El método fotográfico de
doble exposición es capaz de crear
fantasmas muy realistas, y ha sido usado
durante décadas por estafadores profesionales
para engañar al público creyente en fantasmas.
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"Incluso si proporcionara explicaciones físicas plausibles para un millón de poltergeists [o fantasmas] en un millón de lugares diferentes un millón de veces diferentes, siempre existe la posibilidad de que el próximo que aparezca sea el verdadero. Entonces, los que creen en poltergeists, fantasmas y casas embrujadas siempre pueden refugiarse en el hecho de que nadie tiene suficiente información para desacreditar cada historia de fantasmas, y aunque lo hicieran, ¡el próximo podría probar que los detractores estaban equivocados!" Robert Todd Carroll.
Es posible que la mayoría –sino es que todos- los lectores de este artículo hayan escuchado alguna historia o anécdota de fantasmas. También estoy muy seguro en que algunos de los lectores han tenido alguna experiencia sobrenatural en algún momento de su vida, con la cual, en ese momento, se sintieron seguros en decir “¡creo en fantasmas!”. Otra cosa de la que también estoy seguro es que la mayoría de los que creen en fantasmas nunca han corroborado su creencia. Es decir, que nunca han tratado de demostrarse a sí mismos si lo que experimentaron fue realmente algo sobrenatural.
Antes de saber si quiera si tú has visto un fantasma, hay que saber qué es un fantasma. La Enciclopedia Encarta (la vieja confiable) lo describe como la “aparición no material o esencia de un organismo, por lo general de un ser humano. El término se emplea a menudo como sinónimo de espíritu. Con mayor frecuencia, sin embargo, se aplica a la aparición de un difunto, cuya aparente solidez oscila entre la mera masa brumosa y la perfecta réplica de la persona, aunque también puede referirse al espíritu visible de una persona aún viva.”
De modo que cualquiera puede asumir que un fantasma, es un espíritu, una prueba de “otra vida después de la vida”, ¿no es así? Pues no precisamente. Aunque existieran los fantasmas, estos no serían ni en lo más mínimo una prueba de vida después de la muerte. En primer lugar, aunque la ciencia aún no puede dar una definición clara sobre lo que es la vida, sí nos puede decir cómo identificarla. La vida en la Tierra se caracteriza por nacer, crecer, reproducirse, evolucionar, tener metabolismo, ácidos nucleícos (ADN y/o ARN) para la transferencia y procesamiento de información, células, y por supuesto, muere. Ahora bien, ¿los fantasmas tienen ADN o ARN? ¿Necesitan alimentarse? ¿Se reproducen? ¿Evolucionan? ¿Mueren o nacen? ¿Son conscientes? La respuesta que cualquiera da sería un rotundo ¡No! Entonces los fantasmas –si es que existen- no representan evidencias de vida luego de esta vida, o por lo menos, no como entendemos la vida en el mundo físico.
Si los fantasmas no representan ninguna evidencia significativa de algo, ¿aún puede ser que sean una clase de "energía" que de alguna manera produzcan los seres vivos? Esta es una pregunta que a menudo hacen las personas y que responden muy gustosamente videntes, psíquicos, parapsicólogos, cazafantasmas, con un sí. Todo este elenco que busca “la verdad” detrás de las experiencias paranormales responde sin antes pensar –o sin antes saber siquiera- qué es la energía.
Nuevamente, Encarta, responde que la energía es la “capacidad de un sistema físico para realizar trabajo. La materia posee energía como resultado de su movimiento o de su posición en relación con las fuerzas que actúan sobre ella.” De acuerdo a la teoría de la relatividad de Einstein, todo objeto por estar hecho de materia, tiene energía (recordemos la famosa ecuación E= mc2, que dice que la energía es relativamente proporcional a una masa acelerada).
Desde luego que estas explicaciones no bastan para aquellos que creen haber visto un fantasma. Para aquellos que también son escépticos, es posible utilizar los argumentos que acabo de dar para platicar con un creyente, pero recuerden que nadie va a convencer a nadie de que los fantasmas no existen solo por decir que “no hay evidencias de su existencia.”
Fantasmas en la mente
No basta con saber que las ciencias naturales no apoyan la creencia en lo sobrenatural, hay que ver y ponernos en el lugar de aquellas personas que juran haber visto o sentido un fantasma, pero desde un punto de vista analítico, critico y psicológico. Si lo haces de otra manera, podrías tener resultados erróneos o confusos para explicar estos casos.
¿Qué hace creer a una persona que realmente vio un fantasma? En muchos casos las explicaciones pueden ser bastante simples: las personas que alegan que su casa está encantada dicen oír ruidos extraños, sentir en algunas partes un punto más frío que en el resto de la casa, ven sombras, sienten que los observan, y casi siempre sentirán en algún momento que el muerto se les sube; todo esto, puede ser explicado por los errores de percepción de los fenómenos naturales. Esto ocurre cuando se experimenta algo que ciertamente es raro, pero que puede tener una explicación, como ratones o insectos en la cañería o el ruido del viento. Las personas no analizan su experiencia, y sin confirmarla o respaldarla con conocimientos firmes, solo dicen: “creo que fui testigo de un fantasma”. Ese “creo” no sirve en una investigación científica, pues no se puede obtener una conclusión a partir de la ignorancia.
Pero aquí entra en escena dos ciencias más para explicar estos encuentros: la sociología y la psicología. Muchas veces también se suelen ver o sentir apariciones en lugares muy antiguos como grandes casas, castillos, cementerios o iglesias. En otras ocasiones se reportan apariciones en lugares aislados, pequeños, húmedos o calurosos. Esto puede interpretarse como que el lugar tiene un efecto en la mente. En el caso de los lugares pequeños y aislados, suele sentirse claustrofobia, se puede estar acalorado y con algunos malestares comunes que podrían interpretarse como signos de fantasmas. Si se trata de un lugar pequeño o cerrado con concentraciones altas de Monóxido de Carbono (CO), tal vez que se encuentre en cuartos pequeños con un ambiente con altos niveles de este gas, es posible tener alucinaciones visuales o auditivas, así como un malestar o sensación de estar siendo observado. En otros casos incluso es posible que los avistamientos se deba al infrasonido, un sonido inaudible al oído humano pero que puede causar malestares y alucinaciones.
Algunos estudios sugieren que ciertos campos electromagnéticos pueden causar la sensación de ser observado, e incluso causar alucinaciones visuales. El electromagnetismo, desde su descubrimiento en el siglo XIX por parte de los experimentos y teorizaciones de Michael Faraday y James Clerk Maxwell, ha sido explotado por los vendedores de misterios como una clase de sustancia o fluido (en vez de un campo) que origina fenómenos paranormales. Todavía hoy es posible observar cómo los cazafantasmas modernos hacen uso (y venden) aparatos que miden la radiación electromagnética de los lugares embrujados. El ejemplo perfecto son los "investigadores" de The Atlantic Paranormal Society (TAPS), el mayor grupo de cazafantasmas que decide hacer mala investigación totalmente a oscuras y con conclusiones ya tomadas antes de la investigación. Este "método" ha sido replicado por cazafantasmas locales tales como Carlos Trejo o el equipo de Extranormal, con el resultado de mucho dramatismo pero poca o nula producción de conocimientos o evidencias. Lo cierto es que, si bien los estudios médicos sí muestran que ciertas alteraciones electromagnéticas pueden estimular el cerebro de ciertas formas, no hay ni una evidencia que respalde la hipótesis que los campos magnéticos de una casa común puedan estar causando que la gente vea fantasmas. Parece que la sugestión, el miedo y el sesgo siguen siendo explicaciones más simples.
En el caso de grandes lugares, cuando te encuentras en esta zona en la noche, cualquier ruido pequeño producirá un gran eco, haciendo pensar que lo que lo causó es de gran tamaño o está cerca del testigo. El ya mencionado infrasonido sí es detectado por mascotas como perros o gatos (posiblemente por eso se pueden comportar de manera distinta en un lugar supuestamente embrujado). La lista de explicaciones basadas en la psicología, la física y la química es bastante larga, y eso es justamente lo que deben recordar los testigos de fantasmas. No se queden sin averiguar más, el chiste es seguir buscando respuestas, pero buscarlas en lugares en donde realmente enseñen respuestas verificables (no con psíquicos o cazafantasmas ineptos).
Al final, solo resta poner algo de sentido común a una simple pregunta: con todas las explicaciones naturales que se tienen ¿hay alguna razón para recurrir a explicaciones sobrenaturales? La respuesta es solo decisión tuya.
SI TE INTERESA ESTE TEMA
* Las entradas "Ghost" y "Paranormal investigator", en The Skeptic's Dictionary, por Robert Todd Carroll.
* "The Haunted Brain", artículo de Richard Wiseman publicado en la revista Skeptical Inquirer, Septiembre/Octubre 2011.
* "Ghost Hunters", artículo de Joe Nickell publicado en la revista Skeptical Inquirer, Septiembre/Octubre 2006.
* "Los campos electromagnéticos ¿pueden crear fantasmas?", artículo de Bejamin Radford publicado en la revista Skeptical Inquirer, Mayo/Junio 2017, traducido por Alejandro Borgo.
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