jueves, 31 de octubre de 2013

La miseria de los cazafantasmas

"Si me encuentro con un hecho 'inexplicable' no doy rodeos. Es tema para los investigadores, pero no significa que debe suponerse automáticamente que se trata de un fantasma" James Houran.

"Una cosa son las anécdotas y las evidencias de peso son otra cosa. Sugiero a las personas que creen en fantasmas, que miren a las evidencias con mucha atención. Veámoslo desde el punto de vista de alguien que intenta engañarme o que yo mismo me esté engañando. Es probable que lo segundo sea cierto" James Randi.


Ya es Halloween y como de seguro se han fijado en la televisión, los medios impresos y en las calles al salir a pasear, que las figuras, especiales, programas y cuentos de fantasmas y demás chucherías de lo paranormal se vuelven cosa de todos los días más o menos desde mediados de Octubre hasta la primera semana de Noviembre (o por lo menos eso he notado yo en mi el bello Guanatos). Es en estos tiempos en que los vende misterios hacen su agosto contando historias de terror y haciendo "investigaciones" de fantasmas, de modo que ¿qué mejor ocasión para hablar sobre la veracidad (o mejor dicho falsedad) de los "cazafantasmas"?

En el mundo anglosajón son los paranormal investigator (PI por sus siglas en inglés), ghosthunters o ghostbusters los principales conceptos a distinguir (aunque la mayoría de las veces no hay distinción alguna entre los tres). Para  nosotros sencillamente los llamaremos cazafantasmas, los cuales, como explicaré más adelante, son distintos que los investigadores de lo paranormal (los primeros son charlatanes y estos últimos son personas auténticamente comprometidas con querer saber qué hay de verdad detrás de los reclamos de lo paranormal), aunque muchos cazafantasmas abusen del concepto de investigador paranormal. También es frecuente escuchar calificativos como los de "investigador psíquico", "investigador de laboratorio psi" o "parapsicólogo" haciendo referencia a un cazafantasmas sin más. Esto también hay que definirlo claramente.

Primero lo primero, y lo primero es definir las diferencias de un investigador paranormal propiamente dicho y un cazafantasmas. Un investigador paranormal es aquel que investiga casos en los que se denuncia alguna actividad paranormal en específico. Por actividad paranormal puede entenderse reclamos sobre encuentros con fantasmas, orbs, casas encantadas, posesiones, fenómenos psíquicos, maldiciones, milagros, ovnis, el chupacabras, duendes... y todo lo que se le venga a la mente que se vea usualmente como terrorífico e "inexplicable". El investigador paranormal científico se vale del conocimiento de física, lógica y psicología, pues siempre tiene presente que una explicación natural siempre es más probable (y simple) que una explicación sobrenatural ante una serie de fenómenos específicos que se presumen tienen origen sobrenatural. Aunque hay muchos que se centran en la investigación histórica de los fenómenos (por ejemplo el escritor Robert Todd Carroll en EEUU o Mario-Méndez Acosta en México), el arquetipo ideal de investigador paranormal es el de un investigador de campo que va a los lugares donde se supone se presentan los fenómenos "paranormales" denunciados (ejemplos de este tipo de investigadores se pueden mencionar a Joe Nickell, Benjamin Radford, Richard Wiseman y James Houran; Luis Ruiz Noguez y Héctor Chavarría en el mundo hispano). Algunos incluso prefieren ser videobloggers de más o menos buena calidad como César Buenrostro y Oxlack Castro, investigando casos populares ya mostrados por medios masivos.


En cambio, por cazafantasma (alejándonos un poco de la idea de los tipos con un rayo de protones como los de la película Ghosbusters) entenderemos a aquella persona que busca lucrar con las creencias de las personas, que no investiga nada o hace una investigación que peca en lo sesgado, buscando hacer más un show. Dicen buscar evidencias contundentes de los fenómenos paranormales pero siempre acaban con las manos vacías, aunque siempre digan que la foto de una sombra o lo que ellos "sintieron" en su "investigación" es algo significativo. Ejemplos de este tipo encontramos a personajes como Jason Hawes y Grant Wilson [los protagonistas de la popular serie Ghost Hunters y directores de The Atlantic Paranormal Society (TAPS por sus siglas)] por parte del mundo anglosajón, y de parte del mundo hispánico (y en específico en México) podemos nombrar a Carlos Trejo, la Agencia Mexicana de Investigación Paranormal (AMIP/CNPSI) y el célebre grupito de imbeciladores, digo, investigadores de Extranormal. Ejemplos "paradigmáticos" todos estos del típico cazafantasmas. Usualmente los cazafantasmas  abusan de términos técnicos y utilizan tecnología que presumen detecta actividad paranormal (vamos desde la ouija y los detectores de fenómenos de voz electrónica, hasta la utilización de psíquicos y videntes), pero que en realidad no ayuda en nada, por lo que solo juegan a los pseudocientíficos. Si usted quiere llamar a estos tipos como "investigadores paranormales" solo recuerde el agregarle la palabra que clarificará qué clase de investigadores son: investigadores paranormales pseudocientíficos. A este mismo grupo entran los "investigadores psíquicos", los "investigadores psi" y los "parapsicólogos".


Algunos videobloggers hacen investigación de casos paranormales presentados en los medios masivos. En la imagen, un anuncio del sitio en YouTube de Oxlack Castro.


Debido al abuso de calificativos, cualquier fan de Cañitas o de Extranormal puede formar con su propio círculo de amigos una asociación de investigación paranormal, grabando videos de ovnis, sacando fotografías de fantasmas en algún cementerio, buscando duendes en casas abandonadas o grabando gemidos de gatos en apareamiento, digo, voces de ultratumba a media noche. Curiosamente fue esta falta de "especialización" la que dio origen a grupos como TAPS,  AMIP y otros similares alrededor del mundo, pero el sesgo y la investigación pseudocientífica sigue igual en estas sociedades. Se ha descubierto más de una ocasión que estos grupos "serios" han sido los autores y/o promotores de burdos fraudes paranormales, los cuáles se hacen cada vez más fáciles (y barato) de hacer debido a la tecnología. Por esto no es sorprendente que estas asociaciones no tengan prestigio más allá de sus círculos de fans, pero pasen inadvertidas para la comunidad científica o sean objeto de burla por parte de los investigadores científicos. Obviamente si uno compara la investigación de un cazafantasmas (sobre algún caso X en específico) con la de un investigador paranormal científico (del mismo caso X), encontrará conclusiones muy distintas.

Es curioso que mientras los investigadores científicos, por más que buscan, no se topan con fantasmas reales, mientras que pareciera que a todos lados a donde va un cazafantasmas, los buenos amigos de Gasparín ya los están esperando, pues casi siempre se concluye que en efecto hay actividad paranormal con esos sujetos. Si no me cree, vea Ghost Hunters o Extranormal, o busque en YouTube las presentaciones de Carlos Trejo en Otro Rollo. ¡Qué tiene que hacer un investigador científico para que los fantasmas no se espanten! Sobran los que han dicho que eso no es más que prueba de un efecto de declinación en el que la presencia del escepticismo y poca fe del investigador es detectado por las "energías" del lugar (pásame el churro a mí también, para estar iguales, ¿no?). La cosa se pone todavía más cómica (y lo cómico, en estos casos, es inversamente proporcional al nivel de cientificidad; así que entre más cómico menos científico y más pseudocientífico) cuando salen los casos de investigadores religiosos de lo paranormal.

Todo esto suena como para pasar un buen rato riéndose de TV Azteca y sus especiales de Extranormal y después cambiarle a History (¿de "Guate-mala" a "Guate-peor"?), pero la verdad es que esto tiene su lado serio y preocupante. Y es que mientras se siguen almacenando las investigaciones de Joe Nickell o de Luis Ruiz Noguez (por poner dos ejemplos paralelos en la situación de EEUU y México respectivamente), las personas que sinceramente piensan ser víctimas de brujería y espectros, llaman a gente de nula calidad investigativa,  y de calidad moral altamente cuestionable. Estos cazafantasmas se aprovechan de personas de este tipo que, de buena fe, los contactan para resolver sus problemas, cuando lo único que logran hacer es abusar de su confianza, asustarlos más, dejarlos con falsas ilusiones y obteniendo buenos shows que se pueden transmitir en cadena regional, nacional o incluso internacional. Peor cuando se trata con "investigadores psíquicos" que buscan resolver casos de desapariciones o asesinatos (los llamados detectives psíquicos), depositando toda la confianza (y el dinero) en manos de vulgares estafadores. La historia ha dado tristes pruebas de ello.


Este problema ético surge precisamente porque cualquiera que tenga una cámara y crea en fantasmas puede autodenominarse ya "investigador", poniendo su cartel de aviso o aprovechando las redes sociales para promocionarse, sin tener la más mínima noción de la metodología de investigación, el conocimiento científico necesario y la utilización inadecuada de herramientas científicas, obteniendo respuestas pseudocientíficas con éstas. Es aquí donde cabe cuestionarse, similares a las que plantea Todd Carroll: ¿Qué capacitación o fondo de conocimiento debe tener el investigador sobre ciencia, lógica y pensamiento crítico? ¿Debería tener alguna experiencia o capacitación forense? ¿Entiende la naturaleza y los límites de la percepción y la tecnología (que usa)?¿Qué reputación tiene el investigador en la comunidad científica? (entre otras).

Permitir que estos charlatanes pasen limpios ante los ojos del público en general sería igualmente inmoral, del mismo modo en que es inmoral el que estos se atrevan a "ejercer" investigación. Poner en evidencia sus fallos metodológicos, sesgos cognitivos, falacias de ignorancia y abuso tanto a sus "clientes" como de los conceptos científicos resulta de vital importancia, aunque la atención del público a estos puntos sea el mínimo. Lo importante es que sí hay quienes se interesan en mirar "las dos caras de la moneda". La denuncia de estos charlatanes (tanto los que salen en TV Azteca como los que no estén patrocinados por nadie) ante las autoridades depende de nosotros.

Bueno, ya para irnos a festejar este Halloween, quedémonos en nuestras mentes una frase que resume bien este asunto, del célebre mago y desenmascarador de charlatanes, James Randi: "Disfruta la fantasía, la diversión, las historias, pero asegúrate que haya una línea claramente definida dibujada en el suelo [entre la realidad y la fantasía]. Hacer lo contrario sería abrazar la locura".


Ahora sí...

¡¡¡FELIZ HALLOWEEN !!!


SI TE INTERESA ESTE TEMA

*Fraudes Paranormales. Fenómenos ocultos, percepción extrasensorial y otros engaños, de James Randi, Tikal, 1982.

*Desmontando lo Paranormal, documental presentado por James Randi que se ocupa de desmitificar varios fenómenos paranormales, desde astrólogos a psíquicos.

*"Los engaños perseguirán siempre la historia paranormal", artículo de Lee Arnold, traducido al español en el blog de Luis Ruiz Noguez.

* La entrada "Paranormal Investigator" en The Skeptic's Dictionary , de Robert Todd Carroll, describe las características de la Investigador científica de lo paranormal y la pseudocientífics, la metodología de la Investigación paranormal de campo y la ética de la Investigación.

* El artículo "Ghost-Hunting mistakes: Science and pseudoscience in ghost investigation", de Ben Radford, describe los fallos metodológicos de "investigadores" como los miembros del programa Ghost Hunters.

*El ensayo "The 'Ethics' of Ghost Hunting?" de Karen Stollznow, critica las recomendaciones de Brian Schill sobre la ética de la investigación paranormal. La autora asegura que "para ser verdaderamente ética la investigación, los 'cazadores de fantasmas' deben evitar las investigaciones privadas y evitar ser envueltos en las vidas personales de los demás".

*El artículo "The Haunted Brain", del psicólogo Richard Wiseman, nos explica cómo las denuncias de fenómenos paranormales dicen más sobre nuestros mecanismos cerebrelas que de algo "científicamente inexplicable".

*"Scientific Investigation vs Ghost Hunters", una comparación que el investigador senior del CSI, Joe Nickell, hace respecto a la conclusión de TAPS sobre casos célebres y las conclusiones a las que Nickell llegó luego de investigar los mismos casos.

sábado, 19 de octubre de 2013

Bunge el marciano

En un artículo llamado "¡Por fin llegaron los extraterrestres!", de apenas una cuartilla de extensión, publicado en el número 29 de la revista El Escéptico (Enero-Abril 2009), el filósofo de la ciencia Mario Bunge confiesa haber pasado de escéptico a creyente en cuanto a la existencia de visitas extraterrestres. Nos narra que antes de adquirir el primer ejemplar del año (2009) de la revista Skeptical Inquirer, no creía en ovnis y extraterrestres. Pero todo cambió luego de leer dicha publicación, pues, según dice Bunge, solo un extraterrestre podría estar interesado en ovnis, pie grande o cosas parecidas "en estos tiempos en los que la economía se está derrumbando en todo el mundo." De modo que sí, ¡los extraterrestres están entre nosotros y se encuentran editando y escribiendo la Skeptical Inquirer!

Dejando ya de lado el humor, la crítica de Bunge en el artículo citado se encamina hacia una reflexión interesante que ciertamente entre el movimiento escéptico no se suele hacer: ¿Por qué los escépticos ignoran o no atacan pseudociencias y teorías económicas inestables y falsas como la teoría económica estándar (o neoliberalismo para los compas)? ¿Es acaso que ignoran los escépticos la realidad en la que viven? ¿Son auténticos extraterrestres? La verdad es que yo le respondería al señor Bunge que,  el principal extraterrestre en el movimiento escéptico sería él mismo, ya que no se ha dado cuenta que no solo no se suele atacar la teoría económica estándar (ya mero se le va andar acusando de pseudociencia), sino que hasta se le defiende.

De un modo similar en que vivían los genios de la biblioteca de Alejandría o de la Academia platónica en la Grecia Antigua, siendo capaces de cuestionar el movimiento o estaticidad del universo, pero nunca cuestionando el sistema esclavista en el que se sentían tan cómodos, hoy por hoy los principales promotores de la "razón ilustrada" y denunciadores de la charlatanería y la pseudociencia parecen existir cómodamente en el sistema del capitalismo del libre mercado. No son pocos los que, aun con una basta cultura científica y años de experiencia en ejercer el pensamiento crítico, aseguran que las "leyes del mercado" son leyes naturales que existen con independencia de la historia o la cultura humana. Así, el neoliberalismo se ve casi como una rama de la física en la que se "estudian" estas leyes. Hay quienes incluso han llegado afirmar que el neoliberalismo es además, un sistema moral que se basa en nuestra "naturaleza virtuosa".


Pensar en que se trata solo de economistas, empresarios y políticos los que defienden ideas que cuando se contraponen a la realidad social son poco más que ridículas, resulta ingenuo. No solo se trata de aquellos que tienen mucho que ganar en defensa de la pseudoeconomía, sino que además se enfilan grandes mentes y expositores del pensamiento crítico tales como Phil Ferguson (quien además de ser activista escéptico es un empresario, creador de Skeptic Money), el fundador de la Skeptic's Society Michael Shermer (autor de The Mind of Market, libro que no recibió tan buenas críticas), el astrofísico que muchos ven en él un auténtico heredero de Carl Sagan, Neil DeGrasse Tyson (quien asegura que "...el capitalismo es una economía de la codicia, una fuerza de la naturaleza en sí misma"); críticos que ganaron popularidad gracias a las redes sociales como los geniales Penn & Teller; o antropólogos como Paul V. McDowell, son solo algunos ejemplos que se pueden dar como principal evidencia de lo ya dicho. 


Desde luego, esto no significa que todo el movimiento escéptico esté en favor o neutral respecto a la economía o la política. Tampoco significa que los divulgadores y autores del movimiento escéptico sean tontos o ignorantes respecto a la situación social actual, tal como Bunge parece sugerir. Existen varios problemas sobre por qué la gente cree en cosas raras (y desastrosas) como el capitalismo de nuestros días. En primer lugar, al igual que como pasa con la religión, muchos prefieren dejar de lado la cuestión de la economía y la política, quedándose seguros opinando de temas que conocen bien (como el creacionismo, fantasmas, los ovnis o pie grande). Dejando como única excepción a esta "norma" del canon escéptico las críticas a las teorías de la conspiración, asociaciones como CSI, Skeptic's Society o la JREF básicamente no presentan material crítico sobre economía y su lado supersticioso y pseudocientífico.


Incluso se ha llegado asegurar que el sistema económico actual tiene un origen en la evolución, como si esta surgiera de forma natural en cualquier tipo de sociedad de una especie inteligente capaz de socializar y crear grandes grupos como las naciones. De este modo es que se defiende la estéril y cuestionable disciplina de la "economía evolutiva", una variante de la también especulativa y criticada psicología evolucionista. 


Una segunda razón en la que podemos pensar y aventurarnos a afirmar de por qué no se es escéptico de la teoría económica estándar (nótese que hasta aquí, he tenido el atrevimiento de usar los conceptos "teoría económica estándar", "neoliberalismo" y "capitalismo del libre mercado" como sinónimos, con el fin de no utilizar de forma muy recurrente el mismo concepto, aunque no necesariamente puedan significar lo mismo, sí hacen referencia al mismo sistema de doctrinas y teorías económicas. Espero no causar mayor confusión.) es porque, contrario a lo que muchos nos gustaría pensar, no existe un escéptico consistente, sino que solo somos escépticos selectivos. Esto no quiere decir otra cosa más allá del hecho que los escépticos científicos son tan humanos como cualquier creyente de cualquier pseudociencia. Y como cualquier otro ser humano lleva consigo una carga de sesgos y prejuicios psicológicos y sociales que le impiden ser crítico con todo lo que piensa, cree o sabe.


Este mismo fenómeno del escepticismo selectivo explica por qué algunas de las mentes más geniales del pensamiento crítico como Martin Gardner y Harry Houdini, aun siendo implacables en sus denuncias de charlatanes podían ser hombres con fe en un dios personal. El escepticismo selectivo puede ser también la razón por la que muchos no ataquen (y hasta defienden) posturas contradictorias o por lo menos cuestionable sobre economía o política. Estos, al igual que los escépticos con fe religiosa admiten que viven "a gusto" creyendo en un dios personal, tal vez se sienten demasiado a gusto en el tipo de sociedad en la que viven, sin importarles si sus afirmaciones sobre las "leyes del mercado" o cosas similares tienen sentido o sustento científico. Además de esto, parecen ignorar a todos aquellos (que se cuentan por millones en el mundo) que no se sienten tan "a gusto" apenas sobreviviendo los horrores de las crisis económicas, la inflación, el salario mínimo, el desarrollo integral a corto plazo que no garantiza sustento a futuro, etc.
Las preguntas fundamentales que se tienen
que hacer en la actualidad son:
¿Llegó el momento para dejar de lado una teoría
económica como la estándar?
¿Es posible que el neoliberalismo sea eliminado de golpe
o puede adaptarse al medio social cambiante, tal como ha hecho
hasta ahora para sobrevivir?
¿Cuáles son las alternativas? ¿Qué tan validas y aplicables
son estas alternativas?

Con todo esto tampoco se busca afirmar lo que desde hace más de dos siglos se viene profetizando y que simplemente no ha sucedido: la muerte del capitalismo. Sinceramente, desde los límites de mi experiencia y mi conocimiento no soy capaz de sostener esta afirmación que ha sido exclamada y divulgada desde tiempos de Marx, y que aun hoy intelectuales como Chomsky o el mismo Mario Bunge aseguran, siempre "basándose en los hechos". Hasta donde sé (y no es que sepa mucho) si algo ha demostrado que no es el sistema capitalista, es ser completamente estático. De haberlo sido, sin duda alguna éste hubiera muerto desde los años en que Marx publicó El Capital. Pero el capitalismo se ha adaptado a las circunstancias, a los fenómenos sociales cambiantes e impredecibles, cosa que teorías como la comunista simplemente no lograron hacer jamás.


El capitalismo que en su tiempo fue motivo de crítica por parte de Marx, Engels o Lenin, no es el mismo que ahora pensadores como Bunge critican, lo cual es muy importante. Cuando hoy se grita que el capitalismo del libre mercado está en crisis, se debe tener presente que el que este sistema económico-político esté en crisis no necesariamente significa que esté muriendo. La misma predicción hacia Marx sin considerar que el Estado podía llegar a intervenir en el agresivo mundo de las leyes de competencia del libre mercado salvándole de la ruina total, no tenía presente la consolidación de sindicatos de trabajadores que a su vez ayudaron a forjar los derechos del trabajador (no es lo mismo una jornada laboral de 16 horas por 6 días como conocía en su tiempo Marx, a 8 horas más o menos bien pagadas de lo que se tiene hoy en día, incluyendo bonos extra y prestaciones de ley). Con esto tampoco se busca asegurar que este sea un sistema basado en leyes naturales independientes de la actividad humana o el desarrollo histórico. Si las "leyes del mercado" no son leyes naturales al estilo de la ley dela gravedad, y se asegura que sí lo son, entonces, bien se puede asegurar que la teoría económica estándar tiene sin duda un fundamento pseudocientífico. El educar y formar economistas y políticos que solo defienden de forma escolástica esta idea, es un acto irresponsable y peligroso para la sociedad.

De modo que, ponga atención señor Bunge, puede que los extraterrestres ya estén entre nosotros, pero tal vez no se encuentran en Skeptical Inquirer. Tal vez  uno de ellos sea autor de libros como La Ciencia, su Método y su Filosofía, ¿no lo cree?

SI TE INTERESA ESTE TEMA

*Seudociencia e Ideología, de Mario Bunge, Alianza Editorial.

*Introducción a las Doctrinas Político-Económicas, de Walter Montenegro, FCE.


*El Neoliberalismo que no vemos, artículo de la sección Científicamente Incorrecto del blog La Ciencia y sus Demonios, que busca crear una reflexión sobre la ideología detrás de este sistema económico... y sus lamentables conclusiones.

*Qué es el "Neoliberalismo": teoría, práctica e ideologema, de Michael Hoexter, artículo que sitúa al sistema neoliberal en su contexto.

*El auténtico socialismo renacerá sobre las cenizas del capitalismo, artículo que reproduce la conclusión de una conferencia de Mario Bunge dictada en Lima, Perú.

*¿Existió el socialismo alguna vez, y tiene porvenir? ensayo de Mario Bunge que busca afirmar que el socialismo democrático es el sistema que sustituirá al capitalismo en el futuro cercano.

*"The Myth of Consistent Skepcticism: The Cautionary Case of Albert Einstein" , artículo de Todd Riniolo y Lee Nisbet Analiza que explica por qué no existen los escépticos consistentes y solo tenemos escépticos selectivos.

*"Shermer's March to Nirvana" , comentario de Robert Todd Carroll sobre el libro libertario de Michael Shermer, The Mind of the Market. En este, Carroll nos asegura que Shermer es tan confiable sobre economía como Jenny McCarthy lo es hablando sobre la vacunación y el autismo (o sea, nada confiable).

lunes, 30 de septiembre de 2013

Día de la blasfemia:el "argumento Ray Comfort" que demuestra que Dios no existe

"Si Dios es la respuesta, la pregunta debió haber sido muy estúpida."

Siendo esta la primera ocasión en la que celebro desde el blog el Día Internacional de la Blasfemia, quería presentarles algo interesante y divertido a la vez. Así, se me había ocurrido hacer un artículo con videos de grupos como Black Sabbath, Rammstein Mago de Oz o incluso algo de John Lennon  para tener un poco de música para variar; se me ocurrió también reflexionar un poco sobre filosofía e historia del arte mostrando La Tentación de San Antonio, una obra reproducida varias veces, pero cuyas representaciones más famosas y blasfemas son (a mi gusto) las de Félicien Rops y Salvador Dalí. También pensé en una galería de memes blasfemos, pero ya existe toda una página de facebook de eso, así que también la deseché.




En fin, tuve varias ideas. Pero luego de un tiempo de meditar la situación, pensé y me dije a mí mismo: "mi mismo, ¿qué podrías publicar para el Día de la Blasfemia que sea un insulto a cualquier tipo de dios que se pueda imaginar y que a la vez, sea divertido? De pronto, me llegó la inspiración divina en dos palabras, el nombre de una persona: Ray Comfort. Me di cuenta que no puede haber mayor insulto a cualquier dios que este sujeto, además de ser el principal bufón de los círculos de ateos y conocedores de la biología evolutiva. Entonces, la mezcla perfecta entre insulto divino y diversión. Para aquellos que no conozcan quién es Ray "la banana" Comfort, nada más vean esta joyita:




Esto no puede ser solo un insulto a los biólogos evolutivos que saben que el plátano (o banana) es un fruto producto de la selección artificial y que este deriva de una especie silvestre que se parece poco a la banana que todos estamos acostumbrados a comer (sin albur); sino que es también un insulto a la inteligencia humana en general. Es más, si existe algún dios, este se sentiría ofendido al ver a este tipejo y su "demostración". Seguro ese dios entraría en crisis existencial al cuestionarse cómo él, siendo perfecto, creo semejante aberración como Comfort.

Lo que es más, algunos, como el jubilado profesor de filosofía y autor de The Skeptic's Dictionary, Robert Todd Carroll, piensan que Comfort es en sí mismo una demostración de que el dios abrahamico no existe.

¿Quién es este tipo que piensa que una banana es "la pesadilla de los ateos"? Bueno, además de ser el creador de la falacia del plátano y ser obviamente un anti-evolucionista que de evolución no sabe ni jota, Comfort es un evangélico originario de Nueva Zelanda, escritor de una decena de libros que hablan sobre ateísmo, evolución, evangelización, salvación cristiana, etc. Entre sus publicaciones más "notables" está su edición de El Origen de las Especies, de Charles Darwin, publicada en 2009 con todo y una fantástica introducción hecha por él mismo, en la que su ignorancia y analfabetismo científico brillan por sobre todas las cosas. En su sitio web, Comfort afirma haber regalo más de 194, 000 copias del libro y que "nada ha sido cambiado en la obra de Darwin." Sin embargo, tal como nos narra Eugenie Scott, directora ejecutiva del National Center for Science Education, ¡Comfort omitió nada más y nada menos que cuatro capítulos de la obra magna de Darwin! Por si eso fuera poco, el profesor de biología de la Universidad de Tennessee, Stan Guffey señala que Comfort cometió plagio en la introducción de El Origen. ¿Cómo lo sabe Guffey? Por qué al parecer, a quien Comfort plagió fue a el propio profesor Guffey. 
La introducción comienza con una bonita y pequeña biografía dulce, entonces degenera en cojos intelectuales, distorsiones perezosas,lectura selectiva de la bibliografía, selecciona y escoge los hechos y malas interpretaciones de los registros históricos.. 
Él [Comfort] sólo quiere que sus 50 páginas sean leídas [las de la introducción], 47 de los cuales son anti-intelectuales, tonterías deshonestas, y las tres primeras de los cuales son muy buenas  porque yo las escribí.
En fin, como vemos, Comfort es todo un estuche cristiano de monerías. ¿Pero cómo es que Comfort es un blasfemo? y ¿cómo se demuestra que el dios cristiano no existe por el hecho de que exista Comfort? Bien, veamos el argumento Comfort en contra de la existencia de Dios:

Comfort es un anti-evolucionista que nunca ha estudiado biología evolutiva, y eso se nota, al pensar que, por ejemplo, un chimpancé puede dar a luz a un humano o que un cocodrilo puede dar a luz a un cocopato. Según él, como no se da nada esto en la naturaleza (lo que muchos creacionistas identificarían con un "eslabón perdido"), la evolución es una farsa. Claro que sus afirmaciones hechas desde la ignorancia solo refutan hombres de paja, sin siquiera acercarse tantito a lo que enuncia realmente la biología evolutiva. Comfort llegó incluso asegurar sandeces como que los evolucionistas creen que el macho de una especie evoluciona de forma distinta que la hembra, y el que un individuo macho evolucione al mismo tiempo y en el mismo lugar que un individuo hembra de la misma especie evoluciona, es algo absurdo, por tanto, la evolución es falsa. ¿No creen que pueda existir alguien tan inteligente (sarcasmo) como Comfort? Lean sus propias palabras:
Imagine que está ahí cuando el primer perro evolucionó. Digamos que es el perro de caza africano (Lycaon pictus), el cánido salvaje de África. Hubo una gran explosión, y millones de años más tarde, surge un animal con una cola y cuatro patas, hígado, corazón, los riñones, los pulmones, la sangre, las orejas y los ojos evolucionaron en el primer perro. Afortunadamente para él, sus ojos se habían convertido a la madurez después de millones de años de ceguera, por lo que podía ver a la primera perra que había evolucionado de pie junto a él. En realidad fue muy afortunado, ya que si la perra no había evolucionado también, y estado en el lugar correcto en el momento adecuado, con las piezas adecuadas y la voluntad de su compañero, hubiera sido un perro muerto. Necesitaba una mujer para mantener viva la especie.
Definitivamente, uno no puede poner otra cara más que esta:


"De Comfort brotan muchas afirmaciones igualmente falsas y ridículas como si fueran verdaderas ideas de la comunidad científica. A continuación, se burla de las ideas y llega a la conclusión de que la evolución es un absurdo y sus creencias en las que las serpientes hablan y otros milagros bíblicos son verdaderas", escribe de forma burlona Todd Carroll.

Y es aquí donde Carroll nos muestra de manera formal el argumento en contra de la existencia de Dios:

Piensa en esto. Un hombre afirma que demostrar un ser omnipotente, omnisciente existe, proporcionando una serie de ideas absurdas, falsas y desvarías dementes. Afirma ser la prueba viviente de un diseñador inteligente del universo y ser un portavoz  de éste en la Tierra. Si un ser como el dios del Antiguo Testamente existiera, este aniquilaría a Comfort por hacer que la gente piense que el dios del Antiguo Testamento es un imbécil. Comfort no ha sido aniquilado. Por tanto, el dios del Antiguo Testamento no existe. Caso cerrado.
Desde luego que, como señala Carroll, el argumento no es infalible. Tal vez el dios abrahámico del Antiguo Testamento existe realmente, pero está satisfecho con el trabajo de personas como Comfort, por tanto, el dios abrahámico es un idiota.

Estoy muy seguro que una u otra conclusión le resultará un profundo insulto a cualquiera que tenga un poquito de sesos pero que además crea que el dios personal en el que cree es más inteligente que un idiota. A esas personas les pido que analicen rigurosamente el argumento, se darán cuenta que es totalmente válido.

Así pues, no solo demostramos que un dios como el cristiano no existe, sino que Comfort se vuelve en sí mismo un insulto a cualquier intento de deidad o cualquier ente todopoderoso que quiera verse como diseñador inteligente.

¡Feliz día de la blasfemia!



SI TE INTERESA EL TEMA

*La entrada Ray Comfort del Skeptic's Dictionary, de Robert Todd Carroll, es la fuente original del argumento Comfort que demuestra que Dios no existe.

*Don't Diss Darwin, un sitio web creado por el National Center for Science Education, especialmente para advertir al público sobre las tonterías, el plagio y la deshonestidad de Comfort en su edición de El Origen de las Especies.

*How to Debate a Young Earth Creationist, capítulo 65 del podcast Skeptoid, de Brian Dunning, sobre los principales hombres de paja lanzados por los creacionistas y cómo estos son fácilmente refutados.

*El diseñador poco inteligente, la serie del blog La Ciencia y sus Demonios, que muestra la irracionalidad del creacionismo del diseño inteligente.

sábado, 7 de septiembre de 2013

7 Razones para no creer en la homeopatía

Luego de un largo tiempo de no escribir nada por aquí (ah pero les dejé una interesante colaboración de Fabián Granobles y publiqué mi confesión de magufo anónimo en Magufobusters), decidí crear un nuevo top 7 con las principales razones para decir sin temor a equivocarme que la homeopatía NO es ciencia.

¿Por qué no es ciencia? Porque en ciencia no se admiten afirmaciones extraordinarias carentes de evidencias extraordinarias del mismo peso. Así de simple, así de sencillo. La homeopatía como intento fallido de disciplina de la salud afirma un montón de cosas que rayan en la locura. Sin embargo, ese no sería un problema si tan solo esa locura estuviera sustentada en algo. A muchos nos puede parecer una locura la teoría de la evolución, la relatividad, la idea de que un virus puede causar enfermedades que van desde la gripe al sida, que el universo haya surgido básicamente de la nada, que los electrones son capaces de aparecer y desaparecer solo para volver aparecer en otra parte o que una misma partícula puede estar en varias partes al mismo tiempo y en el mismo espacio. Sin duda cualquiera dirá a primera vista que los científicos que trabajan en todo esto se han fumado de la verde (o tal vez de la morada). Parece de locos, podríamos incluso (en otra época e ignorando el contexto) decir que todo eso es ridículo, sí, pero por más ridículo que suene todas esas afirmaciones están sustentadas en la evidencia.

En ciencia importa poco si algo va en contra del sentido común o incluso contra "lo establecido", siempre que se base en evidencias públicas, verificables, contrastables, falsables y que puedan ser descritas y explicadas de forma legible, estas se aceptarán como auténticos conocimientos científicos (contrario a lo que cualquier posmodernista podría pensar). La homeopatía parece ser toda una locura y no hay nada que nos demuestre que sea algo más que eso.

jueves, 29 de agosto de 2013

Preguntas frecuentes y de interés del ateísmo, el escepticismo, el hedonismo, el libre pensamiento y el pensamiento crítico

Por Fabián Granobles Ocampo.


En el mundo del pensamiento crítico, el movimiento escéptico y el ateísmo militante se suele encontrar con varias mal interpretaciones  deificaciones y errores que como personas, movimiento y asociaciones no se deberían cometer, ya que no son más que problemáticas resultantes de una mala comprensión  de los conceptos básicos que se manejan para el activismo en pro de la cultura científica y la denuncia de la irracionalidad en todas sus expresiones.

Conscientes de esto, desde la Asociación de Ateos de Cali, en Colombia, el licenciado en filosofía (y uno de mis ciber amigos) Fabián Granobles Ocampo nos comparte estas respuestas a preguntas básicas sobre conceptos básicos que todo interesado en la divulgación científica, el pensamiento crítico, el laicismo y el ateísmo militante deben conocer. Sin duda alguna, tal como he notado, esta información no está libre de controversia, pero para eso estamos, para un diálogo racional y tolerante sobre diversas temáticas a fines. Sin más de mi parte, les dejo con el escrito del señor Granobles Ocampo (quien ya ha colaborado en más de una ocasión en este blog), esperando que lo disfruten (y que investiguen más por su cuenta) tal como yo lo disfruté.

-Daniel Galarza Santiago.

1) ¿Qué es el ateísmo? El ateísmo (del griego “a”, “sin” y “Teos”, “dios”) es la postura que niega o no acepta explícitamente la existencia de divinidades o deidades (dioses y diosas) ni de ninguna entidad sobrenatural o lugar sobrenatural (alma, cielo, infierno, purgatorio, demonios, ángeles, semidioses, elementales, gnomos, duendes, pitufos, elfos, unicornios alados rosas entre otros) sin importar el contexto sociocultural e histórico. El uso del concepto ateo en griego antiguo iba desde el sentido más o menos literal de no creer en los dioses o abandonado por los dioses, hasta sentidos más peyorativos y discriminatorios como malvado, infame, impío, desgraciado, que se entienden en el seno de una sociedad profundamente religiosa. En la Roma antigua, se utilizaba para designar a todo aquel que no creyera en los dioses del panteón romano, en particular a los cristianos.

A nivel histórico, el primer ateo explícito fue Chārvaka Muni (en sánscrito “Chaari”, “Atractivo”, “Dulce”, “Vaak”, “Palabra”, “que habla” y “Muni”, “Sabio”) o Cārvāka Muni (o simplemente Chārvaka o Cārvāka, s. VII a.n.e.), filósofo materialista indio, fundador de la primera escuela de filosofía (entendiendo filosofía como una “forma de vida”) explícitamente atea, materialista, atomista, empirista, escéptica, antirracionalista y hedonista (que tuvo seguidores por lo menos hasta 1578), conocida como la Escuela Lokāyata (en sánscrito “Loka”, “Mundo” “aiata”, “prevaleciente”; “perteneciente al mundo de los sentidos”) y “Lokayatamata” (en sánscrito “punto de vista del vulgo”), perteneciente a los “Dársanas” (en pali “Dāssanas”, “Punto de Vista”, “Vista”, “Sistema”, “Doctrina”) “Heterodoxos”, “Impíos”, “Negadores”, “Ateos” o “Nāstikas” (contrario a los 6 “Sistemas Ortodoxos” o “Āstikas”: Nyaya, Vaisesika, Sankya, Yoga,  Mimamsa y el Vedanta, los cuales parten de los Vedas). En India no se conserva prácticamente ningún texto ateo por destrucción.  En Grecia (y Occidente), el primer ateo explícito a nivel histórico fue Teodoro el Ateo (340 a.n.e. - 250 a.n.e.), filósofo hedonista y misógino de la Escuela Cirenaica, discípulo del filósofo griego Aniceris.

El ateísmo no es una religión (conjunto simbólico unificado de dogmas, costumbres, ideas, ideales y creencias simbólicas que se aceptan sin cuestionamiento en un contexto sociocultural e histórico determinado, aunque han habido  y aún hayan ateos dogmáticos e intolerantes), pues en el ateísmo hay diferentes vertientes como el ateísmo materialista, el ateísmo pesimista, el ateísmo vitalista, el ateísmo existencialista, el ateísmo idealista, el ateísmo positivista, el ateísmo escéptico, el ateísmo anarquista, el ateísmo marxista, el ateísmo objetivista, entre otros. El ateísmo tampoco implica una forma de vestir determinada, ni un gusto musical determinado ni un gusto literario, artístico o deportivo determinado ni la pertenencia a un partido político determinado. El ateísmo no debe confundirse con el librepensamiento, ni con el pensamiento crítico ni con el escepticismo, ni tampoco debe ser idealizado como la encarnación de la razón. El ateísmo no es lo mismo que la indiferencia religiosa (apatía hacia la religión o a hacer debates sobre la religión), pues esto no indica una negación explícita o no creencia de la creencia en la existencia de dioses y de lo sobrenatural, pues en muchas ocasiones es la versión light o laxa que tienen algunos creyentes religiosos en sus concepciones acerca de lo sobrenatural, ni es sinónimo de ciencia, así como la ciencia tampoco es sinónimo de ateísmo, ya que la ciencia como cuerpo de conocimiento racional, riguroso, y basado en evidencias, va más allá de una postura ideológica determinada (social, ético-política, económica o religiosa), ni tampoco es sinónimo de superioridad intelectual y moral como lo afirman algunos ateos, los cuales han idealizado y sacralizado ingenua y falsamente el ateísmo, y representa un mito social igualmente erróneo que el mito social que afirma la superioridad moral e intelectual por el sólo hecho de la pertenencia a una religión determinada. El ateísmo no es tampoco equivalente a la homosexualidad ni conlleva a la homosexualidad (ni la homosexualidad es equivalente al ateísmo o conlleva al ateísmo, como lo creen y piensan algunos creyentes religiosos debido a su homofobia, pues no hay ninguna relación directa ni indirecta comprobada entre la no creencia en dioses y lo sobrenatural y la orientación sexual, de la misma forma que no hay relación directa entre la religión y la orientación sexual), tampoco es satanismo (como lo afirman algunos creyentes teístas que muestran su intolerancia e ignorancia de lo que es realmente el ateísmo), pues eso sería una contradicción, ya que la creencia en Satanás, Luzbel, Lucifer, Micifuz o Belcebú es también una forma de creencia en lo sobrenatural y desde luego, también es una creencia religiosa. El ateísmo ni conlleva ni es sinónimo de inmoralidad, ya que la moral es una construcción humana y cultural hecha para poder convivir con los demás y no es potestad de ninguna religión o partido político.

2) ¿Qué es el materialismo? El materialismo es una corriente filosófica que surge en oposición a la superstición y las explicaciones religiosas, y que resuelve la cuestión fundamental de la filosofía dándole preeminencia al mundo material y concreto (y la vida en el aquí y ahora) y afirma que los fenómenos humanos (biológicos y socioculturales e históricos) son fenómenos materiales, con un fundamento material y concreto. Según el materialismo, el universo es material, existente objetivamente fuera e independientemente de la conciencia (mente) humana. Plantea pues la afirmación de la realidad concreta. Para el materialismo, la materia es primaria y la conciencia y el pensamiento son propiedades de la materia a partir de un estado altamente organizado. El pensamiento es un nivel superior del conocimiento humano, un proceso de reflejo de la realidad objetiva, material, concreta y empírica. Sostiene, además, que la materia no ha sido creada de la nada, que existe en la eternidad y que el mundo  y sus regularidades son cognoscibles. Si bien es cierto que el materialismo y el ateísmo han estado muy relacionados a lo largo de la historia, ha habido excepciones como la del filósofo materialista y deísta italiano Pietro Pomponazzi (1462-1524) o la del filósofo y sacerdote católico italiano Pierre Gassendi (1592-1655), los cuales eran creyentes y materialistas. Lo mismo ocurre con los marxistas o los anarquistas (no todos los marxistas y anarquistas son ateos ni todos los ateos son marxistas o anarquistas).

3) ¿Qué es el agnosticismo? El agnosticismo (del griego “a”, “sin” y “gnōsis”, “conocimiento”) es la postura considera inaccesible para el ser humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende o va más allá de lo experimentado, y por lo tanto ni niega ni afirma la existencia de divinidades o deidades ni de ninguna entidad sobrenatural, por lo que se queda a medio camino entre las posturas del teísmo y deísmo (que no son lo mismo) y el ateísmo. Es por esto que no debe confundirse con el ateísmo. El biólogo inglés ThomasHenry Huxley (1825-1895) acuñó el concepto agnóstico en una reunión de la Sociedad Metafísica de 1869. Sin embargo, filósofos antiguos ya habían promovido puntos de vista agnósticos, como el filósofo griego Protágoras de Abdera (485-411 a.n.e.), el filósofo griego Gorgias de Leontini (485-380 a.n.e.) y el filósofo indio Sanjaya Belatthaputta (s. V a.n.e.). Para algunos agnósticos, el valor de verdad de ciertas afirmaciones (particularmente las metafísicas respecto a la teología, el más allá, la existencia de dios, dioses, ángeles, demonios, o una realidad última) es incognoscible debido a la naturaleza subjetiva de la experiencia; para otros agnósticos son afirmaciones falsas al no tener fundamento experimental o racional. El agnosticismo no es sinónimo de antirreligiosidad, ya que no tiene una relación directa y causal con el respeto o no hacia unas u otras creencias religiosas.

Para algunas formas de agnosticismo, el valor de verdad de ciertas afirmaciones (particularmente las metafísicas respecto a la teología, el más allá, la existencia del alma, la existencia de dios, dioses, diosas, demonios, ángeles o una realidad última) es incognoscible debido a la naturaleza subjetiva de la experiencia, para otros son afirmaciones falsas al no tener fundamento experimental o racional, por lo que es una búsqueda de la verdad. En algunas versiones esta falta de certeza o conocimientos es una postura personal relacionada con el escepticismo religioso. En otras versiones del agnosticismo se afirma que el conocimiento sobre la existencia o no de seres superiores no solo no ha sido alcanzado sino que es inalcanzable. Finalmente hay versiones del agnosticismo (apateísmo) en las cuales se afirma que la existencia o no de seres superiores, no solo no es conocida sino que es irrelevante. El agnosticismo no implica necesariamente antirreligiosidad, lo cual no tiene vinculación con el respeto o no hacia unas u otras creencias. El agnóstico puede o no entender las creencias en lo sobrenatural como una opción personal de cada sujeto, que él no comparte, o como ideas falsas, o simplemente como ideas no comprobadas. Entre los más famosos agnósticos se encuentran Thomas Henry Huxley (1825-1895), Thomas Alva Edison (1847-1931), David Hume (1711-1776), Charles Robert Darwin (1809-1882), Paul Pierre Broca (1824-1880), Marie Curie (1867-1934), Bertrand Arthur William Russell (1872-1970), Martín Heidegger (1889–1976), Stephen Jay Gould (1941-2002) y Stephen Hawking (1942-).

4) ¿Qué es el escepticismo? El escepticismo (del griego “skeptikoi”, de “skeptesthai”, “mirar”, “examinar”, “indagar”, “investigar”), es la postura y actitud que plantea que no es posible llegar a ningún tipo de certeza absoluta o de conocimiento absoluto y fue el nombre dado a la corriente filosófica planteada por los seguidores del filósofo griego Pirrón de Elis (369-270 a.n.e.), y también puede dársele ese nombre a los seguidores del filósofo indio Sanjaya Belatthaputta (s. V a.n.e.).  El dogmatismo de la Edad Media no favoreció en nada al escepticismo, que no volvió a resurgir sino hasta el s. XVI, con las figuras del filósofo y escritor francés Michel Eyquem de la Montaigne (1533-1592) y del filósofo y médico español Francisco Sánchez (1551-1623) y en el Empirismo del filósofo, historiador, economista y político inglés David Hume (1711-1776). El escepticismo no es sinónimo de ateísmo ni de agnosticismo, ya que autores como Michel Eyquem de la Montaigne y Francisco Sánchez combinaron el escepticismo con el teísmo y el deísmo.

Hay diferentes formas de escepticismo (escepticismo epistemológico, escepticismo religioso, escepticismo moral, escepticismo político, escepticismo ecológico o escepticismo ambiental) y niveles del escepticismo (escepticismo medio, escepticismo radical o extremo), que no se reducen las unas a las otras y que no deben confundirse entre sí. El escepticismo científico o escepticismo racional es la posición de los que cuestionan las pseudociencias y, en general, la veracidad de las afirmaciones que carecen de prueba empírica suficiente. En la práctica, esta posición suele aplicarse al examen de afirmaciones y teorías que van en contra del razonamiento lógico y del método científico. Algunos de los objetivos de los escépticos incluyen a los psíquicos, parapsicólogos, mentalistas, espiritistas, apariciones sobrenaturales, curaciones milagrosas, estigmas, astrólogos, numerólogos, diversas creencias religiosas, homeópatas, cartas del tarot, abducciones alienígenas y percepción extrasensorial. A pesar de que muchos escépticos científicos también son ateos o agnósticos y tienen una visión del mundo naturalista, sin embargo también existen escépticos de la pseudociencia como por ejemplo el filósofo, matemático y escritor estadounidense Martin Gardner (1914-2010) que expresan su deísmo o teísmo. El escepticismo religioso (que no debe confundirse con el ateísmo) es la posición que cuestiona la autoridad religiosa y desconfían o dudan de la verdad o eficacia de alguna o varias prácticas religiosas.  

El escepticismo ecológico o escepticismo ambiental es la argumentación de que son falsas o exageradas las demandas particulares presentadas por los ecologistas y los científicos ambientales que apoyan a los primeros, o que es demasiado pronto para introducir recortes en estas actividades sobre la base de la evidencia existente, o que se necesita más discusión acerca de quién debe pagar por este tipo de iniciativas ambientales. Uno de los temas centrales en el movimiento de los escépticos del ambientalismo es la idea de que el ecologismo es una creciente amenaza para el progreso social y económico y para las libertades civiles. El concepto de escepticismo ecológico se ha popularizado con el libro El Ecologista Escépticodel escritor ecologista y homosexual danés Bjørn Lomborg (1965- ).

El escepticismo moral es la postura que plantea que no existen verdades absolutas en el aspecto moral o, si existieran, el ser humano es incapaz de conocerlas, por lo cual no podemos encontrar ningún criterio objetivo para preferir una opción u otra, ya que ninguna es mejor, y es imposible distinguir entre lo justo y lo injusto, entre lo bueno y lo malo. El escepticismo moral se opone particularmente al realismo moral: la idea de que existen verdades cognoscibles morales, independiente de la mente del sujeto. Entre los representantes más importantes del escepticismo moral se encuentran David Hume, Jhon Leslie Mackie, Max Stirner, Friedrich Wilhelm Nietzsche, Richard Joyce, Michael Ruse, Joshua Greene, Richard Garner, Walter Sinnott-Armstrong, James Flynn. Escepticismo moral se divide en 3 subclases: la teoría moral del error, el escepticismo moral epistemológico y el cognitivismo. Estas 3 teorías comparten las mismas conclusiones, que son: “Nunca estamos justificados en creer que las afirmaciones morales son verdaderas y, nunca sabemos que reclamo moral es verdadero”.

La teoría moral del error sostiene que no sabemos que cualquier reclamo moral es verdad porque  todas las afirmaciones morales son falsas, tenemos razones para creer que todas las afirmaciones morales son falsas, y por eso, porque no estamos justificados en creer cualquier reclamación que tenemos razones para negar, estamos por lo tanto, no está justificado en creer las afirmaciones morales. El escepticismo moral epistemológico es una subclase de la teoría, los miembros de los cuales incluyen el escepticismo moral pirroniano y el escepticismo moral dogmático. Todos los miembros del escepticismo epistemológico moral comparten 2 cosas en común: primero, reconocen que somos injustificada en creer cualquier derecho moral, y segundo, que son independientes de si es cierto. El cognitivismo sostiene que nunca podemos saber que cualquier reclamo moral es cierto porque las demandas morales son incapaces de ser verdaderas o falsas. En cambio, las demandas morales son imperativos, expresiones de emociones, o expresiones de actitudes.

En su forma radical, el escepticismo filosófico afirma que la verdad no existe o en todo caso, el ser humano es incapaz de encontrarla, es decir, niega la posibilidad de alcanzar un conocimiento de la realidad, como es en sí misma, fuera de la razón o de la percepción humana. Los escépticos griegos e indios no creían en una verdad objetiva, porque para ellos todo era subjetivo, dependía del sujeto y no del objeto. A esta postura de no emitir juicios, sino exclusivamente opiniones, se la llamó suspensión de juicio (epojé). Esta actitud los llevaría a la imperturbabilidad del alma porque, al no creer en nada, no entraban en conflictos con nadie y no se veían obligados a defender sus opiniones ya que, para ellos, no existían verdades objetivas. El escepticismo no debe ser confundido con el agnosticismo. Representantes: Protágoras de Abdera, Gorgias de Leontini, Pirrón de Elis, Timón el Silógrafo, Carnéades de Cirene, Ptolomeo de Cirene, Enesidemo de Cnosos, Arcesilao de Pítane, Sexto El Empírico, Antíoco de Laodicea, Zeuxis de Laodicea, Teodas de Laodicea, Zeucipo, Hecateo de Abdera, Filón de Atenas, Nausífanes de Teos, Menodoto de Nicomedia, Herodoto de Filadelfia, Sanjaya Belatthaputta, Jayarāśi Bhaṭṭa, Michel Eyquem de la Montaigne, Francisco Sánchez, David Hume.

5) ¿Qué es el hedonismo? El Hedonismo (del griego “hedoné”, “placer”; el equivalente en sánscrito y pali “kāma”, “plenitud sexual”, “placer de los sentidos”, “gratificación sensual”, “amor deseante”, “disfrute estético de la vida”, “deseo”, “placer”) es la doctrina filosófica basada en la búsqueda del placer y la supresión del dolor como objetivo o razón de ser de la vida. Considera el placer como el fin de la vida, por lo que se deduce que los seres humanos deben dedicarse exclusivamente a vivir en la eterna búsqueda del placer. Las 3 escuelas clásicas del Hedonismo son: “La Escuela Lokāyata (en India), Yan Chu (395 a.n.e. – 335 a.n.e.), la Escuela Cirenaica y la Escuela del Jardín (formada tanto por hombres como por mujeres) o Escuela Epicureísta (en Grecia)”. Si bien la Escuela Cirenaica y la Escuela Epicúrea convergen en detestar la superstición y la religión y basar la conducta y el juicio mediante la experiencia y la razón, no se debe confundir el hedonismo con el ateísmo ni con el escepticismo. Se divide en 2 ramas:

 *Hedonismo Egoísta o Extremo: El Hedonismo Egoísta o Extremo plantea que los deseos y placeres personales (no solamente los intelectuales sino también los sensuales) se deben satisfacer de inmediato sin importar los intereses de los demás (el placer por el placer). Esta teorización fue expuesta por la Escuela Lokāyata (en India), Yan Chu (En China) y Aristipo de Cirene (en Grecia).

 *Hedonismo Racional, Refinado o Moderado: El Hedonismo Racional, Refinado o Moderado fue formulada por los “Epicúreos” o “Hedonistas Racionales”, seguidores del filósofo griego Epicuro de Samos, quien vivió en Grecia entre el (341 a.n.e.) y el (270 a.n.e.). La doctrina que predicó Epicuro de Samos ha sido tergiversada a través de la historia, hasta el punto de que algunos lo toman como un libertino mientras que otros lo consideraron una faceta.

6) ¿Qué es el librepensamiento? El librepensamiento es la postura racional y razonable que no se basa o fundamenta sus afirmaciones, puntos de vista, perspectivas y creencias en la imposición de ninguna autoridad (tradición, prejuicios culturales arraigados, instituciones religiosas, libros sagrados, aparato militar, Estado). Un error común es la perspectiva de que el librepensamiento y el pensamiento crítico están directamente relacionados o vinculados (mediante una relación causal) con la libertad económica y el derecho a la propiedad, que es la libertad del ser humano del libre comercio, de no tener restricciones para hacer negocios y el derecho a tener propiedad privada nada más, pues los prejuicios socialmente arraigados como el racismo, la xenofobia, el sexismo, la homofobia, la bifobia, la discriminación socioeconómica, la discriminación religiosa o el especismo no se destruyen de una sociedad-cultura simplemente porque esté garantizada la libertad económica. Otro error es creer que el librepensamiento es el relativismo extremo, simplista y vulgar que domina actualmente en muchas sociedades que trata a todas las ideas como equivalentes; sin embargo el librepensamiento utiliza a las ciencias naturales, las ciencias humanas, la filosofía y la lógica para discriminar las ideas y creencias falaces.

No todo ateo y agnóstico es librepensador ni todo librepensador es ateo o agnóstico. Lamentablemente ateos como Teodoro el Ateo (340 a.n.e.–250 a.n.e., filósofo ateo, hedonista y misógino griego), Arthur Schopenhauer (1788-1860, filósofo idealista, pesimista, misógino y ateo alemán), el Marqués de Sade (1740-1814, filósofo, escritor, dramaturgo y poeta ateo, materialista hedonista y misógino francés), Jakob Moleschott (1822-1893, filósofo y médico ateo, materialista, determinista, empirista y racista holandés,  uno de los más destacados representantes del Materialismo Científico-Filosófico del s. XIX), Friedrich Karl Christian Ludwig Büchner (1824-1899, filósofo, psicólogo y médico ateo, materialista y racista alemán, uno de los más destacados representantes del Materialismo Científico-Filosófico del s. XIX), Karl Christoph Vogt (1817-1895, biólogo, geólogo, antropólogo y filósofo materialista, racista y ateo alemán, uno de los más destacados representantes del Materialismo Científico-Filosófico del s. XIX), Louis Lodewijk Bolk (1866-1930, biólogo y médico ateo y racista holandés), Arnold Gehlen (1904-1976, biólogo, antropólogo, psicólogo y filósofo ateo alemán, simpatizante del Nazismo), James Dewey Watson (1928-, biólogo ateo y racista estadounidense), Howard Phillips Lovecraft (1890–1937, escritor ateo y racista estadounidense) y Georges Bataille  (1897–1962, filósofo, antropólogo y escritor ateo y misógino francés) o los agnósticos David Hume (1711-1776, filósofo, economista, historiador y político agnóstico, escéptico y racista inglés), Thomas Henry Huxley (1825-1895, biólogo agnóstico, evolucionista y racista inglés), Paul Pierre Broca (1824-1880, médico, biólogo, anatomista y antropólogo agnóstico, racista y misógino francés) y Martín Heidegger (1889–1976, filósofo agnóstico alemán, simpatizante del Nazismo), no fueron librepensadores, pues se atuvieron a los prejuicios aceptados y arraigados en sus contextos socioculturales e históricos, aceptándolos como una autoridad, como algo justo, racional, razonable y natural.

7) ¿Qué es el pensamiento crítico? El pensamiento crítico es una actitud y postura intelectual que se propone analizar o evaluar la estructura y consistencia de los razonamientos, en particular las opiniones o afirmaciones que en la vida cotidiana suelen aceptarse como verdaderas e incuestionables. También se define, desde un punto de vista práctico, como un proceso mediante el cual se usa el conocimiento y la inteligencia para llegar, de forma efectiva, a la posición más razonable y justificada sobre un tema, y en la cual se procura identificar y superar las numerosas barreras u obstáculos que introducen los prejuicios o sesgos arraigados. Tal evaluación puede basarse en la observación, en la experiencia, en los hechos y acontecimientos históricos, en el razonamiento filosófico o en el método científico. No todo ateo es pensador crítico ni todo pensador crítico es ateo.

8) ¿Qué es el deísmo y el teísmo? El teísmo (del griego “Teos”, “dios”) es la postura que afirma la creencia en lo sobrenatural y en los dogmas de una religión establecida. El deísmo (del griego “Teos”, “dios”) es la postura que afirma la creencia en un dios, pero se niega a aceptar los dogmas de religiones establecidas y organizadas y los dioses personales revelados, e incluso la creencia en otras entidades sobrenaturales (ángeles, demonios, semidioses, brujas, duendes, gnomos, entre otros). Las raíces del deísmo están ligadas a los antiguos filósofos griegos y, en especial, a la reflexión filosófica aristotélica de la primera causa. Posteriormente el deísmo florece durante el Renacimiento con el soporte de científicos ingleses e italianos, como Galileo Galilei (1564-1642) e Isaac Newton (1642-1727); pero no es hasta la época de la Ilustración (s. XVIII), que el deísmo llega a su apogeo a partir de los escritos de filósofos ingleses y franceses, como Thomas Hobbes (1588-1679), Jean Jacques Rousseau (1712-1778) y Voltaire (1694-1778). También con los escritos de los padres fundadores de EUA, como John Quincy Adams (1767-1848), Ethan Allen (1738-1789), Benjamín Franklin (1706-1790), Thomas Jefferson (1743-1826), James Madison (1751-1836), George Washington (1732-1799) y Thomas Paine (1737-1809), el deísmo tuvo una gran acogida en EUA. Los principios deístas tuvieron un efecto en las estructuras políticas y religiosas de EUA, como son el laicismo (separación entre la religión y el Estado), la libertad religiosa y la libertad de conciencia. 

9) ¿Qué es el laicismo y por qué es importante el laicismo? El Laicismo (del griego “laikós”, “alguien del pueblo”, de la raíz griega “laós”, "pueblo") es la postura racional y filosófica que defiende la necesidad de la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente, es decir, de forma independiente, o en su caso ajena a las confesiones religiosas (sin importar la que sea), pues plantea la separación radical y real entre las religiones y el Estado, no sólo a nivel de la Constitución política, sino de las prácticas sociopolíticas reales y concretas, es decir, en donde las decisiones sociopolíticas y económicas no dependan de ninguna religión y que las discusiones teológico-religiosas queden totalmente excluidas de las discusiones políticas en el Estado. El laicismo es importante porque es una garantía real de la libertad humana, al no permitir la imposición de las normas y valores morales y políticos particulares de ninguna religión o de la irreligión, que tanto daño moral, intelectual, social, político y económico han hecho en la historia humana, con el caso concreto de las cruzadas, la persecución y quema de herejes y brujas por parte de los católicos y los protestantes, las guerras religiosas entre católicos y protestantes, la yihad, las razzias.

10) ¿Qué es el dogmatismo? El dogmatismo según el filósofo, pedagogo y escritor colombiano Estanislao Zuleta (1935-1990), es la negación de la existencia del otro y de la capacidad de pensamiento del otro, es la negación del esfuerzo por debatir argumentativamente y por demostrar. Es monólogo, totalmente opuesto a un verdadero diálogo abierto. La demostración siempre implica la igualdad y la racionalidad: A un igual, se le demuestra, a un inferior se le intimida, se le amenaza, se le tortura, se le ordena, se le impone: A un superior se le ruega, se le seduce, se le obedece. La demostración es la lección de tratar con igualdad a los otros, en el sentido que se acepta que el otro existe y que tiene capacidad de pensamiento. El ser humano racional no es un ser impositivo. No hay igualdad sino en la razón. La razón es igualitaria, ya que el ser humano racional presenta sus puntos de vista, sus criterios, respetando los puntos de vista y criterios de los otros. La necesidad del pensamiento único y de las respuestas absolutas e irrefutables es un problema de las religiones y de los absolutos, en cualquiera de sus formas, no de la filosofía ni de las ciencias humanas y las ciencias naturales. 

Según Estanislao Zuleta, no es fácil combatir y erradicar el dogmatismo y la intolerancia, porque es algo está demasiado arraigado y arcaico en los seres humanos, viene desde nuestros orígenes, desde los padres que introducen a los hijos en un mundo que ya estaba reglamentado, normativizado y fijado por el lenguaje y la cultura que se interioriza en los sujetos, porque el dogmatismo es la manera como el ser humano se configura simbólicamente, interpretativamente y significativamente el mundo, su relación con el mundo y con los otros, su identidad como sujeto y las representaciones colectivas y subjetivas. Además, porque por lo general, nadie se considera o concibe a sí mismo como un ser humano o un grupo dogmático  e intolerante, sino solamente un gran defensor intransigente de la verdad, de la verdadera fe, de la ley divina, de la palabra de dios o de los dioses, de la raza pura y elegida, de la casta, del pueblo elegido, de la historia, de la libertad, de la igualdad, de la seguridad, de la justicia, del progreso, de la honra, el honor, la moral y las buenas costumbres, de la pureza o de la tradición, al igual que nadie se considera como un opresor, déspota, autócrata, dictador, carnicero, genocida o tirano, sino como el gran líder, el gran padre y el gran guardián y redentor del bien, el orden, la moral y las buenas costumbres y de aquellos cuyos excesos o trasgresiones es preciso evitar y erradicar de manera radical y para siempre. Ningún ser humano ni ningún grupo social y político (mayoritario o minoritario) sin excepción (incluyendo al ateísmo) es inmune a caer en el dogmatismo. El dogmatismo no se reduce a la religión (la cual se basa en dogmas revelados o dogmas de fe y ha sido una de las grandes fuentes del dogmatismo, la intolerancia y el fanatismo, en especial el monoteísmo en sus 3 vertientes: judaísmo, cristianismo e islam) o la política, aunque estos sean casos específicos y muy frecuentes de dogmatismo. Pueden haber diferentes formas de dogmatismo, sea de forma individual o colectiva: La tradición en sus diversas manifestaciones siempre ha sido un referente dogmático y autoritario.

Lo mismo es una autoridad establecida, un absoluto (Jehová, Yahvé, Alá, Brahmá, Vishnú, Śivá, Krishna, Zeus, Odín, Thor, Xenú, Satanás o cualquier Divinidad o Divinidades, Jesús de Nazareth, el Espíritu Santo, la Iglesia, el Papa, el Cardenal, el Obispo, el Sacerdote, el Pastor Protestante, el Patriarca, el Rabino, el Gurú, el Chamán, el brujo, el adivino, el médium o canalizador, el astrólogo, el numerólogo, el Imán, el Ayatolá, el Califa, el Sultán, el Dalai Lama, el Pachen Lama, el Faraón, el Cacique, la Biblia, el Corán, el Talmud, la Torá, los Vedas, el Libro de los Muertos, el Destino, la Divina Providencia, el Dharma, el Karma, la Verdad Revelada, el Mesías, el Salvador, el Profeta, Mahoma, el Monarca, el Presidente, el Líder Carismático, el Führer, el Duce, el Caudillo, el Poglavnik, el Estado, el Partido Político, el Comité Central, la policía, el ejército, la agencia de inteligencia y contrainteligencia, el pueblo, el proletariado, el dinero, el amo, el patrón, la empresa, la moda, el objeto de amor, la familia, la casta, la institución educativa, el docente, el equipo de fútbol, la comunidad, la mayoría, la opinión popular, la raza, la patria, la revolución, el bien, la paz, la libertad, la igualdad, la justicia, el progreso, los Derechos Humanos, la historia e incluso la ciencia) o la presión o fuerza de la opinión mayoritaria  o general.

El dogmatismo que caracteriza a los absolutos y las ideologías totalizantes buscan su validación o legitimación en la autoridad, en lo sagrado, en la idealización, en el fanatismo y el fundamentalismo, en la jerarquización, en la palabra que no contenga y admita la posibilidad de su propio cuestionamiento, en la tonalidad mítico-profética y de seguridad absoluta, obliga a escoger entre una aprobación total o un rechazo total, en la tradición en la fuerza de la opinión mayoritaria, en la homogenización y la estandarización, en la exclusión, en la estigmatización, en la arbitrariedad, en la humillación, en la imposición, en la sugestión, en el adiestramiento, en el totalitarismo, en la censura, en el silencio, en la violencia, en el terror, en la explotación, en la destrucción, en la barbarie, en la tortura, en el derramamiento de sangre, en la intimidación, en la negación y eliminación del otro y de la oposición,  en el delirio de persecución, en el miedo a lo desconocido y a lo diferente, en el miedo al vacío y a las preguntas abiertas. En el dogmatismo que ha caracterizado a las ideologías totalitarias, el miedo a la duda, el miedo y designación de los enemigos internos y externos, en el todo o nada, en  la unidad o la muerte y nunca en la demostración, la refutación, la reflexión o la crítica, ni en la aceptación de preguntas abiertas o sin posible respuesta, se convierten en las principales características fundamentales, ya que ofrece una respuesta de manera absoluta para todos los interrogantes, además que desconoce el respeto y la tolerancia hacia la diferencia.

Lo diferente es tratado por los absolutos y por todas las formas de dogmatismos, absolutismos y totalitarismos como lo destructivo, lo perjudicial, lo contaminado, lo sucio, lo sospechoso, la amenaza, el peligro, el enemigo, el malo, el anormal, el inferior, el bárbaro, el apestoso intelectual, el decadente, el inmoral, el delincuente, el traidor, el hereje, el blasfemo, el impío, el infiel, el pecador, el satánico, el hijo de Lucifer, el luciferiano, el adorador de Satanás, el esclavo de Satanás, el enemigo de Dios, el enemigo de la verdadera fe, el no salvo, el falso creyente, el enfermo, el loco, el enfermo mental, el desechable, el degenerado, el zarrapastroso, el muerto de hambre, el marica o maricón, el impuro, el  disidente político, el enemigo de clase, el enemigo de raza, el enemigo de la revolución, el enemigo del pueblo, el mamerto, el apartida, el infiltrado, el espía, el oportunista, el revisionista, el chauvinista, el revolucionario, el comunista, el rojo, el reaccionario, el enemigo contra-revolucionario, el enemigo burgués, el enemigo de la moral y las buenas costumbres, el pequeño burgués, el pseudohombre, el infrahombre, el terrorista, el ateo tibio, el pseudoateo.

El dogmatismo de los absolutos los llevó a usar las incineraciones de libros, la expropiación de bienes intelectuales y materiales, los medios masivos de comunicación, las cárceles, los hospitales psiquiátricos, el sistema educativo, los derramamientos de sangre, las palizas, las masacres en masa y masacres en serie, los campos de concentración y exterminio y de reeducación laboral y el aparato militar como formas de vigilancia, control y dominación y como formas para limpiar y purificar de lo diferente, para vivir en el reino de las verdades absolutas, en el reino del gran destino, en el reino de mil años, en el reino del nuevo hombre, en el reino de Dios en la Tierra, como es el caso concreto del Tercer Reich en Alemania con Adolf Hitler, la Tercera Roma en Italia con Benito Mussolini y la Tercera Civilización Helénica en Grecia con Ioannis Metaxas. Siempre pueden surgir diversas formas de absolutos y siempre habrá muchos seres humanos que amen sus cadenas y que estén dispuestos a seguir estos absolutos, a asesinar y a morir por ellos.

La historia del s. XX, a pesar del despliegue y avance tecnológico, fue particularmente la época de los grandes dogmatismos, los grandes absolutos, las promesas utópicas y los reinos religiosos y políticos milenaristas (como el fascismo, el franquismo, el nacionalsocialismo o nazismo, las dictaduras en Latinoamérica, África y Asia y el comunismo, particularmente en su versión estalinista), y las dictaduras en Latinoamérica, Asia y África, que convirtieron al s. XX en la época de la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918) y de la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1945), las grandes purgas y masacres en masa y en serie, los campos de concentración, exterminio y de reeducación laboral, de la bomba atómica (y las armas de destrucción masiva en general), la Guerra Fría y la carrera armamentística de las dos grandes superpotencias mundiales y militares vencedoras en la Segunda Guerra Mundial: EUA y Rusia (ant. URSS o Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).

11) ¿Qué es la tolerancia y por qué es importante la tolerancia? La tolerancia es la capacidad humana de entender y aceptar explícitamente las diferencias (y aquellos que tienen esas diferencias, su posibilidad de existencia), así no se compartan. Ningún ser humano o grupo social y político (sea mayoritario o minoritario discriminado) está exento de tener prejuicios y cometer actos de discriminación debido a esos prejuicios. La tolerancia y el respeto tampoco deben confundirse con el relativismo vulgar o extremo, que hace equivalente todos los discursos. Se confunde la tolerancia y el respeto con el irracionalismo militante ni con la idealización de la cultura en la que se está inmerso o con la idealización de otras culturas, ideas, costumbres, creencias, mitos, religiones, partidos políticos, drogas y formas de vida, que se usan como formas de fuga, escape y oposición frente a la angustia y el cansancio sociocultural e histórico de la cultura hegemónica.

Una cosa es la sociología y la antropología como ciencias humanas o ciencias de la cultura que estudian al ser humano de manera integral y a otras culturas diferentes a la nuestra, que muestran cómo funciona la cultura en la que estamos inmersos y enseñan la alta capacidad que tienen otras culturas de aprender, sin despreciarlas como primitivas y otra cosa muy distinta es el irracionalismo militante, la drogadicción, las idealizaciones, los delirios, los fantasmas, las quimeras, las utopías, el fanatismo religioso, la superstición, el misticismo, el esoterismo, el ocultismo, la astrología, la numerología, la homeopatía, la ufología, la cienciología (dianética), el espiritismo, la quiromancia, la geomancia, la adivinación, la angeología, la piramidología, la parapsicología, las lecturas de tabaco, de la mano y del tarot, el vudú, la tabla ouija,  las auras, las pulseras mágicas, el neopaganismo, el chamanismo y la New Age (Nueva Era), que son formas de oposición, cansancio, rechazo, reproche y defensa inútiles, estériles, ineficaces e improductivas frente a la cultura en la que se está inmerso. De hecho, las idealizaciones de la cultura en la que se está inmerso o de otras culturas en nombre de Dios, la paz, el amor, la justicia, la igualdad, la abundancia, la libertad, la democracia, el proletariado, el progreso, la ciencia, la naturaleza, entre otros, siempre ha conducido históricamente al terror, y su fórmula completa es: “libertad, igualdad, fraternidad… de la muerte”.

12) ¿Por qué es importante el ateísmo militante y por qué es importante asociarse como ateo? Debido a la fuerte influencia de las religiones que han tenido históricamente (y aún en la actualidad) en las sociedades a nivel mundial, y del avance del fundamentalismo religioso (no sólo el fundamentalismo islámico o el fundamentalismo cristiano) en el s. XXI en el mundo (en donde curiosamente también es el siglo del avance técnico-tecnológico, militar y científico), algunos ateos hemos percibido la necesidad de unirnos para luchar contra estos infortunados hechos culturales e históricos que han sido  históricamente causas del derramamiento de sangre, la barbarie, la destrucción de lenguas y pueblos enteros, la ignorancia, la superstición, el irracionalismo militante, la quema de libros, el racismo, la xenofobia, la misoginia, la homofobia, la bifobia, la transfobia, la lesbofobia.

13) ¿Por qué es importante la divulgación científica y de las humanidades? Ante el avance de los irracionalismos militantes, los fundamentalismo o fanatismos religiosos y políticos y las pseudociencias, y ante el recrudecimiento de prejuicios socioculturales que ya se creían (falsamente) superados como el racismo, la xenofobia, el sexismo, la homofobia, la bifobia, la transfobia, la discriminación socioeconómica, la discriminación religiosa en el mundo en el siglo XXI, se hace necesaria la divulgación científica, debido a que las ciencias naturales, las ciencias humanas (sociales), a pesar de tener implicaciones y efectos sociales, es decir, de ser una institución y una actividad que está en continua relación con la sociedad y la cultura, son actividades esencialmente críticas, debido a su  estructura racional y a su capacidad poner en tela de juicio los contextos culturales e históricos y los prejuicios de esos contextos culturales e históricos, contribuyen a la construcción de la racionalidad, del librepensamiento y el pensamiento crítico.



14) ¿Los ateos que piensan de las personas creyentes religiosas? El ateísmo es la negación explícita o no creencia en la existencia de dioses o entidades sobrenaturales, pero no conlleva implícitamente ninguna superioridad ni inferioridad intelectual ni moral, ni hace alusión explícita a ningún tipo de postura moral y política concreta frente a la sociedad y a los creyentes religiosos, es por esto que existen diversas formas de ateísmo y diversas actitudes morales, políticas y sociales de los ateos frente a los creyentes religiosos, a los agnósticos e incluso frente a otros ateos, incluyendo lamentablemente en algunos casos el dogmatismo, la discriminación y la intolerancia frente a los creyentes religiosos, a los agnósticos y otros ateos.






Fabián Granobles Ocampo es licenciado en filosofía de la Universidad del Valle, Colombia.
Autodeclarado ateo y hedonista, es miembro activo de la Asociación de Ateos de Cali, en Colombia. 





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