Tráfico ZMG, es una escultura del artista plástico Ismael Vargas; con una altura de 9 metros, la pieza evoca a través de placas metálicas, una figura de papel picado, con calaveras y serpientes; además de una imagen de la virgen de Guadalupe, haciendo alusión al sincretismo religioso, un hecho histórico en el que dos culturas distintas (con creencias religiosas distintas, obviamente) llegan a mezclar creencias creando así nuevos mitos o tradiciones. La virgen de Guadalupe es un ejemplo de sincretismo religioso, al ser una mezcla entre la mítica diosa mexica Tonantzin y el mito católico de la virgen María.
Un poco de historia para católicos: el mito guadalupano
San Juan Diego, un santo del que no se tienen pruebas de su existencia. |
Desde luego, pelear contra la difusión en masa que posee la iglesia es más que difícil, pero los mitos sobre reflejos en los ojos o sobre la convergencia de los astros en el manto caen por su propio peso debido al hecho de que, por lo menos desde 1556, se sabe que la imagen del ayate es solo una pintura. En ese año, el dirigente de los franciscanos en la colonia, padre Francisco de Bustamante pronunció un sermón ante el virrey y la Real Audiencia en el que afirmaba, entre otras cosas que:
La devoción en esta ciudad que ha estado creciendo en nuestra iglesia dedicada a Nuestra Señora, que han intitulado Guadalupe, es gravemente perjudicial para los nativos, porque les hace creer que la imagen pintada por Marcos el indio hace milagros.Bustamante nos aclara que la imagen es una pintura, nos ofrece el nombre del pintor y muestra desagrado con el naciente culto a la imagen por parte de los indígenas. Si queremos echar más tierra al mito de la divinidad del ayate de "la morenita", basta con recordar dos importantes hechos: el primero, que fray Juan de Zumárraga, el supuesto sacerdote que le pidió al indio Juan Diego la prueba de sus visiones con la virgen, nunca habló del supuesto milagro del ayate con la imagen. Lo que es más, hacia el final de su vida, escribió una carta donde se cuestiona por qué ya no ocurren milagros. Si fue testigo clave del mayor milagro en América, ¿cómo este fraile se cuestionaba sobre la ausencia de milagros? Lo que es más, aunque la tradición ubica la fecha de la aparición de la imagen en 1531, lo cierto es que no existe documentación sobre el tema y no se habla de ella hasta varias décadas más adelante. Esto es una auténtica anomalía si tenemos en cuenta que para mediados de 1500 e inicios de 1600 los textos para adoctrinar indígenas se contaban ya por varios... ¡y ninguno menciona a la virgen! ¿Ausencia milagrosa? No, solo ausencia. El templo que supuestamente la virgen encargaba por medio de Juan Diego no fue construido en los tiempos de Juan de Zumárraga ni de su antecesor (quien murió en 1548 y tampoco menciona nada sobre ningún milagro), sino hasta 1550, con fray Alonso de Montúfar, sucesor de Zumárraga. Presumiblemente, Montúfar encargaría la imagen en aquellas fechas con algún pintor local.
Y en concordancia con los anteriores hechos históricos, tenemos también la segunda razón, la probable inexistencia del propio Juan Diego. Zumárraga no menciona a la virgen, y obviamente tampoco menciona a Juan Diego. Su nombre de hecho no aparece sino hasta décadas después. Es hasta un siglo después, con el Nican Mopohua (una obra náhuatl que se sabe toma toda la historia de un escrito anterior del presbiterio criollo Miguel Sánchez quien habla por primera vez del indio Juan Diego en 1648).
Estos son, a grandes rasgos los hechos históricos sobre el origen de la virgen de Guadalupe: ni aparición ni milagro alguno, solo adoctrinamiento de una institución religiosa conocida por ser oportunista durante toda su historia.
Blasfemia, cultura y libertad creativa
Esto es algo que parece que en Jalisco no se ha entendido del todo. Vecinos de varias colonias cercanas a donde se instaló la escultura, Sincretismo, se manifestaron este sábado acusando a la escultura de profana y a su creador de hereje, y exigen que la pieza de arte sea retirada. Los manifestantes firmaron una petición en la que se asegura que los católicos consideran una ofensa que “se profane la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe y se desdibuje el mensaje que en si mismo dio origen a una nueva cultura mestiza como lo es el pueblo mexicano”. Ahora, este grupo de personas se hace llamar el Pueblo guadalupano, y aseguran que la obra es una provocación a los católicos. Aunque el propio cardenal de Guadalajara, Francisco Robles Ortega, afirma que la escultura no representa una ofensa a la comunidad católica (opiniones contrarias a su antecesor Juan Sandoval Íñiguez, quien también acusa la escultura de ser profana), de poco ha servido para que cucarachas de templo organizadas se manifiesten y exijan que la escultura, que forma parte del programa de arte urbano de Guadalajara, sea retirada. El cardenal llama a los feligreces a que traten de entender el mensaje de la obra de arte y muestra una opinión más amable hacia las motivaciones del artista, de quien supone que no era su intención ofender a los católicos.
Pero lo importante no es si la escultura fue creada o no con intención de hacer una imagen herética de la virgen de Guadalupe, ni si el cardenal la acepta o no. El punto importante es que ninguno de los puntos anteriores son importantes. La blasfemia, gracias a Dios, no es un delito en México. Ofender dioses tiene el mismo peso ante la ley que ofender pitufos o elfos. Si algún dios o semidios (como parece ser la virgen para muchos) se siente ofendido, que baje de su nube y venga a decirnos. Para desgracia de sus molestos fanáticos, nunca ninguna deidad ha bajado a decirnos que esto o aquello les ofende. Entonces, ¿por qué alguien debería molestarse al prestar atención a las manifestaciones contra la escultura?
El Estado laico no tiene por qué prestar atención a lo que a un grupo de la sociedad le molesta solo por sus convicciones religiosas. Si fuera el caso contrario, éste no podría llamarse Estado laico y la libertad de expresión sencillamente no existiría. La única crítica válida a las esculturas del programa impulsado por el gobierno de Guadalajara, son aquellas que se refieren al extraño manejo de los recursos. Esta estatua, que representa la combinación de la diosa Tonantzin Coatlicue y la morenita de Guadalupe, costó más de 5 millones de pesos, una cantidad exagerada a todas luces. Otras obras ya inauguradas o por inaugurar costaron (o costarán) más o menos lo mismo. La ambigüedad en la autoría de las obras de arte tampoco ha ayudado mucho para calmar las auténticas críticas a este programa. Pero tales críticas no se refieren a si alguien se siente ofendido por sus creencias, sino a cómo se han manejado los recursos públicos.
En conclusión, un pequeño consejo para el Pueblo guadalupano: vayan a sus templos a rezar y dejen de molestar en espacios públicos. Ya no vivimos en la Edad Media. Los delitos de blasfemia, por lo menos de este lado del mundo, son vistos como absurdos y nadie en su sano juicio debería prestarles la más mínima atención.
Actualización 29/08/17 Esta mañana aparecieron en varios lugares de la ciudad de Guadalajara, al más puro estilo de las narcomantas, lonas con el mensaje "AVISO No.1 ¿Qué no entiendes que es NUESTRA SANTÍSIMA MADRE? ¡Inquisidor TÚ que autoritariamente NO escuchas la voz de la mayoría! ¡JALISCO ES GUADALUPANO!" ¿Aviso No. 1 de qué? ¿Cuántos más darán? ¿Y después qué se supone que harán? Dirán que soy paranoico pero, este tipo de mensajes de odio deberían preocuparnos como ciudadanos. Lo que nos dicen estos retrógradas es que, además de ser unos inquisidores que gustan de usar la típica retórica invertida (o lo que es lo mismo, el burro hablando de orejas), amenazan. ¿En dónde diablos estamos? ¿En Irán, en Arabia Saudita? La última vez que me fijé, estábamos en México, un país donde se defiende el Estado laico, donde tus creencias religiosas no son más preciadas ni más importantes que la de los demás y mucho menos los asuntos públicos son objeto de amenazas de talibanes ultra católicos.
Esperemos que solo sea mi paranoia y que no veamos nada qué lamentar en los próximos días a causa de creencias medievales en vírgenes inmaculadas y crímenes imaginarios como la blasfemia. Una vez más, amigo ultra católico, un consejo: si no te gusta el arte, voltea a otra parte que nadie tiene por qué estarse preocupando si te gusta o no una escultura.
SI TE INTERESA ESTE TEMA
*"Juan Diego. ¿El santo que nunca existió?" artículo de Luis Alfonso Gámez, disponible en el sitio oficial de ARP-SAPC.
*"'Miraculous' Image of Guadalupe", investigación de Joe Nickell sobre los reclamos de supuestos milagros de la virgen de Guadalupe.
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