viernes, 20 de diciembre de 2019

#DíaDelEscepticismo En defensa de Greta Thunberg

"Al deshacerse de las restricciones de las expectativas de género, Greta, al igual que muchas otras mujeres jóvenes que lideran el movimiento climático juvenil, está demostrando que el cambio ocurre a la velocidad que lo hacemos posible. Está demostrando que un mundo mejor es posible, que la humanidad enfrenta un gran desafío, pero ninguno tan grande como las expectativas que nos imponemos."  Michael E. Mann.

"Hasta que nuestros líderes implementen cambios importantes en las políticas para mitigar la crisis climática, la generación de Greta estará totalmente justificada para darles una conferencia por maltratar egoístamente la estabilidad de nuestro clima global. Y basándonos en los abominables ataques a Greta que enmascaran torpemente un profundo sentimiento de culpa, sus críticos lo saben."  Dana Nuccitelli.


El llamado "efecto Greta", como algunos ya han señalado con anterioridad, no responde a un fenómeno nuevo, sino que se trata del más reciente eslabón de una lamentable cadena de recordatorio sobre los fallos internacionales en política ambiental. No es sorprendente que ante la popularidad de Greta Thunberg, y la movilización mundial que ha causado, haga despotricar a los viejos enemigos de la lucha contra el cambio climático, desde los libertarios que escriben con su conocida mezcla de hipocresía y conspiranoia, hasta políticos mezquinos que han hecho poco en la lucha contra el calentamiento global, como el presidente ruso Vladimir Putin. Opiniones como estas son fácilmente predecibles, cuyo propósito se encuentra justo entre la conveniencia del aún muy lucrativo negocio de marcadear con la duda y la negación en favor de enormes empresas, y el sesgo ideológico más rancio e infundado, basado en la idea que la libertad económica es lo único que importa. Tampoco faltan los comentarios de despistados oscurantistas, como el charlacanista Slavoj Zizek que, después de tanta verborrea, acaba dando el sencillo mensaje que Greta en realidad no es original en su planteamiento (algo que ni Greta ni los activistas de la Huelga Mundial por el Clima niegan), sino que es algo que otros ya han dicho, que es una "apóstol" en este sentido.

Lo que sí fue para mí una sorpresa, debo decir una desalentadora sorpresa, fue ver varios de mis contactos que se mueven entre el movimiento escéptico, criticando a Greta Thunberg por razones tan irrelevantes, especulativas y hasta falaces. En otras ocasiones, se presentan puntos que básicamente complementan el mensaje principal de la Huelga Mundial por el Clima, antes que restarle importancia. Y aunque no todas las críticas entre el movimiento escéptico son malas (por ejemplo, la escrita por David Osorio es bastante buena y con puntos que de verdad se deben tener en cuenta), por lo menos entre los grupos y páginas por los que "me muevo" en redes sociales me han dejado mucho qué desear. Aquí me propongo dar un repaso a cuatro reflexiones que, creo yo, sintetizan bastante bien las malas críticas contra Greta Thunberg, por parte de escépticos: me refiero a las del miembro del Círculo Escéptico Argentino Matías "Matt" Suárez Holze, del filósofo de la ciencia español Manuel Corroza Muro, del periodista científico Mauricio-José Schwarz y el autor best seller científico, Steven Pinker.

jueves, 12 de diciembre de 2019

7 razones para no creer en la virgen de Guadalupe

<<Más de cuatro siglos claman a nuestra Madre con una inmensa sinfonía. Porque la Virgen de Guadalupe es algo que está identificado con la sustancia de la patria. Ella presidió el nacimiento de nuestra nacionalidad. Quiso visitarnos –como a su prima Isabel en su gravidez– cuando estas tierras estaban "grávidas de Cristo", y aceleró el nacimiento de El y su reinado entre nosotros de manera tan insólita desproporcionada a los medios humanos, que todos los historiadores se sorprenden... En los cimientos del Tepeyac, están los cimientos de la patria.>>  Alfonso Junco.

<<Mire,[el ayate de la Guadalupe] no es producto de un milagro. Tuvo toda una preparación pictórica. Se identificaron sus diversas capas. Tiene hasta huellas de pincel. Se dice que está estampada milagrosamente, que no tiene ninguna preparación. No, no. Eso no es cierto.>> José Sol Rosales.


Entre los fenómenos religiosos más fascinantes y deprimentes que he podido encontrar, el guadalupanismo se lleva el primer lugar, en mi humilde opinión. Es un enorme culto dentro de un culto más grande, a saber, el catolicismo. En sus inicios, la adoración a la Virgen de Guadalupe causaba escepticismo y molestia a los obispos, pues tenían las legítimas sospechas de que, los indígenas recién colonizados estuvieran venerando la imagen de "la Guadalupana" como una diosa; como la diosa Tonantzin, la cual los historiadores reconocen como la figura mitológica que sirvió de base para crear este nuevo icono hacia el final de la conquista.

Aquellas sospechas de los clérigos de finales del siglo XVI se hicieron realidad. El guadalupanismo podría convertirse (en el futuro) en un culto propio, independiente de la doctrina oficial católica, dada su popularidad y el culto a la imagen que se le rinde. Algunos incluso observan cómo el guadalupanismo rebasa las fronteras del catolicismo, tal como explica una reciente nota en UNAM Global (enlace del original):
<<Hoy en día, el culto a la virgen de Guadalupe es un elemento de cohesión social, y la población mexicana es mucho más guadalupana que antes, y cada vez más. Esta creencia existe aún en quienes no son católicos, y “tal vez haya más guadalupanos que practicantes de esa religión”, afirmó Gisela von Wobeser, investigadora emérita de la UNAM.>>
Los ateos no podemos hacer demasiado, más allá de observar y comentar para aquellos que están dispuestos a escuchar, aunque sean pocos. Mientras los científicos sociales estudian las fascinantes conexiones históricas (y psicológicas) de la identidad guadalupana con otros fenómenos como el nacionalismo, aquí haremos un pequeño ejercicio de reflexión sobre por qué, si te consideras alguien racional, sería risible que creyeras en la Virgen de Guadalupe, en el milagro del ayate, en la existencia de Juan Diego o en la benevolencia del culto mariano. Aprovechando que hace poco andaba leyendo un viejo artículo corto sobre el también falso Sudario de Turín, escrito por Luis Alfonso Gámez, decidí hacer un top igual de breve y claro.

Espero lo disfruten.


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