La cara de Darwin al enterarse de que será festejado leyendo filosofía. |
*A finales de diciembre del año pasado el sitio web de Letras Libres publicó una entrevista al filósofo de la mente y epistemólogo Daniel Dennett, en el que nos platica sobre el libre albedrío, la consciencia y la evolución cultural. El entrevistador le pregunta a Dennett "¿Los productos culturales pueden estudiarse desde el punto de vista de la ciencia y de la biología?" a lo que el filósofo ofrece una respuesta que debería hacer razonar de una buena vez a todos aquellos que piensan que hablar científicamente de la cultura y la sociedad es pura propaganda cientificista:
"Por supuesto. Y es absurda la resistencia a esa idea que aún tienen algunos. Muchos de los conceptos y fenómenos de la cultura se comprenden mejor gracias a las aportaciones de la biología. Especialmente de la biología evolutiva. Podemos entender mejor el arte, la música o la literatura desde esta perspectiva. En vez de oscurecerlo aporta una luz nueva muy enriquecedora."*Hace algunos meses, mientras caminaba camino al trabajo, me quedé mirando hacia la nada pensando en una pregunta que me surgió de forma espontánea: si existen trabajos en disciplinas filosóficas de la ciencia, tales como la filosofía de la biología, ¿será posible que existan trabajos de "filosofía de la paleontología" o "filosofía de la geología"? Pues bien, durante esa misma semana me di a la tarea de buscar material para averiguar sobre si alguien había pensado algo similar a lo que yo me preguntaba, y más aún, si alguien ya estaba realizando trabajos en estas hipotéticas ramas de la epistemología.
Me alegré mucho al leer el artículo "Dinosaurs, Man... What Does It All Mean?", de Nick Stockton, en el que nos habla nada menos de la clase de "Filosofía de los dinosaurios" que se imparte en el Lilienfield College, Oregon, EEUU, a cargo del biofilósofo Leonard Finkelman. Por increíble que parezca, existe una clase universitaria en la que se presta tanta atención a los problemas metodológicos de los paleontólogos como a los problemas filosóficos de esta área en la que Aristóteles hubiera estado encantado estudiar. Finkelman también tiene un artículo titulado "Brontosaurus and the nature of philosophy", publicado en Scientia Salon, donde nos muestra cómo es que algunas controversias de la comunidad científica (como, en este caso, la definición precisa del Brontosaurus) se ven clarificadas por los razonamientos filosóficos (muchas veces, sin necesitar propiamente de filósofos, pero sí utilizando buena filosofía científica). En verdad, los escritos de Finkelman me alegraron el día aquella vez.
*El biofilósofo (y facebook-friend mío) Manuel Corroza Muro publicó hace un tiempo un interesante y breve artículo titulado "Los mimbres y el cáñamo: cordajes necesarios para una filosofía de la biología" en el que enumera los puntos básicos (y también controvertidos) de esta bella disciplina, entre los que destacan la naturaleza de las leyes biológicas, la explicación en biología, el reduccionismo vs el emergentismo, la matematización de las teorías biológicas, la definición de especie, la evolución biológica, la sociobiología, etc. Un escrito pequeño que tal vez sirva de inspiración para libros enteros de futuros biofilósofos.
*En el ensayo "Exploring genetic causation in biology", el biólogo John McLaughlin se hace una pregunta que pocas veces se hace cuando se habla de genética, incluso entre biólogos y biofilósofos: ¿Qué significa exactamente describir un proceso, rasgo, enfermedad o propiedad como "genética"? La vaguedad con la que se usa este concepto, tanto en biología como en la cultura popular, da inicio a un ensayo estimulante sobre la definición de genética y la causalidad en esta área.
Edición conmemorativa del 30° aniversario. |
Ridley comenta:
"Los libros sobre ciencia tienden a caer en dos categorías: los que se explican a los laicos con la esperanza de cultivar un gran número de lectores, y los que tratan de persuadir a sus colegas científicos para apoyar una nueva teoría, por lo general con ecuaciones. Los libros que cumplan ambos requisitos -el cambio de la ciencia y que llega al público- son raros. El origen de las especies (1859) de Charles Darwin fue uno. El gen egoísta de Richard Dawkins es otro."*Para terminar con mis recomendaciones, comparto dos escritos de Massimo Pigliucci, que encajan a la perfección ahora que mencionamos a Dawkins. El primero, un viejo artículo titulado "The (ongoing) evolution of evolutionary theory" nos ofrece un marco general sobre la historia del debate de la llamada "síntesis extendida" como una actualización necesaria de la biología evolutiva. En el segundo titulado (tal cual) "Richard Dawkins", Pigliucci nos muestra un análisis crítico (a la vez personal) de Dawkins como biólogo, como divulgador científico y como "rockstar" del movimiento escéptico/ateo, aprovechando el escándalo recientemente desatado debido a que a Dawkins se le retirara la invitación de conferencista en NECSS, evento estelar del movimiento escéptico anglosajón.
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS CHARLES DARWIN!!!
Y
¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS MAMÁ!!!
Alucinantes tesis de Don Dennett, estaría agradecido de saber lo qué entiende por estudiar científicamente la cultura porque en mi opinión no parece enterarse de lo que sucede a su alrededor. Las tesis de Dennett son un corta pega de lo que vienen diciendo los antropólogos físicos hace más de 50 años.
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