¿Pienso, luego existo? o ¿Existo, luego pienso? |
Bueno, resulta ser que en el oscuro mundo de la filosofía y de los intentos de filósofos, cuestionarse la existencia del mundo fuera de nuestra mente es uno de los problemones más viejos y mas interesantes que hay. Probablemente, el cuestionarse cosas cómo "¿esta computadora que está frente de mi existe más allá de mi propia imaginación?" o "si un árbol en medio de un bosque solitario cae estrepitosamente, pero no hay nadie, ¿acaso hay sonido de la caída?" Hagamos estas cuestiones de manera más "profundas":
¿Existe este grandioso y majestuoso universo más allá de nuestra imaginación? ¿Podriamos probar que sí existe más allá de la mente humana? Estoy seguro que usted dirá, "uff, claro que sí, estas son preguntas que la ciencia ya respondió desde hace siglos".
Yo podría preguntar, "¿a sí, cual es el argumento?" y ustedes me podrían contestar lo siguiente:
El universo conocido comenzó hace aproximadamente 13, 700 millones de años, tras un "estallido" conocido como el Big Bang. En los primeros segundos de "la creación", los elementos mas lijeros, Hidrógeno y Helio, se formaron; Después de algunos cientos de millones de años terrestres, la materia comenzó a juntarse por efecto de las leyes de la física presentes desde el comienzo. La gravedad hizo que nubes gigantescas de polvo y gas se juntaran cada vez mas, hasta que en un punto, la densidad en el medio de una de estas nubes en forma de disco fue tanta, que los átomos de Hidrógeno comenzaron a fusionarse, creando una reacción termonuclear, produciendo como resultado átomos de Helio y energía sobrante en forma de fotones. El objeto que antes fue una nube, ahora era una estrella de primera generación.
Estas estrellas, eran gigantescas, por lo que gastaban su combustible de H y He de manera sobre-explotada. Una vez que se les acabó el combustible principal, la estrella "desesperada" comenzó a fusionar átomos mas pesados como Litio, luego Carbono y así sucesivamente hasta llegar a intentar fusionar átmos de metales pesados, los cuales no generan reacciones termonucleares; la estrella colapsa sobre su propio peso hasta que explota en una brillante supernova. Estas primeras explosiones estelares, dejan en gigantescas nubes de polvo los elementos necesarios, no solo para crear estrellas mas pequeñas de segunda generación, sino que además contienen los elementos para crear planetas con núcleos ferrosos como la Tierra.
Así, en la siguiente generación de estrellas (ya acumuladas en galaxias por los efectos gravitacionales entre unas y otras) mas pequeñas y mas duraderas algunas, de entre los materiales restantes para la creación de estas estrellas, surgen los planetas; en alguna parte de una galaxia espiral, que mas tarde una manifestación compleja de materia la llamaría Vía Láctea, surge un planeta en una zona orbital donde el agua liquida es abundante y posible. En ese mundo, luego de dramáticos encuentros con otros cuerpos vecinos, obtiene un campo magnético lo bastante fuerte como para evitar las mortales radiaciones solares; tiene además una atmósfera rica en químicos orgánicos a raíz de explosiones volcánicas y cometas estrellados en su superficie; En alguna parte de este inhóspito planeta, en alguna charca, en alguna grieta profunda, en el fondo de un océano primitivo... en alguna parte, surge una extraña combinación de materia, cuyo núcleo principal contiene una molécula lo bastante compleja pero a la vez, sorprendente, capaz de transmitir información a este organismo para sobrevivir a base de químicos, considerados tóxicos por nosotros. Así, surgen las primeras formas de vida.
Para ese entonces, el Universo tal vez tenía un poco mas de 1000 millones de años; este planeta quizás no tenía mas de 500 millones de años de existencia. Durante los siguientes 3 800-4000 millones de años de existencia de este planeta, los descendientes de esa anómala forma compleja de materia, se diversificarían y "conquistarían" el mundo. Unos organismos organizados, comenzarían, a manera de residuo por su alimentación basada en CO2, otros químicos y rayos solares (llamado este proceso mas tarde por otro organismo como fotosíntesis), serían los causantes de la primera gran extinción masiva, pues el resultante de dicho proceso, no solo era glucosa y energía para estos organismos, sino que soltaban al ambiente un gas nocivo: el Oxígeno.
Los que lograron adaptarse a este nuevo ambiente rico en Oxígeno, conquistaron ambientes antes solo conquistados por aquellos "chupa venenos" extintos por este veneno hasta entonces inexistente en este planeta. Comenzó una diversificación increíble, los organismos comenzaban a ser cada vez mas complejos. En algún momento, hace entre 600-500 millones de años, algunos organismos comenzaron a alimentarse de otros; había empezado la depredación y la lucha de los "mas aptos". La depredación y la competencia de alimento daría el boom de diversificación ambiental, creando en los organismo importantes "herramientas" de caza y supervivencia: colmillos, aletas, ojos, narices (ninguno de estos, tal y como los conocemos hoy en día), harían que aquellos organismos "obsoletos" comenzaran a desaparecer, pero a la vez, sobrevivian los que serian los descendientes de los principales "árboles de la vida" actuales.
Luego de mas de 500 millones de años de tortuosa evolución, de lentos y/o repentinos cambios en el ambiente, después de otras grandes extinciones masivas... surgiría hace poco mas de 4 millones de años, en un extraño pedazo de tierra, luego llamado continente africano, una especie peculiar de primate. Uno que con su curiosidad y un cerebro un poco mas grande y adaptado al cambio que aves y reptiles (y otros mamíferos de la época) comprendería que "la unión hace la fuerza"; así, los primates sociales comenzarían a existir, cuidándose unos a otros, creando las primeras jerarquías y teniendo los (no se si en verdad podrían llamarse así) primeros valores: familia, grupo, territorio e hijos, antes que cualquier otra cosa.
En cuatro millones de años, esta especie seria el ancestro de una veintena de especies siguientes, llamadas homínidos, pertenecientes así al nuevo genero de los "homo". De entre esas especies, cada vez con cráneos mas grandes, utilizadores de herramientas y aun sociables, llegaría hasta nuestro tiempo solo una: la especie llamada Homo Sapiens. Una especie que heredaría de sus ancestros la curiosidad y la capacidad de aprender, de compartir con su manada su curiosidad o sus (vagos) conocimientos.
En algún momento, estas criaturas (junto, probablemente, a ancestros y parientes cercanos) adquiriría consciencia de su propia existencia; comprendería que su vida es frágil y no es en lo mas mínimo eterna. Comenzaría a preguntarse, con esta consciencia, sobre la vida y la muerte; sobre la lluvia y la sequía; sobre la reproducción y la sociabilidad; sobre los terremotos y volcanes; sobre el sol y la luna; sobre la tierra en donde estaban sus pies, y sobre las estrellas. Esta manifestación del Cosmos, comenzaba a cuestionarse sobre sí mismo.
Las dudas y la curiosidad, junto a la capacidad de aprender a raíz de la experiencia daría los simientos para la creación de las primeras civilizaciones propiamente dichas: la agricultura, el uso de herramientas, el control del fuego, la domesticación de animales, el mito y la religión primitiva (como respuesta a preguntas en ese entonces incontestables), la jerarquización mas refinada para así colocar autoridades, sublevados, jefes... la sociedad, en toda la expresión de la palabra, empezaba a surgir, hace unos 10, 000 años.
En estos siguientes 10, 000 años en el planeta, esta especie, que aprendía a paso lento, comenzó a comprender principios matemáticos, creó leyes y normas para el comportamiento en grandes sociedades; comenzó a movilizar ejércitos para combatir a sociedades extrañas o para conquistarlas; observó detenidamente la bóveda celeste, dándose cuenta de periodos, estaciones, eclipses, ciclos y constelaciones. Todo esto lo utilizó para enriquecer un conjunto de saberes y manifestaciones, mas tarde conocidas en conjunto como cultura; desde la magia y la religión, hasta las primeras tecnologías y técnicas, eran beneficiadas por estos primeros pasos del conocimiento.
En algún momento, a la vez que se cuestionaba como mejorar la calidad de vida o como sostener poderosos imperios y tiranías, este animal consciente, regresó a las primeras preguntas, respondidas solo por la religión, el mito y la superstición; ¿como comenzó todo? ¿qué es la vida? ¿qué es la muerte? ¿qué son las estrellas, el sol, la luna? ¿por qué estamos aquí? ¿cómo llegamos aquí? ¿hacía donde vamos? ¿hay alguien parecido a nosotros en otra parte? ¿por que hay todo en lugar de nada? ¿que es la mente? ¿que es conocimiento? ¿que es consciencia? ¿que podemos saber, además de saber que no sabemos nada? ¿existen los dioses mas allá de nuestra imaginación? ¿existimos nosotros más allá de nuestra imaginación? Son tan solo algunas de las miles de millones de preguntas que en un momento dado, dieron origen a disciplinas y manifestaciones culturales diferentes en apariencia y contenido: junto a la religión y el mito, surgían también la ciencia y la filosofía.
Con el paso de los siglos, surgirían tecnologías, tendríamos conocimientos de otros mundos, tantos microscópicos así como cosmológicos; habría conquistas, imperios que triunfaban solo para después desaparecer; existió opresión por parte del mito hacia el conocimiento en mas de una forma y en mas de un lugar; teorizamos sobre los valores morales, la política, la historia, la cultura, el arte y la sociedad por milenios; místicos y mesías irían y vendrían dejando legados importantes en la tradición cultural. El mito sobreviviría y se impondría a la razón por un tiempo; después la razón se impondría sobre el mito, comenzando esto hace tan solo unos cuantos pares de siglos. Las preguntas fundamentales planteadas por los antiguos filósofos, reformuladas y contestadas por los teológos medievales, serían de nuevo puestas a debate con una herramienta en construcción que había estado ahí todo el tiempo pero no habíamos sido capaces de ver: la ciencia.
Hay un largo camino de experiencia, historia y reflexión desde Da Vinci y Galileo, hasta lo que hoy conocemos como siglo XXI. Hoy, decimos que la razón, la ciencia y la tecnología sometieron a la religión, la superstición y el mito, pero la verdad es que tanto racionalidad como irracionalidad coexisten como manifestaciones de una cultura rica en muchos aspectos.
Todo esto es el argumento que alguien podría usar para responder las preguntas iniciales: ¿Existe el mundo más allá de nuestra mente? ¿qué fue primero, la consciencia o la existencia? o ¿el huevo o la gallina?
Podríamos responder a estas tres preguntas (básicamente sinónimos elegantes) así:
*Sí, el mundo existe más allá de la mente humana, por que la mente humana surgió prácticamente ayer, en el tiempo de la existencia del universo.
*Fue primero la existencia, por que la consciencia y el pensamiento, son resultado de complejas interacciones neuronales evolucionadas; y para haber existido debió de haber existido "algo en lugar de nada".
*El huevo, por qué antes de la existencia de gallinas (o de cualquier otro tipo de ave) existían peces, anfibios, reptiles, insectos, arácnidos... que ya ponían huevos.
Si ponemos mucha atención a todo esto, nos damos cuenta que las tres respuestas son una sola, pero expresadas de forma distinta. Las tres se basan en algo que, creo yo, es una razón muy válida y sólida: la ciencia.
La ciencia, avanza sobre un fundamento simple: el universo existe mas allá de nuestro pensamiento y puede ser conocido y medido, gracias a que funciona bajo ciertos patrones o mecanismo matematizables, a los que nosotros llamamos leyes de la naturaleza o de la física. Este es el "canon" de la ciencia, y la pregunta es ¿acaso tenemos razones o argumentos para pensar que es de otra forma? la ciencia ha demostrado a lo largo de su historia que este principio no solo es válido, sino que además funciona.
Si las leyes de la aeronáutica solo fueran un pensamiento, ¿cómo es que podemos tener aviones que superan la velocidad del sonido? si la necesidad natural de comer solo fuera una idea ¿por qué morimos aunque te "mentalices" que no necesitas comer? si las enfermedades virales e infecciosas no fueran causadas por microorganismos variados ¿cómo es que la medicina es capaz de curar y ayudar en muchas de estas enfermedades?
¿Revelan nuestros sentidos la "realidad" tal cual es? |
¿Por qué? ¿acaso dudo de la existencia de todo? En cierta forma sí, dudar es para mi la norma y no la excepción. Esto no quiere decir que pienso que existo solo yo y mi pensamiento y que lo demás es solo una idea, sino todo lo contrario. Sin embargo, tampoco creo que el mundo sea "tal cual me lo pintan" mis sentidos. De esto están bien conscientes (ironía) tanto científicos como filósofos. La historia anterior del origen de la consciencia, es un conjunto teórico basado en el conocimiento actual que va desde la física, las matemáticas y la cosmología, hasta la biología, la genética, la historia y la antropología. El conocimiento científico en conjunto, no solo nos dice que así es como probablemente sucedió todo, sino que además nos lo demuestra con evidencia tanto empírica y verificable como teórica y matemática.
Sin embargo, en algo en lo que están seguros y de acuerdo los realistas científicos y los filósofos románticos e idealistas (yo no intento unirme a este ultimo "bando"), es que los seres humanos estamos atrapados por nuestros sentidos, los cuales no son en lo mas mínimo una fuente confiable de certeza. Cosas como el aroma, el color, el sonido... sabemos que son propiedades subjetivas. Sabemos, por ejemplo, que gracias a nuestras células fotosintéticas, llamadas conos y bastones, en nuestros ojos, somos capaces de reconocer la amplia banda de colores del espectro de la luz solar que vemos todos los días; pero, somos incapaces de percibir el espectro infrarrojo, de radio, de rayos UV o de rayos gamma (por solo mencionar algunas bandas del espectro electromagnético que somos incapaces de percibir con nuestra vista); algunos animales en cambio son capaces de percibir la luz infrarroja mientras que no pueden ver de igual manera que nosotros.
Tanto en ciencia como en filosofía, se conoce que nuestros sentidos no fueron diseñados para que el ser humano conociera y se preguntara sobre su entorno, sino que fueron diseñados a lo largo de millones de años de selección natural, para sobrevivir; nuestra vista es así para poder diferenciar, por ejemplo, una manzana en un árbol o para poder mirar una serpiente trepando. Nuestros sentidos nos sirven para sobrevivir mas que para conocer. Pero llevemos esto a un extremo puramente filosófico-hipotético:
Si la vida desapareciera y con ella (lógicamente) el ser humano, ¿podriamos asegurar que, sin nadie que lo perciba, el universo seguiría existiendo?
Basados en el argumento dado en favor de la existencia y su historia, muchos podríamos decir que "sí". Pero la verdad, es que yo no he encontrado mas razonable respuesta a esta pregunta que un "no lo se". ¿Por qué? Por que si todos desaparecen, y con ello nuestra percepción, ¿como podríamos demostrar que el universo aun está ahí si nosotros ya no estamos? ¿a quien se lo demostraríamos? La ciencia tal vez nos dio un alto grado de certeza sobre la existencia de la realidad, a la vez que nos da prueba de que no somos capaces de percibir (en toda la magnitud y expresión de la palabra) esa realidad tal cual es; pero lo que no ha sido capaz de darme la ciencia es una respuesta a esas últimas preguntas.
Después reflexiono un poco más y me hago una ultima pregunta: ¿tenemos razón para pensar que el universo dejaría de existir cuando ya nadie lo perciba?
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