar este tipo de eventos, aunque sea considerado irrelevante en comparación con los problemas reales y urgentes que aquejan al país y al mundo. Por el momento, les paso una de las partes de mi resumen, la que refiere a los supuestos "hallazgos" de Avi Loeb, el brillante astrofísico de Harvard que en los últimos años ha decidido adoptar el "método" de los creacionistas, descartando las hipótesis más plausibles de sus colegas para explicar objetos como Oumuamua, y a partir de ahí asegurando que sus ideas de restos de naves extraterrestres son igual sino es que más probables, haciendo un completo "alien de los huecos". Y todo a la vez que sigue creyéndose el nuevo Galileo, hazme el favor.
Loeb ya había demostrado lo cómodo que se siente compartiendo pantalla junto a los ufolocos más delirantes, como Javier Sierra, con quien dialogó en la FIL GDL 2021, por lo que no me pareció tan sorprendente que aceptara una invitación de Maussán para participar en su circo, y hacerla de "eminencia científica", para que vieran todos que Maussán sí escucha "todas las voces", hasta las científicas, sobre el fenómeno ovni.