He estado mirando cómo algunos escépticos se han unido al debate sobre los derechos trans, así como a supuestos problemas sociales y de salud mental que habría detrás del aumento en la población de las personas trans, especialmente al hablar de transiciones a una edad muy temprana. Mi primer impresión debería ser de entusiasmo, porque, como he comentado en otros escritos, el movimiento escéptico ha continuado extendiendo su canon más allá de las afirmaciones paranormales y pseudocientíficas "clásicas", cuestionando la evidencia científica de los reclamos extraordinarios en economía, política y las instituciones académicas. Este movimiento escéptico extendido con el que muchos han (hemos) soñado también podría ser de gran relevancia para otros movimientos, como en la defensa de la justicia social (tan cercana a su vez al humanismo secular), precisamente como lo es el activismo trans. Pero la realidad, es que varios autores escépticos han estado cuestionando los movimientos de defensa de los derechos humanos (lo que por sí mismo no es malo, sino completamente necesario para evitar el dogmatismo y su aislamiento como cajas de resonancia), prestando especial atención al activismo trans, incluso uniéndose en ocasiones a grupos antiderechos, como los grupos TERF.
Así, por ejemplo, Michael Shermer escribió un artículo para el dossier del actual número de Skeptic, respecto a los derechos de los atletas trans a competir contra el género con el que se sienten identificados (un primer punto que me parece extraño, es que se concentran en mujeres trans o MTF). Aquí, Shermer hace una revisión de la normativa vigente, así como del historial de la nadadora Lia Thomas, comparando su trayectoria cuando aún competía en la categoría masculina y sus actuales triunfos en la femenina. Con su estilo propio de claridad mezclado con sus experiencias personales en los deportes, Shermer hace un argumento interesante que continúa en un segundo artículo para su blog, con puntos más cuestionables. Lo que me parece especialmente sospechoso, más que los artículos de Shermer, es la postura global que parece estar tomando la Skeptic's Society que dirige, donde varios miembros parecen estar cuestionando distintos puntos del activismo trans y, si se les acepta a todos, lo que terminamos teniendo es una posible actitud restrictiva contra las personas trans, atletas en este caso específico.