Publicación original en el grupo Historia y Filosofía de la Pseudociencia.
En EEUU se está dando un peculiar fenómeno en el que varios testigos están reportando avistar lo que parecen ser drones de gran tamaño, y la preocupación se ha generalizado a tal grado, que incluso el FBI ha estado investigando estos reportes. Los casos, que ya se cuentan en cientos, se han reportado en Colorado, Nebraska y Kansas. Se habla incluso de formaciones o flotas de estos drones de alas inusualmente largas. Y como no podía faltar, tal como explica este artículo del sociólogo Robert Bartholomew (traducción de Luis Ruiz Noguez), las conspiranoias están a la orden del día:
"Son los militares. Es la CIA. Es un experto en aviación retirado con demasiado tiempo en sus manos. Y, por supuesto, ninguna explicación estaría completa sin los sospechosos habituales: los rusos, los chinos, los terroristas árabes y los extraterrestres."
Pero más allá de las teorías de conspiraciones, las autoridades han barajado la explicación de la histeria colectiva o enfermedad psicógena masiva, como la responsable principal del alto número de casos. Para Bartholomew, esta no parece ser una explicación plausible:
"Comúnmente conocido en los círculos científicos como enfermedad psicógena masiva, este término se refiere a la rápida propagación de los síntomas de la enfermedad dentro de lo que generalmente es un grupo muy unido. No conozco un solo informe que involucre a personas que vean drones y de repente se sientan mal."
En vez de eso, Bartholomew apuesta por el engaño colectivo (social delusion) como el posible responsable, dado que no existen evidencias de estos drones fantasmas, y varios reportes han sido identificados como ejemplos de errores de percepción (confusión con aviones comerciales, drones de tamaño estándar y planetas):
<<Los científicos recopilan hechos y formulan hipótesis. A veces no pueden presentar un reclamo con absoluta certeza. El caso de los drones misteriosos es uno de esos casos. Mientras esperamos que surja más información, o un objeto físico para examinar, lo que podemos decir con base en una lectura de los hechos es que un engaño social es la explicación más probable. ¿Podría alguien o un grupo estar experimentando con drones en el campo rural del Medio Oeste? Ciertamente, pero la mayoría de estos avistamientos parecen ser el resultado de identificaciones erróneas u otras explicaciones mundanas. Las investigaciones de todos, desde el Departamento de Seguridad Pública de Colorado hasta la Administración Federal de Aviación y el FBI, no han podido encontrar ninguna evidencia concreta de algo fuera de lo común. A mediados de enero, el Departamento de Seguridad Pública de Colorado (CDPS) emitió un comunicado de prensa sobre el estado de su investigación. Informaron que del 23 de noviembre al 13 de enero, recibieron 90 informes de drones misteriosos. No se confirmó ni una sola instancia de actividad ilegal de aviones no tripulados, y de los 14 casos que involucraron a aficionados, ninguno de los aviones no tripulados tenía grandes alas o estaban volando en formación agrupada como se había informado. De los 23 informes más recientes, se determinó que seis fueron provocados por condiciones atmosféricas o aviones comerciales, mientras que 13 fueron identificados como “planetas, estrellas o pequeños drones aficionados que no cumplen con la descripción de los grandes drones en envergadura que viajan en grupos”. Solo cuatro de los informes cayeron en la categoría de “incapaz de identificar”.>>¿Les suena extrañamente familiar también a ustedes? Pues sí, el fenómeno de los drones fantasmas parece ser una copia inconsciente del inicio del mayor mito del siglo XX: el fenómeno ovni, y más en concreto, la oleada de avistamientos de platillos voladores en las décadas de 1950 y 1960, incluyendo como sospechosos principales a enemigos extranjeros (en aquel entonces, los rusos), con un contexto tenso de Guerra Fría (hoy, con muchas dificultades nuevamente con Rusia, pero también con China y el Medio Oriente).
Se encuentran ahí los componentes para generar un nuevo mito con la misma vieja receta: avistamientos que las personas no pueden explicar (lo que no significa que sea inexplicable); testimonios que (accidental o intencionalmente) multiplica el tamaño y la cantidad de los objetos que se están observando presuntamente; los avistamientos de objetos en el cielo se corresponden con la tecnología de la época; medios que están popularizando el fenómeno, aún sin tener suficientes elementos sobre su veracidad; una preocupación social enraizada en el contexto con enemigos reales o imaginarios; los estudios realizados muestran que no parece haber nada de qué preocuparse, lo que a su vez alimenta las teorías de estilo "conspiración del silencio" o del encubrimiento. Listo. Tuvimos así platillos voladores invadiendo EEUU hacia 1950-1960. ¿Tendremos drones invadiendo en 2020, aunque sea en la imaginación de millones? No lo descartaría.
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