jueves, 28 de junio de 2018

El fraude de la Sábana Santa, otro clavo más en su tumba... literalmente

"La ciencia ha demostrado que el Sudario de Turín es una falsificación medieval, pero los defensores de su autenticidad ponen de cabeza el método científico comenzando con la conclusión deseada y trabajando hacia atrás para elegir la evidencia y elegir y reinterpretar según sea necesario. Es un enfoque que llamo "ciencia de la mortaja"." Joe Nickell.

Si usted me pregunta cuál fue el último mito sobrenatural que personalmente dí por descartado, yo le diría que fue el sudario de Turín, o sábana santa, como sus seguidores lo conocen. Desde mi fascinación de niño con pie grande, los fantasmas y las abducciones, el sudario de Turín guardó un "lugar especial en mi corazón" entre mis misterios favoritos. Aún cuando me declaré ateo a los 18 años (más o menos) seguía pensando que el sudario representaba un auténtico misterio y una prueba factible de la existencia del Jesús histórico.

Pero todos tenemos que crecer y madurar tarde o temprano. Al igual que el resto de fenómenos paranormales que el vulgar mundo de la venta de misterios se ocupa de perpetuar, todo indica a que la hipótesis más simple para explicar la existencia del esta reliquia, es que se trata de un fraude medieval, similar a los cientos de reliquias fraudulentas de la época que se hicieron pasar por auténticas. A principios de este mes el sitio web LiveScience anunciaba un hallazgo arqueológico notable: se había encontrado el talón de un hombre que había sido crucificado en el siglo I en el norte de Italia.

El descubrimiento solo se asegura de darnos un clavo más (no es broma) para dejar bien sellado el ataúd del falso misterio de Turín, esperando a que un día la humanidad sea capaz de enterrarlo.



Y una vez más... ¿cómo sabemos que el sudario de Turín es un fraude?

El sudario de Turín, junto al ayate de la virgen de Guadalupe, es la principal reliquia de la Iglesia Católica, pues junto a la guadalapuna, se considera que la imagen fue impresa por alguna clase de mecanismo o fenómeno divino (sobrenatural) y por tanto no debería tener explicación alguna, más allá de un milagro. Pero como pasa con la guadalupana, hay de hecho una explicación naturalista o materialista bastante plausible, sostenida en evidencias y científicamente más sencilla: es un engaño.

Los defensores de la autenticidad de esta reliquia incluso han creado una pseudociencia a su alrededor, denominada sindonología, desde la cual se han postulados las más descabelladas teorías: desde que los estudios "científicos" que demostrarían que la imagen de la sábana se imprimió gracias a un proceso altamente radiactivo de resurrección (imposible de acuerdo a las leyes de la física) hasta una conspiración por parte de la comunidad científica para desprestigiar la desprestigiada reliquia. Como otras pseudociencias, la sindonología vende a los creyentes supuestas evidencias "científicas" para reforzar su fe, evidencias más que cuestionables pero que la iglesia se ocupa de vender gustosa.

Lo cierto es que sabemos que el sudario es un fraude desde los tiempos de su aparición, hacia 1300s. "En 1389, un obispo informó al Papa Clemente VII que había sido utilizado en una estafa de curación de fe en la que se contrataban personas para fingir enfermedad, luego, cuando se les revelaba la tela, para fingir que habían sido sanados, "para que el dinero podría astutamente ser exprimido "de peregrinos desprevenidos. "Eventualmente", dijo, después de "investigación y examen diligentes", se descubrió el "fraude". La tela había sido "astutamente pintada, la verdad está atestiguada por el artista que la pintó"", comenta Joe Nickell, investigador senior de fenómenos paranormales del Comité para la Investigación Escéptica. Todo lo que sabemos de la mortaja dizque sagrada apunta al estilo de arte medieval, que es precisamente cuando nos enteramos de su existencia.

La imagen del hombre crucificado en el sudario parece más una creación con un molde bastante tosco y deforme, donde las extremidades no son proporcionales con el tórax y la cabeza (a menos que creamos que Jesucristo estaba deforme, claro). Se supone que la imagen debería ser la impresión del cuerpo de alguien crucificado, pero una impresión en tela de un cuerpo y del rostro termina siempre extendido (si lo quiere comprobar, haga usted mismo en su hogar una impresión de su cara en un paño. La huella queda deforme y no coincide con su rostro, a diferencia del sudario). Algunos incluso han llegado a postular que la imagen fue creada a partir de la impresión de varios moldes separados, lo que explicaría la desproporción del cuerpo. Otro detalle es el cabello donde se aprecian hilos finos de sangre bien definidos, algo que no se ve en ninguna impresión de un cuerpo real.

El estilo de la imagen también coincide con el tipo de pinturas que se hacían en la época de 1300s. Probablemente el autor del fraude conocía algo de historia de Roma y anatomía, pues las marcas y heridas parecen hechas con instrumentos de tortura romanos al colocar las heridas de las manos en medio de las muñecas. Pero evidentemente este artista también estaba envuelto en el espíritu de la época, con las tendencias a pintar a Jesucristo crucificado por en medio de los pies, tal como dictaba la tradición artística medieval.

Un librito que tenemos que
conseguir.
Todo esto a su vez coincide con los hallazgos del equipo Shroud of Turin Research Project (STURP), que en 1977 analizaron la sábana santa. El microscopista Walter McCrone encontró témpera ocre rojo y bermellón con aglutinante de colágeno (pintura) en donde se supone debía haber sangre, además que las pruebas de Carbono 14 realizadas a la mortaja por tres universidades independientes (cada una recibió un trozo de la mortaja por parte del STURP en 1988) demostraron que los hilos con que había sido creado el sudario databan de 1260 a 1390. El STURP fue duramente criticado por varios escépticos, entre ellos el mismo Nickell, quien señala que los líderes del equipo fueron miembros del consejo ejecutivo del Holy Shroud Guild, que está dedicado a la "causa"de la reputada reliquia. Ni los defensores del sudario, ni parte del equipo STURP aceptaron los resultados de McCrone y de las pruebas de Carbono 14 porque contradecían las conclusiones del equipo (donde curiosamente no había ni un experto en arte medieval ni química), y desde entonces, en lo que respecta a la sábana santa, los sindonólogos han demostrado santa vergüenza y santa ignorancia en favor de su santo cinismo asegurando que estas pruebas no eran fiables, incluso asegurando, como auténticos negadores, que una sola prueba no bastaba para demostrar la falsedad del sudario. El problema es que no se trata de una sola prueba, sino la convergencia de varias pruebas en favor de una hipótesis sencilla que prescinde de la intervención sobrenatural: el sudario es una reliquia creada en la Edad Media para atraer feligreses a una iglesia recién creada que estaba obligada por ley el contener una reliquia para ser lugar de culto.

Un clavo más en la tumba del fraude

Ahora que nos hemos ubicado históricamente, podemos entonces hablar del hallazgo arqueológico, y de cómo viene siendo una prueba más que abona a la hipótesis del fraude. Aunque estamos acostumbrados a la imagen de la crucifixión gracias a que este método de tortura antigua se convirtió en el símbolo de la mayor de las religiones occidentales, lo cierto es que ignoramos por completo cómo es que los romanos crucificaban a sus presos. Hasta el día de hoy no tenemos un cuerpo completo de algún torturado o algún registro de la época que describa con precisión cómo se llevaba a cabo.

En 1968 se descubrió una tumba en Jerusalén con la inscripción de "Jehohanan". Jehohanan, al parecer, fue crucificado, pues el hueso del talón de aquel hombre aún tenía un clavo incrustado. La noticia actual nos dice que en 2007 fue encontrada otra tumba en Venecia, donde se encontró nuevamente un hueso de talón que "revela una lesión y una fractura no cicatrizada en uno de los huesos del talón que sugiere que sus pies habían sido clavados en una cruz." Aunque el estudio no es concluyente, tanto por el mal estado de los huesos, la falta del hueso del otro talón y la ausencia de huellas de crucifixión en las muñecas.

El entierro descrito en este estudio recientemente publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, es bastante inusual ya que el cuerpo había sido enterrado directamente en el suelo, en lugar de ser colocado en una tumba, y sin ningún tipo de bienes funerarios. De acuerdo a los análisis genéticos realizados al esqueleto, se trató de un hombre de baja estatura, de unos 30 a 34 años de edad, con la notable herida en el talón que perfora todo el hueso. Los investigadores piensan que pudo tratarse de un esclavo; al serlo, se podría explicar por qué fue enterrado sin ceremonia fúnebre y sin posesiones materiales directamente en el suelo. La crucifixión sería un castigo común para un esclavo que cometiera algún crimen.

Hay varias razones por las que es tan difícil encontrar evidencia física de una crucifixión: en primer lugar, aquellos que eran castigados con este medio eran esclavos o criminales a los que se podía dejar crucificados hasta que sus cuerpos fueran despedazados por las aves carroñeras; en segundo lugar, los huesos fracturados por los enormes clavos difícilmente se llegan a preservar lo suficiente como para ser identificables; los cuerpos de los desgraciados que sí eran bajados de la cruz solían ser echados a fosas comunes donde eran devorados por carroñeros; los clavos se reciclaban de crucifixión en crucifixión, por lo que antes de quedar clavado en una cruz, los mismos clavos ya habían sido utilizados en varias víctimas más.

Todo esto es fascinante desde un punto de vista histórico, pero, ¿qué nos diría sobre el sudario de Turín y la crucifixión de Jesús tal como la imaginan la mayoría de los cristianos? Nuevamente es Joe Nickell quien nos explica la conexión de esta nueva prueba:
"Si bien los talones clavados de los descubrimientos de 1968 y 2007 son mutuamente corroborativos, no admiten ninguna de las colocaciones de pies representadas por Jesús en el arte cristiano. Las primeras representaciones mostraban los pies clavados por separado, uno al lado del otro; muchas representaciones posteriores tenían un pie cruzado sobre el otro y ambos asegurados por un solo clavo. La Sábana Santa de Turín, que apareció a mediados del siglo XIV, tiene los pies colocados por separado, aunque la izquierda apunta hacia adentro, lo que indica que el artista probablemente intentó sugerir una posición de pie cruzado que para entonces era convencional."
Dicho de otro modo, este nuevo hallazgo arqueológico solo viene a confirmarnos que la crucifixión romana fue muy distinta de la crucifixión representada en el arte medieval, al que pertenece el sudario. Todas las pruebas apuntan a un fraude creado y confesado en la Edad Media. Eso no le resta valor artístico e histórico al sudario como obra de arte medieval, un auténtico patrimonio cultural de la humanidad.

El problema surge cuando se trata de negar la evidencia científica con tal de mantener intacta el culto a una pintura, con obvio intereses tanto de negocios como de perpetuación de un misterio, al más puro estilo de la venta vulgar de paranormalidades, pies grandes y platillos voladores. Todo a costa de la fe sincera de las personas que siguen pensando en que esta tela cubrió el cuerpo de su inexistente mesías.

SI TE INTERESA ESTE TEMA

* La sombra en el sudario, blog de David Montero dedicado al análisis crítico del sudarío de Turín y el Jesús histórico.

* "Diez preguntas y respuestas sobre la sábana santa", artículo corto en el blog Magonia, de Luis Alfonso Gámez, donde se desmitifica esta obra de arte medieval.

* The Skeptical Shroud of Turin Website, sitio dedicado a la documentación científica e histórica sobre la sábana santa, a cargo de Steven Schafersman, del Center for Inquiry.

* "Shroud of Turin" entrada en The Skeptic's Dictionary, por Robert Todd Carroll.

* "How Jesus Died: Rare Evidence of Roman Crucifixion Found", artículo de Tom Metcalfe en LiveScience.

* "Crucifixion Evidence Debunks Turin “Shroud”", artículo de Joe Nickell en el Center for Inquiry.

6 comentarios:

  1. Cuidado con esta frase: "pintar a Jesucristo crucificado por en medio de las palmas de las manos y en medio de los pies, tal como dictaba la tradición artística medieval". La sábana muestra a un hombre clavado del modo 'correcto', es decir, no por la palma de manos y pies sino por ambas muñecas y tobillos.

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  2. Primero: no sabemos cómo se crucificaba en tiempos romanos (ni si siempre se hacía de la misma forma). No sabemos si se clavaba al reo por la palma, o por la muñeca, o por el antebrazo. Ni sabemos si se clavaba siempre de la misma manera. Lo mismo pasa con los piés ( de los cuales tenemos una sola muestra en el registro arqueológico). De hecho ni siquiera sabemos exactamente cómo eran las cruces.

    Segundo: la imagen de la mano de la sábana está tan deformada (alargada) que en una primera impresión parece que la supuesta herida esté en la muñeca, pero no es así: si se observa bien en una buena imagen se aprecia que es en la palma, talñ y como se ilustraba en la Edad Media.

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  3. Si, justo cómo comenta el compañero de arriba, tener evidencia de 2 crucifixiones no te asegura cómo se hacían todas y dejare esto por aquí http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0180487 saludos y suerte en tu caza por la verdad!

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  4. Si me mandáis una dirección postal estaré más que encantado de enviaros mi obra "La Sábana Santa Vaya Timo". Soy Félix Ares

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    1. Hola, ¿a qué correo te puedo mandar mis datos? Estoy más que interesado en tu libro, muchas gracias.

      Igual mi correo es: esceptico-jalisco@hotmail.com

      Saludos y gracias, seguimos en contacto.

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