Publicado originalmente en Historia y Filosofía de la Pseudociencia.
Michael D. Gordin, probablemente el historiador de la pseudociencia más importante, ofrece un repaso sobre cómo se formuló el problema de demarcación y se ofreció una solución a éste que persiste en la mente de muchas personas, aún cuando tal solución quedó en desuso desde hace décadas en filosofía de la ciencia. Me refiero al criterio de falsación de Karl Popper.Este artículo adaptado de una parte del libro On the Fringe. Where Science Meets Pseudosciences (2021), de Gordin, explica el origen del interés de Popper en la filosofía de la ciencia (siendo al principio un joven doctor en psicología formado en psicoanálisis adleriano), y el objetivo que buscaba a la hora de establecer la falsación como criterio de demarcación: demostrar que el psicoanálisis (su carrera que abandonó) y el marxismo no contaban como teorías científicas, y existía una línea divisoria que las diferenciaba de, por ejemplo, la teoría especial de la relatividad. Fascinado en un primer momento con el empirismo lógico del Círculo de Viena, Popper demostraría que prácticamente cualquier teoría podía encontrarse con verificaciones a sus postulados. Pero su propuesta termina pecando por el mismo defecto, ya que es perfectamente concebible (y de hecho es bastante fácil encontrar) una pseudociencia que establezca enunciados falsables capaces de refutarla. De hecho, muchas pseudociencias ya han sido completamente refutadas, y siguen siendo pseudociencias.