Tener una
cuenta en Patreon es algo que he considerado desde hace un tiempo. Siempre he pensado que compartir mis ideas, creencias, valores y conocimientos es algo que hago por gusto, que disfruto, y que el pago por mis publicaciones en internet son las visitas, comentarios, y debates enriquecedores que puedo tener con mis lectores, y aún lo pienso. Incluso tener a un par de trolls detrás de mis escritos lo considero algo disfrutable (hasta cierto punto; otras personas no piensan como yo, me odian, y disfruto su frustración por eso).
Creo que la primera vez que escuché de Patreon fue cuando el filósofo
Massimo Pigliucci anunció que abandonaba su blog (otro más)
Footnotes to Plato para
pasarse a esta plataforma y cobrar por la mayoría de sus escritos (creo que en ese tiempo también dejó su otro blog
How to Be a Stoic). En ese entonces, Pigliucci también reflexionaba sobre su pasión por compartir lo que piensa, pero a la vez afirmaba que esto era al final un trabajo (uno se preocupa por estar debidamente informado de un tema, se toma su tiempo en revisar cualquier actualización del mismo y después busca crear síntesis amenas de lo que ha aprendido para compartirlo con los demás... ¡todo eso es dedicación y tiempo!).
Creo que Pigliucci mostró acertadas razones para ponerle un precio a muchas de sus siguientes publicaciones, aún cuando eso puede ser algo frustrante para alguien como yo (que soy pobre y que sinceramente no gastaría dólares por un artículo de consejos estoicos). Creo también que está completamente en su derecho por querer recibir algún beneficio de todo el trabajo que realiza, que no se limita solo a un aula, sino que hace del ciberespacio su escuelita donde comparte algo que muchos queremos aprender.
Creo que estaba en lo correcto y estaba en su derecho. Pero no comparto su idea. Personalmente, creo que nunca podría atreverme a cobrarle a mis lectores (sean muchos o pocos) para que lean lo que escribo. Y no porque no me dedique mucho a ellos. De hecho, estoy realizando varios proyectos a la vez: por una parte tengo este blog, mi principal proyecto de vida con prácticamente 10 años de existencia. Pero también he estado tratando de impulsar la
Gran Enciclopedia de los Escépticos, un megaproyecto con varios colaboradores que llevo planeando desde que iba en secundaria; recientemente abrí el blog
El poder y la verdad, en donde estoy buscando compilar escritos míos y de mis contactos cercanos sobre política y sociedad, a modo de archivo; en facebook, además de administrar la
página oficial del blog, también tengo un tiempo fomentando tres grupos de estudio principales:
Historia y Filosofía de la Pseudociencia,
Estudios históricos sobre ateísmo e increencia, y
La ciencia y los monstruos. En los tres intento promover los debates racionales y el compartir referencias de importancia para la comprensión de las creencias irracionales y la psicología e impacto social de los movimientos racionalistas (los escépticos y ateos militantes); también, aunque no he estado tan activo estos últimos meses, intento ponerme al día con las preguntas que me mandan a los portales de
Ask y
Quora, en donde llego a pasar horas respondiendo aquellas preguntas que tienen un tiempo acumuladas; tengo archivados algunas colaboraciones y artículos que me gustaría mandar a publicaciones como la revista
Pensar,
Métode y/o
Skeptical Inquirer. En ninguno de estos proyectos cobro un solo centavo, y jamás cobraré ninguno, porque lo que hago en todos estos proyectos es por gusto.
Y si no voy a cobrarles por ninguno de mis proyectos, entonces, ¿para qué les comparto que ya tengo Patreon? Creo que los culpables son algunos de los
edutubers que sigo, como el
Pakozoico, que seguido esgrime algo similar a este argumento: ustedes ya me pagan con el hecho de entrar a leer lo que escribo, y si comentan o comparten mis publicaciones, creo que tengo paga doble que siempre agradezco. Pero a la vez, si eres alguien con las posibilidades de apoyarme económicamente y lo deseas hacer porque piensas que vale la pena invertir en mis proyectos, estaré eternamente agradecido contigo.
Otra razón para abrir mi Patreon es porque, seamos sinceros, los tiempos actuales no son los mejores. Yo me quedé sin trabajo un par de semanas antes que comenzara la cuarentena, allá por febrero. Y desde entonces, no he encontrado un trabajo estable. Creo que por meses se los he anunciado: estoy escribiendo una tesis, pero ya sea por una u otra razón (en muchas veces, no tan razonables realmente) la he postergado, alentando más aún mis posibilidades para ya tener un título universitario (como sabrán, no basta con terminar la carrera, como ya lo hice, sino que hace falta presentar el modo de titulación que eliges; en este caso, hacer la tesis). Eso también ha impedido que consiga un buen trabajo en docencia, manteniéndome gracias a trabajos formales en empresas (como era antes de la pandemia), trabajos informales, y sobre todo, al apoyo de mi familia. Abrir Patreon solo sería una opción más para costear algunas de esas cosas que necesito para seguir con mis proyectos (en veces un libro, o incluso el poder comprar en un futuro cercano un dominio en internet para alojar ahí la enciclopedia escéptica). No se confundan, no me metí a Patreon para recibir caridad (y si estaban pensando en eso, mejor no entren). Es cierto que la crisis actual nos ha puesto muchas trabas en nuestras vidas (más de las que ya de por sí teníamos, posiblemente), pero de una u otra forma nos terminamos arreglando para seguir.
Como pueden ver, que tenga una cuenta de Patreon no cambiará en nada la dinámica de este blog ni de ninguno de mis otros proyectos que hago gratuitamente con mucho gusto. Solo será una opción más para aquellos que tal vez piensen que les he ofrecido algo de valor para su formación, y que crean que esta es una buena forma de apoyarme. Mi cuenta de Patreon está terminada a nivel básico (al menos hasta donde entendí, porque la verdad me sigue pareciendo algo complicado el portal), y aún me falta pensar en incentivos que podría ofrecer (en meses, no se me ha ocurrido nada, y estoy lejos de poder ofrecer algo como lo que otros en Patreon ofrecen: algo exclusivo o conmemorativo, como camisas y demás mercancías), pero supongo que lo iré perfeccionando.