"He creado muchos horrores en mi imaginación, pero ninguno supera la maldad de la Iglesia Católica." H. P. Lovecraft.
"El Vaticano es una organización que excomulga mujeres por intentar ordenarse sacerdotes, pero no excomulga sacerdotes varones por violar niños. Excomulga a médicos que realizan abortos para salvar la vida de la madre, incluso si la madres es una niña de 9 años violada por su padrastro y embarazada de gemelos, pero no excomulgó ni a un solo miembro del Tercer Reich por cometer genocidio. ¿Realmente estamos obligados a considerar semejante inversión de prioridades como un marco moral alternativo?" Sam Harris.
Después de dejar este top inconcluso por un pequeño tiempo (solo siete meses, ¿qué son siete meses en estos días?), tanto por ociosidad como por falta de tiempo, por fin les traigo mis últimas cuatro razones para no ser católico. Para el interesado puede ver acá la primera parte de este top.
Si usted es ateo y considera que la Iglesia católica es un tumor gigante en el siglo XXI, probablemente este escrito solo será, cuando mucho, refrescante para sus convicciones personales. Pero me siento más interesado en hacer llegar mis letras a católicos que, 1) son racionales y de mente abierta, capaces de distinguir un buen argumento, 2) tienen curiosidad por saber por qué algunas personas consideran a la iglesia a la que pertenece como nociva y peligrosa, y 3) razonará críticamente sus creencias buscando contrastarlas con el mundo real. Si usted es católico y cree que cumple con esos tres requisitos, lo invito a la lectura. Si usted es un ateo además de anticatólico (de los racionales, claro), le invitó a que comparta este humilde top 7 con amigos suyos que sean católicos y que piense cumplen con los tres requisitos.
Sin más que decir de mi parte, espero disfruten la segunda parte de este top.
4. La iglesia falseo su historia. El nombre completo de la institución conocida como "iglesia católica" es Iglesia católica apostólica romana. Apostólica, porque se supone es la heredera del apóstol Pedro (el supuesto primer papa), en la que los actuales sacerdotes hacen de apóstoles; y romana porque se supone es la heredera del imperio romano desde que el emperador Constantino hizo que el cristianismo fuera la religión oficial del imperio, creando así esta institución regidora de la moral del estado.
Si bien no existe ni una prueba histórica de que, para empezar, haya existido el apóstol Pedro (ni mucho menos que haya sido el primer papa... vamos, que la iglesia como tal se origina en los siglos III-IV d.C.), por siglos se dio por verdadera la supuesta herencia del imperio romano a la iglesia católica, debido a un documento conocido como la Donación de Constantino.
La Donación era un documento en el que se afirma que el emperador Constantino (a quien se le agradece ser el que puso al cristianismo como religión de estado) donaba el Imperio Romano al papa Silvestre I como agradecimiento por convertir al emperador al cristianismo, además de haberlo curado milagrosamente de lepra. Por siglos, cada vez que la legitimidad de la iglesia como heredera del Imperio era cuestionada, el papado se ocupaba de presumir la Donación como el documento que daba fe de su legitimidad.
Todo parecía ir de maravilla hasta que en 1440, el humanista italiano Lorenzo Valla demostró que el documento era una falsificación descarada. Las sospechas de la falsedad del documento se tenían presentes desde el año 1000, cuando el emperador Otón III manifestó sus dudas. En su "Discourse on the Forgery of the Alleged Donation of Constantine", Valla mostraba una serie de anacronismos históricos que dejaban pocas dudas sobre la falsedad de la Donación. Algunos de estos anacronismos se cuentan: el documento se refiere a Bizancio como una provincia, cuando en el siglo IV (fecha en la que Constantino debió escribir la Donación) solo era una ciudad; en el documento, Constantino se refiere a templos en Roma que, cuando este emperador vivió, ni siquiera existían; la Donación habla de "Judea", siendo que dicho término ni siquiera era usado en el tiempo de Constantino (las tierras de Jesús eran conocidas como Palestina). Valla se le pasó mencionar también el pequeño detalle de que Constantino nunca tuvo lepra, y que por tanto Silvestre I nunca pudo haberlo curado milagrosamente.
La Donación de Constantino fue probablemente una falsificación del 756 d.C. (año en que el documento apareció por primera vez), año en el que por cierto, se da una conveniente alianza entre la iglesia y el Imperio franco. La Donación simplemente le dio mayor legitimidad a esta alianza política. La demostración de Valla sobre la falsedad del documento fue ignorada y suprimida por el Vaticano, cediendo los Estados Pontificios a Italia hasta 1929.
Pero la Donación solo fue uno de los varios documentos falsificados por la iglesia. También se ha ocupado de falsear la historia del cristianismo en sí, tal como los textos de Flavio Josefo, un historiador judío que milagrosamente posee documentos que hablan de un Jesucristo sobrenatural (siendo que Josefo era un anticristiano) o el divertido caso del sudario de Turín. Cuestiónese esto amigo católico: si la iglesia en verdad es la auténtica heredera de las enseñanzas divinas, ¿por qué ha necesitado falsear con tantas ansias su legitimidad? Y bueno mi amigo católico, si aún tiene dudas, siga leyendo el siguiente punto.
Véase también: Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica, de Pepe Rodríguez, Ediciones B; "The Donation of Constantine", artículo del Museum of Hoaxes.
3. Piense en los escándalos que no se comentan. Como ya se ha comentado, la iglesia ha llamado la atención (y la indignación social) por una serie de crímenes contra la humanidad a lo largo de toda su historia. Desde tiempos lejanos, como las cruzadas y la inquisición, hasta sucesos más actuales, desde su complicidad con fascistas como Hitler, Mussolini y Pinochet hasta los monstruos encubiertos, como la madre Teresa y Marcial Maciel.
Pero la cola que la iglesia arrastra para que todo el siglo XXI la pise es más larga de lo que muchos piensan. Basta mencionar tres ejemplos: la edad legal en el Vaticano para casarse hasta hace poco tiempo, los chantajes con la caridad y su complicidad escalofriante en el genocidio de Ruanda. Comencemos.
¿Se ha sentido asqueado de las miles de denuncias de sacerdotes pederastas en los últimos años? (Tal vez podemos mencionar de pasada la escandalosa edad en la que las niñas pueden casarse en algunos países islámicos).Seguramente usted debe pensar que la mayoría de las autoridades eclesiásticas que viven en el Vaticano también debieron de sentirse asqueados e indignados con semejantes crímenes perpetrados (y encubiertos) dentro de su institución, ¿no? Bueno, tal vez para ellos la idea de que un adulto mayor se meta con un menor de edad es menos escandaloso de lo que podemos llegar a pensar. Y es que la edad mínima para casarse con la bendición del papa dentro del Vaticano era, hasta hace poco, a partir de los 12 años de edad. En julio de 2013 el papa Francisco elevó la edad de consentimiento, como una de sus varias "reformas", hasta los 18 años de edad. Antes de eso, era posible casarse con un niño o una niña de 12 años, si este así lo consentía también. El periodista Nathan Wold en su artículo "10 Secrets the Catholic Church hopes you've forgotten" nos dice que:
Por último, pero no menos importante, cabe recordar la complicidad de la iglesia en la masacre de Ruanda. En 1994 el gobierno de Ruanda (África central) se ocupó de eliminar a por lo menos 500, 000 personas del pueblo tutsi (minoría en el país, a diferencia del hegemónico pueblo hutu, quienes ocupaban el gobierno) en un lapso de cuatro meses en el que corrían ríos de sangre. Después de "concluido" el derramamiento de sangre, el mundo entero buscaba los culpables de este espeluznante crímen contra la humanidad. El International Criminal Tribunal for Rwanda, encargado de buscar y juzgar a los culpables, encontró conexión entre los asesinatos y varios líderes religiosos de distintas denominaciones cristianas, entre ellas, claro, la Iglesia católica. Aún más, se descubrió que muchos de los culpables del genocidio lograron escapar del país por medio de los "favores" de la iglesia, al más puro estilo de la "ruta de las ratas", en las que durante la Segunda Guerra Mundial los nazis y fascistas escapaban con ayuda de sacerdotes que simpatizaban con estas ideologías de muerte.
Aunque se ha demostrado que muchos clérigos (anglicanos, católicos y de otras denominaciones) sí ayudaron a escapar de la masacre a los tutsi, también es cierto que existen pruebas de peso que demuestran la culpabilidad de clérigos en la masacre, y la complicidad del Vaticano para ayuda a escapar a estos criminales. Tal vez el caso más icónico de esta lamentable historia sea el del padre Athanase Seromba. Durante el tiempo del genocidio, Seromba persuadió a unos 2,000 tutsis para que buscaran refugio dentro de la iglesia a su cargo. El 6 de Abril del 94, una vez que había reunido 2,000 tutsis dentro del edificio, Seromba ordenó derrumbar el edificio con todas las personas dentro. Después de que la iglesia fue demolida, el padre Seromba y sus secuaces dispararon contra los sobrevivientes.
Usted de seguro pensará en este instante, "pero es el crimen de un hombre, no puedes culpar a la iglesia". Sí, pero al igual que los casos de pedarastas, la iglesia estuvo más que enterada de todo el caso. Después de terminado el genocidio, el asesino Athanase Seromba escapó de Ruanda con la ayuda de sacerdotes simpatizantes con rumbo a Florencia, Italia, donde siguió ejerciendo como sacerdote con un nombre falso. Seromba fue detenido en 2002 cuando el Tribunal por Ruanda lo encontró viviendo plácidamente en Italia. El fiscal jefe del tribunal afirmó que el Vaticano había hecho hasta lo imposible para evitar que extraditaran a Seromba. Defendiendo a este asesino, el Vaticano informó que Seromba "estuvo haciendo buenas obras en Italia". Si usted no siente náuseas al saber esto, amigo católico, le pediré que considere esto: ¿está de acuerdo en formar parte a una institución que protege asesinos, los esconde y encima de todo, los defiende?
24 años después la masacre de Ruanda, la iglesia reconoció sus crímenes y pidió perdón.
Véase más: "10 Secrets the Catholic Church hopes you've forgotten", artículo de Nathan Wold en Listverse; "The Catholic church must apologise for its role in Rwanda's genocide", artículo de Chris McGreal en The Guardian.
2. La iglesia frenó la investigación por siglos (y sigue siendo anticientífica).
Hasta ahora hemos visto los hechos históricos que incriminan a la iglesia en una serie de escandalosos crímenes y estafas imposibles de negar. Pero, ¿qué hay sobre la relación entre la iglesia católica y la investigación científica moderna? Esta es tanto una pregunta filosófica como una cuestión social. Es bien sabido que en el pasado, la Iglesia católica se ha ocupado de condenar las revoluciones científicas, llegando a juzgar a aquellos que mostraron pensamientos opuestos a la doctrina oficial. Los casos de Giordano Bruno, Nicolás Copérnico y Galileo Galilei son tal vez los ejemplos paradigmáticos de la lucha de la iglesia contra el avance de la ciencia.
Sin embargo, cualquiera que esté al tanto de los mejores institutos de ciencias en el mundo sabría que el Vaticano es reconocido internacionalmente por el apoyo y el fomento a la investigación científica en tiempos actuales. La Compañía de Jesús (Orden jesuita), la Academia Pontificia de Ciencias (de la que Stephen Hawking es miembro vitalicio) y el Observatorio Vaticano, son tres instituciones que se dedican al avance del conocimiento científico en el mundo, con aportes invaluables y proyectos de investigación originales. Incluso en los colegios católicos es posible ver un nivel de educación científica comparable al de cualquier escuela laica. La historia moderna del papado también parece demostrar que la iglesia le ha dejado el camino libre a la ciencia, retractándose y pidiendo disculpas a casos vergonzosos como el de Galileo y aceptando la evidencia que demuestra teoría de la evolución. Los católicos cultos se sienten orgullosos también de George Lemaitre, el astrónomo considerado (junto a George Gamow) padre de la teoría del Big Bang; Lemaitre era astrónomo y también sacerdote católico. ¡El actual papa Francisco tiene título de Técnico químico! Francisco es jesuita.
Podríamos afirmar entonces que, en lo que respecta a la promoción y la investigación científica, el Vaticano es un ejemplo a seguir, ¿no? Tal vez el lector católico pensará que soy un necio anti-católico al responder que no, la Iglesia católica sigue siendo una de las instituciones que más anticiencia produce en todo el mundo.
Cabe señalar primeramente algunas confusiones (y contradicciones) sobre la teoría de la evolución y la doctrina católica. Aunque la iglesia acepta la evolución como un hecho, posee dos dogmas que, de aceptarse de manera coherente la evolución, no tendrían por qué existir: la intervención divina en la evolución (doctrina conocida como evolución teísta) y el dogma del pecado original (junto con la salvación de Jesús al eliminarlo). La evolución teísta es la versión dios de los huecos de las personas religiosas más sensatas, tales como los científicos del Vaticano, el jesuita Teilhard de Chardin y el genetista cristiano Francis Collins.
Consiste en afirmar que, si bien es un hecho que la evolución ocurre por mecanismos puramente naturales, tuvo que haber una "causa primera" o "primer motor" que originase la vida y, una vez esta comenzó a existir pudo comenzar a evolucionar adaptándose a su entorno. Esta forma de comprender la vida y su evolución no es anticientífica estrictamente hablando, pero sí es innecesaria al ser un punto de vista no parsimonioso, es decir, contrario a lo que la ciencia busca: producir explicaciones simples y suficientes. La razón por la que se dice que es aquí donde intervino Dios y no antes o después, tiene poco o nada que ver con el grueso del conocimiento científico; se trata simplemente de un intento por conciliar lo irreconciliable: la creencia en un dios personal y el hecho de que todo fenómeno que observamos puede ser explicado por medio de mecanismos naturales. Los teístas evolutivos, de hecho, son activistas contrarios del creacionismo y sus variantes. La postura oficial de la iglesia es justamente ésta. Pero el promover la evolución teísta como algo verdadero o como la visión más virtuosa en el debate evolución vs creación, no es más que un ejercicio retórico no científico. Las razones para pensar que el origen de la vida tuvo una causa consciente son nulas, igual que las evidencias. Pero es ahí donde los teístas evolutivos saltan y dicen "sí, pero tampoco tienes pruebas en contra." Y así, es como acabamos discutiendo sobre si debemos creer o no en dragones de garage.
Por otro lado, y aún más contradictorio, está la doctrina del pecado original, el cual supone la existencia de Adán y Eva, existencia imposible desde el punto de vista científico. De acuerdo a la Biblia y a las enseñanzas del catecismo, el pecado original fue el que cometieron los primeros humanos (Adán y Eva) al desobedecer la orden directa de Dios. A causa de esto, Dios castigó a raza humana con la expulsión del paraíso, obligando así a los hombres a trabajar para comer, mientras que las mujeres tendrían en adelante que sufrir el dolor de parto. Pero gracias a que Dios es tan bueno, prometió mandar un redentor para salvar al hombre del pecado original. Para los cristianos, ese redentor no es otro sino Jesucristo. Pero detengámonos por un momento. Puede ser "lógico" que muchas denominaciones cristianas nieguen la evolución ya que esta echa por tierra toda esta fantasía teológica, pero, ¿cómo es posible mantener el mito bíblico de Adán y Eva, y el pecado original, mientras que se acepta que la evolución es un hecho comprobado por la ciencia? Esto solo es posible si eres católico, así de inconsistente tiene que ser tu razonamiento.
Y es que, si aceptas los hechos científicos, como la evolución, no te queda otra más que desechar mitos como el de Adán y Eva, y si haces eso, entonces tienes que aceptar que el pecado original es una creencia que no se sostiene, y si aceptas eso, entonces no tiene sentido que Jesús nos salve (¿de qué, si no existe el pecado original?); y si Jesús no nos salvará de nada, entonces, no tiene razón de ser la Iglesia católica que se dice ser la representante de Dios en la Tierra. ¿Comprenden qué clase de lío provocó Darwin a los teólogos? Para la iglesia, lo mejor es no insistir en el tema, ya que un pleito con la ciencia no le vendría bien a su imagen pública.
Como vemos, doctrinas como la del pecado original y la salvación de Jesús, dos dogmas básicos del catolicismo (y de todo el cristianismo en sí), son contradictorios con los hechos y las teorías científicas. ¿Y qué podríamos decir de la resurrección, los milagros, las canonizaciones o la transubstanciación (la creencia en que, literalmente, durante una misa el vino y el pan se convierten en sangre y cuerpo humano, respectivamente)? O ¿por qué no se habla de grandes neurocientíficos del Vaticano produciendo nuevos conocimientos? ¿Será porque la Iglesia sostiene que la mente (el alma) es una sustancia distinta del cuerpo y, por tanto, imposible de conocer? ¿Y qué hay con los exorcistas, que incluso tienen seminarios sobre cómo deshacerse de los demonios? ¿Qué criterios utilizan para diferenciar "científicamente" la esquizofrenia o la epilepsia de la posesión demoníaca?
Si nuestras bases se encuentran podridas, atrapadas en sueños dogmáticos y sobrenaturales propios del mundo medieval, no esperen que les crea que su institución es moderna y compatible con la ciencia actual, pues evidentemente no lo es.
Véase más: "Catholic church" entrada en la RationalWiki; Religión y ciencia, de Bertrand Russell, FCE.
"El Vaticano es una organización que excomulga mujeres por intentar ordenarse sacerdotes, pero no excomulga sacerdotes varones por violar niños. Excomulga a médicos que realizan abortos para salvar la vida de la madre, incluso si la madres es una niña de 9 años violada por su padrastro y embarazada de gemelos, pero no excomulgó ni a un solo miembro del Tercer Reich por cometer genocidio. ¿Realmente estamos obligados a considerar semejante inversión de prioridades como un marco moral alternativo?" Sam Harris.
Si usted es ateo y considera que la Iglesia católica es un tumor gigante en el siglo XXI, probablemente este escrito solo será, cuando mucho, refrescante para sus convicciones personales. Pero me siento más interesado en hacer llegar mis letras a católicos que, 1) son racionales y de mente abierta, capaces de distinguir un buen argumento, 2) tienen curiosidad por saber por qué algunas personas consideran a la iglesia a la que pertenece como nociva y peligrosa, y 3) razonará críticamente sus creencias buscando contrastarlas con el mundo real. Si usted es católico y cree que cumple con esos tres requisitos, lo invito a la lectura. Si usted es un ateo además de anticatólico (de los racionales, claro), le invitó a que comparta este humilde top 7 con amigos suyos que sean católicos y que piense cumplen con los tres requisitos.
Sin más que decir de mi parte, espero disfruten la segunda parte de este top.
4. La iglesia falseo su historia. El nombre completo de la institución conocida como "iglesia católica" es Iglesia católica apostólica romana. Apostólica, porque se supone es la heredera del apóstol Pedro (el supuesto primer papa), en la que los actuales sacerdotes hacen de apóstoles; y romana porque se supone es la heredera del imperio romano desde que el emperador Constantino hizo que el cristianismo fuera la religión oficial del imperio, creando así esta institución regidora de la moral del estado.
Si bien no existe ni una prueba histórica de que, para empezar, haya existido el apóstol Pedro (ni mucho menos que haya sido el primer papa... vamos, que la iglesia como tal se origina en los siglos III-IV d.C.), por siglos se dio por verdadera la supuesta herencia del imperio romano a la iglesia católica, debido a un documento conocido como la Donación de Constantino.
La Donación era un documento en el que se afirma que el emperador Constantino (a quien se le agradece ser el que puso al cristianismo como religión de estado) donaba el Imperio Romano al papa Silvestre I como agradecimiento por convertir al emperador al cristianismo, además de haberlo curado milagrosamente de lepra. Por siglos, cada vez que la legitimidad de la iglesia como heredera del Imperio era cuestionada, el papado se ocupaba de presumir la Donación como el documento que daba fe de su legitimidad.
Todo parecía ir de maravilla hasta que en 1440, el humanista italiano Lorenzo Valla demostró que el documento era una falsificación descarada. Las sospechas de la falsedad del documento se tenían presentes desde el año 1000, cuando el emperador Otón III manifestó sus dudas. En su "Discourse on the Forgery of the Alleged Donation of Constantine", Valla mostraba una serie de anacronismos históricos que dejaban pocas dudas sobre la falsedad de la Donación. Algunos de estos anacronismos se cuentan: el documento se refiere a Bizancio como una provincia, cuando en el siglo IV (fecha en la que Constantino debió escribir la Donación) solo era una ciudad; en el documento, Constantino se refiere a templos en Roma que, cuando este emperador vivió, ni siquiera existían; la Donación habla de "Judea", siendo que dicho término ni siquiera era usado en el tiempo de Constantino (las tierras de Jesús eran conocidas como Palestina). Valla se le pasó mencionar también el pequeño detalle de que Constantino nunca tuvo lepra, y que por tanto Silvestre I nunca pudo haberlo curado milagrosamente.
Bautismo de Constantino, tradicionalmente atribuida a Rafael, pintada entre 1517-1524. |
La Donación de Constantino fue probablemente una falsificación del 756 d.C. (año en que el documento apareció por primera vez), año en el que por cierto, se da una conveniente alianza entre la iglesia y el Imperio franco. La Donación simplemente le dio mayor legitimidad a esta alianza política. La demostración de Valla sobre la falsedad del documento fue ignorada y suprimida por el Vaticano, cediendo los Estados Pontificios a Italia hasta 1929.
Pero la Donación solo fue uno de los varios documentos falsificados por la iglesia. También se ha ocupado de falsear la historia del cristianismo en sí, tal como los textos de Flavio Josefo, un historiador judío que milagrosamente posee documentos que hablan de un Jesucristo sobrenatural (siendo que Josefo era un anticristiano) o el divertido caso del sudario de Turín. Cuestiónese esto amigo católico: si la iglesia en verdad es la auténtica heredera de las enseñanzas divinas, ¿por qué ha necesitado falsear con tantas ansias su legitimidad? Y bueno mi amigo católico, si aún tiene dudas, siga leyendo el siguiente punto.
Véase también: Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica, de Pepe Rodríguez, Ediciones B; "The Donation of Constantine", artículo del Museum of Hoaxes.
3. Piense en los escándalos que no se comentan. Como ya se ha comentado, la iglesia ha llamado la atención (y la indignación social) por una serie de crímenes contra la humanidad a lo largo de toda su historia. Desde tiempos lejanos, como las cruzadas y la inquisición, hasta sucesos más actuales, desde su complicidad con fascistas como Hitler, Mussolini y Pinochet hasta los monstruos encubiertos, como la madre Teresa y Marcial Maciel.
Pero la cola que la iglesia arrastra para que todo el siglo XXI la pise es más larga de lo que muchos piensan. Basta mencionar tres ejemplos: la edad legal en el Vaticano para casarse hasta hace poco tiempo, los chantajes con la caridad y su complicidad escalofriante en el genocidio de Ruanda. Comencemos.
¿Se ha sentido asqueado de las miles de denuncias de sacerdotes pederastas en los últimos años? (Tal vez podemos mencionar de pasada la escandalosa edad en la que las niñas pueden casarse en algunos países islámicos).Seguramente usted debe pensar que la mayoría de las autoridades eclesiásticas que viven en el Vaticano también debieron de sentirse asqueados e indignados con semejantes crímenes perpetrados (y encubiertos) dentro de su institución, ¿no? Bueno, tal vez para ellos la idea de que un adulto mayor se meta con un menor de edad es menos escandaloso de lo que podemos llegar a pensar. Y es que la edad mínima para casarse con la bendición del papa dentro del Vaticano era, hasta hace poco, a partir de los 12 años de edad. En julio de 2013 el papa Francisco elevó la edad de consentimiento, como una de sus varias "reformas", hasta los 18 años de edad. Antes de eso, era posible casarse con un niño o una niña de 12 años, si este así lo consentía también. El periodista Nathan Wold en su artículo "10 Secrets the Catholic Church hopes you've forgotten" nos dice que:
Esta alarmante baja de edad de consentimiento puede explicar por qué la Iglesia católica a menudo no tiene en cuenta el abuso infantil llevado a cabo por la pedofilia de los sacerdotes. Los funcionarios de la iglesia de alto nivel como el secretario del Estado del Vaticano han afirmado que la homosexualidad es la culpable del abuso de menores por parte de sus sacerdotes, no la pedofilia, llamando a la homosexualidad una "patología."Otro dato "curioso" de la iglesia es su historial hipócrita de políticas de caridad más que cuestionables. Si bien la iglesia dona millones de dólares en obras de caridad al rededor del mundo, los analistas piensan que estas son más una táctica de publicidad que verdaderos casos de altruismo desinteresado. Las últimas noticias (escándalos, diría yo) en EEUU parecen darles la razón a los que se muestran escépticos antes las intenciones de la iglesia. En 2009, por ejemplo, la iglesia amenazó al estado de Washington, DC, si la ciudad aprobaba una ley para permitir el matrimonio de personas del mismo sexo. Cuando Washington no retrocedió y se legalizó el matrimonio igualitario, las Caridades católicas del estado dejaron de proporcionar apoyos a todos los cónyuges por igual (homosexuales y heterosexuales por igual). Así se evitaban problemas legales por discriminar a las parejas del mismo sexo. Ejemplos así hay varios, en los que la iglesia utiliza sus influencias o amenaza con dejar de ayudar, a cambio que se mantenga algún viejo supuesto dentro de la sociedad. ¿Cómo vería estas acciones Jesucristo, si es que existiera?
Ruanda, 1994. |
Aunque se ha demostrado que muchos clérigos (anglicanos, católicos y de otras denominaciones) sí ayudaron a escapar de la masacre a los tutsi, también es cierto que existen pruebas de peso que demuestran la culpabilidad de clérigos en la masacre, y la complicidad del Vaticano para ayuda a escapar a estos criminales. Tal vez el caso más icónico de esta lamentable historia sea el del padre Athanase Seromba. Durante el tiempo del genocidio, Seromba persuadió a unos 2,000 tutsis para que buscaran refugio dentro de la iglesia a su cargo. El 6 de Abril del 94, una vez que había reunido 2,000 tutsis dentro del edificio, Seromba ordenó derrumbar el edificio con todas las personas dentro. Después de que la iglesia fue demolida, el padre Seromba y sus secuaces dispararon contra los sobrevivientes.
Usted de seguro pensará en este instante, "pero es el crimen de un hombre, no puedes culpar a la iglesia". Sí, pero al igual que los casos de pedarastas, la iglesia estuvo más que enterada de todo el caso. Después de terminado el genocidio, el asesino Athanase Seromba escapó de Ruanda con la ayuda de sacerdotes simpatizantes con rumbo a Florencia, Italia, donde siguió ejerciendo como sacerdote con un nombre falso. Seromba fue detenido en 2002 cuando el Tribunal por Ruanda lo encontró viviendo plácidamente en Italia. El fiscal jefe del tribunal afirmó que el Vaticano había hecho hasta lo imposible para evitar que extraditaran a Seromba. Defendiendo a este asesino, el Vaticano informó que Seromba "estuvo haciendo buenas obras en Italia". Si usted no siente náuseas al saber esto, amigo católico, le pediré que considere esto: ¿está de acuerdo en formar parte a una institución que protege asesinos, los esconde y encima de todo, los defiende?
24 años después la masacre de Ruanda, la iglesia reconoció sus crímenes y pidió perdón.
Véase más: "10 Secrets the Catholic Church hopes you've forgotten", artículo de Nathan Wold en Listverse; "The Catholic church must apologise for its role in Rwanda's genocide", artículo de Chris McGreal en The Guardian.
2. La iglesia frenó la investigación por siglos (y sigue siendo anticientífica).
El juicio a Galileo es probablemente una de las escenas más representativas de la eterna lucha entre religión y ciencia. |
Sin embargo, cualquiera que esté al tanto de los mejores institutos de ciencias en el mundo sabría que el Vaticano es reconocido internacionalmente por el apoyo y el fomento a la investigación científica en tiempos actuales. La Compañía de Jesús (Orden jesuita), la Academia Pontificia de Ciencias (de la que Stephen Hawking es miembro vitalicio) y el Observatorio Vaticano, son tres instituciones que se dedican al avance del conocimiento científico en el mundo, con aportes invaluables y proyectos de investigación originales. Incluso en los colegios católicos es posible ver un nivel de educación científica comparable al de cualquier escuela laica. La historia moderna del papado también parece demostrar que la iglesia le ha dejado el camino libre a la ciencia, retractándose y pidiendo disculpas a casos vergonzosos como el de Galileo y aceptando la evidencia que demuestra teoría de la evolución. Los católicos cultos se sienten orgullosos también de George Lemaitre, el astrónomo considerado (junto a George Gamow) padre de la teoría del Big Bang; Lemaitre era astrónomo y también sacerdote católico. ¡El actual papa Francisco tiene título de Técnico químico! Francisco es jesuita.
Podríamos afirmar entonces que, en lo que respecta a la promoción y la investigación científica, el Vaticano es un ejemplo a seguir, ¿no? Tal vez el lector católico pensará que soy un necio anti-católico al responder que no, la Iglesia católica sigue siendo una de las instituciones que más anticiencia produce en todo el mundo.
Cabe señalar primeramente algunas confusiones (y contradicciones) sobre la teoría de la evolución y la doctrina católica. Aunque la iglesia acepta la evolución como un hecho, posee dos dogmas que, de aceptarse de manera coherente la evolución, no tendrían por qué existir: la intervención divina en la evolución (doctrina conocida como evolución teísta) y el dogma del pecado original (junto con la salvación de Jesús al eliminarlo). La evolución teísta es la versión dios de los huecos de las personas religiosas más sensatas, tales como los científicos del Vaticano, el jesuita Teilhard de Chardin y el genetista cristiano Francis Collins.
Jesús vs Darwin. Porque uno busca salvarnos y el otro busca saber. |
Por otro lado, y aún más contradictorio, está la doctrina del pecado original, el cual supone la existencia de Adán y Eva, existencia imposible desde el punto de vista científico. De acuerdo a la Biblia y a las enseñanzas del catecismo, el pecado original fue el que cometieron los primeros humanos (Adán y Eva) al desobedecer la orden directa de Dios. A causa de esto, Dios castigó a raza humana con la expulsión del paraíso, obligando así a los hombres a trabajar para comer, mientras que las mujeres tendrían en adelante que sufrir el dolor de parto. Pero gracias a que Dios es tan bueno, prometió mandar un redentor para salvar al hombre del pecado original. Para los cristianos, ese redentor no es otro sino Jesucristo. Pero detengámonos por un momento. Puede ser "lógico" que muchas denominaciones cristianas nieguen la evolución ya que esta echa por tierra toda esta fantasía teológica, pero, ¿cómo es posible mantener el mito bíblico de Adán y Eva, y el pecado original, mientras que se acepta que la evolución es un hecho comprobado por la ciencia? Esto solo es posible si eres católico, así de inconsistente tiene que ser tu razonamiento.
Y es que, si aceptas los hechos científicos, como la evolución, no te queda otra más que desechar mitos como el de Adán y Eva, y si haces eso, entonces tienes que aceptar que el pecado original es una creencia que no se sostiene, y si aceptas eso, entonces no tiene sentido que Jesús nos salve (¿de qué, si no existe el pecado original?); y si Jesús no nos salvará de nada, entonces, no tiene razón de ser la Iglesia católica que se dice ser la representante de Dios en la Tierra. ¿Comprenden qué clase de lío provocó Darwin a los teólogos? Para la iglesia, lo mejor es no insistir en el tema, ya que un pleito con la ciencia no le vendría bien a su imagen pública.
Como vemos, doctrinas como la del pecado original y la salvación de Jesús, dos dogmas básicos del catolicismo (y de todo el cristianismo en sí), son contradictorios con los hechos y las teorías científicas. ¿Y qué podríamos decir de la resurrección, los milagros, las canonizaciones o la transubstanciación (la creencia en que, literalmente, durante una misa el vino y el pan se convierten en sangre y cuerpo humano, respectivamente)? O ¿por qué no se habla de grandes neurocientíficos del Vaticano produciendo nuevos conocimientos? ¿Será porque la Iglesia sostiene que la mente (el alma) es una sustancia distinta del cuerpo y, por tanto, imposible de conocer? ¿Y qué hay con los exorcistas, que incluso tienen seminarios sobre cómo deshacerse de los demonios? ¿Qué criterios utilizan para diferenciar "científicamente" la esquizofrenia o la epilepsia de la posesión demoníaca?
Si nuestras bases se encuentran podridas, atrapadas en sueños dogmáticos y sobrenaturales propios del mundo medieval, no esperen que les crea que su institución es moderna y compatible con la ciencia actual, pues evidentemente no lo es.
Véase más: "Catholic church" entrada en la RationalWiki; Religión y ciencia, de Bertrand Russell, FCE.
1. Jesús no fundó la iglesia. Por fin hemos llegado a la razón número uno de este conteo regresivo. Tal vez para mis amigos ateos pueda parecerles un poco extraño que esta razón no tenga mucho que ver con la historia (sangrienta) de la iglesia, ni con sus contradicciones con el conocimiento científico. Esta es más una razón (a)teológica o filosófica, aunque claro que tiene que ver con la historia de la iglesia y con la (in)coherencia interna de sus postulados. Igualmente, recuerde que este top está hecho para católicos de mente abierta que quieren averiguar con total sinceridad si sus creencias tienen un sustento más allá de la fe.
Piense esto amigo católico: la iglesia a la que pertenece asegura desde tiempos medievales que es la heredera de las enseñanzas del apóstol Pedro, y por tanto, herederos de la enseñanza de Jesús. Sin embargo, la existencia que demuestra que el apóstol Pedro estuvo en Roma enseñando, que fue crucificado de cabeza y que se siguieron sus enseñanzas, es, básicamente, nula. No hablemos ya de la existencia histórica del apóstol Pedro, o aún, de la existencia de Jesucristo (lo que mejor dejaré para otra entrada). Trate de pensar que vive en el siglo I de nuestra era, que se encuentra en Judea conquistada por los romanos, con un pueblo miserable que tiene que pagar tributo a sus conquistadores, en veces, tributos insostenibles.
Por un momento imagine esa situación llena de miseria y hambre, de injusticias que se atribuyen a los romanos, hombres extranjeros que sin derecho se aprovechan de sus tierras. ¿No le parecería natural que en tiempos así se piense en un salvador, es decir, alguien que los liberará porque pertenece a una comunidad pobre y unida, que desprecia a los extranjeros por conquistarlos a ustedes, por no representar sus costumbres ni sus creencias? ¿Considera que en momentos así sería imposible no tener fe en que llegaría algún salvador? Si responde afirmativamente, tengo que informarle que usted pensó más o menos lo mismo que los hombres del siglo I pensaban sobre los romanos y sobre el futuro de un pueblo que se consideraba hijo de Abraham: Israel. Ese es el contexto histórico en el que pudo haber vivido uno de los varios profetas que en ese entonces deambulaban con pequeños grupos de seguidores. Tal vez ese profeta sin nada realmente importante, llevaba un nombre que hoy podríamos traducir como Jesús. Sin embargo, este hipotético profeta no le hablaba a un mundo occidental globalizado. Es improbable que este hombre haya tenido en su mente un mensaje que pasara más allá de las fronteras de lo que hoy es Israel, ya que seguramente no conocía mucho más allá (tal como la mayoría de las personas de su región). Es improbable que pensara en el continente Americano ya que estaba bastante lejos de saber siquiera de su existencia.
El mensaje de salvación y libertad iba para esa gente que pagaba impuestos a los romanos. En toda la literatura del cristianismo primitivo, en los cuatro evangelios canónicos, así como en los apócrifos, no hay una sola huella, un solo rastro que demuestre que (de representar alguno de estos documentos las enseñanzas de este hombre, escritas décadas después de su muerte), tuviera en su mente la creación de una nueva iglesia, distinta de la judía. Claro, en escritos cristianos más cercanos al mundo medieval y a la consolidación de la iglesia es más común encontrar textos que diferencian lo que ya se denomina "cristianismo" del judaísmo. Pero la palabra cristianismo, con toda seguridad, fue una palabra que ni este hombre ni sus hipotéticos discípulos llegaron a escuchar alguna vez.
Los judíos del siglo I no estaban en contra de sus costumbres ni de sus creencias. Tampoco esperaban la creación de una nueva iglesia; a lo mucho, esperaban reformas dentro de la que ya tenían, la cual se mostraba cómplice de los romanos. Ni siquiera sectas radicales, como la de los esenios, buscaban crear una nueva religión. ¿Por qué buscarían algo así? La iglesia a la que usted pertenece, le ha mentido a usted y a su comunidad de creyentes, pues es incapaz de encontrar alguna prueba o algún lazo lógico entre su fundación y las enseñanzas de ese hipotético hombre que sería la inspiración de la emergencia de una nueva religión, décadas después de que había dejado de existir. La Iglesia católica es el cristianismo institucionalizado por el Imperio romano hacia los siglos III y IV de nuestra era, una institucionalización que ocurrió después de que el emperador Constantino se volviera cristiano, y después de darse cuenta que el cristianismo era un conjunto demasiado diversificado de grupos y doctrinas, en veces, opuestas. Había que darle orden y coherencia si esta iba a ser la nueva religión oficial del imperio.
De seguro comenzaron las dudas en su cabeza, y se pregunta si no le estoy tomando el pelo con una historia inventada. Bien, no se preocupe, jamás ha sido mi intención engañarlo, y jamás lo será. Lo anterior, se encuentra bien documentado por la disciplina de la Historia. En el 313 de nuestra era, el emperador Constantino volvió al cristianismo la religión oficial por medio del Edicto de Milán. Tiempo más tarde, en el 325, este mismo emperador (que, nótese, existió aproximadamente trescientos años después de la muerte de quien se supone inspiró al cristianismo) convocó el Primer Concilio de Nicea, en el que se otorgó legitimidad al cristianismo en el Imperio romano. ¿Notó el enorme saltó histórico que dimos desde este hipotético profeta con pocos seguidores, hasta la legalización de la religión cristiana, la cual jamás conoció nuestro profeta hipotético? Y eso que aún no es posible hablar de la Iglesia católica apostólica romana ya acabada (ni tampoco será necesario).
El punto importante que debería comprender de la historia, mi amigo católico, es que lo más cercano a las enseñanzas de este profeta hipotético fueron las muchas sectas cristianas de finales del siglo I y principios del siglo II, y eso que estas ya estaban demasiado separadas de esas hipotéticas enseñanzas primeras, ya que estos grupos ya no se consideraban judíos. Las enseñanzas de este profeta hipotético, de haber existido, se perdieron en la historia junto con las prédicas de otro montón de profetas de la misma época. Las biografías que actualmente se tienen que hacen alusión a ese profeta, son solo especulación teológica producida en base a textos que este profeta jamás pudo leer, ya que él ya estaba muerto. No tuvo manera de saber si se estaban escribiendo sus auténticas enseñanzas o si estaban hablando de las ideas de alguien más. Si tenemos en cuenta todo esto, podemos asegurar que, basados en los hechos históricos y en la coherencia del razonamiento crítico que se deriva de éstos, no hay manera de afirmar con bases de que este profeta hipotético, que en nuestro tiempo es sinónimo del ficticio Jesucristo, haya siquiera concebido en su mente crear la religión cristiana, mucho menos fundar la iglesia católica. Este sencillo razonamiento, mi amigo católico, nos lleva a descartar el cristianismo como doctrina directa de Jesús y a la Iglesia como heredera de sus enseñanzas.
Véase más: Mentiras fundamentales de la iglesia católica, de Pepe Rodríguez, Ediciones B.
Si después de haber terminado de leer todo el escrito, aún cree que la Iglesia católica es legítima, que es una institución necesaria en el siglo XXI y que además es la santa heredera de las enseñanzas de Dios, que debe determinar nuestros códigos morales, mi amigo católico, lo invito a que por favor me muestre argumentos válidos y evidencias sólidas para sostener tales creencias. De otro modo, creo que sería interesante que le presentara este escrito al sacerdote de su iglesia más cercana.
Por un momento imagine esa situación llena de miseria y hambre, de injusticias que se atribuyen a los romanos, hombres extranjeros que sin derecho se aprovechan de sus tierras. ¿No le parecería natural que en tiempos así se piense en un salvador, es decir, alguien que los liberará porque pertenece a una comunidad pobre y unida, que desprecia a los extranjeros por conquistarlos a ustedes, por no representar sus costumbres ni sus creencias? ¿Considera que en momentos así sería imposible no tener fe en que llegaría algún salvador? Si responde afirmativamente, tengo que informarle que usted pensó más o menos lo mismo que los hombres del siglo I pensaban sobre los romanos y sobre el futuro de un pueblo que se consideraba hijo de Abraham: Israel. Ese es el contexto histórico en el que pudo haber vivido uno de los varios profetas que en ese entonces deambulaban con pequeños grupos de seguidores. Tal vez ese profeta sin nada realmente importante, llevaba un nombre que hoy podríamos traducir como Jesús. Sin embargo, este hipotético profeta no le hablaba a un mundo occidental globalizado. Es improbable que este hombre haya tenido en su mente un mensaje que pasara más allá de las fronteras de lo que hoy es Israel, ya que seguramente no conocía mucho más allá (tal como la mayoría de las personas de su región). Es improbable que pensara en el continente Americano ya que estaba bastante lejos de saber siquiera de su existencia.
El mensaje de salvación y libertad iba para esa gente que pagaba impuestos a los romanos. En toda la literatura del cristianismo primitivo, en los cuatro evangelios canónicos, así como en los apócrifos, no hay una sola huella, un solo rastro que demuestre que (de representar alguno de estos documentos las enseñanzas de este hombre, escritas décadas después de su muerte), tuviera en su mente la creación de una nueva iglesia, distinta de la judía. Claro, en escritos cristianos más cercanos al mundo medieval y a la consolidación de la iglesia es más común encontrar textos que diferencian lo que ya se denomina "cristianismo" del judaísmo. Pero la palabra cristianismo, con toda seguridad, fue una palabra que ni este hombre ni sus hipotéticos discípulos llegaron a escuchar alguna vez.
Un librito divertido, crítico y altamente recomendable para todas las edades. |
De seguro comenzaron las dudas en su cabeza, y se pregunta si no le estoy tomando el pelo con una historia inventada. Bien, no se preocupe, jamás ha sido mi intención engañarlo, y jamás lo será. Lo anterior, se encuentra bien documentado por la disciplina de la Historia. En el 313 de nuestra era, el emperador Constantino volvió al cristianismo la religión oficial por medio del Edicto de Milán. Tiempo más tarde, en el 325, este mismo emperador (que, nótese, existió aproximadamente trescientos años después de la muerte de quien se supone inspiró al cristianismo) convocó el Primer Concilio de Nicea, en el que se otorgó legitimidad al cristianismo en el Imperio romano. ¿Notó el enorme saltó histórico que dimos desde este hipotético profeta con pocos seguidores, hasta la legalización de la religión cristiana, la cual jamás conoció nuestro profeta hipotético? Y eso que aún no es posible hablar de la Iglesia católica apostólica romana ya acabada (ni tampoco será necesario).
El punto importante que debería comprender de la historia, mi amigo católico, es que lo más cercano a las enseñanzas de este profeta hipotético fueron las muchas sectas cristianas de finales del siglo I y principios del siglo II, y eso que estas ya estaban demasiado separadas de esas hipotéticas enseñanzas primeras, ya que estos grupos ya no se consideraban judíos. Las enseñanzas de este profeta hipotético, de haber existido, se perdieron en la historia junto con las prédicas de otro montón de profetas de la misma época. Las biografías que actualmente se tienen que hacen alusión a ese profeta, son solo especulación teológica producida en base a textos que este profeta jamás pudo leer, ya que él ya estaba muerto. No tuvo manera de saber si se estaban escribiendo sus auténticas enseñanzas o si estaban hablando de las ideas de alguien más. Si tenemos en cuenta todo esto, podemos asegurar que, basados en los hechos históricos y en la coherencia del razonamiento crítico que se deriva de éstos, no hay manera de afirmar con bases de que este profeta hipotético, que en nuestro tiempo es sinónimo del ficticio Jesucristo, haya siquiera concebido en su mente crear la religión cristiana, mucho menos fundar la iglesia católica. Este sencillo razonamiento, mi amigo católico, nos lleva a descartar el cristianismo como doctrina directa de Jesús y a la Iglesia como heredera de sus enseñanzas.
Véase más: Mentiras fundamentales de la iglesia católica, de Pepe Rodríguez, Ediciones B.
Si después de haber terminado de leer todo el escrito, aún cree que la Iglesia católica es legítima, que es una institución necesaria en el siglo XXI y que además es la santa heredera de las enseñanzas de Dios, que debe determinar nuestros códigos morales, mi amigo católico, lo invito a que por favor me muestre argumentos válidos y evidencias sólidas para sostener tales creencias. De otro modo, creo que sería interesante que le presentara este escrito al sacerdote de su iglesia más cercana.
La pedofilia es según el sociólogo italiano Massimo Introvigne, un ejemplo típico de pánico moral, es decir, un problema real pero amplificado por los medios. Por eso es necesario quitarles el contenido sensacionalista, pero darles toda la importancia, escudriñarlas a fondo y realizar acciones efectivas para combatirlas. Por el bien de la sociedad. Distingo cuidadosamente entre la existencia del problema de la pedofilia de los sacerdotes, que es del todo cierta y de la cual el Papa ha hablado con gran claridad, y su prevalencia, esto es, su incidencia estadística. Es en la prevalencia que se hacen circular estadísticas falsas, las cuales no tienen la finalidad de defender a las víctimas (que no son por cierto defendidas por noticias falsas), sino atacar al Papa y a la Iglesia, por parte de quienes están fastidiados por la acción política contra el aborto, el matrimonio gay y la eutanasia. Una acción eficaz e influyente sobre el plano político y electoral: se observa en la derrota de dos candidatos ultra-abortistas en las elecciones italianas para gobernador después de las críticas de la Iglesia, o en la modificación de la reforma sanitaria de Obama para tener en cuenta las objeciones anti-abortistas, y así en otros casos. Esto, apunto, da fastidio. http://www.laprensa.com.ar/NotePrint.aspx?Note=358082 –
ResponderEliminarBien, fastidiado, voy a revisar lo que dices en tus 10 comentarios. Solo una advertencia: si en todos no encuentro más que falacias, concluiré que solo es actividad troll y eliminaré todo. ¿Listo?
EliminarPrimer comentario: el caso de los pederastas (distinto al tema de la pedofilia, por cierto) no tiene relevancia por las estadísticas o por cuántos hay o hubo dentro de la iglesia. Lo importante del tema es cómo la iglesia, como institución, fue capaz de encubrir los crímenes de pederastas por más de 50 años, generación de papas tras generación de papas. Los escándalos que hoy conocemos bien, no fueron sacados a la luz por la iglesia, sino por sus víctimas y por periodistas e investigadores valientes. De no haber sido por ellos, la iglesia, muy probablemente, ni hubiera dado primicia alguna. Ese es el punto. Querer venir a decir "sí, hay pedófilos en la iglesia, pero son poquitos, no hay que preocuparnos por esto", es un acto irresponsable que insulta a las víctimas de tan asquerosos crímenes, y solo sirve para justificar a los cómplices de los pederastas.
Le agradezco en primer lugar que haya leido mis comentarios. La tesis de una conspiración clerical para tapar una supuesta epidemia de pedofilia fue ya refutada en 1996 por el cientifico social Philip Jenkins : En realidad, informes como los de Philip Jenkins, no católico, autor de Pedophiles and Priests, muestran que el problema de los abusos no es más grave en la Iglesia católica que en otros ámbitos. Para Jenkins, todo esto provoca que “la opinión pública se haya familiarizado con la figura del ‘cura pederasta’, mientras que los abusadores de otros ámbitos pasan desapercibidos (…) o son vistos como malhechores aislados”. Si preocupa la protección de los niños, hay que investigar y denunciar también los casos que se producen en el entorno familiar, en los círculos deportivos, en asociaciones juveniles, en escuelas laicas. Pero en el banquillo mediático de los acusados parece que ha habido poco sitio para estos otros responsables".
EliminarY se distorsiona la realidad "cuando el encubrimiento de casos de este tipo se presenta como una práctica que solo se dio en la Iglesia católica. Cuando se han ido desatando las lenguas, se ha visto que la reacción en otras instituciones fue similar: como en la BBC con el caso Jimmyil Savile, en la ONU frente a los abusos de cascos azules en África, o en equipos deportivos de universidades americanas". En el mismo sentido Mssimo Introvigne y observatorios como Themediareport Catholic Priest Sex Abuse at TheMediaReport.com — Separating Fact From Fiction in Catholic Church Sex Abuse http://www.themediareport.com/
Aceprensa que tiene una excelente colección de artículos sobre la controversia de los abusos : http://www.aceprensa.com/articles/voices/abusos-sexuales
ResponderEliminarGracias, pero creo que puse bastantes enlaces sobre el tema.
EliminarPero tal vez el mayor desmitificador sobre la supuesta pedofilia clerical sea Massimo Introvigne:
EliminarMASSIMO INTROVIGNE: MIENTE EL NEW YORK TIMES
http://blogs.hazteoir.org/marailime/2010/03/27/massimo-introvigne-miente-el-new-york-times/
Le recomiendo que lea al padre Gatti que aclara perfectamente el magisterio católico ante la esclavitud, según el pensamiento católico la esclavitud y la poligamia se oponen al derecho natural secundario pero no al primario, y por eso Dios tolera la poligamia y la esclavitud en la Biblia pero una vez admitido esto, es obligación de todo cristiano prohibir la poligamia y la esclavitud. El Papa Urbano VIII en una carta a su nuncio en Portugal del 1639 condena absolutamente la esclavitud y amenaza con la excomunión, pero se refería a la de los indios y estaba impulsado per los jesuitas de las Reducciones ante las incursiones de los bandeirantes brasileños que hacían en ellas razzias para obtener esclavos.
ResponderEliminarClemente XI a principios del siglo XVIII da órdenes a los nuncios de Madrid y Lisboa de que actúen para conseguir poner fin a la esclavitud. No hubo respuesta.Y gente sin escrupulos como Voltaire,todavía de gran prestigio en los circulos progresistas,se forraba con la trata de negros.
Hugh Thomas concluye: “Estas denuncias aisladas permiten a la Iglesia Católica presentarse como una prefiguración del movimiento abolicionista con más plau- sibilidad de lo que generalmente se concede. A lo largo del siglo XVII cartas de protesta sobre le asunto del tráfico de esclavos continuaron a llegar a la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe en Roma de parte de capuchinos, jesuitas y obispos”.
Me remito a mi anterior comentario. Que uno o dos teólogos o sacerdotes se opongan a uno o dos dogmas no nos dice absolutamente nada de los puntos que yo cuestiono en mi escrito.
EliminarNo me haga reír; Pío VII dijo esto en carta dirigida al rey de Francia el 20 de septiembre de 1814:
ResponderEliminarPío VII : “Prohibimos a todo eclesiástico o laico que apoyen como legítimo, bajo cualquier pretexto, este comercio de negros, o enseñar en público o en privado de cualquier forma algo contrario a ésta carta apostólica”.
Poco después, en 1823, volvía a insistir en carta dirigida al rey de Portugal “que finalmente se extirpe de raíz el ignominioso comercio de negros, para bien de la religión y del género humano”
En el siglo anterior, en 1741, el Papa Benedicto XIV había dirigido al rey de Portugal la Constitución apostólica Inmensa, por la que condenaba la esclavitud de los indios. Y más tarde, en 1758, se enviaba una copia de la misma a los capuchinos de Congo, entendiéndose que esa misma doctrina habría de aplicarse también a los negros. Para esclarecer este tema y entender los esfuerzos de capuchinos y otros contra la esclavitud le recomiendo encarecidamente la lectura de este enlace : http://www.africafundacion.org/africaI+D2009/documentos/Voces.pdf
Seguimos con lo mismo.
EliminarLos admirables testimonios de los mártires del Camino Neocatecumenal en el genocidio de Ruanda http://www.religionenlibertad.com/los-admirables-testimonios-de-los-martires-del-camino-neocatecumenal-en-el-33358.htm vía @relibertad
ResponderEliminar”El País”, la Iglesia y el genocidio en Ruanda
http://e-cristians.cat/1661-el-pais-la-iglesia-y-el-genocidio-en-ruanda/
Lo mismo que con los pederastas. Como yo menciono en mi escrito, sí sabemos de muchos religiosos que, individualmente, ayudaron a escapar a muchos de Ruanda. Sin embargo, hay fuertes evidencias de cómo otros sacerdotes sí contribuyeron con horribles crímenes, y peor, que la iglesia como institución se ocupó de salvarlos de la justicia internacional, agregando el crimen de complicidad en su larguísima lista de crímenes contra la humanidad.
EliminarLos que ayudaron a salvar personas, sin duda pueden llamarse héroes. Los que ayudaron a matar, sin duda pueden llamarse criminales genocidas. Y las instituciones que ayudaron a escapar a los criminales genocidas se les llama criminales hijos de puta.
Mentiras sobre la Iglesia en Ruanda https://evangelizadorasdelosapostoles.wordpress.com/2010/08/26/6476/ vía @wordpressdotcom
EliminarLas mentiras sobre las responsabilidades de la Iglesia ruandesa en el genocidio para ocultar las de las grandes corporaciones http://www.rebelion.org/noticia.php?id=111698
Como ya señaló Arnol Lund hace 60 años la mayoría de los logros científicos están relacionados con devotos católicos: la astronomía moderna es copernicana; el calendario, gregoriano; el hierro se galvaniza; la electricidad se mide en amperios, voltios y culombios; la mejora animal es mendeliana; la leche se pasteuriza; los médicos aplican los rayos Röntgen y Marconi aportó la posibilidad de poner en comunicación a los que afirman que la Iglesia es enemiga de la ciencia.
ResponderEliminarY como cualquier historiador y sociólogo de la ciencia sabe desde hace más de 60 años, la razón por la que los logros científicos se relacionen con devotos cristianos (no solo católicos), es por el mismo hecho de que durante siglos fue justamente dentro de las iglesias donde se podía encontrar educación y formación académica, y en ningún lado más. Aún cuando occidente hubiera sido completamente musulmán, budista o taoísta, siempre que se diera un contexto histórico de libertad de investigación, una sociedad que tolerara y aceptara la propagación de conocimiento, y un estado que garantizara la seguridad de investigadores y pensadores, los descubrimientos científicos se hubieran dado, cosa que se demuestra por los cientos de ejemplos del progreso científico en la era secular, desconectada de la iglesia.
EliminarPunto irrelevante, de nuevo. Lo que es más, la única razón por la que por siglos ciertas áreas de la ciencia se desarrollaron fue gracias a que no representaban un reto a los dogmas impuestos. Otras áreas no se desarrollaron por lo mismo.
En realidad la Iglesia ayudó a la astronomia heretica : "La Iglesia Católica ha dado más apoyo financiero y social al estudio de la astronomía por más de seis centurias, que ninguna otra institución en el mismo tiempo, y, probablemente, que todas las instituciones juntas; esto ha sido desde la Baja Edad Media hasta la Ilustración".
EliminarCon esta afirmación contundente, J.L Heilbron comienza su libro sobre el uso de las catedrales como observatorios de astronomía (The Sun in the Church. Cathedrals as Solar Observatories. Harvard University Press, 1999). Heilbron, profesor de la Universidad de California Berkeley, y autor de numerosas obras de divulgación de historia de la ciencia, cuenta (página 4) que el libro se originó en su mente durante la visita a cuatro catedrales italianas y una francesa, donde hace siglos que estaba instalado un "heliómetro" (instrumento para observaciones solares, como veremos). Impresionado por los edificios y su diseño coordinado con los heliómetros, decidió estudiar la época.
Heilbron recuerda que la astronomía es una ciencia estratégica: fue la primera ciencia moderna en aparecer, seguida por la mecánica: un paso clave en el progreso de la ciencia, dentro del cual la Iglesia tuvo un importante papel.
How the Church Aided 'Heretical' Astronomy http://nyti.ms/1Q7FExp
Por cierto, a petición de Bruno Moreno y para refutar las estupideces anticlericales repetidas una y otra vez; escribí unos capítulos sobre ciertas leyendas negras, refutando grotescas mentiras respecto a inexistentes prohibiciones clericales de la anestesia obstétrica, la vacuna de la viruela, el pararrayos y la disección de cadáveres… Aquí tienes una anticipación de James Hannam de los resultados de mi libro: http://bedejournal.blogspot.com.es/2009/03/pope-leo-xii-and-vaccination-ban.html
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EliminarPepe Rodríguez es un sensacionalista sin nunguna credibilidad, sus grotescas falsedades "Mentiras fundamentales de la Iglesia Católica". Pepe Rodríguez, en su ignorancia, ha repetido viejas calumnias refutadas ya hace tiempo: Papa León X “Desde tiempos inmemoriales es sabido cuan provechosa nos ha resultado esta fabula de Jesucristo.” Está más que demostrado que esta frase es apócrifa. Fue una invención satírica del protestante inglés John Bale, lo que prueba claramente el rigor histórico del señor Pepe Rodríguez: http://tektonics.org/lp/popeleox.html.
ResponderEliminarPepe Rodríguez, la "víctima" del libro que estoy escribiendo, ha propagado patrañas pseudohistóricas y tiene un extraño concepto del estudio riguroso : http://www.luxdomini.com/_ap/contenido1/rodriguez.htm
No obstante, creo que es justo diferenciar entre estudiosos serios como Antonio Piñero y Puente Ojea, aunque en mi opinión equivocados, y escritores sensacionalistas tipo códigoDaVinci como Pepe Rodríguez.
Pepe Rodríguez usó un documento falso para escribir «Mentiras fundamentales de la Iglesia católica».Taxa camarae Respuesta investigacion a Pepe Rodriguez http://apologetica.org/sitio/index.php/temas-historicos1/759-taxa-camarae-respuesta-investigacion-a-pepe-rodriguez
ResponderEliminarQué bien que existan respuestas y todo lo que quieras a Pepe Rodríguez... ojalá y mi escrito estuviera dedicado al tema de Pepe Rodríguez, pero no, se refiere a la inutilidad de la iglesia en la sociedad y por qué no es en modo alguno ningún referente de moralidad o veracidad. Si Pepe Rodríguez se equivoca o no en algo que diga él en su libro, viene importanto tanto como si Maussán piensa que Jesús era un extraterrestre.
EliminarEs importante señalar que los jesuitas eran la elite de la ciencia europea. Los logros científicos de los hijos de san Ignacio de Loyola son innumerables, mencionar todos sus descubrimientos va más allá del propósito de este capítulo pero un historiador nos describe la contribución de los Jesuitas a la ciencia del siglo XVIII: “Han contribuido al desarrollo del péndulo de relojes, pantógrafos, barómetros, telescopios de reflexión, microscopios, al magnetismo, a la óptica, a la electricidad. Los jesuitas observaron antes que nadie las bandas de colores de Júpiter, la nebulosa Andrómeda y los anillos del planeta Saturno. Teorizaron, independientemente de Harvey, acerca de la circulación sanguínea. Formularon teoréticamente la posibilidad de la navegación aérea, los efectos de la luna sobre las mareas y la naturaleza ondulada de la luz. Hicieron mapas del hemisferio sur, establecieron la lógica simbólica, introdujeron los signos de más y menos en la matemática italiana. Todo esto fueron logros de los jesuitas y científicos de la talla de Fermat, Huygens, Leibniz and Newton contaron con los Jesuitas como sus más preciados corresponsales.”
ResponderEliminarSí, nadie niega que los jesuitas han tenido gran influencia en la historia de la ciencia (si no recuerdo mal, también lo menciono en mi escrito). Aunque eso sí, los jesuitas, junto a los franciscanos, en sus inicios eran las principales órdenes anticientíficas católicas.
EliminarComo sea, el que los jesuitas hayan aportados valiosas investigaciones y descubrimientos, sigue sin ser un punto relevante sobre las tesis que defiendo en mi escrito.
"órdenes anticientíficas católicas"; De hecho, el periodo posterior al Concilio de Trento fue testigo de la aparición de una legión de jesuitas, carmelitas, benedictinos, escolapios, dominicos, capuchinos y mínimos dedicados a los estudios científicos: Ignazio Danti (obispo, matemático y cosmógrafo), el benedictino, matemático y astrónomo Francesco Maurolico, el monje Benedetto Castelli (inventor el pluviómetro), Atanasius Kirchner (inventor de la linterna mágica), el padre Gassendi (el primer científico en medir la velocidad del sonido),el escolapio Giambattista Beccaria (investigador de la física atmosférica), Averani, Galvani, el jesuita Grimaldi, Laura Bassi (catedrática de Física nombrada por el Papa), Lagrange, el abate Guglielmini (el primero en experimentar mecánicamente la rotación de la Tierra en 1791), Ampere (enamorado del rosario), Ardinghelli (otra mujer), Marsigli (un naturalista trabajando para los dominicos), Volta, Avogadro, Cannizzaro, el sacerdote escolapio Eugenio Barsanti inventó el motor de explosión en 1854, entre otros muchos. A principios del siglo XX España estaba empezando a experimentar un importante desarrollo científico y cultural. Fue la conocida Edad de Plata de la cultura española. Este renacimiento científico fue propiciado por los jesuitas españoles, que tuvieron un gran interés por la astronomía, la geofísica y la sismología. Dos observatorios jesuitas fueron instalados en esa época: el Observatorio de Cartuja en Granada (1902), dedicado a astronomía y la sismología, y el prestigiosísimo Observatorio del Ebro en Tarragona (1904), para el estudio de la relación entre la actividad solar y la magnetósfera terrestre. Entre los científicos jesuitas de esos años destacan Luis Rodés (1881-1939), y Antonio Romaña (1900-1981), directores del Observatorio del Ebro, con sus estudios sobre la influencia de varias formas de actividad solar en los campos magnéticos y eléctrico de la Tierra. También M. Sánchez Navarro-Neumann (1867-1941), director del Observatorio de Cartuja; compuso el primer catálogo de terremotos moderno de España y publicó numerosos estudios sobre sismicidad y el primer libro de sismología en español. (Agustín Udías). Fue precisamente el fundador del observatorio del Ebro, el sacerdote jesuita Ricardo Cirera Salse, el creador de la revista Ibérica con el objetivo de difundir semanalmente el conocimiento científico y tecnológico de la época. El proyecto fue pionero en España y logró mantenerse hasta 2.004, una fecha muy reciente. durante los que se documentó la revolución tecnológica del siglo XX. La revista Ibérica fue una magnifica herramienta de divulgación científica, en especial de la teoría de la Relatividad, por parte de su director el jesuita y matemático Enrique de Rafael. Impartió, además, varios cursos de Relatividad en la escuela jesuita de ingenieros, el ICAI, y publicó también sobre el mismo tema en Razón y Fe.
ResponderEliminarEn 1936 fue asesinado durante la sangrienta persecución religiosa del Frente Popular el gran dominico y doctor en Física Luis Urbano (beatificado en 2001). Urbano era el director de la revista Ciencia Tomista y había pasado largas horas de investigación en el Instituto de Blas Cabrera. Era un incansable divulgador de la teoría de relatividad de Einstein que compatibilizaba con la filosofía tomista.
Cuyo lema era Scientia, Patria, Fides y en sus estatutos figuraba la prohibición de atacar la doctrina católica. Aportó notables estudios zoológicos, botánicos, geológicos y antropológicos, especialmente en morfología y taxonomía. (Datos tomados de la Gran Enciclopedia Aragonesa.)