Más de cuatro siglos claman a nuestra Madre con una inmensa sinfonía. Porque la Virgen de Guadalupe es algo que está identificado con la sustancia de la patria. Ella presidió el nacimiento de nuestra nacionalidad. Quiso visitarnos –como a su prima Isabel en su gravidez– cuando estas tierras estaban "grávidas de Cristo", y aceleró el nacimiento de El y su reinado entre nosotros de manera tan insólita desproporcionada a los medios humanos, que todos los historiadores se sorprenden... En los cimientos del Tepeyac, están los cimientos de la patria. Alfonso Junco.
Mire,[el ayate de la Guadalupe] no es producto de un milagro. Tuvo toda una preparación pictórica. Se identificaron sus diversas capas. Tiene hasta huellas de pincel. Se dice que está estampada milagrosamente, que no tiene ninguna preparación. No, no. Eso no es cierto. José Sol Rosales.
Entre los fenómenos religiosos más fascinantes y deprimentes que he podido encontrar, el guadalupanismo se lleva el primer lugar, en mi humilde opinión. Es un enorme culto dentro de un culto más grande, a saber, el catolicismo. En sus inicios, la adoración a la Virgen de Guadalupe causaba escepticismo y molestia a los obispos, pues tenían las legítimas sospechas de que, los indígenas recién colonizados estuvieran venerando la imagen de "la Guadalupana" como una diosa; como la diosa Tonantzin, la cual los historiadores reconocen como la figura mitológica que sirvió de base para crear este nuevo icono hacia el final de la conquista.
Aquellas sospechas de los clérigos de finales del siglo XVI se hicieron realidad. El guadalupanismo podría convertirse (en el futuro) en un culto propio, independiente de la doctrina oficial católica, dada su popularidad y el culto a la imagen que se le rinde. Algunos incluso observan cómo el guadalupanismo rebasa las fronteras del catolicismo, tal como explica una reciente nota en UNAM Global (enlace del original):
Espero lo disfruten.
Aquellas sospechas de los clérigos de finales del siglo XVI se hicieron realidad. El guadalupanismo podría convertirse (en el futuro) en un culto propio, independiente de la doctrina oficial católica, dada su popularidad y el culto a la imagen que se le rinde. Algunos incluso observan cómo el guadalupanismo rebasa las fronteras del catolicismo, tal como explica una reciente nota en UNAM Global (enlace del original):
<<Hoy en día, el culto a la virgen de Guadalupe es un elemento de cohesión social, y la población mexicana es mucho más guadalupana que antes, y cada vez más. Esta creencia existe aún en quienes no son católicos, y “tal vez haya más guadalupanos que practicantes de esa religión”, afirmó Gisela von Wobeser, investigadora emérita de la UNAM.>>Los ateos no podemos hacer demasiado, más allá de observar y comentar para aquellos que están dispuestos a escuchar, aunque sean pocos. Mientras los científicos sociales estudian las fascinantes conexiones históricas (y psicológicas) de la identidad guadalupana con otros fenómenos como el nacionalismo, aquí haremos un pequeño ejercicio de reflexión sobre por qué, si te consideras alguien racional, sería risible que creyeras en la Virgen de Guadalupe, en el milagro del ayate, en la existencia de Juan Diego o en la benevolencia del culto mariano. Aprovechando que hace poco andaba leyendo un viejo artículo corto sobre el también falso Sudario de Turín, escrito por Luis Alfonso Gámez, decidí hacer un top igual de breve y claro.
Espero lo disfruten.