Desde épocas remotas, los seres humanos hemos creído en el más allá, sin tener evidencia de su existencia. El anhelo, muchas veces es mas fuerte que la razón |
Como aquí lo expresé, hace no mucho murió mi abuela, y como también se enteraron por aquí, este episodio -obligatorio- de la vida lo viví -valga la redundancia- junto con mi familia, rodeado de supersticiones combinadas con la desesperación de no poder hacer nada útil. Por supuesto que las prácticas de magia blanca, las oraciones y las limpias fueron igual de útiles que el ver simplemente como se gastaba dinero y esfuerzo en todo eso.
Ahora que el duelo ya se ve como un recuerdo doloroso, y la desesperación se esfumó hace más de un mes, la irracionalidad parece que es lo único que perdura. En la casa de mi abuela -donde viven aun varios familiares míos-, se dice y se cuenta que mientras que a un primo -por ejemplo- escuchó algo raro, una tía soñó con mi abuela al mismo tiempo que mi mamá. Otro empieza a decir que captó el olor de mi abuela en el parque y luego en el baño (si es así, los fantasmas tendrían que bañarse de vez en cuando)... en fin, ahora se cuentan una cantidad de anécdotas con tildes e insinuaciones sobrenaturales. Claro está que nadie -hasta donde he escuchado- admite directamente que cree que el fantasma de mi abuela habita en la casa.
En momentos de dolor, de duelo o de pena, es algo natural recurrir a lo sobrenatural como una buena y "sana" explicación. Da sentido a lo sucedido, ayuda a no sentirse alejado de ese ser amado y puede hacer sentir que esa persona nunca se fue. Pero la realidad es mas simple, lastimosamente.
Más de una vez, mis conocidos me han preguntado el por qué no creo en fantasmas; por lo regular responden por mí, y las respuestas, dicen, que es porque tengo miedo a descubrir algo 'superior', o que es porque no quiero ver la realidad; me han dicho que es porque soy muy arrogante y me hago pasar como un sabelotodo; incluso no faltó quien me dijo que no creo en fantasmas porque a mi me valía madre el que los seres queridos que he perdido vivieran o no. Estas personas también han respondido por mí ante las preguntas de por qué no creo en Dios o por qué no creo en vida después de la muerte, de formas muy similares.
Esto, obviamente no es una argumentación de ningún tipo. Pero una de las razones -razones, no justificaciones- que se puede notar en personas que se aferran a lo sobrenatural, es por el simple hecho de que en verdad, no son capaces de concebir el mundo sin lo sobrenatural. Pareciera que cosas como la moral, la salud, la socialización y la vida misma no tienen sentido si no existe algo mas allá o algo superior. Si no existe un dios entonces -de acuerdo a este pensamiento- la moral no tiene un sostén verdadero y por tanto, todo el mundo haría lo que se le pegara la gana; si no existiera vida después de la muerte, la vida -según esto- no tendría sentido, porque entonces nada importaría ya que nada trascendería la vida propia. Este pensamiento es una negación por si mismo. Niega la realidad que hasta el día hoy conocemos y de la que tenemos cierta certeza: VIDA SÓLO HAY UNA.
No se trata de que me crea un mini Einstein o que sea arrogante; no es porque tenga miedo a descubrir algo o porque no me importen las personas que quiero. Se trata de saber la verdad, los hechos. Y los hechos solo hacen evidente que el mundo fue creado por principios físicos. La vida surgió de la interacción bioquímica de los elementos sin ningún propósito último. La inteligencia y la conciencia humana no es prueba de seres todopoderosos mirándonos en las alturas, sino que es prueba de una larga serie de practicar el ensayo y error en la selección natural.
No creo en vida después de la muerte, pero no es porque lo sepa todo, sino todo lo contrario. Reconozco que soy un ignorante como todos en el planeta. Tengo mis defectos y virtudes; puede ser que en ocasiones -quizás en más de las que creo- me torne arrogante en una discusión o en algún pensamiento, sin embargo, esto no probaría en absoluto que hay vida mas allá de la vida. Tal y como se dice en el genial programa, Dr. House, "mis errores no son prueba de nada..." excepto quizás, que son prueba de que soy un ser humano.
De este modo me gustaría darme el lujo de responder de manera simple el por qué No creo en vida después de la muerte: la razón, es que no he encontrado razones para creer en ello.
SI TE INTERESA ESTE TEMA
*En el Blog de Mauricio-José Schwarz, El Retorno de los Charlatanes, se publicó hace tiempo un interesante artículo titulado Vida Después de la Muerte.
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