domingo, 12 de agosto de 2018

La tontería de la semana: el glifosato sí causa cáncer, dice un jurado

No, una imagen no vale
más que mil estudios
científicos bien realizados.
Ha llegado nuevamente el fin de semana, el último de la temporada vacacional (en México), y como ya es tradición aquí, es momento de darle un vistazo a las últimas noticias del embuste paranormal, la venta de misterios y los negocios de las pseudociencias, siempre tan redituables como dañinos para sus consumidores.

Esta semana supimos de algunas decepciones más que destacables, originadas en gran medida por el prejuicio y la superstición, tal como el "no" a la legalización del aborto en Argentina, una decisión más que lamentable, pero que solo será temporal pues, como aseguran aquellos más conscientes de su vida en el presente, es solo cuestión de tiempo para que el aborto sea legal en Argentina y en el resto del mundo.

Pero también supimos de un caso escandaloso que significa una evidente injusticia y una muleta más para los grupos anticientíficos y tecnófobos que confunden la ciencia, la tecnología y la innovación con la industria y el capitalismo. Y es que un juzgado en California condenó a Monsanto a pagar un total de 289 millones de dólares en compensación a un jardinero que dice haber desarrollado su cáncer debido a la exposición prolongada del infame pesticida, el glifosato. El caso, más que una prueba de la supuesta peligrosidad de este "agrotóxico", se está convirtiendo rápidamente en un ejemplo de cherry picking en el activismo pseudoecologista y tecnófobo.




Las pruebas no importan, la triste historia de siempre

Comencemos por la historia de este caso: Dewayne Johnson, un jardinero estadounidense de 46 años de edad comenzó una demanda contra la multinacional Monsanto el año pasado, acusando a esta empresa de ser el causante de su linfoma no Hodgkin, debido a que nunca informaron que su herbicida, el RoundUp o mejor conocido como glifosato, es causante del cáncer (según él y sus abogados). El tipo de cáncer de Johnson es incurable, y ya que durante dos años de su trabajo estuvo utilizando glifosato, la correlación que hizo este jardinero (y sus abogados) terminó favoreciéndolo económicamente, gracias a la compensación que parece acaba de ganar. Para alguien con un cáncer incurable, desde luego, ni todo el dinero del mundo sería una compensación justa, pero hay que dejar de lado el sentimentalismo que nos puede causar una historia tan trágica como la de Johnson y prestar atención a las supuestas pruebas de la correlación entre el glifosato y cualquier tipo de enfermedad.

Este es el primer caso de una demanda contra Monsanto sobre las supuestas consecuencias del glifosato, contrariando todo el fondo de conocimiento científico acumulado que nos dice que no hay conexión alguna entre el uso del glifosato y el cáncer o cualquier otra enfermedad. En la actualidad solo existen dos casos contrarios al consenso científico acerca de este herbicida: los estudios de Seralini por un lado, y el informe del International Agency for Research on Cancer (IARC) de la ONU. El problema con el primero es que se ha demostrado que los estudios de Gilles Seralini son un caso patente de fraude científico, y la revista donde se había publicado se ha retractado y retirado el artículo en cuestión, tras demostrarse serios fallos metodológicos, exponiendo a Seralini como un deshonesto intelectual y un peligroso pseudocientífico al continuar su campaña de desprestigio sobre herbicidas y transgénicos. El caso del informe del IARC no es mucho mejor. Como indica el periodista y blogger David Osorio, el informe ignoró "varios estudios que concluyeron que el glifosato no causa cáncer, tergiversó otros estudios, incluyó estudios falsos, y suprimió hallazgos en su reporte que contradecían la conclusión de una relación entre cáncer y glifosato. Vamos, que tiene más honestidad intelectual la administración Trump" (negritas y enlaces del original). En resumen, el informe del IARC es un caso de mala ciencia.

Teniendo esto en claro, ¿cómo se llegó a "demostrar" que el herbicida de Monsanto causó el cáncer de Dewayne Johnson? Lo más curioso es que no se demostró, y eso lo sabemos aún sin haber asistido a este juicio por un hecho muy simple: los jurados no pueden demostrar hechos científicos; de eso se ocupan los científicos, los cuales a día de hoy, después de numerosos estudios bien realizados (tanto del sector público como del privado) no han encontrado evidencias que demuestren que el glifosato (herbicida que por cierto, nunca está de más el recordarlo, es de patente libre desde el 2000) pueda causar cáncer o alguna otra afección. Este es el meollo del asunto, tal como lo identifica el artículo "Courts don’t determine scientific facts":
"Citar sentencias judiciales es una táctica extremadamente común entre los negadores de la ciencia (los anti-vacunas lo hacen todo el tiempo), pero no es una táctica lógicamente válida porque los tribunales no determinan lo que es y no es un hecho científico.
El primer gran problema es simplemente que los jurados no consisten en expertos en el campo científico relevante... la ciencia es complicada. Lleva años de entrenamiento, estudio y experiencia práctica para aprender todo lo que necesita saber para poder evaluar adecuadamente la evidencia científica. La idea de que un jurado no capacitado va a dominar eso en el transcurso del camino es absurda. Además, es especialmente ridículo cuando se considera que las condiciones de la sala inherentemente involucran a dos lados opuestos que argumentan que tienen méritos equivalentes. Para decirlo de otra manera, es extremadamente fácil seleccionar cuidadosamente la evidencia para que parezca que la ciencia no está resuelta en un tema o, peor aún, que el consenso científico es lo contrario de lo que realmente es, y en un tribunal, un abogado hará precisamente eso. Están obligados a argumentar a favor de un puesto determinado, independientemente de si esa posición está respaldada por la evidencia."
El jurado se conforma por un grupo de ciudadanos seleccionados al azar y sin formación científica alguna, quienes tienen que escuchar ambas partes en el juicio y tomar una decisión en conjunto basándose en su apreciación de los argumentos expuestos. La decisión puede verse influenciada tanto por cuestiones subjetivas como el sentimentalismo que causa saber del caso de alguien que padece cáncer incurable, como por prejuicios culturales que, como sabemos bien, abundan alrededor del glifosato, los transgénicos y la multinacional más infame de nuestros tiempos, Monsanto.

Por supuesto que no faltan los que ven una analogía entre las campañas de desprestigio contra Monsanto y las campañas contra otros grandes sectores de la industria, tales como la tabacalera, la petrolera, la del plomo, la farmacéutica y la del carbón, que en más de una ocasión negaron las evidencias de que sus productos o derivados de ellos causaban auténticas afecciones a sus consumidores. El problema con esta falsa analogía, es que los estudios independientes sí demostraron daños por productos como el cigarro, el plomo, o la contaminación por CO2 e hidrocarburos, mientras que las evidencias disponibles a día de hoy sobre los daños del glifosato son prácticamente nulas. Lo que es más, todo apunta a que se trata de uno de los herbicidas más seguros del mundo (razón por la cual es también uno de los más utilizados).

Muy seguramente a los grupos pseudoecologistas que se creen pensadores críticos todo esto les importara un reverendo cacahuate. Después de todo, llevarse con evidencias y conocimientos corroborados nunca han sido de gran importancia para aquellos que han decidido que tienen razón aún cuando los hechos dicen lo contrario. Cuando se ven supuestamente legitimados por las leyes suelen verlo como la demostración objetiva de sus tesis. En cambio, juicios como éste solo dañan la imagen de la ciencia (y no únicamente la de una empresa ya de por sí apaleada por todo el mundo), algo que debimos haber aprendido con el juicio a Galileo o los múltiples juicios contra la teoría de la evolución, cada uno de los cuales nos muestran una triste lección en la historia que parece se vuelve a repetir: si las verdades de la ciencia interfieren con mi ideología, peor para la ciencia.

Monsanto buscará apelar la decisión del jurado, y algunos ya apuestan por el triunfo de la multinacional. Sea que la apelación funcione o no, toda la convergencia de evidencias apuntan hacia la seguridad del glifosato (sea Roundup o de cualquier otra marca), algo que los pseudoactivistas se pasarán nuevamente por el arco del triunfo, tal como lo vienen haciendo desde hace ya bastante.

Otras noticias dignas de mención

 * Se sigue destapando la cloaca de la Iglesia católica. Esta semana nos enteramos de un nuevo caso de un sacerdote pederasta. El tipejo con sotana se atrevió a ser tan cínico en su declaración como para decir que pensó que la niña de 11 años que violó más de una vez, tenía 15, y que el diablo le había obligado cometer sus atroces actos.

* Para aquellos que siendo niños en los años 90s, crecieron viendo El mundo de Beackman, llega una noticia que les encantará (y tal vez a sus hijos también): y es que El mundo de Beackman regresa por el canal de YouTube, Hearthstone y su Proyecto K-Bum, con todo y el apoyo del doblaje de la serie original. Excelentes noticias para la divulgación científica y los buenos recuerdos.

* En una nota más que cómica, el médico-homeópata Agustín Jaime Hernández López asegura que hay falsos "chocheros" en Querétaro que "usurpan la profesión" (!) y ponen en riesgo a la población al no ser chocheros certificados. No, no es una nota de broma, en serio un homeópata está denunciando a la homeopatía, solo que no ha entendido que no existen falsos y verdaderos chocheros.

* Y hablando de la homeopatía, el sitio en inglés Good Thinking nos informa que el NHS Bristol finaliza la financiación de esta pseudoterapia, marcando así el fin de la financiación pública de la homeopatía en toda Inglaterra. Si alguien quiere seguir con el autoengaño de la cura homeopática, lo tendrá que pagar de su bolsillo y no a costa del erario.

* Pero así como hay noticias que nos dan esperanza en el progreso de la humanidad, también las hay que nos hacen pensar en el peligro del retroceso: el Blog Sin Dioses nos comentaba que "Policía de Colombia condecora a cabeza de la Cienciología". Sí, ha leído bien: "Por “salvar a la humanidad de la violencia, el mal, el terrorismo, el narcotráfico y todos los factores negativos que la afectan” el general (r) Carlos Mena condecoró a David Miscavige, presidente de la iglesia de la cienciología y del Religious Technology Center, el pasado 23 de junio."

* Tal vez un efecto positivo del "no" a la legalización del aborto en Argentina, es que cientos de personas se han dado cuenta del daño que causa la Iglesia católica y su presión contra los derechos humanos. Es así que se está realizando la apostasía colectiva: largas filas de personas para firmar su renuncia a la iglesia, la mayor promotora de irracionalidad y oposición a los valores del humanismo en todo el mundo occidental.

* Desde el año pasado, de vez en cuando vuelve a salir la nota sobre el nuevo súperalimento: la leche de cucaracha, que se supone es varias veces más nutritiva que la leche de vaca. Aunque es cierto que tiene más vitaminas y nutrientes, solo se trata de un potencial negocio para la industria de los suplementos alimenticios que venden vitaminas que no se necesitan a menos que poseas deficiencia vitamínica.

* Uno de los ejemplos de charlatán-esperpento, la vidente Aramís Fuster, asegura que posee un hechizo para agrandar el pene, el cual asegura es bastante efectivo y está siendo bastante demandado. Lo impresionante no es tanto la afirmación de la psíquica, sino que de verdad existan personas que la compran.

*Una charla de los infumables catolicolocos Agustín Laje y Nicolás Márquez terminó en agresiones verbales hacia estos impresentables impostores pseudointelectuales. Lo curioso es que tal rechazo se haya dado en una escuela religiosa, demostrando que los estudiantes tenían mejor cultura y educación que estos declarados enemigos del progreso.

* El triunfo del "no" a la legalización del aborto en Argentina se debió, según parece gracias a la parte de la región más despoblada, pobre pero más religiosa y menos educada. Así es como por lo menos por un año más el aborto seguirá ocurriendo, pero de forma clandestina en Argentina.

Las imágenes de la semana

El "no" a la legalización del aborto en Argentina ha dado mucho de qué hablar. Y no hay mejor manera de criticar una situación claramente retrógrada, que utilizando buen humor, ese del que los fundamentalistas religiosos carecen.
En un grupo de escepticismo compartieron este fragmento del libro del famoso "Padre Chucho", un sacerdote colombiano que tiene un historial por atentar contra el Estado laico. Tal parece  que su resentimiento contra quienes le han impedido continuar con estas violaciones constitucionales es bastante grande.
Esta semana también se cumplió un año más del atroz acontecimiento que dio fin a la Segunda Guerra Mundial: el lanzamiento de la bomba atómica sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Esta fotografía de 1946 muestra al Vicealmirante William H.P. Blandy, su sra esposa, y el Contraalmirante Frank J. Lowry celebrando las pruebas atómicas del atolón de Bikini, 5/12/1946. La imagen es compartida en la página del blog de Alejandro Agostinelli con el triste hashtag, #EmpatíaCero.
Y siguiendo con el triunfo de los "provida", con ustedes, la realidad...
Con esta genial imagen el blog Factor 302.4, de Alejandro Agostinelli, nos muestra su entrada "Rechazo de la Ley del Aborto Legal: Las 10 burradas más desoladoras dichas en el senado", un recopilado que nos muestra que en Argentina ha ganado el prejuicio y la ignorancia.
Desde su perfil de facebook, el investigador escéptico de los ovnis, Leopoldo Zambrano, nos informa que Wikipedia en español ha eliminado su entrada de Jaime Maussán, la cual era una obvia presentación exageradamente positiva y acrítica del chiflado más famoso de México. Esperemos que pronto la Wikipedia vuelva a colocar la entrada, esta vez con información objetiva de las decenas de fraudes paranormales en las que este ufoloco ha participado o ha caído.

5 comentarios:

  1. Qué tal.
    Ya hace tiempo he visto varios de tus artículos. me agradan tus opiniones pues las considero bien fundamentadas.

    Me ha llamado la atención la manera en que te refieres a Agustín Laje y Nicolás Márquez. De ellos he visto algunas de sus posturas, han ganado mucha popularidad; en fin, debido a lo que he dicho en las primeras líneas del comentario me gustaría que hablaras de manera más extendida sobre lo que opinas de ellos. Esta es una petición sin ánimo de debate, sino con la intención de conocer la postura de alguien que considero capaz de hacer una buena y bien sustentada crítica.

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    1. Hola. Tal vez te interese ver esta entrada, escrita por unos facebook-friends argentinos, quienes se dedicaron a analizar punto por punto algunas de las afirmaciones de Laje en el último video popular que hizo: https://barderzineblog.wordpress.com/2018/08/01/constrastando-15-mentiras-sobre-el-aborto-de-agustin-laje/

      Si te soy sincero, por el momento no tengo planeado escribir nada sobre estos impostores intelectuales, aunque sí tengo entre mis borradores un artículo criticando a un cristiano mexicano que ofrece supuestos argumentos no religiosos contra el matrimonio igualitario.

      Saludos.

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  2. Le voy a echar un ojo. Gracias.
    Saludos.

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  3. Me impresiona la defensa que haces del glifosato. Existe en "ciencia" un concepto: principio precautorio. El pensamiento y método que con tata pompa citas como científico en oposición a lo que llamas pseudociencias, es muy reciente, en comparación con otras tradiciones de producción de conocimiento. Existe un concepto que convendría "reflexionaras": relaciones de conocimiento transepistemicas. Un saludo.

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  4. Hola, buen post. Me gustaria leer las fuentes de la info

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