jueves, 9 de diciembre de 2010

Profecía Maya 2012

Actualizado 18/01/12
“Una de las obsesiones de la civilización occidental ha sido ese persistente temor a la destrucción del universo o, por lo menos, del mundo en que vivimos. Existe hoy un sector de la opinión pública al cual estas propuestas resultan fascinantes sin importar la inexistencia de evidencias de que ese apocalíptico evento en verdad ocurra” Mario Méndez Acosta.

La civilización maya habitó una vasta región ubicada en Norte y Centro América, geográficamente denominada la región de Mesoamérica, en el territorio hoy comprendido por cinco estados del sureste de México que son, Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán; y en América Central, en los territorios actuales de Belice, Guatemala, Honduras y El Salvador, con una historia de aproximadamente 3,000 años.

 De acuerdo con la arqueología moderna, esta civilización fue fundada aproximadamente en el año 500 a.C. y dejó de existir (como imperio, mas no desaparecieron) en 1541. La cultura maya, ha sido reconocida como una de las civilizaciones  más importantes en la historia del mundo.

Matemáticos, astrónomos, naturalistas y grandes observadores de los ciclos solares, lunares y de Venus, así como grandes guerreros, sus calendarios eran más exactos que los calendarios que se tenían en Europa en aquella época.

Después de que los conquistadores destruyeran casi todos sus manuscritos, se fueron haciendo más y más descubrimientos sobre su cultura, su modo de vida y su lenguaje –aun no descifrado totalmente-.

Sin embargo, en la época moderna, los mayas han experimentado un impresionante interés por parte de la cultura pop. No por su ciencia, artes o cultura, sino por lo que supuestamente predijeron para el futuro. Para los adeptos del juicio final y de la cultura new, los mayas predijeron el fin del mundo en 2012.

Las 7 Profecías Apocalípticas

Según los místicos y ‘profetas’ de nuestros días, los mayas advirtieron en sus calendarios y códices lo siguiente:

1° profecía: Afirma que el mundo llegará a su fin el sábado 22 de diciembre de 2012 y la humanidad se enfrentará a la disyuntiva de  desaparecer como especie o superar sus odios y conflictos permanentes para integrarse  al cosmos y comprender que forma parte de todo lo vivo. El desastre ocurrirá cuando el sol, reciba un intenso rayo (de no se que cosa) desde el centro de la galaxia, cuando este se encuentre alineado con ella. Esto provocara una serie de desastres naturales en la Tierra.              
  La especie no se extinguirá del todo, pero vivirá una época de “oscuridad”, en la que la humanidad deberá reflexionar de sus acciones.

2° profecía: dice que a partir de 1999, cuando se produjo un eclipse de sol, la humanidad vivirá una serie de cambios importantes –bastante ligada a la primera profecía-, que habrán de prepararla para la nueva era.

En esta versión, la humanidad, cobraría conciencia de sus defectos y problemas para disponerse a resolverlos y ponerse en sincronicidad con la “evolución del planeta”. Enfrentado entre el bien y el mal, el hombre debía convertirse en su propio juez moral y orientarse en dos líneas de acción diferentes.

3° profecía: esta ha llamado la atención por sus aparentes vínculos con el calentamiento global.  De acuerdo con ella, el planeta sufrirá una ola intensa de calor  que aumentará la temperatura global ocasionando todo tipo de desastres, desde sequías e inundaciones, hasta el colapso de la sociedad, consecuencia de hambrunas y enfermedades.
Todo esto, será resultado de la falta de armonía  del hombre con la naturaleza y su acción destructiva hacia esta ultima por la ambición y el abuso.

4° profecía: a decir  de algunos intérpretes (carentes del más mínimo conocimiento de esta civilización), los mayas lograron prever el derretimiento actual de los polos como consecuencia natural de la profecía anterior –como si los mayas hubieran sabido de la existencia de los polos para empezar-  y de los cambios  cíclicos que ocurren en la corona solar cada vez que Venus completa 117 giros. El mayor peligro sin embargo debe ocurrir a partir de 1992, como consecuencia del debilitamiento de las protecciones planetarias contra esta clase de eventos y el desgaste del campo electromagnético que hasta la fecha nos ha mantenido vivos.

5° profecía: esta profecía, enlaza íntimamente al hombre con el cosmos. De acuerdo con esta, el temor, la angustia y el miedo que enfrentan nuestra civilización actual  habrán de desplazarse para abrir paso a un  equilibrio armónico de todo ser viviente, en el cual, el ser humano cobra conciencia del poder de su inteligencia, y con ella,  reorganice la sociedad en que vive para avanzar en el camino del progreso y el amor.  Todo lo que no se integre a este movimiento desaparecerá de la Tierra.

6° profecía: un cometa, aparecerá en el firmamento, anunciando desgracias, y eventualmente podría caer sobre la tierra para destruirla (elemento bastante visto en todo tipo de profecías).  La aparición de este cometa, no seria por casualidad, sino un fenómeno directamente provocado por los dioses (algunos creen que dios y otros que son extraterrestres los causantes de esto) para obligar al hombre de hacer cambios en su carrera destructiva.

7° profecía: la luz que se emite desde el centro de la galaxia habrá de sincronizar a todos los seres vivos  para acceder voluntariamente a una transformación interna que garantice su acceso a nuevas realidades dominadas por la energía vital, el espíritu creativo y la iluminación interior.
Nostradamus  2012

Las 7 profecías mayas pueden ser todo, menos mayas. Resulta que no hay una sola estela o códice maya que mencione algo de lo anteriormente escrito. Las profecías, más que basarse en cálculos y escritos mayas, se basan en principios astrológicos que carecen de validez en astronomía. Ejemplo de ello, es la supuesta luz que llegará desde el centro de la galaxia al planeta.

Reflexionando sobre el tema, los creyentes del fin del mundo en 2012 deberían hacerse una pregunta: si los mayas contaban con poderes sobrehumanos para predecir el fin del mundo, ¿por qué no predijeron el fin de su propia civilización? La idea de que los mayas pronosticaron en el fin de los tiempos, es tan cierta como el que Madre Shipton, La Biblia o Nostradamus predijeron el fin de los tiempos. Es decir, nada cierto.

Los libros, películas y místicos (charlatanes) de nuestro tiempo, afirman que no solo los mayas predijeron algo catastrófico en 2012. También se afirma que diversas culturas como la egipcia y la india; y profetas como Nostradamus, Solari Parraviccini, los hoppy, los web bots y los profetas bíblicos anunciaron un apocalipsis en 2012. A esta convergencia entre los hechos actuales y las profecías de distintos profetas se le conoce como Efecto Nostradamus. Entre los profetas participes del efecto Nostradamus, también figuran el I-Ching, el mago Merlín y la madre Shipton.


 Otros, agregan el mito de Nibiru y los annunaki dentro del circulo fantástico, asegurando que 2012 será el año en que este ficticio planeta se acercará a la Tierra después de miles de años de estar en la oscuridad del sistema solar. Los annunaki, que son extraterrestres habitantes de Nibiru, contactaran a la humanidad entera; volviendo a la Tierra una asociada de la federación intergaláctica.

Este ‘efecto’ sería mas creíble si tan solo los mayas hubieran hablado de las 7 profecías; si Nostradamus hubiera predicho algo de nuestro tiempo; si la biblia fuera un documento sobrenatural; si madre Shipton o el mago Merlín hubieran existido; si el I-Ching pudiera pronosticar algo real; si una computadora pudiera predecir el fin del mundo; y si Nibiru y sus habitantes alienígenas existieran en realidad. Todas las evidencias apuntan a que el efecto Nostradamus solo existe en la mente de sus creadores y sus defensores.

Si los mayas nunca predijeron el fin del mundo, ¿de donde proviene la idea del apocalipsis maya del 2012? Posiblemente, todo esto se debe a la construcción  sintética y arbitraria de los elementos que se mencionan en decenas de versiones difundidas en distintos medios sobre dichas profecías. Para acrecentar su credibilidad, los difusionistas de dichas profecías, utilizan  referencias concretas tales como, el Chilam Balam o el Códice Dresde (uno de los tres códices mayas que sobreviven hasta nuestros días), e incluso datos arqueológicos  que fueron encontrados en el Templo de las Inscripciones sobre la tumba de Pakal el Grande, gobernante de palenque durante el siglo VII d.C.

En la actualidad un gran numero de sociedades de divulgación e institutos especializados en estudios históricos y antropológicos, como el INAH; así como investigadores independientes –escépticos y científicos-, han hecho un gran esfuerzo para informar a la sociedad en general sobre la cultura maya, sus orígenes, misterios y –por supuesto-  la falsedad de las profecías del 2012.

De hecho, lo primero en salir a la luz en dichas investigaciones, es que la leyenda urbana del fin del mundo 2012, posiblemente se originó  en la interpretación de un texto en particular. La profecía del 13 Ahau, fecha correspondiente al último día de un ciclo de 260 Kines, o días,  en el calendario maya conocido como Tzolkin.

2012: Origen de la Profecía Apocalíptica

De acuerdo con El Libro  de los libros del Chilam Balam, antología de Alfredo Barrera  y Silvia Rendón, uno de los fragmentos presagia lo siguiente:

terminara el poder del Katún con siete años de poder de Kin, Sol. Siete años serán de guerra, siete años de muertes violentas. Pero todo se  aquietara cuando termine la palabra del Katún…. Entonces, será cuando humille, cuando marque con el pie, Ah Mucen Cab (el que guarda la miel), cuando transcurra el 13 Ahau, porque el 13 es el tiempo en que se juntaran  y coincidirán el sol y la luna; será la noche y al mismo tiempo el amanecer de Oxlahun Tiku (trece deidad), y de Bolón Tiku (nueve deidad). Sera cuando cree, haga nacer Itzam Cab Ain (brujo del agua-tierra-cocodrilo), vida perdurable en la tierra. Se derrumbara el cielo y se volteara la tierra, retumbara Oxlahun Tiku (trece deidad). Se hundirá el mundo cuando se levante el gran Itzam Cab Ain (brujo del agua-tierra-cocodrilo). Grandes inundaciones trae el mensaje del Katún;  en los 16 para los 400 mas 17 años entonces es cuando muere el poder de este Katún.”

Por supuesto, una lectura fuera de contexto  y sin el mínimo conocimiento sobre la cultura maya, solo ocasionaría un gran mal entendido. Aunque gracias a esto, astrólogos, místicos, astroarqueólogos, armonizadores, profetas y todo tipo de charlatanes, pueden divulgar una profecía maya apocalíptica, con lo cual han ganado credibilidad en nuestro tiempo; en una cuenta regresiva que ya alimenta  las expectativas catastrofistas de muchos que,  no obstante han logrado poner en evidencia  la fama actual de la que gozan los oráculos mayas en el siglo XXI. 

A pesar de todo, no se equivocan quienes afirman que los mayas crearon profecías en sus textos antiguos. De hecho  decir que son 7 profecías mayas, es quedarse cortos. En realidad, los pronósticos a futuros externados por este pueblo fueron mucho mas de siete, pues profetizar era parte fundamental de sus labores cotidianas, actividad que se explica por una concepción de la vida y el tiempo que dista mucho de empatarse con la que tenemos actualmente.

Esta concepción a sido desentrañada a partir de una difícil labor  de interpretación de los textos que sobrevivieron a la  quema  por parte de las autoridades eclesiásticas de la era colonial (pues dichos textos y creencias eran del diablo, según el concepto de paganismo).  Mucho de lo que conocemos sobre los mayas, es gracias a Diego de Landa, el primer obispo de la región; quien primero contribuyó a la destrucción de documentos y mas tarde se dedico a recuperar  mucha información sobre la historia, forma de vida y pensamiento maya.

Gracias a esta recuperación por parte de De Landa, y también por parte a los indígenas que escribieron sus textos mas sagrados al latín (como el Popol Vuh, Anales de los Cakchiqueles o el Chilam Balam), se lograron preservar hasta nuestros días obras fundamentales del mundo maya. Igual de importante es que se salvaran tres códices, que fueron el principal objeto de estudio para los primeros epigrafistas mayas del siglo XIX. 

Aunque se han descifrado en su mayor parte, aun queda una serie de glifos  sin lectura que podrían ocultar sorpresas gratificantes para la arqueología y la historia de la civilización maya; dichos códices son el de Paris, Madrid y –el mas famoso- de Dresde (estos nombres se los pusieron de acuerdo a la ciudad en donde se encuentran actualmente).

Un dato curioso es que, a diferencia de códices de otras civilizaciones prehispánicas -o de cualquier otra parte-, en los códices mayas no se han encontrado ningún tipo de registro histórico, sino que se trata fundamentalmente de textos proféticos en el sentido de que funcionan como almanaques adivinatorios.

Calendarios Mayas

Para los mayas, crear calendarios y almanaques era actividad de carácter supremo. El tiempo, según su definición, no era lineal como lo consideramos en la actualidad, en el que podemos medirlo con un reloj. Para ellos se trataba de una especie de don divino, conformado por una congregación mística: dioses del día y de la noche, de los meses  y los números. En vez de creer que el tiempo era controlado por una deidad –tal como se cree en otras culturas y religiones-, en el sentido de que  días y meses estaban bajo la influencia de dicho ser, para los mayas cada día era un Dios.

De este modo, los signos tienen una carga, al igual que los números, y dependiendo de cómo se vayan acoplando son días propicios o días aciagos. Y es que los dioses caminan sobre el espacio y dejan caer su carga, y en virtud de ello se repiten, más o menos, los mismos acontecimientos. Se trata de los mismos dioses que, en un determinado momento, coinciden una vez más. El tiempo maya es una secuencia de siclos que inciden en la realidad. Todas estas creencias han quedado plasmadas en sus calendarios.

El calendario Tzolkin consta de un ciclo de 260 días, formados por 20 signos (meses) y 13 números (días). En el, la correlación de las fechas es de un día mas un numero del uno al 13, hasta completar los 260 días. Este ciclo concluía  al coincidir por primera vez el ultimo día con el numero 13 (el 13 Ahau). Aun no se sabe con exactitud en  que se basa este calendario –el nuestro por ejemplo, se basa en los días que tarda la tierra en dar la vuelta al sol-. 

Algunos teorías afirman que se acerca al periodo de gestación femenina; otros en cambio sugieren que puede relacionarse con otro ciclo natural especifico, como una cantidad de lunaciones; otros, sin embargo afirman que se trata mas de creencias religiosas y numerología. Según esta ultima teoría, la combinación del numero 13, es un numero sagrado por que es la cantidad de capas del supra mundo (de los cielos), y el 20 de su numeración vigesimal.

 También tenían el calendario solar o Haab, constituido por un tun de 360 días, que media el ciclo del sol en 18 meses (uinales) de 20 días (kines), mas cinco días infastuosos (uayeb), dándonos la misma cantidad de días que nosotros tenemos actualmente, 365.

A diferencia del Tzolkin, en el Haab los días no tenían nombre; sin embargo los meses se llamaba pop, uo, zip, zotz, tzec, xu, yaxkin, mol, chen, yax, zac, ceh, mac, kankin, muan, pax, kayab, cumku, y por ultimo, uayeb. Este ultimo tenia los 5 días infastuosos. Este calendario también representa una controversia entre especialistas, pues no se ponen de acuerdo sobre si los mayas hacían ajustes o no a los años bisiestos.

De forma similar combinaban ambas medicines (Tzolkin y Haab) en su rueda calendárica de 18 mil 890 días únicos, que abarcaban un periodo aproximado de 52 años. Esto significa que, para que un día Tzolkin y un día Haab volvieran a coincidir tienen que pasar 52 años solares y 73 rituales. La conjunción de ambos calendarios se usó durante el periodo postclásico en toda Mesoamérica.

Cuenta Larga

“El mundo no terminará el  21 de diciembre de 2012, al menos no de acuerdo con los mayas, que sabían tanto sobre la desaparición de nuestro planeta como Gordon-Michael Cebollín, sanMalachy , Edgar Cayce , Zecharia Sitchin ,or Nostradamus , namely, nothing . Malaquías, Edgar Cayce, Zecharia Sitchin, o Nostradamus, es decir, nada”, dice Robert Todd Carroll en su obra The Skeptic´s  Dictionary.

La supuesta profecía apocalíptica se encuentra (según los creyentes) en el calendario de cuenta larga. “En la idea de que la llamada cuenta larga del calendario usado por la civilización maya del antiguo imperio abarca un ciclo de 5125 años solares de trece ciclos, mismo que concluiría en el año 2012 de nuestra era, pero en ninguna inscripción maya se afirma que ello implique el fin catastrófico del mundo, sino sólo el fin de un ciclo y la reanudación de otro ciclo similar” dice el ingeniero Mario Méndez Acosta, presidente de la Sociedad Mexicana para la Investigación Escéptica.

En palabras mas precisas, la cuenta larga es un sistema de fechamiento  que se usó en la época clásica y había dejado de utilizarse antes de que llegaran  los españoles al nuevo continente. En esta medición, además de combinar el Tzolkin y el Haab, se incluía el ciclo de la luna, el de Venus, el de los “nueve señores de la noche” y otro de 819 días  que todavía no se ha podido determinar a que correspondían.

Este cálculo se forma por un glifo inicial y señala el número de baktunes, katunes, tunes, uinales y kines, además de que da la lunación, seguida por glifos hasta ahora no identificados (denominados glifos x) y se añade el día correspondiente del Haab; con este complejo pero fácil medición del tiempo se pueden datar algunos monumentos  y acontecimientos mayas.

El periodo de duración de la cuenta larga se llama gran ciclo, con una duración aproximada de 5,125.36 años. Para encontrar la fecha de cuenta larga que corresponde con cualquier fecha gregoriana, tendrá que contar los días desde el inicio del último gran ciclo, la congruencia hasta una fecha gregoriana es toda una hazaña.

Su fecha inicial, establecida por los mayas como una referencia cronológica  es el 13.0.0.0.0.4 Ahau 8 Cumku del Haab. Corresponde a la fecha mítica de la creación –de acuerdo con la mitología maya-, conocida como Fecha Era.

Con el propósito  de traducir las fechas en la cuenta larga al calendario gregoriano, el antropólogo desaparecido, Eric Thompson, comparó los registros históricos mayas  con los establecidos  por los conquistadores, y dedujo que esa fecha inicial equivalía  al 13 de agosto de 3114 a.C. Con el paso del tiempo otros expertos reunieron fechas de ambos calendarios y las compararon con las tablas de  eclipses registradas en el códice Dresde, confirmando el cálculo de Thompson.

Para cualquier sistema calendárico se necesitan las referencias de  que indiquen  el antes y el después. Para los mayas es a partir de la fecha era cuando inicia un nuevo ciclo de baktunes, sin embargo lo que no se menciona en ninguna escritura maya que sobreviva hasta nuestros días es el final de la fecha era. Sucede que haciendo  la correlación de fechas, el 21 de diciembre de 2012 se terminará un ciclo de baktunes, pero hasta ahí es donde llega la interpretación posible. Al llegar al baktum 13 –en 2012- lo único que cambia es que inicia un nuevo ciclo.  De hecho, el vínculo entre la catástrofe mundial y calendario maya basada en la profecía es en gran medida ficción. Los anuncios de 2012 comienzan con la frase: Los mayas nos advirtieron, aunque, por supuesto, los mayas no advirtieron a nadie, para ellos simplemente había un sistema de calendario que le llega al fin en 2012, tanto como la forma en el  calendario Gregoriano que tengo en la pared de mi oficina, termina el 31 de diciembre” dice Benjamin Radford, editor de la revista Skeptical Inquierer  y un conocido escéptico.

Tal como dice Radford, el final de ciclo de cuenta larga es como cambiar de año (del 2009 al 2010 o del siglo XX al XXI) y no un fin cataclísmico. Además, tal y como dice Radford, “por supuesto, los mayas eran sólo una de docenas de grandes civilizaciones, y no hay ninguna razón particular para suponer que el calendario maya es cósmicamente más significativo o válido que cualquiera de los cientos de otros sistemas de calendario utilizados en toda la historia”.

Entonces, sin tener ninguna evidencia de que los mayas u otros profetas predijeran el fin de los tiempos en 2012, ¿Por qué esta obsesión hacia las supuestas profecías de dicha civilización?

En palabras de Ben Radford, aunque “los mayas nunca dijeron que el mundo se acabaría ese año, y los mayas modernos han demostrado la irritación de cómo su cultura ha sido distorsionada en las nociones de la cultura pop y los promocionales de cine de Hollywood.

" Parte de la razón de que la multitud de la New Age haya adoptado el calendario maya (en lugar de, por ejemplo, el calendario hindú) es por que los mayas se adaptan perfectamente a sus ideas acerca de la antigua sabiduría de ‘buen salvaje’. La creencia de que las civilizaciones antiguas (como los mayas y los egipcios) fueron mucho más avanzada que a menudo se afirma en el pensamiento de la New Age, y la idea de que los místicos Mayas de alguna manera sabían de todo el mundo hace milenios es muy atractiva.”

Por su parte, Mario Méndez Acosta, rechaza por completo las ideas apocalípticas. 
Quienes afirman que las profecías mayas tienen alguna vigencia no pueden demostrar la existencia de algún intento de este pueblo por profetizar eventos ubicados en un futuro tan lejano para ellos como sería este apocalipsis planetario. En cambio, los mayas se preocupaban, sobre todo, por evitar los cataclismos cósmicos inmediatos derivados de la terminación de sus siglos. Les interesaba también llevar una cuenta detallada de los años para poder ubicar las genealogías de sus monarcas, al igual que usar las cuentas de años con fines rituales, con los cuales cumplir los complicados requerimientos de sacrificios de sus cosmovisiones religiosas.

Como una de las civilizaciones más avanzadas de su época, los mayas se daban cuenta de que no funcionaba el pronosticar eventos naturales o históricos del mundo real y, desde luego, no lograron profetizar ni prever su propia e inminente decadencia, así como la caída de su imperio a partir del siglo XVIII de nuestra era. Mucho menos se puede identificar, en esas supuestas profecías mayas, un acontecimiento tan traumático y devastador como la conquista española, ocurrida a partir de 1521.

Nada hay en este momento, en lo que se puede observar del sistema solar desde la Tierra, que implique una amenaza grave y tampoco existen condiciones geológicas o climáticas que permitan prever algún tipo de desastre global del día de hoy al año 2012, por lo que convendría no hacer caso a los negociantes del alarmismo cósmico.
Parece ser que a la sociedad de nuestro tiempo le gusta pensar en el final de los tiempos, pero no hay nada que indique que este llegará en 2012 o en alguna otra fecha cercana. Todo parece apuntar, en cambio, a que el apocalipsis del 21 de diciembre de 2012, será tan cierto como el fin del  y2k o la profecía del 666, es decir que no habrá tal final.

 Pero esto no significa que 2012 no sea importante o impresionante. En cuestiones políticas, serán elecciones presidenciales en nuestro país; en sociedad y deportes, será el año de los juegos olímpicos de Londres, además que la población para ese año, llegara a tener 7000 millones de individuos; y en cuestiones científicas, se podrá observar el transito de Venus por el sol, además que se experimentará el tiempo de tormentas solares o máximo solar, un ciclo bastante violento que ocurre cada 11 años aproximadamente y que puede causar un serio impacto dañino a la sociedad, pero es poco probable que logre extinguirla. Eso sin contar los fenómenos naturales que suelen causar desastres naturales cada año; los conflictos y guerras comunes de cada año; y los problemas de crisis energética y económica que cada vez se vuelven más familiares para la población mundial.

 Por lo demás solo nos resta seguir prediciendo nuestro futuro incierto.       



Para Saber Más

*Morrison, David; 2012 y contando: top 10 de preguntas sobre el 2012, Skeptic Magazine, Skeptic’s Society,  2010. Articulo disponible en  el sitio web  skeptic.com/reading_room/2012-y-contando/

*Carroll, Robert Todd, Profecía 2012, The Skeptic’s Dictionary Online, skepdic.com/maya.html

*Revista Arqueología Mexicana

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