Apenas entro a mi perfil de facebook para ver las últimas noticias de las redes sociales, y me encuentro con un enlace triste que me enchina la piel por unos segundos, compartido por el divulgador Martín Bonfil Olivera: "
Encuentran sin vida a Luis González de Alba". Es bastante extraño y demasiado lamentable. Desde hace muchísimo tiempo que
Luis González de Alba, psicólogo por profesión y periodista por pasión, había dejado atrás esos tiempos de lucha revolucionaria que lo llevaron a ser uno de los dirigentes del movimiento estudiantil del 68, siendo él uno de los testigos de aquella matanza que se recuerda un día como hoy pero de hace ya 48 años. González fue apresado en la cárcel de Lecumberri, donde escribió su novela
Los Días y los Años.
Me resulta en serio bastante extraño enterarme que aquel escritor con la mirada triste, pero siendo un incansable crítico de la izquierda contemporánea; aquel divulgador científico que en algún momento unió fuerzas por la cultura científica junto a otros como Mario Méndez Acosta y Mauricio-José Schwarz hace unos 20 años; aquel escritor que llegué a ver de lejos en alguna ocasión en la FIL de Guadalajara; aquel autor de quien me tocaría atender a su madre (una anciana adorable) hace poco más de un año en la librería donde trabajo; aquel escritor que, aunque llegué a decirle que lo consideraba el derechista más inteligente que conozco, se ocupó de asegurarme que no era de derecha, haya sido encontrado el día de hoy muerto. Según se informa,
Luis González se suicidó.